La primavera árabe: el día después

El detonante de la primavera árabe fue la inmolación de Mohammad Buazizi
el 17 de diciembre de 2010. A partir de ese momento, todo un pueblo se puso en marcha sin temor, sin líderes, sin control de ningún partido político. Una vez derribado el muro del miedo, la dictadura se desplomó. El 14 de enero de 2011, Ben Ali huye. El 25 de febrero le toca el turno a Mubarak, apodado injustamente, «faraón de Egipto». Varios meses después, Gadafi es ejecutado. En Yemen, Ali Saleh resiste a la tempestad, pero se ve obligado a renunciar y viaja
a EE UU (¿extraño?) para un exilio médico. Bachar el Asad reprime a discreción, pero está con el agua al cuello. En Bahréin, la monarquía suní minoritaria debe su salvación únicamente al apoyo de las otras petromonarquías y a la complacencia de EE UU, que disponen de una gran base naval en el país.
El brusco surgimiento del hecho revolucionario fue la respuesta de las sociedades civiles árabes a decenios de derivas autoritarias ha sido el desgaste de la lógica autoritaria, o mejor dicho su deriva predadora y dinástica, amplificado por los “vientos de la globalización”, las redes sociales y las cadenas de televisión por satélite.

El estatus internacional de Oriente Medio y los modos de articulación árabe en el sistema internacional se han visto desbaratados. Las grandes potencias, que hasta hace tan poco tiempo eran las que imponían su criterio, son sacadas de los espacios de contestación, pierden sus intermediarios regionales y ven cómo su influencia sobre la región se atenúa.
La primavera árabe altera el juego internacional. Las sociedades árabes, al rebelarse, hacen que se muevan las líneas. El antiguo orden, dominado por EE UU, se tambalea: se establecerá un orden nuevo cuyos contornos resulta difícil atisbar en esta fase. La fluidez será el sello distintivo del periodo que se inaugura: no habrá ya alianzas definitivas, sino intereses nacionales que defender. La política exterior de los países árabes no será ya obra de “lacayos” bajo influencia: deberá reflejar el sentimiento popular y servir al interés público.
Según el autor, algunos de los grandes logros de la primavera árabe son: que cuatro países árabes se han librado ya de sus déspotas: Túnez, Egipto, Libia y Yemen; que Siria, el régimen de Bachar el Asad resiste, pero a costa de una represión incalificable, las consecuencias sobre Argelia y, que todos los regímenes monárquicos, en diversos grados, están expuestos a los mismos problemas sociales agudos: desempleo rampante, escasa apertura del sistema político, desigualdades sociales y regionales, desigualdad entre los sexos.
Las revoluciones democráticas árabes, por su carácter masivo y espontáneo y por su lógica amotinadora, integran las reivindicaciones obreras, superándolas para englobar reivindicaciones más generales: quiere decirse, por tanto, que son a la vez revoluciones democráticas y revoluciones sociales.
Khader destaca también el papel de las cadenas de televisión por satélite árabes, pues no solo han permitido romper el monopolio de la información que ejercían los regímenes autoritarios, sino que también han contribuido a informar de los acontecimientos en tiempo real y a difundir las imágenes en todo el mundo.
Otro hecho destacado en el artículo es el cambio que la primavera árabe ha producido en el concepto que tenían los árabes sobre sí mismos, en la imagen al uso que tenía Occidente del mundo árabe, e incluso ha cambiado también el concepto de la gente corriente, produciéndose una mayor empatía hacia unos pueblos que se levantan contra la dictadura y corean consignas modernas (libertad, dignidad, democracia).


¿Existió alguna vez un modelo social europeo? Evolución y perspectivas de los Estados de bienestar en Europa

El presente artículo aborda la idea del «modelo social europeo» –expresión en boga en determinados círculos desde los años noventa– como construcción ideológica, en buena medida útil como opuesto al American way of life.
Sin embargo, ya antes de la crisis, existían indicios que ponían en cuestión la existencia real de dicho modelo. Si bien es cierto que cabe hablar de cierta idiosincrasia social europea, también lo es que existe una notable diversidad en el seno de Europa. Un análisis detenido del contexto de la crisis pone de manifiesto que no ha habido convergencia real y que el signo de las políticas auspiciadas por la UE choca precisamente con los Estados de bienestar.

El autor se refiere a un concepto clave, el Estado de bienestar, como un conjunto institucional que se compone de diversas entidades sociales, organizativas y normativas, orientado hacia el logro de tres objetivos: el pleno empleo, la seguridad económica (entendida como garantía de cierto nivel de condiciones de vida) y la reducción de las desigualdades. Para alcanzar tales metas, el Estado de bienestar dispone de cuatro conjuntos de instrumentos: las políticas laborales y la regulación del mercado de trabajo; las prestaciones monetarias; los servicios públicos; y las políticas fiscales como mecanismo redistributivo y como forma de financiar los demás instrumentos.

