Entrevista a Catherine W. de Wenden
Catherine Wihtol de Wenden es directora de investigación en el CNRS (CERI), doctora en ciencias políticas por el Institut d’Etudes Politiques de París y experta en migraciones internacionales. Ha ejercido de consultora en la OCDE, el Consejo de Europa, la Comisión Europea y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Es también miembro de la Comisión Nacional francesa de Deontología de la Seguridad.
En esta entrevista realizada por Antonio Izquierdo, la politóloga y socióloga francesa explica su visión sobre los fundamentos de los flujos migratorios internacionales, las actuales políticas migratorias y las diferencias entre EEUU y Europa, refiriéndose también al impacto que la crisis económica ha tenido sobre las políticas de regulación de flujos. Todo ello contestando a preguntas referidas a diversos aspecto, tales como: los determinantes o fundamentos de los grandes flujos migratorios internacionales en los inicios del siglo XXI, las repercusiones de las políticas migratorias en la regulación del volumen de los flujos de entradas y salidas y e en la composición y selección de sus integrantes. Los vínculos básicos existentes entre la política de regulación de los flujos migratorios y la de integración de los migrantes, las principales diferencias en las políticas de control de flujos que se están aplicando en la UE y en EEUU, cómo conciliar la diversidad de los flujos con la heterogeneidad de las grandes regiones multinacionales y los cambios que se están produciendo en las políticas de regulación de flujos con motivo de la actual crisis económica.
De los ecobarrios a las ecociudades. Una formulación sintética de la sostenibilidad urbana
La actual crisis ambiental, económica y social ha fomentado la progresiva consolidación de los términos ecobarrio y ecociudad, basados en la sostenibilidad del ámbito urbano.
Entre los ingredientes que el autor considera como ineludibles en todas las fórmulas de sostenibilidad urbana, podemos destacar: la compacidad, la mezcla de usos, la movilidad sostenible, la vitalidad del espacio público, la aplicación eficiente de las energías renovables, las prácticas de gestión de la demanda de agua, la consideración de los residuos como recursos, la inserción urbana de la biodiversidad y los ciclos naturales, la cohesión y la justicia social, la atención prioritaria a las cuestiones de género y generación, la salud democrática y la participación ciudadana.
Pero el autor resalta el peligro que existe de que se produzca una banalización de los conceptos, que conllevara prácticas donde la idea pudiera quedar convertida en una receta cosmética, que no hiciera sino reforzar la pervivencia de las prácticas convencionales.
Para que un proyecto de ecociudad sea un objetivo ineludible, que tenga como meta la transformación global del fenómeno urbano, es preciso un enfoque riguroso de la sostenibilidad en el ámbito urbano que identifique todos los aspectos clave que configuran la realidad urbana y una formulación clara y detallada de los objetivos generales y particulares. Esta concepción de la ecociudad como meta viva, como conjunto de objetivos interdependientes y en continua retroalimentación, debería basarse en la evaluación colectiva de los resultados. Saber cartografiar este proceso es más importante que afanarse en aplicarle etiquetas mediáticas. Hoy, más que atender exclusivamente a los núcleos urbanos, resulta cada vez más relevante analizar los procesos que acaecen en el ámbito difuso y sin nombre que se extiende entre las ciudades consolidadas.
La economía solidaria no está en paro
El artículo destaca como la mayor parte de iniciativas sociales dirigidas a mejorar el mundo, adoptan formas de economía solidaria: el consumo responsable, el comercio justo, la agricultura campesina, los huertos comunitarios, las ecoaldeas, los centros de recuperación y reciclaje, la inserción sociolaboral, la promoción del patrimonio, las redes de trueque y las monedas libres, la solidaridad internacional, el turismo solidario, las finanzas éticas, la cultura popular, la comunicación alternativa, el trabajo colaborativo en Internet, etc.
La economía social o solidaria viene a ser la dimensión económica de lo que podríamos denominar la esfera pública no estatal, formada por una serie de iniciativas de tipo social, político, cultural y económico, impulsadas autónomamente por los sectores populares para resolver sus necesidades. Aunque las iniciativas de economía solidaria son muy heterogéneas entre sí, todas comparten la primacía tanto de la satisfacción de necesidades por encima del lucro, como de la persona por encima del capital, así como la gestión democrática de la actividad, auténtica línea de ruptura, ésta, con la empresa capitalista.
