Las aulas temáticas

Este año, en el Colegio Montserrat, se han incluido en secundaria las aulas temáticas. Esto supone que cada aula de secundaria se utiliza solo para una asignatura en concreto, por lo que hay un aula de lengua y literatura, una de matemáticas, una de idiomas, etc.

Los alumnos han decorado cada aula según la asignatura. Por ejemplo, en el aula de matemáticas hay números pegados en las paredes, alguna que otra fórmula, tablas, etc. Igualmente, en el aula de música hay pentagramas, notas musicales, “chuletillas” de ayuda para los alumnos… ¡Las aulas así son más divertidas!

Las taquillas en las que los alumnos guardan su material se encuentran en su aula de tutoría, a la que no pueden pasar entre clase y clase, por lo que tienen que recoger sus cosas antes de que empiecen las clases. Esto supone muchos problemas para los más despistados: si se te olvida algo que necesitas para tu asignatura, no puedes volver a cogerlo, porque una vez empezada la clase, no puedes interrumpirla, ¿a quién no le ha pasado alguna vez? Aunque todo tiene su lado positivo: así los alumnos aprenden a organizarse mejor. “A mí me gustaría que las taquillas estuvieran en el pasillo. De esa forma no tendríamos que coger las cosas de todas las asignaturas y, en mi opinión, sería más fácil el funcionamiento de las aulas temáticas”, opina un alumno de secundaria.

A pesar de que al principio resultó un poco lioso, cada vez lo es menos y a muchos alumnos les ayuda a despejarse cuando se cambia de aula. “Es bueno salir al pasillo, que te dé el aire, despejar tu mente para no ir a la siguiente clase pensando en la anterior y poder concentrarte”, afirma otro alumno del cole.

Por otro lado, como las clases están muy juntas entre sí, a veces se forma un atasco, un “pelotón de gente”, porque hay mucha prisa para entrar y salir de las aulas, ¡esto parece el metro en hora punta! Todavía se está trabajando en puntualidad y en aquello de “dejar salir antes de entrar”, pero se conseguirá. Carlota Martínez, una alumna de 2º de ESO, dice: “La verdad es que el pelotón de gente es muy molesto y creo que hay que tener paciencia en los pasillos. Tenemos que hacer filas, hay que dejar salir antes de entrar y esperar al lado de una puerta a que salga una clase y luego entrar”. Pero lo estamos consiguiendo.

Más de una vez alguien se ha equivocado de clase y ha llegado tarde a la siguiente. Pero, como en todo, se aprende. Al final, todos sabremos nuestro horario y en qué clase nos toca.

Los años anteriores, en vez de aulas temáticas, cada clase tenía su propia aula de tutoría donde daban todas las asignaturas, siempre con el mismo ambiente y eran los profesores los que se movían de aula en aula. En cambio, ahora, los alumnos son los que se mueven y cada clase tiene un ambiente diferente. Es bueno que los alumnos se vayan acostumbrando, porque las clases en la universidad son así.

Resumiendo, las aulas temáticas están siendo muy interesantes para alumnos y profesores, al tiempo que ofrecen amplias posibilidades para el trabajo específico de cada asignatura y desarrollan nuestras habilidades de organización.