Experiencias para superar la desigualdad de género en la educación

Por Lucía Vicent, FUHEM Ecosocial

Cuando observamos las desigualdades de género que persisten en nuestras sociedades advertimos la variedad de planos en los que se extienden, enquistan y perpetúan. Podríamos pensar que los esfuerzos realizados para superarlas no han logrado los resultados esperados, en especial si nos centramos en las zonas geográficas consideradas como las más avanzadas, es decir, aquellas que por la configuración social asociada a su nivel de desarrollo se les atribuyen importantes progresos en este terreno y, sin embargo, no es así.

Hoy por hoy, en España, pero también en otros países que se utilizan como referentes en términos de cohesión, nos encontramos muy lejos de esa realidad. Es más, la situación crítica que vivimos en los últimos años ha supuesto un claro retroceso para las conquistas alcanzadas en términos de desigualdad de género, pero también en otros muchos sentidos. Conviene, asimismo, advertir que las luchas por la equidad cobran especial relevancia en el momento actual por su urgencia y por su orientación. Por ello, las distintas formas de actuación dirigidas a los epicentros de generación y aprendizaje de la desigualdad, las cuales permiten su continuidad, son cada vez más necesarias.

La sociedad de la que formamos parte asigna de una manera más o menos sutil distintos roles y consideraciones a mujeres y varones. La escuela no queda al margen y sigue latente, entre el profesorado, la influencia que tienen sus vivencias o valores a la hora de transmitir contenidos o relacionarse con las y los alumnos (en el comedor, en el patio, etc.). Estas cuestiones, que resultan imprescindibles a la hora de abordar las diferencias de género en la educación, se recogen en un concepto cada vez más conocido: el currículo oculto. Todo el trabajo que, en consecuencia, se ha articulado en este campo resulta crucial y justifica la proliferación de experiencias, de tipología muy variada, en este terreno.

Iniciativas y organizaciones en el plano nacional

Acogiéndonos a una selección de las experiencias que se suceden en el plano nacional, son muchas las agrupaciones independientes que confluyen en proyectos comunes que conectan el género y la educación. SURT o Fundació Dones dan cuenta de ello y colaboran en un proyecto de acción conjunta conocido como la Maleta Pedagógica, un equipaje para la interculturalidad. El cometido de esta iniciativa es el de apoyar proyectos de elaboración y mejora de los recursos pedagógicos en el ámbito de la Educación para el Desarrollo con la intención de promocionar la educación intercultural y mejorar las competencias de equidad de género entre el profesorado de los centros educativos. En el interior de la Maleta podemos encontrar un conjunto de herramientas técnicas diseñadas para transformar las prácticas habituales que dificultan el alcance de una equidad real de hombres y mujeres. Entre las posibilidades que ofrece, el módulo de equidad de género es, quizás, el más interesante debido a su aplicabilidad en las aulas y en él podemos encontrar bibliografía, dinámicas y textos de apoyo muy variados, según los aspectos que queramos trabajar.

Otro ejemplo lo podemos encontrar en la apuesta que hace la Fundación de mujeres por la coeducación y que plantea a través del desarrollo de una herramienta conocida como =a2, fórmulas para la igualdad. La elección del nombre responde a la idea defendida por la organización de que niñas y niños, mujeres y hombres no sean ni más ni menos por cuestión de sexo. A partir de distintas fórmulas temáticas para la igualdad, fórmulas metodológicas o herramientas de trabajo en el aula que nos proponen podremos avanzar en la sensibilización y la promoción de la igualdad de oportunidades en el campo de la educación, tanto formal como no formal. Asimismo, la herramienta puede contribuir en la ruptura de estereotipos sexistas y propiciar el cuestionamiento del proceso de socialización diferencial de género.

De igual modo ocurre con otras agrupaciones que durante mucho tiempo han concentrado de una manera continuada sus esfuerzos en el campo de la educación y la no discriminación. Tal es el caso de Educando en igualdad, dependiente de FETE-UGT, y con una labor que se orienta hacia la formación del profesorado, la elaboración de materiales (didácticos y de investigación), la realización de talleres con el alumnado, campañas de sensibilización, etc. Todo ello con el fin de mejorar la igualdad de género dentro de la comunidad educativa. Gracias a su web podemos acceder a servicios que conectan tanto con el profesorado como con las alumnas y alumnos de los centros escolares, y entre los cuales cabe destacar la sección de materiales y la biblioteca.

Con perspectiva feminista y que utiliza la elaboración y la divulgación como sus principales vías de actuación, Mujer Palabra surge para sumarse a la construcción de un mundo menos violento e injusto, donde la equidad de género sea un hecho. Se trata de un espacio independiente en el que la cuestión del leguaje cobre especial interés por el lugar que ocupa en las distintas etapas del aprendizaje, a la hora de relacionarnos, e incluso, en la forma en la que concebimos el mundo. En su web disponen de un apartado orientado al ámbito educativo en el que se recogen clases y talleres que pueden tener su aplicabilidad en las aulas.