La economía solidaria constituye una vasta constelación de prácticas de producción, comercialización, consumo y crédito alternativas a las capitalistas, que se está desarrollando con fuerza a lo largo del mundo desde los años ochenta del siglo pasado. Más resistente a la crisis actual que las empresas convencionales, la economía solidaria puede devenir embrión de una economía poscapitalista si consigue crecer, mantener su doble dimensión de sector socioeconómico y de movimiento social, articularse en mercados sociales que la desconecten del mercado capitalista y forjar alianzas con el resto de sujetos de cambio social y de economías críticas.
Efectos de la crisis sobre las clases trabajadoras
El autor parte de una clara premisa: las crisis las provoca un determinado comportamiento humano, mediado por las estructuras sociales, los marcos institucionales y las dinámicas de acumulación, por lo que su impacto difiere según la posición social y económica que ocupen las personas. Cualquier programa alternativo deberá ser capaz, de promover reformas y propuestas de reorganización social y de desarrollar un discurso cultural que ayude a la gente a situar que el paro no es la alternativa a condiciones de vida y trabajo dignas, sino que se trata de cuestiones entrelazadas que exigen una solución conjunta. Si bien pudiera parecer que el efecto más palpable de la crisis es el desempleo, dista de ser el único y es preciso analizar otros elementos como su impacto por sectores, el nivel de prestaciones sociales, la calidad del trabajo y el impacto sociopolítico y cultural más allá de las condiciones materiales.
El modelo “triádico” de sociedad en Genealogies of Citizenship de Somers
En el presente texto, a partir de una crítica al modelo triádico de Estado/mercado/sociedad civil propuesto por Somers para comprender los efectos del fundamentalismo de mercado, el autor reflexiona sobre las posibilidades de que la ciudadanía ejerza un poder político real, para lo cual, tanto el Estado como la economía capitalista deben subordinarse al poder que dimana de la sociedad civil. Gobierno del pueblo significa gobierno de la organización colectiva del pueblo. Según el autor, el término que mejor identifica la subordinación del poder económico al poder social es “socialismo”, que significa en realidad extender la democracia a la economía.
El artículo analiza también cómo el fundamentalismo de mercado no sólo ha erosionado en general, los cimientos de la ciudadanía inclusiva, sino que ha tenido un impacto especialmente destructivo sobre las desigualdades raciales en EE UU. Para ello, se basa en el aumento de los índices de encarcelamiento de afroamericanos, en la distribución por profesiones, y en las formas de exclusión observadas durante el desastre del Katrina.
Una nueva gobernanza económica de inspiración liberal
La crisis que estalla en 2007 no solo es financiera sino que es estructural en la medida en que refleja el agotamiento de un modelo de acumulación que ha impulsado una moderación salarial compensada por un endeudamiento generalizado de los agentes privados. Evitar la quiebra del sistema ha obligado a los gobiernos a practicar un keynesianismo conservador que ha desequilibrado las finanzas públicas. La eurozona, cuyo entramado inicial ya adolecía de grandes debilidades, va a responder a dicha crisis imponiendo las recetas liberales más radicales. Está configurando una nueva gobernanza restrictiva y antidemocrática que es la negación del necesario gobierno económico europeo basado en principios cooperativos.
Según el autor, los gobiernos van a pretender romper el círculo déficit/deuda imponiendo una mayor degradación de las condiciones laborales, salariales y sociales. Se tiende a asentar una nueva gobernanza económica cuyos componentes centrales están acordados por unos mercados financieros y unos bancos centrales liberados de la tutela estatal. Cuando los dirigentes alemanes se refieren a la necesidad de impulsar un gobierno económico europeo, no aluden a una federalización de la política económica que recogiera los intereses de los diversos Estados y creara mecanismos de solidaridad, sino a la imposición de unas nuevas reglas de gobernanza que incrementan el poder de los mercados respecto del Estado.
Otra enseñanza de la gestión de la crisis europea es que constituye un grave error no
compatibilizar consolidación fiscal a medio y largo plazo con políticas de crecimiento y de empleo a corto plazo y la consolidación presupuestaria debería haber sido coordinada y diferenciada según los países.
La integración europea es utilizada como coartada para emprender unos ajustes socioeconómicos regresivos y, pese a haber fracasado las políticas “austeritarias”, se mantienen debido a que forman parte de una estrategia destinada a desbaratar el Estado de bienestar.
