Políticas migratorias en nombre de la cohesión social

La cohesión social ha surgido recientemente como una importante fuente de inquietud en los debates sobre las migraciones en la Unión Europea (UE).
Varios Estados miembros, como el Reino Unido, preocupados ante el aumento de la inmigración y el supuesto fracaso de la integración de los inmigrantes en la cultura, sociedad y política de los países de acogida, están proponiendo controles más estrictos sobre la inmigración como solución a la crisis de la cohesión social. Son numerosos los argumentos que pueden esgrimirse para justificar esta postura: desde una actitud alarmista ante lo que se percibe como un incremento exponencial en el número de nuevos inmigrantes, hasta las objeciones que plantean las autoridades locales, que consideran que tener que albergar un número creciente de inmigrantes en infraestructuras escolares, hospitalarias y alojamientos limitados, además de tener que hacer frente a la difícil asimilación de este colectivo, les supone una mayor carga sobre los recursos locales (públicos y privados).