Barómetro social de España: se cierra un ciclo de expansión especulativa

El Barómetro social de España que elabora el Colectivo Ioé y apoya CIP-Ecosocial acaba de incorporar en su edición on line los datos de 2007. En ese año se cierra un ciclo que, desde el punto de vista social, presenta los siguientes elementos:

1. El importante crecimiento de la economía productiva entre 1994 y 2007 (+70% del PIB) se ha visto acompañado de un desmesurado incremento especulativo de la rentabilidad inmobiliaria (+175%) y financiera (+129%), y de un estancamiento o congelación de los salarios reales (+2%), que son el principal ingreso de la mayoría de los hogares. El resultado ha sido una sociedad cada vez más desigual en términos de distribución de la renta y la riqueza.

2. Las deudas pendientes de los hogares, que suponían el 66% de su renta anual en 1994, han pasado a representar el 150% en 2007, proporcionando un volumen de negocio al sistema financiero de casi un billón de euros. En cambio, el ahorro se ha reducido continuamente, hasta el punto de que en 2007 el nivel de deuda de las familias era 14 veces más elevado que su nivel de ahorro. Los sectores sociales más afectados han sido la población joven, las mujeres y la inmigración.

3. El modelo de producción y consumo a lo largo del ciclo ha sido despilfarrador de energía y cada vez más contaminante. El consumo de energía se ha incrementado en un 50%, a un ritmo doble que la media europea. A consecuencia de ello, la dependencia energética de España ha pasado del 70 al 80%, pese a la expansión de las energías renovables, que han crecido a un ritmo menor que el consumo energético total.

4. El gasto público en políticas sociales, que había experimentado un gran crecimiento entre 1975 y 1993 (+12,4 puntos del PIB), ha retrocedido 3,5 puntos a partir de 1994, alejándose de la media europea. Paralelamente ha crecido la mercantilización de la sanidad, de la educación, de las pensiones o la oferta de vivienda, lo que ha reforzado la dualización de estos servicios, en perjuicio de los sectores sociales con menos recursos.

5. Encuestas del CIS realizadas en 1997, 2001 y 2007 señalan que, para la opinión pública, España es una sociedad injusta, debido a la desigualdad existente en la distribución de los ingresos. Una opinión compartida por cuatro quintas partes de la población, que se ha mantenido constante a lo largo del ciclo analizado, independientemente de la orientación del gobierno de turno. Según la misma fuente, la mayoría de la población desconfía de los partidos más que de cualquier otra institución del país, y considera que las grandes empresas, la banca y los grupos mediáticos tienen más poder que el parlamento o los sindicatos: la acción de gobierno estaría más influida por esos grupos de poder y por los intereses corporativos de los propios partidos que por las necesidades y expectativas de la población que les ha votado.

6. España se ha consolidado como país del Norte, en el seno de la Unión Europea, en un contexto internacional donde se mantienen grandes desequilibrios económicos y ecológicos. Los indicadores de desigualdad internacional (brechas económica y ecológica) y de flujos económicos transnacionales (deuda externa, Ayuda oficial al desarrollo, remesas de migrantes) han variado poco en el ciclo estudiado y España ha contribuido a legitimar la economía-mundo capitalista y la estructuración de bloques políticos jerarquizados que sustentan esa desigualdad.

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