Por una recampesinización ecofeminista: superando los tres sesgos de la mirada occidental
La alimentación actual se sustenta en un sistema agroalimentario globalizado, crecientemente industrializado y mercantilizado. En medio de la (aparente) abundancia, pervive la incapacidad de garantizar alimentación suficiente y sana a la población mundial, a la vez que crece la degradación del entorno. Esta forma de alimentarse está en crisis, reflejo de una crisis global y sistémica más amplia.
Los tres sesgos fundamentales de la mirada occidental –el antropocentrismo, el etnocentrismo y el androcentrismo– influyen en la comprensión cultural y en la organización material de los sectores agrario y alimentario en nuestra sociedad. El maridaje entre la agroecología y el ecofeminismo nos aporta una nueva mirada que permite deconstruir estos sesgos para construir alternativas alimentarias sostenibles. Así surge la propuesta de recampesinización ecofeminista que permite redefinir el lugar que ocupan las actividades relacionadas con la alimentación, el cultivo y la cocina en nuestra sociedad y economía y que tienen que superar las adscripciones patriarcales del sistema sexo-género y las adscripciones público-privado. Es fundamental el rediseño de los sistemas agroganaderos hacia una producción agroecológica y la reconstrucción de las relaciones humanas.
Desarrollo, bienestar y buen vivir
Santiago Álvarez introduce el número 128 de Papeles, reflexionando sobre si los debates sobre el buen vivir comparten las críticas radicales a las ideas de desarrollo y bienestar, orientadas únicamente a incrementar el nivel de ingreso y la riqueza monetaria. Estos debates advierten de la necesidad de incorporar las dimensiones personal, social y medioambiental. La importancia decisiva en la vida de la gente de los elementos relacionales, culturales, políticos y ecológicos abre la perspectiva hacia otras formas de organización social ajustadas a las particularidades históricas y culturales alternativas a la que ofrece en nuestros días el capitalismo depredador de la naturaleza, apisonador de las culturas de los pueblos y empobrecedor de las relaciones sociales.
Nota de lectura de la obra de Leonardo Boff
Durante la década de los años noventa del siglo pasado, la teología de la liberación cultivó terrenos otrora poco explorados. En ese sentido, dicha corriente enriqueció sus planteamientos abriéndose a las cuestiones de género, de raza y, por supuesto, a las de la naturaleza. El “pobre” dejó de ser una categoría asexuada y abstracta. Si bien la teología de la liberación fue criticada por haber abandonado su interés central, es decir, a los pobres, por nuestra parte, pensamos que dichas críticas no son convincentes. Al respecto, abordaremos brevemente la “transformación de paradigma” de uno de los principales representantes de esta corriente teológica: Leonardo Boff.
Distinción, discreción, discriminación: las nuevas y, es de esperar, últimas fronteras para las solicitudes de asilo relacionadas con el género
La cuestión de si las mujeres perseguidas pueden ser consideradas refugiadas
parece indiscutible y aparece bien establecida ya como materia propia del
derecho internacional de los refugiados.1 No obstante, un análisis pormenorizado
de la jurisprudencia sugiere que existen múltiples impedimentos para
el reconocimiento de las peticiones de asilo de las mujeres.2 En este artículo
se presentan tres tendencias de la jurisprudencia de varios países en cuanto al
reconocimiento de las solicitudes de asilo relacionadas con el género: distinción,
discreción y discriminación. Llamo a estas tendencias las “nuevas fronteras”
de las solicitudes relacionadas con el género. Sería deseable que fuesen
las “últimas”, aunque creo que es prematuro ya que la inclinación y la imaginación
de los abogados de los gobiernos, de los responsables de tomar decisiones
y de la judicatura para imponer nuevas pruebas que limiten los índices
de reconocimiento de refugiados parecen inagotables. Cada una de estas
nuevas tendencias se examina individualmente. Previamente haré un breve
resumen de la legislación internacional vigente al respecto
Los Estados y la sociedad civil en la reforma de la ONU
A partir del 11-S la ONU ha sido especialmente criticada. Varias de estas críticas tienen su fundamento en problemas reales, pero también es importante prestar atención a los intereses de quienes las formulan, en especial de su principal opositor, EEUU. A pesar de los problemas de ineficacia e incoherencia que presenta la organización internacional, hoy sigue siendo necesaria, tal y como reconocen la práctica totalidad de sus Estados miembros y la sociedad civil organizada, que reivindica su participación en el proceso de reforma de la organización.
