Diálogo: Ramzy Baroud, Javier Barreda, Michel Collon, Bernardo López y Greg Simons
Libia, ¿y ahora, qué?
Nuria del Viso
2011
Lo que en Libia empezó como una revuelta popular y derivó en un enfrentamiento militar entre el régimen de Gadafi y los rebeldes, con la implicación de la OTAN a favor de éstos últimos, está a punto de saldarse, casi siete mes después, con la victoria de los sublevados y el rápido reparto del petróleo libio, principalmente entre los países europeos que se han implicado directamente.
Se abre ahora un periodo de transición e incertidumbre en el que se plantean numerosos interrogantes sobre el futuro del país y las repercusiones geopolíticas de la intervención.
Para clarificar este panorama, desde el área Ecosocial de FUHEM hemos planteado cinco preguntas a especialistas nacionales y extranjeros.
1. La revuelta Libia, a diferencia de las ocurridas en otros países árabes, derivó en un enfrentamiento militar con apoyo extranjero. ¿En qué medida ha resultado ser un proceso autónomo o un proceso impulsado desde el exterior? ¿Estamos ante un nuevo Irak?
2. ¿Quiénes son los rebeldes? ¿Qué piden y a qué aspiran? ¿En qué medida han logrado legitimidad para representar al conjunto del pueblo libio? Desde su posición dominante, hay denuncias de abusos de derechos humanos, de su carácter más o menos islamista ¿Qué impresiones tienes al respecto?
3. Sobre la naturaleza de la misión, la resolución 1973 de la ONU justificaba la intervención con el fin de proteger a los civiles libios, aunque muy pronto se hizo patente que el objetivo final era un cambio de régimen. ¿Qué supone esta intervención en la historia de las “operaciones humanitarias” (y en la doctrina de la “Responsabilidad de proteger” en la que se sustentan)? ¿Qué impacto puede tener en nuevas aventuras del “gendarme mundial” otánico? ¿Serán Siria o Irán el próximo objetivo?
4. ¿Qué escenarios se abren ahora para Libia? ¿Hay riesgos de que la fractura social conduzca a un conflicto generalizado y duradero?
5. Por otra parte, ¿qué papel desempeñarán las potencias en el destino del país? Aun antes de que Gadafi estuviera definitivamente vencido, los países poderosos ya se habían reunido en París para hablar no de cómo ayudar al pueblo libio, sino de cómo repartir los contratos del codiciado petróleo libio. ¿Quiénes son los actores aventajados y quiénes pierden puestos en este reparto?