El resto del artículo queda dividido de la siguiente manera: en el siguiente apartado repasa los argumentos defendidos por quienes sostienen que tiene sentido hablar de un «modelo social europeo» haciendo hincapié en aquellos aspectos que resultan diferenciadores de EEUU. Después elabora un argumento alrededor de distintas clasificaciones que nos permiten constatar la existencia de diferentes entramados de protección social dentro del continente europeo, cada uno con unas características específicas diferentes. A continuación, ofrece algunos aspectos de reflexión en torno a esta cuestión y al papel de la Unión Europea antes y después del estallido de la crisis mundial, para terminar con unas breves conclusiones.


Hacia el desarrollo sostenible: consumo sostenible y comedores escolares

El consumo sostenible suscita cada vez más interés tanto en el ámbito académico como en el político, en el marco de un amplio reconocimiento de la importancia de propiciar el desarrollo sostenible. Sin embargo, ha sido más escasa la reflexión en torno a las motivaciones de las prácticas de consumo, así como en torno a su influencia desde el ámbito de la política. Los debates en torno al consumo sostenible adolecen además de las limitaciones que impone el marco conceptual del desarrollo sostenible, demasiado centrado en el uso de los recursos naturales y que excluye otros ámbitos relevantes como los relacionados con los estilos de vida. Este artículo abordará el estudio de los comedores escolares para desentrañar las prácticas de consumo sostenible y contribuir a alimentar el debate así como aportar al diseño de las políticas.

Los comedores escolares juegan un papel crucial en la vida de muchos niños y niñas. A menudo representan un descanso en su jornada escolar además de proporcionar una ingestión de alimentos clave. Los comedores escolares influyen en las prácticas de consumo de tres formas distintas: aportan a mediodía una dieta equilibrada nutricionalmente; proporcionan formación: educan a futuros consumidores sobre alimentación y salud; constituyen un punto de partida para enseñar al alumnado cuestiones que afectan a la sociedad en su conjunto.


Las implicaciones de la desigualdad en la sostenibilidad, la cohesión social y la democracia

El texto habla sobre el incremento de la desigualdad que se ha producido desde el año 2007 marcado por el inicio de esta crisis civilizatoria, y cómo se ha producido un aumento de una brecha social, no sólo entre naciones sino también entre clases sociales dentro de cada país.

La mundialización, el capitalismo globalizado, y las políticas de ajuste llevadas a cabo en Europa, han tenido como consecuencia una crisis del euro y de la deuda soberana, lo cual ha tenido un efecto en la distribución primaria de la renta y una redistribución regresiva del ingreso disponible, reforzando estas tendencias de fondo de la desigualdad.

Las clases medias de los países emergentes y de los países desarrollados han tenido una diferente evolución, con una trayectoria ascendente de la primera, que representará una presión adicional sobre la maltrecha salud de un planeta ya muy deteriorado por los estilos de vida occidentales; mientras que el estancamiento de las clases medias y bajas de los países desarrollados conlleva una reestructuración del aparato productivo y una urgencia por reactivar el crecimiento económico con reivindicaciones centradas en la defensa del empleo o del nivel de ingreso. Esto tiene graves consecuencias en la sostenibilidad ya que las políticas de protección medioambiental queden relegadas en la agenda.

La desigualdad también tiene sus efectos en la cohesión social y en la democracia, debido a que la concentración de la riqueza y el poder en pocas manos produce un estancamiento en las mayorías, y una marcada brecha social, escenario en el que la que la práctica democrática se convierte en una auténtica plutocracia, y en el que aparecen opciones populistas como consecuencia del vaciamiento y la deslegitimación de la democracia.

El autor constata que para esquivar estos procesos de deterioro deberían ponerse acento en la redistribución y en la transición económica con parámetros más sostenibles, y sin embargo, y por el contrario, las políticas económicas adoptadas por Europa profundizan esta desigualdad en lugar de combatirla y crean la figura del trabajador pobre, el que a pesar de tener unos ingresos más o menos regulares no consigue cubrir las necesidades de su familia.

Dichas políticas, concluye el autor, están consiguiendo que la desigualdad estructural se haga más profunda en los países del centro y de la periferia de Europa, al tiempo que incrementa la brecha de la desigualdad interna en cada nación, comprometiendo con ello la sostenibilidad, la cohesión social y la democracia en el viejo continente.


