Declaración institucional de FUHEM y CIP: Repensar, reorientar el CIP

Declaración institucional de FUHEM y CIP

REPENSAR, REORIENTAR EL CIP

Madrid, 11 de enero de 2007

Repensar, reorientar el CIP

El Centro de Investigación para la Paz (CIP) no se va a cerrar, sino que se va a reorientar, incorporando nuevas temáticas que enriquecerán y potenciarán los análisis que tradicionalmente ha realizado. Esta decisión ha sido adoptada por el Patronato de FUHEM, entidad que ha financiado el Centro desde sus inicios, asesorado por las mismas personas que impulsaron la creación del CIP y lo convirtieron en un centro de referencia.

En una actuación legítima, el Patronato ha asumido el proceso de repensar el CIP, teniendo en cuenta el contexto global, el trabajo realizado hasta la fecha y la aportación de las restantes áreas de investigación que financia FUHEM. Por ello, en los últimos meses, se ha impulsado un proceso de reflexión colectiva orientado a fortalecer y enriquecer la actividad investigadora y las funciones del Centro. Nos hemos preguntado qué hacemos y cómo lo hacemos, conscientes de que el sentido de nuestra actividad reside en evaluar continuamente las disciplinas, las teorías, las metodologías y los conceptos con los que pretendemos, desde la máxima honradez intelectual, encarar el conocimiento de la realidad.

Nuestra aspiración ha sido y sigue siendo que el Centro de Investigación para la Paz conserve lo mejor y más genuino de su trayectoria y, a la vez, se abra a otras problemáticas que FUHEM ha abordado históricamente desde otras áreas, con una dispersión que ha resultado claramente disfuncional.

Nuevos temas de referencia

Al analizar el trabajo de los últimos años y reflexionar sobre los problemas de nuestro tiempo, llegamos a la conclusión de que todo lo relacionado con la falta de sostenibilidad de los estilos de vida actuales, la pérdida de cohesión social y la intensificación de las desigualdades, y el paulatino proceso de degradación de la democracia y la política, constituyen manifestaciones centrales de los viejos problemas con los que nació el trabajo del CIP a mediados de los ochenta.

No vamos a abandonar el tratamiento de los problemas derivados de los conflictos, la violación de los derechos humanos o de legalidad internacional. No obstante, consideramos que las grandes referencias temáticas aludidas – sostenibilidad, cohesión social y calidad de la democracia– son ámbitos que hoy otorgan mayor consistencia y hondura a cualquier aproximación a los temas de la paz y la justicia.

Legitimidad de la decisión

Este replanteamiento no tiene que ver, como sostienen los textos que circulan por internet solicitando adhesiones, con “disputas legales, luchas de poder y recelos personales”, sino con el propósito de la Fundación de mantener un espacio para la reflexión crítica, radicalmente independiente, abierto a los problemas y las tendencias de nuestro entorno social. Todo ello, al margen de litigios que hoy están superados, como avalan las sentencias judiciales que han devuelto al Patronato de esta entidad la legitimidad en todos sus actos.

Respeto al debate y a todas las opiniones

La decisión adoptada por FUHEM puede parecer acertada o no, pero no justifica que la entidad que ha financiado y respaldado el CIP durante 23 años reciba ataques injustos y se difundan interpretaciones tergiversadas del proceso que está llevando a cabo.

Queremos evolucionar y esa evolución será fruto de continuidad y cambio. En las decisiones que adoptemos y en los nuevos planteamientos, podemos equivocarnos, pero ése es también nuestro derecho. Derecho a pensar, a debatir, a cuestionar nuestra labor para seguir progresando; y también derecho a mantener y defender el buen nombre de esta entidad, la honradez y legitimidad de sus dirigentes, quienes han pedido a los miembros de la plantilla del CIP un nuevo esfuerzo y un renovado entusiasmo con los que afrontar e impulsar esta nueva etapa.

Respetamos todas las opiniones y comprendemos a aquellas personas que han firmado el manifiesto de buena fe, pensando que así defendían o salvaban una entidad como el CIP. La defensa que hacen de nuestra labor y los elogios que nos han dedicado constituyen todo un estímulo para continuar con nuestro trabajo por la paz y por un mundo mejor. Esperamos poder ofrecer, en la nueva etapa, nuevos proyectos, trabajos y publicaciones que sigan suscitando el apoyo y el respeto que habíamos logrado hasta la fecha.