Actualmente, hay pocas esperanzas de que el movimiento ecologista pueda derrotar a las destructivas fuerzas políticas, económicas y culturales que erosionan las bases de la propia vida. Tendría que dar un giro espectacular para que pudiera revertir el rápido deterioro del planeta y contribuir a crear un futuro verdaderamente sostenible o, al menos, ayudar a la humanidad a atravesar la dura transición ecológica que con mucha probabilidad nos aguarda.
Partiendo de esta situación, Erik Assadourian, analista senior del Worldwatch Institute, examina el éxito de los movimientos misioneros valiéndose de su enorme capilaridad y reflexiona sobre su potencial como modelo inspirador del movimiento ecologista que ayude a facilitar su expansión.
Acceso a «Tiempo de resucitar el movimiento ecologista», de Erik Assadourian