Sobre ciencia y religión

El punto de partida para un diálogo fructífero entre ciencia y religión en nuestros
días debería ser este: la ciencia es lo mejor que tenemos desde el punto de vista del conocimiento físico-biológico y lo más peligroso que los humanos hemos creado desde el punto de vista ético.
Contra lo que se suele pensar (y a veces decir), lo más peligroso no es la
mala ciencia, la falsa ciencia o la pseudociencia, sino precisamente la buena
ciencia, la mejor establecida desde el punto de vista cognoscitivo.
En este punto, el autor se manifiesta: 1) dando por supuesto que en el marco de nuestra cultura ha habido, efectivamente, un largo conflicto entre ciencia y religión, y que tal conflicto sigue dándose; 2) negando la pretensión religiosa o para-religiosa según la cual hay un conocimiento mejor que el que proporcionan las ciencias (tal como las conocemos desde el siglo XVI); 3) admitiendo la advertencia (que está en los textos fundacionales de varias religiones, y en particular de la judeo-cristiana, según la cual, desde el punto de vista moral, el conocimiento científico comporta un riesgo para los humanos: el de creernos que somos o podemos ser como dios); y concluyendo 4) que si se admite lo que se dice en 2 y lo que se dice en 3, entonces el conflicto no es inevitable sino que puede transformarse en un diálogo fructífero


La migración ambiental: entre el abandono, el refugio y la protección internacional

La República de Kiribati, país insular ubicado en el océano Pacífico, al noreste de Australia (Oceanía), se compone de 33 islas y 102.000 habitantes, que
viven en su mayoría en la capital, Tarawa Sur. La población de este país se dedica principalmente a la pesca. Kiribati es uno de los países insulares del mundo más vulnerables frente a las inundaciones marítimas, como se ha señalado en los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU. De hecho, ninguna parte de su isla principal se eleva por encima de los dos metros sobre el nivel del mar, por lo que si la
temperatura del planeta aumentara 2 °C el territorio de este país estaría
condenado a desaparecer sumergido bajo las aguas y su población obligada
a emigrar. ¿Qué estatus jurídico puede proteger a las víctimas migrantes de
las alteraciones humanas del clima?


Los Estados y la sociedad civil en la reforma de la ONU

A partir del 11-S la ONU ha sido especialmente criticada. Varias de estas críticas tienen su fundamento en problemas reales, pero también es importante prestar atención a los intereses de quienes las formulan, en especial de su principal opositor, EEUU. A pesar de los problemas de ineficacia e incoherencia que presenta la organización internacional, hoy sigue siendo necesaria, tal y como reconocen la práctica totalidad de sus Estados miembros y la sociedad civil organizada, que reivindica su participación en el proceso de reforma de la organización.


Reconocimiento internacional de los derechos indígenas

El reconocimiento internacional en los últimos años de los derechos de los pueblos indígenas ha causado gran preocupación a los Estados, ya que ha reavivado temores asociados a la secesión, separación y segregación del territorio estatal. Ello ha planteado la cuestión de cómo reconocer la pluralidad de identidades sin romper o destruir los actuales Estados.


El rechazo de EEUU al Tribunal Penal Internacional

El autor, director ejecutivo de Human Rights Watch, examina las razones de EE UU al rechazar el Tribunal Penal Internacional y la reacción de la comunidad internacional.


EEUU frente al islamismo: desde el pragmatismo hasta el anti-islamismo

La autora repasa el análisis que se ha hecho del islamismo desde los años 80 y la interpretación del mismo en la política estadounidense antes y después del 11-S.


India, ¿de la periferia al centro? Paradojas de una potencia emergente

India, la democracia más populosa del mundo, es una potencia emergente dispuesta a jugar un papel más activo en las relaciones internacionales. En el ámbito político, el reciente acuerdo de cooperación nuclear firmado por la India y EEUU simboliza la creciente importancia de este gigante asiático, cuya candidatura para ocupar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU es una de las más firmes. En el ámbito económico, la India se convertirá en el siglo XXI en uno de los mercados más grandes del mundo, con una clase media cercana a los 500 millones de personas con creciente poder adquisitivo. Este artículo presenta algunas de las claves del nuevo rol que la India quiere jugar, así como los retos y contradicciones de un país de más de 1.000 millones de habitantes, donde persisten problemas sociales y económicos estructurales.


Seguridad en África: lo que sugieren las estadísticas

A pesar de que en la actualidad África disfruta en su mayor parte de la paz, son habituales los desafíos violentos a sus regímenes. Se producen guerras civiles y golpes de Estado con demasiada frecuencia como para considerar probable que la tranquilidad de hoy vaya a ser duradera. Costa de Marfil, Sudán, el Chad y Somalia tienen conflictos activos y el último golpe de Estado que triunfó se produjo en Mauritania en septiembre de 2005. ¿Qué es lo que causa estas guerras civiles y golpes de Estado y qué se puede hacer para reducir su incidencia?