Reconocimiento internacional de los derechos indígenas
El reconocimiento internacional en los últimos años de los derechos de los pueblos indígenas ha causado gran preocupación a los Estados, ya que ha reavivado temores asociados a la secesión, separación y segregación del territorio estatal. Ello ha planteado la cuestión de cómo reconocer la pluralidad de identidades sin romper o destruir los actuales Estados.
El rechazo de EEUU al Tribunal Penal Internacional
El autor, director ejecutivo de Human Rights Watch, examina las razones de EE UU al rechazar el Tribunal Penal Internacional y la reacción de la comunidad internacional.
EEUU frente al islamismo: desde el pragmatismo hasta el anti-islamismo
La autora repasa el análisis que se ha hecho del islamismo desde los años 80 y la interpretación del mismo en la política estadounidense antes y después del 11-S.
India, ¿de la periferia al centro? Paradojas de una potencia emergente
India, la democracia más populosa del mundo, es una potencia emergente dispuesta a jugar un papel más activo en las relaciones internacionales. En el ámbito político, el reciente acuerdo de cooperación nuclear firmado por la India y EEUU simboliza la creciente importancia de este gigante asiático, cuya candidatura para ocupar un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU es una de las más firmes. En el ámbito económico, la India se convertirá en el siglo XXI en uno de los mercados más grandes del mundo, con una clase media cercana a los 500 millones de personas con creciente poder adquisitivo. Este artículo presenta algunas de las claves del nuevo rol que la India quiere jugar, así como los retos y contradicciones de un país de más de 1.000 millones de habitantes, donde persisten problemas sociales y económicos estructurales.
Seguridad en África: lo que sugieren las estadísticas
A pesar de que en la actualidad África disfruta en su mayor parte de la paz, son habituales los desafíos violentos a sus regímenes. Se producen guerras civiles y golpes de Estado con demasiada frecuencia como para considerar probable que la tranquilidad de hoy vaya a ser duradera. Costa de Marfil, Sudán, el Chad y Somalia tienen conflictos activos y el último golpe de Estado que triunfó se produjo en Mauritania en septiembre de 2005. ¿Qué es lo que causa estas guerras civiles y golpes de Estado y qué se puede hacer para reducir su incidencia?
Guerra y paz en el sudeste asiático
El sudeste asiático es una de las regiones del mundo con mayor número de conflictos armados y tensiones políticas, y donde se ensayan varias y novedosas iniciativas de paz. Sin embargo, más allá de la preocupación esporádica por determinadas organizaciones calificadas de terroristas (especialmente en Indonesia), el interés de la comunidad internacional hacia la región está más vinculado a su potencial económico y turístico o a los desastres de tipo natural (tsunami) o sanitario (gripe aviar) que a su delicada y compleja situación sociopolítica, que alberga numerosas demandas de independencia o autonomía (Filipinas, Tailandia, Indonesia, Myanmar), difíciles transiciones democráticas (Myanmar, Timor Oriental, Vietnam, Laos o Camboya), enfrentamientos de tipo comunitario y discriminación sistemática de determinadas minorías.
El islam en Francia: seguridad e identidad
Análisis de la percepción del Islam en Francia como amenaza que condujo en 2004 a la ley sobre el velo y al ascenso de la extrema derecha con el Frente Nacional, que revela las grietas en la cohesión social en el país.
¿Qué hay de democrático en la paz democrática?
Hace tiempo que la relación entre las antinomias democracia/autocracia y paz/guerra domina el pensamiento político. Durante mucho tiempo se ha intentado dar una respuesta a la siguiente pregunta: ¿son los Estados democráticos más pacíficos que los autocráticos? Y, más allá de esta cuestión, ¿en qué medida la existencia de una democracia interna permite también conseguir la no violencia en el exterior y resolver las disputas sin recurrir a esa forma específica de violencia organizada que es la guerra? Éstas son las preguntas que abordan los autores en este texto.
El modelo emergente en el capitalismo senil
Un mundo en el que se combinan emergencia y senilidad es un mundo paradójico, porque senilidad se asocia con avanzada edad y decadencia, mientras que lo emergente es algo que nace, que sale y tiene principio de otra cosa. El capitalismo, aunque senil, no está en estado de extrema desnutrición, consumido y sin vitalidad. Quien exija y sólo acepte nitidez no la va a encontrar en el mundo que nos toca vivir, porque en él coexisten de forma incierta senilidad y emergencia, y sería extremadamente peligroso empecinarse en una percepción unilateral de dinámicas complejas.
