Su crisis y nuestras respuestas

La situación de las resistencias y los movimientos sociales en el Estado español está marcada por una tibia respuesta frente a la crisis. Es, entre otras cosas, una muestra de hasta qué punto los valores individualistas y la lógica capitalista han penetrado en el seno de amplias capas de la población. Por otra parte, la respuesta sindical desde el estallido de la crisis ha puesto en evidencia los límites del actual modelo sindical. La situación requiere profundizar y radicalizar las alternativas, ir a la raíz de los problemas, apuntar hacia el “núcleo duro” del actual sistema económico desde un anticapitalismo consecuente.
Para cerrar la brecha entre la pérdida de legitimidad del capitalismo neoliberal y de sus instituciones y la debilidad de los movimientos populares para imponer un cambio de políticas, es necesario seguir organizando, desde abajo y día a día, la resistencia social, con criterios unitarios y combativos y buscando enlazar las distintas luchas y problemáticas para favorecer espacios de convergencia y solidaridades a escala internacional, nacional y local.