Guerra y paz en el sudeste asiático

El sudeste asiático es una de las regiones del mundo con mayor número de conflictos armados y tensiones políticas, y donde se ensayan varias y novedosas iniciativas de paz. Sin embargo, más allá de la preocupación esporádica por determinadas organizaciones calificadas de terroristas (especialmente en Indonesia), el interés de la comunidad internacional hacia la región está más vinculado a su potencial económico y turístico o a los desastres de tipo natural (tsunami) o sanitario (gripe aviar) que a su delicada y compleja situación sociopolítica, que alberga numerosas demandas de independencia o autonomía (Filipinas, Tailandia, Indonesia, Myanmar), difíciles transiciones democráticas (Myanmar, Timor Oriental, Vietnam, Laos o Camboya), enfrentamientos de tipo comunitario y discriminación sistemática de determinadas minorías.


Pobreza indígena y el desarrollo como derecho

El artículo analiza la cuestión de la pobreza indígena como negación de sus derechos. Este tema se sitúa en el centro de los debates en torno a los modelos de desarrollo.


La democracia, base de la lucha contra la pobreza

La vinculación entre democracia y economía es un tema decisivo en América Latina. No basta con la democracia electoral. Hay que democratizar el mercado. Se trata de una lucha llena de espacios. La democracia liberal no sabe ni puede enfrentar con éxito las demandas de ciudadanos pensantes en una sociedad globalizada. La nueva etapa del capitalismo ha acrecentado el empobrecimiento en proporciones geométricas. Se proclama que se trata de un proceso natural, cuando se sabe que obedece a planes y proyectos del capital financiero, que ha intentado paliar el desastre con programas mundiales de lucha contra la pobreza incapaces de resolver el problema generado por las políticas económicas dominantes. En esta situación, se han abierto espacios para la acción de grupos organizados de la sociedad civil que plantean alternativas de base ante la creciente pauperización. Pero ese combate no podrá emprenderse con seriedad sin una auténtica democracia política y social.


DIÁLOGO - La energía nuclear a debate: ventajas e inconvenientes de su utilización. Un diálogo entre Eduardo González y Francisco Castejón,

El problema del cambio climático, así como el encarecimiento del petróleo y la elevada demanda (en gran medida espoleada por China e India, dos gigantes demográficos), han hecho resurgir el debate nuclear. Las energías renovables, limpias e inagotables, no pueden sustituir, de momento, a los combustibles fósiles y, además, son caras. En un contexto de crisis energética, los investigadores trabajan ya en reactores de cuarta generación que pretenden reducir los riesgos. Sin embargo, la gestión de los residuos está aún sin resolver y, en muchos países, la opinión pública es reticente a lo nuclear. Eduardo González, ingeniero industrial y presidente de Foro Nuclear, y Francisco Castejón, físico y portavoz antinuclear de Ecologistas en Acción, debaten, desde posiciones contrapuestas, acerca de las oportunidades y los peligros de la energía nuclear.


América Latina: la agenda educativa frente e la desigualdad y la globalización

La educación es una herramienta fundamental para el desarrollo de los países y que, en regiones como América Latina, constituye un motor indispensable para reducir la pobreza y las brechas y malestares generados por la desigualdad y la discriminación. Pero, la cantidad, la calidad y los esfuerzos realizados por los actores públicos de la región para mejorar las condiciones educativas de los ciudadanos, en particular las de los sectores más excluidos, indicarían que la educación es una prioridad sólo para unos pocos.
El artículo presenta un panorama general sobre la desigualdad educacional en América Latina y a partir de esa base algunas conclusiones y reflexiones que puedan aportar a las líneas de acción discutidas en proyectos, programas y políticas educativas. El primer apartado es un repaso sobre el proceso y los alcances del acceso a la educación en América Latina, realzando la situación de la desigualdad educativa en la región. A continuación se examinan algunas nuevas tendencias educativas demandadas en el marco de la globalización, así como la persistente ausencia de contenidos educativos que respondan a las necesidades y realidades locales. El tercer apartado aborda el crecimiento de la brecha entre los servicios educativos privados y públicos, y el cuarto la mayor profundidad de dicha brecha para las poblaciones indígenas. En la última parte se presentan algunas conclusiones y reflexiones generales.