El artículo aborda cómo determinadas fuerzas afectan de forma profunda y duradera a los componentes y relaciones que determinan el comportamiento a largo plazo de la economía mundial de nuestro tiempo. El autor lleva a cabo un planteamiento que preocupado por señalar aspectos fundamentales, se resiste a aceptar que una crítica de la sociedad existente, por oportuna y certera que sea, es suficiente para fundamentar una propuesta. Tras el análisis de cómo se comporta el capitalismo actual el artículo indaga además acerca de las condiciones necesarias para la emergencia de un desarrollo alternativo y señala una estrategia para abrirle espacio.
Entrevista a Sergio Ulgiati: “El destino de nuestro planeta se juega en el campo de la información”
La sección de entrevistas de Papeles de Relaciones Ecosociales y cambio global nos ofrece la realizada por Monica Di Donato, responsable del Área de Sostenibilidad de CIP-Ecosocial, a Segioi Uldati, físico y profesor en la Universidad Parthenope de Nápoles, experto en la problemática energética del planeta y autor de importantes trabajos de investigación internacional sobre análisis del ciclo de vida y análisis energético.
La entrevista nos introduce en el marco de la triple crisis a la que nos enfrentamos en la actualidad: el cambio climático, el aumento del precio del petróleo y la pérdida de biodiversidad. Algunos expertos, institutos de estudio y organizaciones sociales están trabajando para difundir la gravedad del problema y proponer alternativas para su solución. Resultado de este trabajo son documentos como el Manifiesto sobre transiciones económicas globales en el que ha participado. A través de trece preguntas, Ulgiati analiza las causas, las consecuencias y las oportunidades de estas tres crisis, y cuestiona el actual modelo de producción y consumo ligado al estilo de vida de una minoría enriquecida de la población mundial.
Necesidad y pobreza: reflexiones conceptuales y algunas cautelas estadísticas
Para analizar la pobreza y conocer su impacto en la sociedad es imprescindible aplicar un enfoque multidimensional que tenga en cuenta los diferentes contextos donde se produce. Por el contrario, la definición unidimensional de la pobreza, basada exclusivamente en el gasto o el ingreso de las distintas capas de la población, no constituye más que un índice parcial de la desigualdad en la distribución de la riqueza. Hay que considerar la situación material que define las condiciones de vida de la gente, pero también es necesario analizar la percepción que cada uno tiene de su propia condición, la percepción de la pobreza que tienen los otros y cómo estas percepciones varían para los distintos colectivos sociales o periodos temporales
Para el autor, la definición unidimensional de la pobreza que se viene aplicando a partir del gasto o del ingreso monetario ofrece escaso interés interpretativo y viene a ser un simple índice parcial de la desigualdad en la distribución del gasto o ingreso.
Gaza: lo inaceptable, insostenible, imperdonable
Según el autor, los palestinos se enfrentan a un Estado que les impone un auténtico régimen de apartheid, en una zona como Gaza en la que desde el punto de vista geográfico, solo abarca 360 kilómetros cuadrados, un millón y medio de habitantes. De hecho, el 80% de su población son refugiados expulsados de sus tierras en el momento de la creación del Estado de Israel en 1948, apiñados hoy en día en un territorio superpoblado. Y el 78% de su población no ha conocido otra cosa que la ocupación israelí. Es cierto que las colonias israelíes se han ido desmantelando desde 2005, pero Gaza se ha convertido, desde entonces, en una cárcel al aire libre.
Por ello, el verdadero desaliento palestino se debe a una situación en la que, a pesar de ser un pueblo ocupado, debe garantizar la seguridad de una potencia de ocupación, donde unos “palestinos moderados” negocian pero no cosechan más que promesas vacías, y donde unos palestinos quieren continuar la lucha para recobrar sus derechos, pero en un contexto en que la relación de fuerzas es tal que al lanzamiento de cada cohete le sigue un diluvio de fuego.
El autor, ante esta situación, se hace las siguientes preguntas: ¿Qué sentido tiene, pues, un proceso de paz que se prolonga desde hace decenios y en el que ha habido más proceso que paz? ¿Y qué sentido tiene una lucha desesperada y desigual, como la de Hamas, ineficaz en el plano militar, improductiva en el político e impopular tanto para los palestinos como a nivel internacional?
