Europa en la encrucijada mundial

En los últimos años ha surgido cierta inquietud respecto de la situación de Europa en general, y de la Unión Europea (UE) en particular, en relación con el resto del mundo, motivada fundamentalmente por la intensa incidencia de la crisis en algunos países del continente, unida a la presión provocada por el dinamismo de algunas potencias emergentes o las divergencias existentes entre los países europeos en relación con algunos asuntos cruciales. Este trabajo
aspira a proporcionar información y argumentos que permitan valorar esa visión de Europa, recurriendo no sólo a aspectos estrictamente económicos, sino también desde la perspectiva más amplia que ofrece la Economía Política Internacional.

Según palabras del autor, pese a la inquietud que suscita su situación, Europa, y específicamente la Unión Europea, cuenta con una posición privilegiada dentro del contexto global. Su poder se sustenta fundamentalmente en su capacidad actual de producción (proyectada hacia el exterior a través de sus empresas multinacionales) y en su elevada participación en el comercio internacional y en las relaciones financieras y monetarias internacionales. Su estatus no es tan destacado en los organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Organización Mundial del Comercio), ni en el ámbito de la tecnología. Uno de los retos más importantes a los que se enfrenta el continente en estos dos últimos planos es el aumento del protagonismo de las potencias emergentes. En el contexto concreto de los organismos internacionales el poder de Europa se ve mermado, además, por la existencia de divergencias importantes entre los países del continente, especialmente entre los que forman parte de la UE. Si sus países miembros superaran esas divergencias y unificaran su representación en las instancias más relevantes, podrían dotar de más fuerza a sus aspiraciones y contribuirían a un funcionamiento más coherente de la gobernanza internacional.