Dimensión político-cultural de la economía solidaria

En la economía solidaria la propia práctica se convierte en un proceso de aprendizaje ético y de cambio cultural a partir de otros valores e ideas basados en la experimentación, la cooperación y la observación. Forma parte de una visión del mundo y de la humanidad más rica y extensa que la que dicta la uniformidad racionalista y reduccionista, y basa sus propuestas políticas en los principios de interdependencia y responsabilidad en favor de una ciudadanía activa. El reconocimiento de la estructura dinámica de la realidad y de una vida llena de posibilidades y la identificación, selección y análisis de las diferentes conexiones entre política-cultura y economía solidaria, entre riqueza y poder, se convierten en una responsabilidad central en cualquier intento de compromiso.