El debate de las necesidades: una introducción

Este artículo introduce el especial titulado El debate de las necesidades, que la revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global dedicó al tema de las necesidades humanas en su número 102.
El autor nos habla sobre cómo en el estado actual de los debates se puede señalar dos grandes líneas de investigación que, en ningún caso, se desarrollan de manera totalmente independiente la una de la otra. La primera se centra en la indagación de aquellas necesidades que se consideran básicas para la existencia humana en cualquier circunstancia espacial o temporal. La segunda, por su parte, se presenta como un análisis crítico de la forma exagerada y deformada en que éstas se expresan en el marco de la práctica de una sociedad concreta, teniendo presente que la gramática de la necesidad constituye un complejo combinado de carencias y aspiraciones cuyo origen se encuentra en la esfera económica, tecnológica, cultural y política de cada formación social.


Informe: la seguridad humana en Palestina

Resumen de un informe escrito por Mary Kaldor y Mient Jan Faber para el grupo de estudio sobre seguridad humana del Centre for Global Governance de la London School of Economics, basado en una visita que ambos autores realizaron a las zonas de Gaza y West Bank en el año 2007.
En dicho informe los autores constatan que la situación en Palestina está marcada por una alta inseguridad. Tras describir la situación en Gaza y Nablus, sitúan la seguridad humana en el centro de un conflicto concebido principalmente por la comunidad internacional dentro de la lógica de “guerra contra el terror”.
El informe surgido a partir del trabajo en el terreno, también aborda cuestiones relativas a la consolidación de un Estado en Palestina, así como del posible papel que la comunidad internacional, y más concretamente la Unión Europea, deberían de jugar.


Foro Social Mundial de Belém, 2009

El artículo habla del Foro Social Mundial que tuvo lugar en Belém, -la capital del Estado de Pará (Brasil) en la desembocadura del Amazonas y puerta de entrada a la selva amazónica- en enero de 2009.
El Forum supuso dos encuentros: uno, entre movimientos sociales y movimientos indígenas que desde su cosmovisión cuestionan el sistema capitalista, y otro entre las reivindicaciones medioambientales y las reivindicaciones económico-políticas, sin las cuales las medioambientales quedan en meras proclamas bucólicas.
Los grandes ejes sobre los que versaría el encuentro fueron: la preservación del plantea y sus recursos; el dominio del capital y las multinacionales; igualdad de género y discriminación; acceso a los derechos sociales básicos: soberanía alimentaria, educación y trabajo digno; construcción de un nuevo orden social y autodeterminación de los pueblos; defensa de la Amazonia y de los derechos de los pueblos indígenas. En las “tiendas temáticas” hubo importantes debates sobre cambio climático, diálogo cultural e interreligioso, violencia urbana, educación liberadora, paro, crisis alimentaria, etc.
El Foro de Belém tuvo un indudable protagonista: la población indígena de América Latina, con 44 millones de personas, 22 macro-étnias y el 10 % del continente.
El Forum mantuvo su formato tradicional. Aun reconociendo la necesidad de reforzar los encuentros a fin de que los debates y propuestas no se pierdan, ningún Forum pretende sacar conclusiones, programa común, etc. un ágora, una plaza publica en la que todos aprendan y todos enseñen a construir un espacio de diálogo y de alternativas, un pensamiento nuevo, plural, de donde surja la fuerza creativa.
Terminado el Forum, al día siguiente, tuvo lugar una “Asamblea de Movimientos Sociales”que, como colectivo de Movimientos Sociales, emitió un comunicado: la Declaración de los Movimientos Sociales de Belém que está destinada a la crisis, y donde queda patente su anticapitalismo. Bajo el título “Que la crisis la paguen los ricos”, la Declaración propone una serie de medidas para reformular las instituciones financieras, políticas, y económicas transnacionales y un calendario de movilizaciones


Cultivando seguridad alimentaria

El articulo aparecido dentro del informe La situación del mundo 2005. Redefiniendo la seguridad mundial 2005, publicado por FUHEM e Icaria en 2005, explora el sistema alimentario desde el prisma de la seguridad.
El drama de la inseguridad alimentaria se ha convertido en un tema evidente, ya que durante la segunda mitad de los años noventa el número de hambrientos en los países en desarrollo se incrementó en 18 millones, hasta alcanzar los cerca de 800 millones actuales. En todo el mundo, 2.000 millones de personas padecen desnutrición crónica y 40 millones mueren de hambre todo los años.
Los autores citan entre las principales amenazas que se ciernen sobre la seguridad alimentaria: la pérdida de diversidad de especies de plantas y animales, la aparición de nuevas enfermedades o de enfermedades trasmitidas por los alimentos y el terrorismo biológico alimentario, aunque la amenaza nueva más importante sea la interrelación entre agricultura y cambio climático.
Los pesticidas e insecticidas químicos, que paradójicamente, fueron desarrollados desde los años sesenta para mejorar la agricultura pueden estar aumentando la vulnerabilidad de las explotaciones agrícolas. Otro aspecto a tener en cuenta es la pérdida de la diversidad agrícola, pues desde principios del siglo pasado se ha perdido el 75% de la diversidad genética de los cultivos agrícolas.
El artículo concluye en que aunque las amenazas a la seguridad alimentaria parecen multiplicarse —desde el sida y el cambio climático, hasta la pérdida de diversidad agraria y la aparición de nuevas enfermedades animales—, las soluciones para asegurar un suministro seguro de alimentos son también numerosas, siempre que se desarrollen sobre el terreno cambios conceptuales y políticos.


