Gaza: lo inaceptable, insostenible, imperdonable

Según el autor, los palestinos se enfrentan a un Estado que les impone un auténtico régimen de apartheid, en una zona como Gaza en la que desde el punto de vista geográfico, solo abarca 360 kilómetros cuadrados, un millón y medio de habitantes. De hecho, el 80% de su población son refugiados expulsados de sus tierras en el momento de la creación del Estado de Israel en 1948, apiñados hoy en día en un territorio superpoblado. Y el 78% de su población no ha conocido otra cosa que la ocupación israelí. Es cierto que las colonias israelíes se han ido desmantelando desde 2005, pero Gaza se ha convertido, desde entonces, en una cárcel al aire libre.
Por ello, el verdadero desaliento palestino se debe a una situación en la que, a pesar de ser un pueblo ocupado, debe garantizar la seguridad de una potencia de ocupación, donde unos “palestinos moderados” negocian pero no cosechan más que promesas vacías, y donde unos palestinos quieren continuar la lucha para recobrar sus derechos, pero en un contexto en que la relación de fuerzas es tal que al lanzamiento de cada cohete le sigue un diluvio de fuego.
El autor, ante esta situación, se hace las siguientes preguntas: ¿Qué sentido tiene, pues, un proceso de paz que se prolonga desde hace decenios y en el que ha habido más proceso que paz? ¿Y qué sentido tiene una lucha desesperada y desigual, como la de Hamas, ineficaz en el plano militar, improductiva en el político e impopular tanto para los palestinos como a nivel internacional?