Analizando las conexiones entre población y seguridad

Las tendencias de la población humana —en especial las fluctuaciones de los índices de natalidad y mortalidad— pueden ser fuerzas muy poderosas. No sólo modifican la tasa total de crecimiento, el tamaño y la composición de una población
dada, sino que también determinan su estructura por edades —la
proporción de personas de cada grupo de edad en relación con la población
total. Los altibajos en la población también influyen sobre otros aspectos importantes, como la ocupación urbana o la demanda y la disponibilidad de recursos tan necesarios como la comida, el agua y la energía. Todos estos factores pueden ejercer grandes presiones de tipo político, social, económico o ambiental sobre una sociedad y sobre sus instituciones, y pueden tener importantes implicaciones para la estabilidad nacional e incluso para la seguridad internacional. La seguridad no significa únicamente en este caso ausencia de conflictos, sino una razonable confianza por parte de la población de que éstos no son inminentes ni probables