Acaparamiento de tierras. Selección de recursos

Recopilación de informes y artículos ofrecidos a texto completo, así como referencias a libros, conferencias internacionales y organizaciones, que abordan el fenómeno del acaparamiento de tierras. A través del análisis de sus características, de los agentes implicados, y de las consecuencias sobre los lugares y la población afectada, los documentos seleccionados muestran cómo se están llevando a cabo la compra masiva de tierra de cultivo con diferentes fines: a modo de inversión, y/o para la producción de cosechas dirigidas a la exportación y que se destinarán tanto a la alimentación como a la fabricación de agrocombustibles.


Diálogo Mari Luz Esteban e Isabel Otxoa El debate feminista en torno al concepto de cuidados

Los cuidados, aquellas actividades que se realizan para el mantenimiento de la vida y la salud, históricamente invisibilizados, relegados al ámbito doméstico y atribuidos a las mujeres, constituye un tema central de análisis y discusión desde el feminismo, si bien son distintas las categorías analíticas y los enfoques desde los que se propone abordarlo. Mari Luz Estaban e Isabel Otxoa, profesoras de antropología social y derecho del trabajo, respectivamente, en la UPV/EHU, reflexionarán a lo largo de estas páginas sobre algunos de los aspectos en relación a este tema crucial, que abarca desde los aspectos estructurales, hasta las cuestiones relativas a la percepción íntima y emocional frente al cuidado por parte de las mujeres. Constituye una reivindicación política de primer orden alterar el actual reparto del tiempo y de las tareas; matizar y discutir el actual marco jurídico de regulación y demandar una eficiente prestación de servicios sociales.


Entrevista a Catherine W. de Wenden

Catherine Wihtol de Wenden es directora de investigación en el CNRS (CERI), doctora en ciencias políticas por el Institut d’Etudes Politiques de París y experta en migraciones internacionales. Ha ejercido de consultora en la OCDE, el Consejo de Europa, la Comisión Europea y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Es también miembro de la Comisión Nacional francesa de Deontología de la Seguridad.
En esta entrevista realizada por Antonio Izquierdo, la politóloga y socióloga francesa explica su visión sobre los fundamentos de los flujos migratorios internacionales, las actuales políticas migratorias y las diferencias entre EEUU y Europa, refiriéndose también al impacto que la crisis económica ha tenido sobre las políticas de regulación de flujos. Todo ello contestando a preguntas referidas a diversos aspecto, tales como: los determinantes o fundamentos de los grandes flujos migratorios internacionales en los inicios del siglo XXI, las repercusiones de las políticas migratorias en la regulación del volumen de los flujos de entradas y salidas y e en la composición y selección de sus integrantes. Los vínculos básicos existentes entre la política de regulación de los flujos migratorios y la de integración de los migrantes, las principales diferencias en las políticas de control de flujos que se están aplicando en la UE y en EEUU, cómo conciliar la diversidad de los flujos con la heterogeneidad de las grandes regiones multinacionales y los cambios que se están produciendo en las políticas de regulación de flujos con motivo de la actual crisis económica.


De los ecobarrios a las ecociudades. Una formulación sintética de la sostenibilidad urbana

La actual crisis ambiental, económica y social ha fomentado la progresiva consolidación de los términos ecobarrio y ecociudad, basados en la sostenibilidad del ámbito urbano.

Entre los ingredientes que el autor considera como ineludibles en todas las fórmulas de sostenibilidad urbana, podemos destacar: la compacidad, la mezcla de usos, la movilidad sostenible, la vitalidad del espacio público, la aplicación eficiente de las energías renovables, las prácticas de gestión de la demanda de agua, la consideración de los residuos como recursos, la inserción urbana de la biodiversidad y los ciclos naturales, la cohesión y la justicia social, la atención prioritaria a las cuestiones de género y generación, la salud democrática y la participación ciudadana.

