¿Cómo integrar la dimensión ecosocial en los colegios de FUHEM?
Durante el curso 2014/15, se ha formado un grupo de trabajo Intercentros para pensar cómo integrar la dimensión ecosocial en los colegios de FUHEM, es decir, como “ecosocializarlos”. El grupo está formado por personas de los servicios centrales de las áreas Educativa y Ecosocial, y por profesorado de todas las etapas de los tres centros: Hipatia, Lourdes y Montserrat.
Desde este marco, este grupo ha planteado una serie de propuestas iniciales que han de servir para su discusión. Es decir, que este artículo no recoge ningún acuerdo ya tomado, sino que abre el debate ofreciendo los apuntes de una discusión viva, en la que todos y todas podemos participar.
¿Por qué la dimensión ecosocial con carácter central?
Probablemente, el futuro va a ser radicalmente distinto al presente y tampoco se va a parecer al pasado. En el origen de esta mutación está la crisis multidimensional actual con facetas económicas, sociales y ambientales. Todo ello configura el contexto de los centros educativos. Así, la petición de más participación, la desestructuración social, la centralidad de los temas ambientales, la crisis económica, el incremento de la diversidad o las desigualdades de género forman parte del día a día de las aulas, los patios y los espacios de encuentro entre el profesorado y las familias.
Uno de los objetivos fundamentales de la escuela es ayudar al alumnado a comprender el mundo en el que viven y a desenvolverse satisfactoriamente en él. Si afrontamos esta gran competencia como si nada estuviese cambiando, como si el futuro fuese a ser similar al pasado, no estaríamos cumpliendo esa función primordial de la educación.
Pero desde FUHEM aspiramos a más. No solo a dotar de herramientas al alumnado para comprender y estar en el mundo, sino también para convertirse, si quiere, en un agente de cambio activo. Un agente que sea capaz de ayudar a que la sociedad se articule de forma democrática para satisfacer universalmente sus necesidades sin depredar el entorno. Es decir, una sociedad que sea capaz de dar un gran salto adelante en este contexto de crisis del viejo modelo hacia modelos más justos, solidarios, democráticos y sostenibles.
De este modo, si los contenidos ecosociales son centrales, tan centrales como las matemáticas o la lengua, esto implica que los centros escolares se deben transformar, pues estas temáticas están lejos de tener este espacio actualmente.
Los objetivos de un currículo ecosocial
Hemos hecho un extenso desarrollo de los objetivos que consideramos que sería necesario abordar bajo esta mirada ecosocial. Los hemos organizado en cuatro grandes áreas:
• Poder hacerse cargo de la realidad para transformarla.
• Ser capaz de realizar un análisis crítico de la realidad presente e histórica. Tener una visión sistémica, global.
• Concebir empáticamente la alteridad (al resto).
• Tener herramientas para gozar de una buena vida.
Estos objetivos generales se desglosan en muchos otros más específicos. Además, será necesario adaptarlos a cada uno de los cursos y asignaturas, así como interrelacionarlos entre unos cursos y otros.
Por supuesto, los objetivos ecosociales no son los únicos a abordar en los centros educativos, pues hace falta el desarrollo de toda una serie de competencias instrumentales fundamentales. Por lo tanto, estos objetivos no van en detrimento de los fijados por ley, sino que se añaden a ellos y también, habrá ocasiones en lo que se modificarán o cambiarán algo el sentido. Pero es el tratamiento o no de los objetivos ecosociales lo que marca que estas habilidades sean usadas para la construcción de una sociedad más justa o, por el contrario, para perpetuar o incrementar las relaciones de dominación actuales.
El que sean objetivos de aprendizaje implica que también se deberá evaluar su consecución, al igual que se hace con el resto.
El método para abordar estos objetivos
El método y los objetivos han de ser coherentes para maximizar los aprendizajes perseguidos. El método también educa, no es neutro. Por ello, la apuesta metodológica creemos que debe ser la construcción colectiva del conocimiento (aprendizaje cooperativo, aprendizaje dialógico, aprendizaje por proyectos, entre otros), aunque no necesariamente en exclusiva. Otro elemento central es que no aprendemos solo racionalmente, sino también a través de las emociones y esto es especialmente claro en los temas ecosociales. Por ello es fundamental un enfoque socioafectivo. Partiendo de esas premisas, hemos desarrollado algunas concreciones de estas apuestas metodológicas bajo la mira ecosocial.