En línea con las experiencias que ofrecen opciones para su uso en los centros educativos, se encuentran distintas iniciativas por la red. Coeducación, espacio para educar en igualdad es una de ellas. Pretende servir, por un lado, de punto de encuentro y debate para las profesoras y profesores que coeducan; por otro, de herramienta que ofrezca recursos para la formación personal y para el aula. Gracias al colectivo que conforman Mujeres en Red, también podemos acceder a un amplio espectro de materiales educativos que promueven la coeducación, el avance en la equidad de género y la educación en valores. Con este propósito, la selección de recursos que aplican la perspectiva de género que propone Edualter puede sernos de gran utilidad. Todos ellos disponibles para su utilización por los agentes que operan en el ámbito de la educación.

A las opciones señaladas se les suman otras que les son complementarias y que amplían los recursos y las posibilidades de interacción dentro del aula. Educar en igualdad nos acerca a todo tipo de informaciones para la igualdad y la prevención de la violencia de género, así como vías de aplicación en el ámbito formativo de las escuelas. Para ello, cuenta con un servicio de documentación, selección de materiales educativos o un directorio donde se recogen organizaciones (centros educativos, instituciones de enseñanza, etc.) implicadas en la acción educativa. Por último, es de interés destacar otra página, POTUIgualdad, que nos ofrece cuentos, juegos y un glosario muy útil para trabajar las cuestiones mencionadas.

Alternativas más concretas son las que proponen iniciativas como es X-Igual, un programa educativo dirigido a centros de enseñanza secundaria para promocionar la igualdad de oportunidades, promocionar el pensamiento crítico frente al sexismo entre la juventud, fomentar el uso de las TIC en los centros, eliminar la brecha digital de género e involucrar a las familias en la educación en valores. Para el profesorado recomendamos la sección en el aula, que incluye recursos con distintos formatos (juegos, actividades, fichas de videojuegos); y para padres y madres del alumnado, el apartado de en familia puede resultarles muy apropiado para trabajar en el hogar.

Desde un enfoque más amplio, cuya proyección no se orienta en exclusiva al ámbito educativo, proponemos tres proyectos muy sugerentes:

El primero es el conocido como Cenicientas 3.0., una experiencia comunicativa en el terreno de la desigualdad de género que cuenta con un formato innovador. A través de la difusión de la transformación histórica sufrida por la identidad de las mujeres, propone varias herramientas documentales para promover su participación como agente en el diálogo social mediante la construcción y los contenidos en nuevos medios digitales: la película que recibe el mismo nombre del proyecto, una serie documental online, un pack didáctico con más de una decena de unidades temáticas, vías para elaborar cursos de género y una plataforma digital para el visionado personalizado que se llama "Decide tu historia".

La marginalidad e invisibilidad de las mujeres en el campo del conocimiento generó el que distintas profesionales (investigadoras, teóricas, profesoras, etc.) creasen la asociación Clásicas y modernas, el segundo proyecto que queremos destacar. Con el convencimiento explícito de que la cultura es un instrumento decisivo para lograr la igualdad, o por el contrario, perpetuar la desigualdad entre mujeres y hombres, la asociación apuesta por la igualdad en la cultura y entienden que, solo a través de la mejora de los niveles de participación, de oportunidades y de reconocimiento del trabajo –pasado y presente– de las mujeres, se avanzará hacia ella. En su web se promueven estudios y foros de reflexión, además de distintos documentos que interpelan a las instituciones y la opinión pública frente al ocultamiento del papel de las mujeres en distintas áreas del conocimiento y la cultura.

El tercero de ellos, es el proyecto Por los buenos tratos, desarrollado por la organización Acción en Red, que nació como una campaña sin fecha de finalización y que hoy supone un eje de acción permanente. Se trata de un instrumento de aprendizaje de buenas prácticas orientado a chicas y chicos pero también a asociaciones, instituciones y organizaciones de la sociedad civil. Con la intención de mejorar las relaciones interpersonales a nuestro alrededor, este portal quiere ser un medio para la prevención de la violencia, en especial en la pareja, y para la formulación de valores como la igualdad entre mujeres y hombres, y la autonomía personal para decidir sobre nuestras vidas.

Agrupaciones, proyectos y campañas internacionales

La equidad de género en el marco de la educación es un elemento fundamental en la articulación de muchas agrupaciones que operan a nivel internacional. Ello implica traspasar las fronteras del tratamiento de cuestiones que tienen que ver con la desigualdad entre hombres y mujeres que se suceden a nivel global y coordinar esfuerzos para superarlas.

