La crisis capitalista y el deseo de democracia

La política ha sido secuestrada por la economía, ante la que se inclinan los parlamentos, las instituciones, la cultura, el conocimiento y hasta el amor. El capitalismo ni siquiera en sus períodos de crecimiento puede generalizar la democracia como procedimiento de gestión y en períodos de crisis o de recesión, la democracia es el único procedimiento de gestión verdaderamente incompatible con el capitalismo. El movimiento 15 M, réplica sísmica de la primavera árabe, se inscribe en la misma falla tectónica de la crisis capitalista y revela la globalización de las respuestas frente a la globalidad de la agresión. Retenida lejos de los centros de decisión, despreciada o sobreexplotada en el mercado laboral, moldeada por hábitos homogéneos de consumo, la juventud ha acabado por convertirse (en Europa y en el mundo árabe) en una “clase social” transmediterránea que, por sus propias características materiales, no reconoce límites de edad.

 

Acceso a «La crisis capitalista y el deseo de democracia», de Santiago Alba Rico