Pero el autor resalta el peligro que existe de que se produzca una banalización de los conceptos, que conllevara prácticas donde la idea pudiera quedar convertida en una receta cosmética, que no hiciera sino reforzar la pervivencia de las prácticas convencionales.

Para que un proyecto de ecociudad sea un objetivo ineludible, que tenga como meta la transformación global del fenómeno urbano, es preciso un enfoque riguroso de la sostenibilidad en el ámbito urbano que identifique todos los aspectos clave que configuran la realidad urbana y una formulación clara y detallada de los objetivos generales y particulares. Esta concepción de la ecociudad como meta viva, como conjunto de objetivos interdependientes y en continua retroalimentación, debería basarse en la evaluación colectiva de los resultados. Saber cartografiar este proceso es más importante que afanarse en aplicarle etiquetas mediáticas. Hoy, más que atender exclusivamente a los núcleos urbanos, resulta cada vez más relevante analizar los procesos que acaecen en el ámbito difuso y sin nombre que se extiende entre las ciudades consolidadas.


La economía solidaria no está en paro

El artículo destaca como la mayor parte de iniciativas sociales dirigidas a mejorar el mundo, adoptan formas de economía solidaria: el consumo responsable, el comercio justo, la agricultura campesina, los huertos comunitarios, las ecoaldeas, los centros de recuperación y reciclaje, la inserción sociolaboral, la promoción del patrimonio, las redes de trueque y las monedas libres, la solidaridad internacional, el turismo solidario, las finanzas éticas, la cultura popular, la comunicación alternativa, el trabajo colaborativo en Internet, etc.

La economía social o solidaria viene a ser la dimensión económica de lo que podríamos denominar la esfera pública no estatal, formada por una serie de iniciativas de tipo social, político, cultural y económico, impulsadas autónomamente por los sectores populares para resolver sus necesidades. Aunque las iniciativas de economía solidaria son muy heterogéneas entre sí, todas comparten la primacía tanto de la satisfacción de necesidades por encima del lucro, como de la persona por encima del capital, así como la gestión democrática de la actividad, auténtica línea de ruptura, ésta, con la empresa capitalista.

La economía solidaria constituye una vasta constelación de prácticas de producción, comercialización, consumo y crédito alternativas a las capitalistas, que se está desarrollando con fuerza a lo largo del mundo desde los años ochenta del siglo pasado. Más resistente a la crisis actual que las empresas convencionales, la economía solidaria puede devenir embrión de una economía poscapitalista si consigue crecer, mantener su doble dimensión de sector socioeconómico y de movimiento social, articularse en mercados sociales que la desconecten del mercado capitalista y forjar alianzas con el resto de sujetos de cambio social y de economías críticas.


Efectos de la crisis sobre las clases trabajadoras

El autor parte de una clara premisa: las crisis las provoca un determinado comportamiento humano, mediado por las estructuras sociales, los marcos institucionales y las dinámicas de acumulación, por lo que su impacto difiere según la posición social y económica que ocupen las personas. Cualquier programa alternativo deberá ser capaz, de promover reformas y propuestas de reorganización social y de desarrollar un discurso cultural que ayude a la gente a situar que el paro no es la alternativa a condiciones de vida y trabajo dignas, sino que se trata de cuestiones entrelazadas que exigen una solución conjunta. Si bien pudiera parecer que el efecto más palpable de la crisis es el desempleo, dista de ser el único y es preciso analizar otros elementos como su impacto por sectores, el nivel de prestaciones sociales, la calidad del trabajo y el impacto sociopolítico y cultural más allá de las condiciones materiales.


El modelo “triádico” de sociedad en Genealogies of Citizenship de Somers

En el presente texto, a partir de una crítica al modelo triádico de Estado/mercado/sociedad civil propuesto por Somers para comprender los efectos del fundamentalismo de mercado, el autor reflexiona sobre las posibilidades de que la ciudadanía ejerza un poder político real, para lo cual, tanto el Estado como la economía capitalista deben subordinarse al poder que dimana de la sociedad civil. Gobierno del pueblo significa gobierno de la organización colectiva del pueblo. Según el autor, el término que mejor identifica la subordinación del poder económico al poder social es “socialismo”, que significa en realidad extender la democracia a la economía.

El artículo analiza también cómo el fundamentalismo de mercado no sólo ha erosionado en general, los cimientos de la ciudadanía inclusiva, sino que ha tenido un impacto especialmente destructivo sobre las desigualdades raciales en EE UU. Para ello, se basa en el aumento de los índices de encarcelamiento de afroamericanos, en la distribución por profesiones, y en las formas de exclusión observadas durante el desastre del Katrina.