Innovaciones políticas y culturales de los centros sociales autogestionados
El presente texto supone una invitación a acercarnos a la realidad de los centros sociales autogestionados, dinámicos espacios de intervención política y de creación cultural impulsados originariamente por esa realidad heterogénea conocida como movimiento okupa. La idea es trazar una pequeña historia de un proceso que tiene más de 20 años de andadura, valorando cuales han sido sus principales prácticas, para centrarnos posteriormente en algunos de sus rasgos más innovadores y cuáles son las temáticas que en la actualidad están generando una mayor movilización en torno a dichos espacios.
Estos espacios proliferaron como lugares de referencia en los que era posible acceder a locales de reunión, de ensayo, conciertos, teatro, desarrollar actividades culturales, experimentar con los medios de comunicación alternativos, editar revistas y fanzines, entre otros. Los centros sociales han generado la posibilidad de que la juventud pudiera disponer de locales e infraestructuras para realizar actividades y dar salida a sus inquietudes, demostrando como con escasos recursos era posible generar atractivas ofertas socioculturales.
Otra de las principales virtudes que los autores destacan de estos centros sociales, es la de haberse constituido en un puente comunicativo entre los distintos movimientos sociales que recorren las actuales metrópolis. Una suerte de dinamos con capacidad de provocar sinergias inesperadas entre distintos colectivos, temáticas o iniciativas. Cocteleras de las que a veces surgen alianzas insospechadas y desde donde se dinamizan diferentes redes sociales, en escalas que van desde la dimensión de barrio a las protestas y encuentros del movimiento global.
Además los centros sociales han sido durante mucho tiempo uno de los espacios de referencia para la difusión del pensamiento crítico, mediante jornadas, seminarios o charlas. Actividades que tienen que ver con la posibilidad de acceder a pensamientos y reflexiones, o creaciones culturales de distinto tipo que la sociedad dominante ha invisibilizado, fomentando una actitud ante la producción cultural que oscila entre la innovación y la contracultura.
El crepúsculo de la era trágica del petróleo: pico del oro negro y colapso financiero (y ecológico) mundial
El fin de la Era del Petróleo está ya en el horizonte. Ese fin no acontecerá cuando se acabe el petróleo, sino bastante antes, cuando se inicie y profundice el declive de su oferta, a partir del llamado pico del petróleo, tal y como alerta este texto. Pero esta Era del Petróleo que hemos vivido especialmente en el siglo XX, y muy en concreto en su segunda mitad, una etapa de crecimiento económico espectacular que ha beneficiado a una minoría del planeta y que ha incrementado las desigualdades sociales y territoriales como nunca en la historia de la humanidad, ha sido también una era trágica. De ahí el título del libro. El petróleo ha estado íntimamente relacionado con los principales conflictos bélicos del pasado siglo, y por supuesto está estrechamente ligado con las nuevas guerras del recién iniciado siglo XXI (Irak, Afganistán, Sudán, etc.). El libro realiza un recorrido histórico por la explotación del petróleo y analiza cómo ésta ha estado relacionada con las grandes dinámicas geopolíticas, cuyas tensiones se han ido concentrando principalmente en torno a Oriente Medio, donde están dos tercios de las reservas mundiales de crudo restantes. El fuerte alza del precio del crudo desde el inicio del nuevo milenio y la subida espectacular de la cotización del barril en los últimos tiempos son indicadores de que la era del petróleo barato se ha acabado para siempre. Pero el declive energético que supondrá el pico del petróleo conllevará sin lugar a dudas el inicio de la era del decrecimiento. Un decrecimiento sin fondo y sin fin, como resalta el texto, sobre todo porque tras el pico del petróleo vendrá el del gas y luego el del carbón. El fin de la era de los combustibles fósiles muy probablemente implique el colapso del modelo civilizatorio que conocemos, que está chocando ya con los límites ecológicos del planeta.
El autor apunta las claves para comprender la enorme trascendencia de los nuevos escenarios que se abren, y examina cómo las actuales estructuras de poder se preparan para abordarlos recurriendo a medidas cada vez más autoritarias y belicistas. Pero también se señalan las oportunidades que se nos abren con todo este marasmo para poder caminar hacia otros mundos posibles.
