La “Situación del Mundo” en los últimos cinco años

El  informe del Worldwatch Institute, traducido al español por FUHEM Ecosocial ha ofrecido análisis en torno a la forma en la que el ser humano se ha relacionado con la naturaleza, y las graves consecuencias que ello ha acarreado. En sus artículos podemos ver las señales de alarma que la naturaleza nos lanza: calentamiento global, catástrofes naturales, y el aumento de los desplazados ambientales como una de sus consecuencias más visibles.

Pero la Situación del Mundo no sólo ha mostrado los efectos negativos de nuestros sistemas de vida, sino que también ha aportado algunas claves para hacer las cosas de otra manera, y así poder tomar medidas para la conservación de los ecosistemas, para aumentar la seguridad alimentaria y para mitigar el cambio climático.

 

 

 

 

 

 

 Gary Gardner, Tom Prugh y Michael Renner (dirs.), La Situación del Mundo 2015: Un mundo frágil: Hacer frente a las amenazas a la sostenibilidad, Barcelona: FUHEM Ecosocial; Icaria, 2015, 268 p.

 

 

El cambio climático o la contaminación ambiental local no son más que la punta del iceberg de una crisis ecológica multidimensional que tiene su traducción y origen en las esferas de lo social y lo económico. Desde la creciente dependencia de la importación de alimentos de amplias partes de la población mundial, hasta la propagación humana de enfermedades de origen animal –como el ébola–, pasando por los efectos de retroalimentación causados por el deterioro de los océanos y el deshielo del Ártico, la migración forzosa de una nueva categoría de refugiados, o la propia pérdida de valor de activos financieros como consecuencia de la escasez de recursos y la degradación ambiental; son todas ellas importantes amenazas a la sostenibilidad que, si bien no son las más visibles, son fracturas que están haciendo de este un mundo cada vez más frágil. Igualmente, estos mimbres constituyen nuevos factores de aumento de la conflictividad global, potenciada por unas desigualdades que minan la calidad democrática, al tiempo que hacen crecientemente difícil la convivencia.

Al mismo tiempo, parece cada vez más evidente que las raíces de estos problemas deben buscarse tanto en un modelo económico obcecado en la persecución incesante y a ciegas del crecimiento económico, como en un modelo energético basado en los combustibles fósiles sobre el que sostiene la actual civilización industrial. La reproducción en el tiempo de ambos modelos es ya claramente una quimera contraproducente.

Apéndice:

Nuria del Viso
Contradicciones en los límites: la intensificación contemporánea de los conflictos socioecológicos, pp. 369-383, 428-430.

Los conflictos socioecológicos constituyen una parte cada vez más importante de la conflictividad global, y estos irán en aumento en las próximas décadas dado el contexto de creciente sed de materiales, energía y territorio.

Nuria del Viso, investigadora de FUHEM Ecosocial y autora del apéndice, pone el énfasis en las dinámicas extractivistas. El extractivismo es una de las prácticas que muestra esa tensión entre el sistema económico y la degradación ecológica y social, vinculada a un determinado modo de entender la relación entre el ser humano y la naturaleza, y por tanto, estos conflictos también tienen una dimensión política, al afectar al control y acceso a los recursos necesarios para vivir.

Por otra parte, la autora también destaca la actual movilización en torno a prácticas más abusivas como la fractura hidráulica en Europa o el acaparamiento de tierras, especialmente en África, que tiene su auge en 2007 a raíz del alza global del precio de los alimentos. Aunque el fenómeno del acaparamiento es menos conocido (consiste en la compra de terrenos por naciones con inseguridad alimentaria o grandes corporaciones para cultivar cosechas para exportar), los datos son escalofriantes: “las tierras que han cambiado de manos en menos de una década superan los 227 millones de hectáreas”.

La raíz de estos conflictos reside en la gran asimetría de poder entre quienes toman las decisiones y los grupos de afectados que, no obstante, responden con resistencia: una pugna que expresa importantes déficits democráticos. La resolución pacífica pasa por tanto por la reducción de estas desigualdades con el fin de posibilitar la convivencia.

Tom Prugh y Michael Renner (dirs.), La Situación del Mundo 2014: Gobernar para la Sostenibilidad, Barcelona: FUHEM Ecosocial; Icaria, 2014, 439 p.

 En esta edición de La Situación del Mundo, que llega a su 30º aniversario, analiza los fallos de nuestros sistemas políticos y económicos, así como las posibilidades de mejorar la gobernanza tanto a nivel local como global.

Las mejoras para un mejor gobierno de la sostenibilidad pueden proceder de la ecoalfabetización, la digitalización, la inclusión de las personas como miembros de la comunidad de la Tierra, la escucha de las voces de los jóvenes –teniendo también en cuenta a las generaciones futuras−, la promoción de la custodia ecológica mediante los comunes y los derechos humanos, y la aplicación de las finanzas al servicio de la economía real.

