Día Mundial del Hábitat

 

Por mandato de la Asamblea General de Naciones Unidas en 1985, el Día Mundial del Hábitat se observa el primer lunes de cada octubre, seguido de eventos que se celebran en todo el mundo durante el mes de Octubre Urbano.

El propósito es reflexionar sobre el estado de nuestros pueblos y ciudades, enfatizar el derecho de todas las personas a una vivienda adecuada, servicios básicos y oportunidades sociales y económicas, y recordar que todos tenemos el poder y la responsabilidad de moldear el futuro de nuestros países, ciudades y pueblos, promoviendo políticas de desarrollo urbano sostenible.

 

El tema del Día Mundial del Hábitat 2021 es Acelerar la acción urbana para un mundo libre de carbono, que es particularmente relevante a la luz de la próxima conferencia COP-26, programada para realizarse en Glasgow, Reino Unido, del 1 al 12 de noviembre de 2021.

Urbanización y emisiones de carbono

La población urbana mundial ha aumentado vertiginosamente desde mediados del siglo XX. De acuerdo con el Banco Mundial, entre 1950 y la actualidad, la población de ciudades de todo el mundo se ha cuadriplicado con más de 4.200 millones de personas que viven en entornos urbanos. Durante el mismo tiempo, la concentración de dióxido de carbono atmosférico, un indicador clave del calentamiento global, ha aumentado en más de un tercio (figura 1), casi en su totalidad debido a la actividad humana. Hoy en día, las ciudades representan alrededor del 75% del consumo energético mundial y son responsables de más del 70% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. La forma en que se planifican, construyen y gestionan las ciudades es clave para reducir las emisiones de carbono y mantener el calentamiento global dentro de los límites establecidos por el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático de 2015.

 

Esto es especialmente importante ya que de acuerdo a datos de UNDESA, se proyecta que la población mundial en las ciudades crecerá en 2.500 millones de personas en los próximos 30 años, lo que elevará la proporción de habitantes en áreas urbanas del 55 por ciento actual a casi el 70 por ciento en 2050. La urbanización se está llevando a cabo más rápidamente en las regiones menos desarrolladas del mundo.

Actualmente, tres veces más habitantes urbanos viven en las regiones menos desarrolladas que en las regiones más desarrolladas, y el 90% de los nuevos residentes urbanos vivirán en África y Asia. La mayoría de las ciudades de África y Asia que albergarán a estas poblaciones, aún están por construirse, y el Foro Económico Mundial proyecta que dos tercios de las inversiones en infraestructura urbana en África necesarias para 2050 aún no se han realizado. Existe una ventana de oportunidad para dar forma a estas ciudades de una manera que se reduzca el consumo total de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

El crecimiento de la población y la migración a las ciudades, en muchos casos causados por el estrés climático, crean desafíos en la prestación de servicios básicos, en particular a las poblaciones más vulnerables. Es necesario asegurar que las ciudades en crecimiento sean compactas y que la expansión se lleve a cabo de manera planificada para adaptarse al número creciente de residentes y reducir así su huella de carbono. Las ciudades compactas también hacen que la prestación de servicios básicos como la gestión de residuos, el transporte,
la energía, el agua y el saneamiento, sean más eficientes en cuanto a recursos y económicamente viables. Por lo tanto, ONU-Habitat promueve una estrategia que combina la planificación urbana compacta con la buena gobernanza y la prestación equitativa de servicios básicos. Evitar la expansión urbana también reduce el estrés en los ecosistemas, promueve una convivencia equilibrada entre los asentamientos humanos con la naturaleza, y contribuye a la prevención de enfermedades zoonóticas como el COVID-19.

Según palabras de António Guterres Secretario General de la ONU, en la Reunión con los principales alcaldes de C40 Cities, 16 de abril de 2021.

“Las ciudades también están al frente de la crisis climática. Más de 500 millones de residentes urbanos ya enfrentan un aumento del nivel del mar y tormentas más frecuentes o severas. A mediados de siglo, más de 3.300 millones de personas podrían estar en riesgo de sufrir impactos climáticos severos. Las ciudades también tienen una huella de carbono descomunal. Con poco más de la mitad de la población mundial, emiten más del 70% de los gases de efecto invernadero globales. La pandemia de COVID-19 es una catástrofe global, pero la inversión en recuperación es una oportunidad generacional para poner la acción climática, la energía limpia y el desarrollo sostenible en el centro de las estrategias y políticas de las ciudades. La forma en que diseñamos la generación de energía, el transporte y los edificios, así como diseñamos nuestras propias ciudades, será decisiva para encaminarnos hacia la consecución del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Necesitamos una revolución en la planificación y en la movilidad urbana: incluida una mejor eficiencia de combustible; vehículos de emisión cero; y cambios hacia caminar, andar en bicicleta, transporte público y desplazamientos más cortos. Las ciudades se beneficiarán más de la eliminación gradual del carbón: aire limpio; espacios verdes al aire libre y gente más sana.”

 

ONU Hábitat está alentando  los gobiernos nacionales, las autoridades locales, el sector privado, organizaciones no lucrativas, el mundo académico y otros profesionales urbanos a marcar el día organizando eventos a través de webinarios o talleres en línea, paneles de discusión en línea y entrevistas.

 

 

Descarbonizar

Cada país, ciudad, institución financiera y empresa debe adoptar planes para lograr cero emisiones netas para el 2050. Alcanzar cero emisiones brinda oportunidades económicas, aumenta la resiliencia de la red energética, el comercio y la competitividad exportadora.

 

 

Planificar la movilidad

Incentivar la transición a vehículos de emisión cero, la infraestructura para caminar y montar en bicicleta, crear transporte público seguro, accesible y de calidad, así como crear desplazamientos más cortos.

 

 

 

Renaturalizar

Los espacios públicos verdes reducen el carbono, regulan la temperatura y mitigan las islas de calor urbanas, creando espacios que facilitan la socialización.

 

 

 

Aplicar soluciones basadas en la naturaleza

Reverdecer la ciudad de forma planificada ayuda a mejorar la resiliencia frente a efectos del cambio climático como sequías, olas de calor e inundaciones.

 

 

 

Edificios energéticamente eficientes

Las nuevas infraestructuras y viviendas deben ser energéticamente diseñadas para las condiciones locales y los edificios existentes deben ser modernizados implementando medidas o tecnologías para hacerlos más eficientes, tales como un mejor aislamiento o ventilación.

 

 

Materiales de construcción de bajas emisiones

En la construcción de nueva infraestructura se deben usar materiales que no produzcan dióxido de carbono mientras se extraen o fabrican.

 

 

Transición energética

La transición de energía contaminante a renovable debe ser justa y debe involucrar a los gobiernos locales, asociaciones y el sector privado, para apoyar a las comunidades afectadas y generar empleos verdes.

 

 

Para más información sobre las actividades que se llevarán a cabo visita la web de Octubre Urbano.