El Barómetro Social de España, actualizado

Algunos de los resultados del Barómetro Social de España indican que la crisis iniciada en el segundo semestre de 2007 ha producido una contracción de la producción, el empleo y el consumo, con efectos paradójicos desde el punto de vista social. El pinchazo de las burbujas financiera e inmobiliaria ha favorecido un recorte de la distancia de estos indicadores con la economía productiva, mientras el decrecimiento de la economía ha logrado, de pasada y sin pretenderlo, reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 como nunca antes.

Todos los agentes económicos se han visto afectados por la crisis, aunque de manera desigual. El capital es el que ha salido mejor parado, mientras que la clase asalariada ha sido la más perjudicada.

Por su parte, el Estado, se ha desfondado de recursos como efecto combinado de una importante reducción de ingresos fiscales y del aumento de los gastos para afrontar la crisis. Sin embargo, las medidas adoptadas se han orientado básicamente a rehabilitar las mismas instituciones y modus operandi que dieron lugar a la creciente financiarización de la economía, al reparto desigual de la renta, a la insostenibilidad ambiental del modelo y, en última instancia, a la crisis.

 

 

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