Desde las campañas de organizaciones sociales por la desinversión en los combustibles fósiles y la «democracia energética», hasta el aumento del número de empresas que adquieren compromisos de responsabilidad social en sus actas constitucionales, La situación del mundo 2014 describe cómo gentes de todo el mundo están recuperando el ejercicio de su ciudadanía y generando un cambio político hacia la sostenibilidad.

Apéndice:

 

Ángel Calle Collado
La relevancia económica y política del enfoque de los bienes comunes, pp. 369-383, 428-430.

El apéndice escrito por el profesor de Sociología Ángel Calle Collado, retoma el concepto de bienes comunes, popularizado por la nobel de Economía Elinor Ostrom.

Ángel Calle plantea que, frente a las crecientes apropiaciones, desposesiones o limitaciones que el Estado y el mercado imponen sobre este tipo de bienes, también aumentan las prácticas y valores que potencian lo común, y lógicas menos depredadoras para la vida que las propias del capitalismo actual. El autor apunta que en estas “economías de los comunes” podemos encontrar la semilla de una nueva sociedad basada en una profundización de la democracia y en la sostenibilidad ecológica. Deberían por tanto formar parte esencial de una transición socioecológica que el autor considera inaplazable.

Ejemplos como la producción de software libre y el conocimiento compartido en Internet, las luchas sociales por el control comunitario del agua o los montes, el auge de formas cooperativas de producción y consumo y de acento local, entre otros, muestran que el enfoque de los bienes comunes es una alternativa real a la gestión estatal y del mercado.

Erik Assadourian y Tom Prugh, (dirs.) La Situación del Mundo 2013: ¿Es aún posible lograr la sostenibilidad?, Barcelona: FUHEM Ecosocial; Icaria, 2013, 664 p.

El informe trata de responder a la pregunta sobre si es posible la sostenibilidad, estructurando su texto en tres partes: en la primera de ellas, Un sistema de medición para la sostenibilidad a modo de análisis y diagnóstico, se delimitan las líneas rojas que no deberían rebasarse en la interacción entre sociedad y naturaleza, subrayando y explicando aquellas que están siendo ya traspasadas. Es necesario definir y medir claramente la sostenibilidad –o insostenibilidad– de nuestras sociedades, pues solamente de esta forma puede establecerse una guía para esa necesaria transición socioecológica, más allá de la retórica que ha caracterizado la “imagen verde” del capitalismo reciente.

A esta transición se dedican los capítulos del segundo bloque: Avanzando hacia la verdadera sostenibilidad, que responden así al cómo pueden utilizarse los diversos indicadores señalados en la primera parte para movernos hacia sociedades verdaderamente sostenibles.

Por último, la parte tercera, plantea la posibilidad de que la sostenibilidad no se alcance a tiempo, lo que lleva a plantear una estimación tanto de las consecuencias como de las estrategias que deberían de adoptarse, bajo el sugerente título de «Abrir en caso de emergencia».

 Apéndice:

Óscar Carpintero y José Bellver
¿Es posible la sostenibilidad ambiental de la economía española?, pp. 557-579, 651-656.

En el texto se definen los rasgos básicos de insostenibilidad que el modelo económico español ha arrastrado durante los últimos años, así como algunas orientaciones que podrían encaminar la senda por derroteros más sostenibles ambientalmente y justos socialmente. Es cierto que la crisis económica actual —con un gran coste social— ha supuesto una modificación cuantitativa de algunas de estas tendencias, lo que, haciendo de la necesidad virtud, podría suponer un impulso hacia la necesaria reconversión ecológica de la economía española.

Los autores sugieren medidas que suponen orientaciones valiosas para acometer la reconversión ecológica de la economía española, reducir el deterioro provocado en la salud de las personas y los ecosistemas, incrementar la equidad social y, por tanto, mejorar el bienestar de la población, planteando modificaciones sustanciales al modelo de producción y consumo español, aunque todavía no tengamos la voluntad política o, en algunos casos, por desconocimiento, el apoyo social suficiente para lograrlo.

Erik Assadourian y Michael Renner, (dirs.), La Situación del Mundo 2012: Hacia una prosperidad sostenible, Barcelona: FUHEM Ecosocial; Icaria, 2012, 432 p.

El informe plantea la pregunta acerca de cómo avanzar hacia una prosperidad sostenible y compartida equitativamente, mientras la población sigue aumentando, nuestras ciudades albergan a más y más personas y se deterioran nuestros ecosistemas. Mediante artículos de expertos de todo el mundo, este informe ofrece una amplia visión sobre las tendencias actuales en economía y sostenibilidad global y sobre las políticas que pueden resolver claramente algunos de nuestros problemas ambientales y sociales más urgentes, estableciendo una vía para reformar las instituciones económicas de forma que promuevan el cuidado del medio ambiente y la prosperidad. En el texto se describen proyectos innovadores, políticas imaginativas y enfoques novedosos que están fomentando el desarrollo sostenible en el siglo XXI, para promover el debate ante la Conferencia de Naciones Unidas Río+20.

