Desarrollo a escala global: conceptos, aplicaciones y algunas reflexiones

Hasta el momento la “ciencia económica” ha sido concebida como una fuerza que, desde posturas tecnocráticas y economicistas, se ha impuesto de forma hegemónica en la planificación social, siendo en realidad únicamente una mezcolanza de proposiciones científicas, recetas técnicas, instrumentos analíticos, idearios políticos y propaganda ideológica. Max-Neef nos propone una comprensión de la estructura y dinámica de aquellos aspectos de las actividades sociales que denominamos “sistema económico” desde la perspectiva de la atención de las necesidades humanas básicas, incluidas dentro del marco social y ecológico.
Así pues, la economía que se había insubordinado, poniéndose por encima de los seres humanos y la naturaleza, convirtiéndose en meros recursos de un desarrollo omnipotente, se sitúa en lo que es su función, un pensamiento efectivo que va y viene entre la experiencia y la construcción teórica. La esfera económica es así contemplada como un componente más de la sociedad humana y, por consiguiente, en íntima conexión con la política, la cultura, la sociología, la ecología y la psicología. El desarrollo y la actividad económica se fundamentan, a partir de esta visión, en la autoconfianza de las comunidades locales de base y de los colectivos que sufren los sucesivos embates de las “crisis”, de convertirse en sujetos del proceso de desarrollo y no en meros objetos de éste.
En este libro las necesidades son contempladas como un sistema que refleja complejas interrelaciones entre sus elementos. Los componentes, que se identifican a partir de categorías axiológicas, son los siguientes: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. La dinámica de satisfacción de las necesidades viene marcada por simultaneidades, complementariedades y compensaciones.