Aulas de enlace: experiencia real de multiculturalidad

La creciente incorporación de alumnado inmigrante a los centros hace que sea necesario adaptar los currículos y la metodología. Dados los diferentes niveles académicos, los distintos idiomas y hábitos sociales, la integración real en nuestra sociedad de unos adolescentes, trasladados de su entorno en uno de los momentos más complicados de su vida, es realmente compleja. Atendiendo a estas necesidades, la Comunidad de Madrid ha desarrollado las Escuelas de Bienvenida, que se sustancian en las Aulas de Enlace, una experiencia a la que el Colegio Covadonga se sumó desde el primer momento.

Las Aulas de Enlace existen en los centros de Primaria y Secundaria que escolarizan a inmigrantes con un nivel muy bajo de castellano o con deficiencias curriculares severas. Los alumnos permanecen escolarizados en ellas hasta que el equipo educativo correspondiente considera que pueden incorporarse a un curso estandar. No existe un periodo mínimo de escolarización en el aula, aunque si un máximo de seis meses, prorrogable en casos especiales bajo petición expresa a la Inspección Educativa.

El Colegio Covadonga se ofreció de forma voluntaria a sumarse a este Programa en su primera convocatoria, el curso 2002/2003. Dada la estructura del centro, el Aula de Enlace es de ESO, y ha resultado una experiencia realmente gratificante. De hecho, desde el punto de vista de la experiencia educativa, los responsables apuntan que estas aulas se han convertido en la estrella de la experimentación en el colegio. Dado el tiempo transcurrido desde la implantación de estos estudios, ya hay alumnos procedentes de las Aulas de Enlace matriculados en Segundo de Bachillerato, tras haber progresado de forma incesante desde su llegada a nuestro país.

El trabajo en las Aulas de Enlace se estructura intentando trabajar sobre dos aspectos diferentes aunque interrelacionados: el aspecto académico, que abarca un dominio lingüístico adecuado y un nivel básico de conocimientos curriculares; y el aspecto social, contemplando tanto la integración personal del alumno como el sentido que tiene para las familias una estructura de acogida como ésta.

La experiencia del Covadonga al respecto ha sido muy fructífera para todo el colegio y, en especial, para los destinatarios del programa. Los alumnos han alcanzado, en un porcentaje muy amplio, las habilidades necesarias para integrarse en la ESO reglada, y las familias han mostrado su satisfacción con respecto al trabajo realizado en el centro y sobre la estructura educativa que ha permitido a sus hijos incorporarse más fácilmente a una sociedad ajena. No obstante, también han surgido problemas de funcionamiento, debido a la sobrecarga de trabajo o bien, a la estructura de estas enseñanzas.