Apéndice:

José Manuel Naredo y Erik Gómez-Baggethum, RIO+20 En perspectiva. Economía verde: nueva reconciliación virtual entre ecología y economía,
pp. 347-370, 415-421.

Análisis de la evolución de las políticas ambientales internacionales desde los albores del movimiento conservacionista hasta la actualidad. El texto examina también las nociones principales que se han sucedido a lo largo de este periodo en la política ambiental (ecodesarrollo, desarrollo sostenible, economía verde…) y cómo se ha abordado desde cada una de ellas la problemática del crecimiento económico perpetuo en un planeta sujeto a límites físicos. Los principales cambios acontecidos en el discurso ecológico y la política ambiental encuentran reflejo a lo largo del artículo y se enjuician en el marco de las trasformaciones políticas e institucionales que han tenido lugar en el panorama político internacional.

Se pone de relieve la paradoja según la cual pasado medio siglo desde el surgimiento el conservacionismo, la expansión de las políticas verdes sigue corriendo en paralelo con la acentuación del deterioro ecológico. Se indaga en las causas que subyacen a dicha paradoja y se evidencia la falta de propuestas sólidas orientadas a reconvertir el metabolismo económico hacia patrones ecológicamente viables.

Danielle Nierenberg y Brian Halweil, (dirs.), La Situación del Mundo 2011: Innovaciones para alimentar el planeta, Barcelona: CIP-Ecosocial (FUHEM); Icaria, 2011, 440 p.

El informe ofrece una hoja de ruta para guiar mayores inversiones agrícolas y formas más eficientes de aliviar el hambre y la pobreza en el mundo. El sistema alimentario del mundo ha llegado a una encrucijada. Tras casi medio siglo de Revolución Verde, una parte importante de la humanidad sigue padeciendo hambre crónica, mientras las inversiones en desarrollo agrario han descendido hasta mínimos históricos.

Durante los dos últimos años, el equipo del proyecto “Alimentando el Planeta”, del Instituto Worldwatch, han recorrido los países de África Subsahariana descubriendo una gran diversidad de innovaciones desarrolladas por agricultores, organizaciones sociales, universidades e incluso empresas agroindustriales. Partiendo del conocimiento de los expertos agrícolas más importantes del mundo, así como de centenares de innovaciones que ya están en marcha, el informe describe fórmulas sostenibles ambientalmente que han demostrado sus buenos resultados.

Apéndice 1:

Fernando Fernández y Gustavo Duch
2010. El terremoto alimentario. Causas de la crisis alimentaria y tendencias de futuro, pp. 337-356, 420-422.

En este apéndice se analizan las causas reales de la crisis alimentaria y cómo afecta eso a los países que son dependientes de la importación de alimentos. No sólo hay que analizar el efecto de los agrocombustibles en las crisis alimentarias, sino que hay que tener en cuenta otros factores dentro de los marcos neoliberales de desregulación como son la eliminación de los aranceles, la diminución de la inversión en la producción alimentaria, la retirada de ayudas a las y los pequeños agricultores, la gestión de modelos de almacenamiento o los cambios en la cooperación internacional.

Hay que sumar además, los efectos que provoca un marco regulatorio mundial que favorece y fomenta la especulación con los precios de los alimentos, donde llegan a invertir fondos de inversiones, banca internacional, etc. El texto analiza que estas crisis no se van estabilizar, al contrario, las contradicciones se van a incrementar ya que ni el modelo agroindustrial mundial ni los mercados podrán dar solución a estos problemas. Soluciones, que según los autores pasan por reconstruir las economías alimentarias nacionales.

Apéndice 2:

Monica Di Donato, Hacia una ecología de la alimentación. La comida no es solo comida, pp. 357-372, 422-425.

La autora reflexiona sobre cómo se refleja en la comida nuestra manera de vivir y convivir en y con la naturaleza, revisando y analizando los principales estudios encontrados en la literatura científica que intentan evaluar el impacto ambiental de determinados alimentos y dietas.

El texto analiza como el sistema alimentario repercute no solo en nuestra salud, sino que también afecta a la salud del planeta. La introducción en la dieta de alimentos cada vez más transformados, procesados, refinados, etc. arrastra huellas de deterioro ecológico que alteran de manera perjudicial el equilibrio de los ecosistemas. A través de los análisis de ciclo de vida de los alimentos se pueden conocer los requerimientos energéticos, el impacto ambiental relacionado con el comercio y las pautas de consumo alimentario en términos territoriales a través de la huella ecológica.