Los paraísos fiscales: efectos políticos de la desregulación financiera

Los paraísos fiscales son «aquellos centros financieros extraterritoriales u offshore caracterizados por la baja o nula tributación, el secretismo y la carencia de intercambio efectivo de información con los demás países junto a la no exigencia de actividad económica local de una sociedad mercantil o un particular para disfrutar de exenciones fiscales; de modo que, para las operaciones financieras de los no residentes, crean un espacio jurídico con beneficios fiscales y de regulación estanco o desligado de la actividad económica local”.

Su origen podría estar la transformación producida en los bancos durante las dos últimas décadas, que pasaron de ser banca tradicional a banca financiera existíendo un vacío regulador frente a las operaciones financieras transnacionales que ha dado origen al desarrollo de una banca en la sombra basada en los centros financieros offshore.

El autor describe tres funciones de esta banca en la sombra: recaudar fondos mediante sus productos complejos resultado de la innovación financiera descontrolada o incentivando vías para la evasión de impuestos en el país de origen o para el lavado de dinero procedente de negocios ilegales o de la corrupción: Permitir los grandes bancos sustraerse al control de sus cuentas por los Bancos centrales, realizando operaciones que quedaban fuera de la contabilidad oficial. Diseminar de los riesgos de pérdidas por todo el sistema financiero mundial.

También se abordan las consecuencias que ha tenido el acuerdo del G-20 por el que han vaciado de contenido la expresión “paraíso fiscal”, obstaculizando así su denuncia.