Al hablar del método, no renunciamos a que los objetivos ecosociales se trabajen en asignaturas específicas, como la de valores cívicos. Es más, nos parece importante. Sin embargo, creemos que no es suficiente. Consideramos que el abordaje transversal en el aula de las competencias ecosociales es necesario ya que: es el único capaz de llegar a todo el alumnado; permite colocar estas competencias en un lugar central del proceso de aprendizaje y darles con ello la importancia que tienen; las dota de más sentido; posibilita trabajarlas en profundidad y con continuidad entre asignaturas y cursos; en el momento actual, más que nunca, son necesarios aprendizajes que sean capaces de enlazar múltiples perspectivas; y por último, de esta forma, los objetivos ecosociales se pueden abordar sin menoscabo de los reglados.
Hacer este abordaje transversal implica dos condiciones necesarias: trabajar lo ecosocial a lo largo de todo curso y, además, de forma conectada con todos los demás contenidos (de matemáticas, lengua, historia, etc.). Este trabajo cotidiano se puede apoyar en asignaturas como la de valores cívicos, que permitan profundizar en los contenidos que no dé tiempo en las otras. Así, por ejemplo, se pueden trabajar los porcentajes en matemáticas usando datos de las diferencias en el mundo del empleo entre hombres y mujeres. Aunque en matemáticas se aborden estos temas, en la asignatura de valores cívicos, se pueden profundizar.
Para llevar a cabo esta tarea hemos hecho una recopilación de herramientas a utilizar. Consideramos que este es el factor clave de la “ecosocialización” de FUHEM, al que se pueden sumar tres elementos complementarios:
• Las actividades más comunes para abordar los objetivos ecosociales han sido las puntuales (semanas de la solidaridad, fiestas temáticas, ciclos de cine, salidas, etc.). Su principal virtud es que sirven como elemento motivador por su excepcionalidad, y para mostrar y reforzar la apuesta colectiva, inter-niveles, por los temas ecosociales. Encajan bien al principio o como culminación de procesos más amplios. También, permiten espacios lúdicos y afectivos que ayudan a dotar de sentido al proyecto (y al centro).
• Transformar el entorno para que sea coherente con el mensaje que se está lanzando.
• Otra de las líneas de trabajo es la incorporación de actividades fuera de la jornada lectiva durante todo el curso. Esta perspectiva es especialmente adecuada para la participación de toda la comunidad educativa.
Finalmente, el hecho de que los contenidos ecosociales se trabajen de forma transversal en el aula tiene un paso previo, que es dejar de trabajar los contenidos “anti-ecosociales”. De hecho, el análisis de los libros de texto muestra como estos últimos son mayoritarios: desde un lenguaje excluyente con las mujeres, hasta la desaparición de los impactos socioambientales del consumismo, pasando por la desvalorización de las culturas no-occidentales.
Materiales de FUHEM con enfoque ecosocial
La inclusión transversal es un trabajo costoso que implica un importante esfuerzo de reprogramación. Para llevarlo a cabo con éxito es necesaria la elaboración de materiales para todas las asignaturas y niveles. Estos materiales serían los de referencia para el conjunto del alumnado de FUHEM.
Algunas de las características que consideramos que deberán tener estos materiales son:
• Unidades didácticas o agrupaciones temáticas y no “libros”.
• Estos materiales abarcarán el conjunto de los objetivos a trabajar en cada de las áreas de aprendizaje.
• Serían modificables por el profesorado para adaptarlos a sus necesidades y a los cambios que haya que introducir de año en año.
• En cada unidad habría unos aprendizajes mínimos a adquirir y algún nivel de profundización.
• Los materiales se diseñarían de forma que puedan ser usados por el profesorado que sigue la metodología de aprendizaje por proyectos (pero no solo).
• El método en el que se basarían tendrá como base la construcción colectiva del conocimiento.
• Si la asignatura se imparte en inglés, los materiales estarán en castellano e inglés.
Para la elaboración de materiales didácticos, creemos que es fundamental recurrir al profesorado de FUHEM que esté capacitado junto con profesionales externos, y que trabajen en equipos multidisciplinares mixtos. Además, será un acierto dar al profesorado que se quiera implicar espacios reales para la discusión de los materiales que se vayan elaborando.