Sociedad y medio ambiente: cosmovisiones, límites y conflictos
Cuando se cumple un siglo de la emergencia de la producción en masa y la
obsolescencia programada como ejes centrales de la ordenación económica, nos
encontramos en un momento crítico del desarrollo de ese modelo al llegar a algunos de
sus límites ecológicos y sociales en su expansión y reproducción. ¿Cómo abordar las
relaciones entre la sociedad y el medio ambiente? ¿Son algo nuevo las tensiones que
experimentamos hoy entre sociedad y medio ambiente? ¿Podemos comprender estas
relaciones sin analizar nuestra propia manera de pensar? Estas y otras preguntas llevan al autor a reflexionar sobre la relación entre cosmovisiones, límites y conflictos
socioambientales.
Los parámetros que no deben ser superados se encuentran en el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, las interferencias en los ciclos globales del nitrógeno y del fósforo, la destrucción de la capa de ozono, la acidificación oceánica, el consumo global de agua dulce, los cambios en el uso de la tierra, la contaminación química y la concentración atmosférica de aerosoles. El artículo expone que los límites de seguridad en los tres primeros parámetros ya se han excedido y asegura que el aumento del impacto humano en el medio que se ha registrado desde la revolución industrial hace peligrar la estabilidad biofísica de la que ha disfrutado la humanidad durante los últimos 10.000 años.
Entrevista a Silvia L. Gil
Feminista, vinculada a proyectos políticos de mujeres y procesos de autoorganización colectivos, Silvia L. Gil ha investigado y escrito sobre los nuevos feminismos y el significado de la tercera ola del movimiento. En la actualidad se encuentra finalizando la tesis doctoral sobre filosofía de la diferencia y teoría feminista contemporánea. También ha vivido muy de cerca el problema de las relaciones entre la enfermedad y las mujeres en el siglo XXI.
En esta entrevista se abordan temas referentes a la salud, en torno a aspectos el carácter androcéntrico de la ciencia, la feminización de algunas enfermedades, la falta de consideración de fenómenos medioambientales, sociales y biológicos en el diagnóstico de las mismas, así como la culpabilización que pesa sobre las mujeres cómo “posibles” responsables de su propia enfermedad. .
Estos factores producen efectos de invisibilidad ante determinadas sintomatologías y hacen necesaria la reconstrucción de la mirada, de nuestros supuestos sobre el mundo, de las verdades a partir de las que hemos armado nuestro saber y conocimiento, de la línea divisoria que asumimos separa lo normal y lo no normal.
Silvia L. Gil propone desaprender parte de lo aprendido y ponerlo en cuestión a partir de la multiplicidad de la realidad; usar el saber científico no como un a priori que determina la realidad sino como un útil que nos ayude a pensar sobre lo que vemos.
Sin regulación no hay solución, y aun así, quién sabe...
Este artículo constituye la introducción del número 112 de la Revista Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, que bajo el título Regulad, regulad, ineptos! se centra en la cuestión de la regulación, abordando este tema en diversos ámbitos: los salarios, las finanzas, la tecnología, el comercio, el cambio climático o las políticas migratorias.
Según el autor, no cabe contraponer regulación a mercado, ya que sin un mínimo armazón jurídico (que garantice, por ejemplo, el derecho de propiedad o el cumplimiento de los contratos) no sería posible, o sería costosísimo o sumamente incierto, realizar transacciones económicas. Por ello, destaca que el debate no debe estar centrado entre regular o desregular, sino sobre qué se regula (qué ámbitos, con qué alcance), cómo (democrática o tecno-oligárquicamente) y para qué (si para favorecer el interés general o para promover sólo el de determinados particulares).
Nos encontramos habitualmente ante modelos diferentes de regulación, con múltiples variantes y combinaciones en la práctica: en un extremo, una regulación pública justificada en el supuesto de promover el interés general. En el otro, un modelo de regulación mercantil que se concentra en la defensa de intereses particulares en el marco estrecho de una racionalidad económica parcial que suele hacer abstracción de la profunda irracionalidad global a la que conduce el funcionamiento del capitalismo.
Además, el autor constata que la actitud frente a las distintas regulaciones varía en función de los intereses que se busque promover o limitar y que nos encontraremos ante modelos diferentes de regulación, con múltiples variantes y combinaciones, refiriéndose a la regulación pública y la autorregulación según fuerzas del mercado, analizando cuál ha sido su evolución sobre todo, a raíz de fenómenos como la globalización y la financiarización.