Un ejemplo de ello es el que encontramos entre las distintas líneas de acción de la UNESCO, en concreto, en el marco de la estrategia de educación hacia la sostenibilidad. Bajo un prisma de transversalidad, promueven, como una de las principales metas sociales, avanzar en la igualdad de género y su incorporación en la planificación educativa, desde las infraestructuras hasta los procesos pedagógicos. La discriminación, a pesar de las diferencias presentes entre países y regiones, es palpable en muchas cuestiones: los roles de género creados por la sociedad y que se transmiten de una generación a otra, el trabajo pendiente de empoderamiento de las mujeres, las desigualdades de género que socavan la capacidad de las niñas y mujeres de ejercer sus derechos, también en la escuela, etc. Entre sus líneas de trabajo, resaltamos la dedicada a género y educación en la que se incorporan distintos programas de acción, se promueve la creación de redes para avanzar en la igualdad de género y se elaboran documentos sobre la cuestión.

Con un perfil más activista, encontramos a Equal Education, un movimiento formado por estudiantes, padres y madres, profesorado y miembros de la sociedad civil que, a través de análisis y acciones concretas, promueven la igualdad en la educación en Sudáfrica. A pesar de que sus campañas se orienten a una pequeña zona geográfica, en su web podemos encontrar recursos e información de interés que están disponibles para todas las personas interesadas en la denuncia por la igualdad. No se limitan a la discriminación por género, sino que amplían su reivindicación a la igualdad entre las clases sociales diferenciadas que conviven en el país.

Existen otras organizaciones cuyas líneas de trabajo se concentran solo en el plano del acceso igualitario a la educación. Tal es el caso de The National Coalition for Women and Girls in Education (NCWGE), dedicada a la promoción de las oportunidades educativas para las niñas y las mujeres a través de cambios en las políticas nacionales promovidas al respecto. Gracias a su web, se puede tener acceso a las actualizaciones en la legislación, recursos útiles y publicaciones. Otra de ellas es Because I am a girl, que lleva más de un lustro activa. Además de sus esfuerzos por visibilizar la discriminación que sufren las niñas por su condición sexual, realiza acciones de empoderamiento orientadas a familias, gobiernos, comunidades, etc., para lograr priorizar la educación de todas las mujeres, al menos, hasta completar los nueve años de formación básica, y apoyar la transición hacia la educación secundaria.

En paralelo a las organizaciones mencionadas, se suceden distintas iniciativas a nivel mundial que ponen de manifiesto las desigualdades de género que siguen vigentes en muchas facetas de nuestra vida. El motivo que justifica la labor de todas ellas, sin excepción, es tratar de superarlas, en muchos casos, a través de la educación.

Desde una óptica orientada al consumo y como crítica a los patrones de género que éste promueve, resulta de gran interés el trabajo que realiza PinkStink. En esta plataforma se encuentran personas de la sociedad alarmadas por la segregación sexista que, a través de la publicidad y otras estrategias comerciales, inducen un consumo estereotipado en los más pequeños. Juguetes, ropa y toda clase de productos y servicios son atribuidos como propios para niñas o niños por parte de los medios de comunicación. La compra obsesiva, preocupación por estar a la moda o el cumplimiento con los cánones de estética establecidos, son promovidos por productos y discursos, conocidos bajo el concepto “Girly”, con la intención de definir lo que significa ser una niña o una mujer. Desde PinkStink se han realizado campañas muy variadas que comparten la denuncia de estas prácticas y el esfuerzo por contrarrestarlas: Early Learning Emergency!, Sainsbury’ dessing up clothes o The Prince’s Trust son algunas de ellas.

De igual manera, la red de Feminist Mayority trabaja para lograr, como un propósito primordial, la equidad de género en distintos ámbitos a nivel global. En el caso de la educación, cuenta con el programa de equidad en educación, gracias al cual se han desarrollado distintos materiales, iniciativas y campañas. Dentro de este ámbito es reseñable el proyecto Feminist Campus diseñado con el propósito aumentar la participación de las y los estudiantes de distintos campus universitarios. La finalidad que se persigue es lograr un cambio desde la base social, a nivel nacional e internacional, en lo que respecta a los derechos de las mujeres, ya que en el momento actual, éstos se ponen en cuestión en los discursos promovidos por ideologías de extrema derecha.

Por último, la experiencia de Teaching Tolerance propiciada por el Southern Poverty Law Center en 1991, nos acerca a recursos y materiales que nos permiten trabajar los prejuicios (no solo hacia las mujeres) con el fin de mejorar las relaciones intergrupales y la equidad en el ámbito educativo. Proporcionan unidades educativas de distintos niveles para facilitar que el profesorado, así como educadores y educadoras, avancen en el aprendizaje y superación de estas cuestiones y promuevan un cambio hacia la tolerancia y la diversidad.