Vivir (bien) con menos: sobre suficiencia y sostenibilidad

El Centro de Investigación para la Paz colabora con Icaria en la edición de este libro que coordinado por Jorge Riechmann compila textos de los tres autores que abordan como la (in)sostenibilidad obliga a pensar las relaciones economía-naturaleza como una cuestión de escala o tamaño del sistema económico dentro de la biosfera. Para vivir dentro de los límites, surge de manera natural el nexo de unión entre suficiencia y sostenibilidad, entendida la primera como un menor consumo de recursos naturales motivado, a su vez, por una demanda inferior de bienes y servicios materiales…

Manfred Linz, diferencia entre la (eco) eficiencia, la coherencia y la suficiencia como los tres caminos para alcanzar esta visión de sostenibilidad. La (eco)eficiencia, es decir, la mayor productividad de los recursos o el mejor aprovechamiento relativo de la energía y los materiales por mercancía o servicio producido (“hacer más con menos”), es una condición necesaria cuando se quiere reducir el impacto ambiental, pero apenas suficiente. La coherencia (o biomímesis), se trata de diseñar la “tecnosfera” de manera compatible con el funcionamiento de los ecosistemas, imitando sus ritmos y enseñanzas, avanzando hacia un modelo energético de base renovable y hacia el cierre de los ciclos de materiales. La suficiencia, en una sociedad que camine hacia esta condición —escribe Linz— podrá “crecer todo aquello que fomente la sostenibilidad y la calidad de vida”, pero al mismo tiempo “tendrá que menguar lo que favorezca el sobreconsumo de recursos”.

La tensión entre la necesidad de actuar colectivamente a favor de la suficiencia y la posibilidad de modificar la actual situación a través de la suma de acciones individuales, constituye el objeto de reflexión de Joaquim Sempere que plantea la austeridad impuesta como la única austeridad viable a escala social, pero también algunos principios generales para orientar la acción: énfasis en la igualdad como medio de reducir la huella ecológica, desarrollo personal, autorregulación colectiva de las necesidades, etc. Todo ello, en definitiva, para pasar también de simples consumidores a ciudadanos responsables a todos los niveles.

Jorge Riechmann subraya que no es posible construir una sociedad ecológica sin poner radicalmente en cuestión las estructuras de poder y propiedad. Se necesita “recuperar la idea de situación límite”, para oponer a ella la estrategia de la austeridad y la autocontención, que evite seguir ocupando espacio a costa de la existencia del resto de seres vivos (humanos y no humanos).