Efectos de la crisis sobre las clases trabajadoras

Cualquier programa alternativo deberá ser capaz, de promover reformas y propuestas de reorganización social y de desarrollar un discurso cultural que ayude a la gente a situar que el paro no es la alternativa a condiciones de vida y trabajo dignas, sino que se trata de cuestiones entrelazadas que exigen una solución conjunta. Si bien pudiera parecer que el efecto más palpable de la crisis es el desempleo, dista de ser el único y es preciso analizar otros elementos como su impacto por sectores, el nivel de prestaciones sociales, la calidad del trabajo y el impacto sociopolítico y cultural más allá de las condiciones materiales.

Tres años de crisis y destrucción masiva de empleo deben tener efectos importantes sobre la vida social. Pero a la hora de analizarlos hay que considerar, de partida, dos cuestiones básicas. En primer lugar, que una crisis económica no es un desastre natural, como un tsunami, que barre con todo lo que se encuentra a su paso. Los desastres naturales afectan aún de forma desigual a la gente en función de muchos parámetros: calidad y posición de las construcciones, dinámica del desastre, etc. Las crisis económicas modernas no son fenómenos naturales, son el resultado de un determinado comportamiento humano. Y este viene mediado por las estructuras sociales y los marcos institucionales y por las dinámicas de acumulación pasadas y, por tanto, afectan de forma desigual a personas que ocupan una posición social y económica distinta. En segundo lugar, que los efectos de la crisis no siempre son visibles con las fuentes de información disponibles, al menos en el corto plazo. Ello es debido a la propia naturaleza de las fuentes de información estadística diseñadas para recoger un tipo de datos, pero no otros para los que no existe una recogida sistemática y, por tanto, queda mucho espacio para la especulación.

 

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