Una nueva gobernanza económica de inspiración liberal

La crisis que estalla en 2007 no solo es financiera sino que es estructural en la medida en que refleja el agotamiento de un modelo de acumulación que ha impulsado una moderación salarial compensada por un endeudamiento generalizado de los agentes privados. Evitar la quiebra del sistema ha obligado a los gobiernos a practicar un keynesianismo conservador que ha desequilibrado las finanzas públicas. La eurozona, cuyo entramado inicial ya adolecía de grandes debilidades, va a responder a dicha crisis imponiendo las recetas liberales más radicales. Está configurando una nueva gobernanza restrictiva y antidemocrática que es la negación del necesario gobierno económico europeo basado en principios cooperativos.

Según el autor, los gobiernos van a pretender romper el círculo déficit/deuda imponiendo una mayor degradación de las condiciones laborales, salariales y sociales. Se tiende a asentar una nueva gobernanza económica cuyos componentes centrales están acordados por unos mercados financieros y unos bancos centrales liberados de la tutela estatal. Cuando los dirigentes alemanes se refieren a la necesidad de impulsar un gobierno económico europeo, no aluden a una federalización de la política económica que recogiera los intereses de los diversos Estados y creara mecanismos de solidaridad, sino a la imposición de unas nuevas reglas de gobernanza que incrementan el poder de los mercados respecto del Estado.

Otra enseñanza de la gestión de la crisis europea es que constituye un grave error no
compatibilizar consolidación fiscal a medio y largo plazo con políticas de crecimiento y de empleo a corto plazo y la consolidación presupuestaria debería haber sido coordinada y diferenciada según los países.
La integración europea es utilizada como coartada para emprender unos ajustes socioeconómicos regresivos y, pese a haber fracasado las políticas “austeritarias”, se mantienen debido a que forman parte de una estrategia destinada a desbaratar el Estado de bienestar.


Por una recampesinización ecofeminista: superando los tres sesgos de la mirada occidental

La alimentación actual se sustenta en un sistema agroalimentario globalizado, crecientemente industrializado y mercantilizado. En medio de la (aparente) abundancia, pervive la incapacidad de garantizar alimentación suficiente y sana a la población mundial, a la vez que crece la degradación del entorno. Esta forma de alimentarse está en crisis, reflejo de una crisis global y sistémica más amplia.

Los tres sesgos fundamentales de la mirada occidental –el antropocentrismo, el etnocentrismo y el androcentrismo– influyen en la comprensión cultural y en la organización material de los sectores agrario y alimentario en nuestra sociedad. El maridaje entre la agroecología y el ecofeminismo nos aporta una nueva mirada que permite deconstruir estos sesgos para construir alternativas alimentarias sostenibles. Así surge la propuesta de recampesinización ecofeminista que permite redefinir el lugar que ocupan las actividades relacionadas con la alimentación, el cultivo y la cocina en nuestra sociedad y economía y que tienen que superar las adscripciones patriarcales del sistema sexo-género y las adscripciones público-privado. Es fundamental el rediseño de los sistemas agroganaderos hacia una producción agroecológica y la reconstrucción de las relaciones humanas.


Desarrollo, bienestar y buen vivir

Santiago Álvarez introduce el número 128 de Papeles, reflexionando sobre si los debates sobre el buen vivir comparten las críticas radicales a las ideas de desarrollo y bienestar, orientadas únicamente a incrementar el nivel de ingreso y la riqueza monetaria. Estos debates advierten de la necesidad de incorporar las dimensiones personal, social y medioambiental. La importancia decisiva en la vida de la gente de los elementos relacionales, culturales, políticos y ecológicos abre la perspectiva hacia otras formas de organización social ajustadas a las particularidades históricas y culturales alternativas a la que ofrece en nuestros días el capitalismo depredador de la naturaleza, apisonador de las culturas de los pueblos y empobrecedor de las relaciones sociales.


Nota de lectura de la obra de Leonardo Boff

Durante la década de los años noventa del siglo pasado, la teología de la liberación cultivó terrenos otrora poco explorados. En ese sentido, dicha corriente enriqueció sus planteamientos abriéndose a las cuestiones de género, de raza y, por supuesto, a las de la naturaleza. El “pobre” dejó de ser una categoría asexuada y abstracta. Si bien la teología de la liberación fue criticada por haber abandonado su interés central, es decir, a los pobres, por nuestra parte, pensamos que dichas críticas no son convincentes. Al respecto, abordaremos brevemente la “transformación de paradigma” de uno de los principales representantes de esta corriente teológica: Leonardo Boff.