El futuro del cambio climático

El artículo repasa las diferentes negociaciones multilaterales que se han producido en la última década para afrontar el cambio climático, para poner de manifiesto cómo se debilitó el camino del multilateralismo para la consecución de soluciones amplias y duraderas para este problema global. A la hora de la verdad parece imperar la sensación de que el cambio climático, sus causas, sus consecuencias, sus responsables y las soluciones reales no aparecen. Paradójicamente, las sociedades que, con sus modos de organización social y de vida, han desencadenado el desequilibro climático, son las que menos sufren y sufrirán sus impactos.
El autor destaca cuatro variables de las que depende todo el entramado de la política internacional de cambio climático: reducción de emisiones, créditos de carbono, cuantía y características de la transferencia de recursos, y menor tendencia de emisiones de los países emergentes.
Las cuatro, además, están interrelacionadas, aunque con diferentes responsabilidades ya que las tres primeras se encuentran en manos de los países enriquecidos, mientras que la otra corresponde a los países emergentes.
Si no existe en el futuro una limitación al uso de los créditos de carbono, las reducciones de emisiones de los enriquecidos carecerán de valor real para afrontar el cambio climático. Por ende, los países emergentes (Brasil, Sudáfrica, India, China), no se verán en la obligación o necesidad de conseguir que su tendencia creciente de emisiones se reduzca y, además, reclamarán unas condiciones más estrictas de la transferencia de recursos ante el inminente empeoramiento de los efectos reales del cambio climático en sus territorios.

El texto culmina con los resultados de Cochabamba y su Acuerdo de los Pueblos, en el que se sintetizaban una serie de exigencias a los países enriquecidos.