La okupación como transformación del estado presente de las cosas
El texto realiza un recorrido por los planteamientos teóricos y políticos y los
debates que han nutrido al llamado movimiento de okupación, entendido como práctica de acción colectiva, basada en la desobediencia a la lógica de la especulación inmobiliaria, la planificación del ocio y la política cultural de la Administración, que se concreta en los centros sociales okupados autogestionados, lugares hoy desde los que pensar la ciudad. Sus formas de organización, vinculadas a los contextos ideológicos, sociopolíticos, económicos y culturales en los que a lo largo de los últimos 25 años se han ido desarrollando, se han extendido más allá de edificios concretos y en la actualidad han logrado la creación de una conciencia y una práctica ciudadana basada en la implicación directa con el entorno más cercano: el territorio.
La economía solidaria en Latinoamérica
La economía solidaria puede ser vista como un fenómeno socioeconómico complejo donde se articulan tres dimensiones distintas de análisis: el movimiento social, con un fuerte discurso ideológico, proclive a la construcción de un nuevo modelo de desarrollo; el paradigma científico con una particular vocación por generar teoría pertinente para dar cuenta de los fenómenos económicos alternativos; y el sector específico de nuestras economías donde convergen las distintas experiencias de base solidaria. El artículo se centra en América Latina, donde, según el autor, es posible observar un alto dinamismo en cualquiera de estas dimensiones de análisis, especialmente a partir del surgimiento de distintas redes que operan desde la sociedad civil y de la puesta en práctica de políticas públicas dirigidas al fortalecimiento del sector.
Son tiempos donde la autogestión, la recuperación de empresas, el desarrollo comunitario, las prácticas ecológicas, la soberanía alimentaria, el consumo responsable, el comercio justo o las finanzas éticas encuentran una interesante y necesaria convergencia que ha dado lugar a la creación de redes locales, nacionales, regionales y continentales para fortalecer el movimiento.
Perfiles de una tragedia: la crisis residencial y urbanística española
Los autores, miembros del Grupo de Investigación “Planificación territorial y urbanística” de la Universidad de Valladolid, analizan en este artículo, los diversos aspectos sociales preocupantes, directamente ligados a la crisis inmobiliara. Destacan como los medios tienden a recalcar en particular las ejecuciones hipotecarias y los desahucios o el estado de las nuevas periferias medio vacías. Sin embargo, otros aspectos tienden a quedar ocultos: la crisis residencial consiste básicamente en la conversión de la vivienda en una mercancía desvinculada de las necesidades sociales y la crisis urbanística se manifiesta en la identificación de desarrollo urbano y clasificación de suelo urbanizable. El texto subraya otra crisis gravísima que se está obviando: la conculcación del derecho constitucional a la vivienda.
Republicanismo hispano: asamblearismo vecinal y soberanía nacional. Siglos XVI-XXI
El concejo abierto era una asamblea de los vecinos de un municipio para decidir asuntos que competían a todos. La ventaja de gobernarse por concejos o cabildos abiertos, se argumentaba, consistía en que permitían resolver las disputas faccionales y atender mejor al bien común. Aunque en las grandes ciudades castellanas los concejos abiertos desaparecieron a lo largo del siglo XIV, permanecieron en pequeñas localidades hasta hoy. En algunos casos los notables locales lograron reducirlos en el siglo XVIII afirmando que en ellos dominaba la opinión mayoritaria de los menos instruidos, perjudicando el bien común.
En España se han mantenido a lo largo del tiempo las formas de autogobierno asamblearias. Pequeñas, minoritarias, como una fina lluvia persistente, permeando en la sociedad con su enorme capacidad legitimadora y constituyente, han protagonizado cambios trascendentes en la historia hispana, sólo hay que recordar el papel fundamental de las asociaciones de vecinos en la Transición. El 15M recoge la tradición del asociacionismo vecinal hispano: una parte fundamental de la historia institucional española.
Este republicanismo hispano (a la par antiguo y moderno, como sólo puede serlo la costumbre), enraizado en congregaciones de vecinos silentes para los medios de comunicación, ha funcionado y funciona al margen de partidos políticos, grupos de poder, privilegios monárquicos o divergencias territoriales. Es un republicanismo que muestra las voces y los rostros individuales del pueblo, trabajando en común para cubrir sus necesidades deliberando sobre cuestiones para las que nadie es tan experto y eficaz como las propias vecinas o la ciudadanía.