¿En qué contexto surgen los ideales femeninos y masculinos hegemónicos?
Descripción y desarrollo de la actividad:
Se explica a cada participante que han de pensar por un momento que tienen 40 años y han de imaginarse cómo es su vida con esos 40 años (si están casados o casadas, tienen hijos e hijas, trabajan fuera del hogar o no, cuál es su empleo, dónde y con quién viven, cómo viven, quién realiza los trabajos de cuidados y tareas del hogar, si son felices, cómo se plantean el hecho de educar). Después han de escribirlo todo en un mail, imaginando que se lo cuentan por correo a un buen amigo o amiga de su instituto y que no han visto en estos años. Cuando acaben se leen algunos en voz alta y se intenta responder, desde el plenario, a lo indicado en la Guía de preguntas. Finalmente se intentan extraer las conclusiones más importantes del debate.
Guía de preguntas:
Devolución:
Han cambiado algunas cosas en las últimas décadas, la incorporación de las mujeres al mercado laboral supone una cierta ruptura de la división sexual del trabajo, ya que las mujeres ya no están solo presentes en la esfera privada, ahora compaginan trabajos en la esfera privada y en la esfera pública. Esto no es así para la totalidad de las mujeres, todavía hoy más de un 40% de las mujeres en España no intenta incorporarse al mercado laboral o interrumpe su carrera profesional para mantenerse en el hogar a cargo de todas las responsabilidades familiares de las que se sigue haciendo cargo principalmente.
Los datos nos dicen que los hombres no han transitado de la misma manera ni al mismo ritmo del espacio público al privado, asumiendo de una manera más paritaria y corresponsable los trabajos de cuidados en sus hogares. Gran parte de los varones se siguen dedicando en exclusiva al trabajo profesional y remunerado y no sienten la necesidad de combinar responsabilidades en las dos esferas: la del trabajo doméstico y la del empleo. Así podemos deducir que la división sexual del trabajo solo se ha roto de manera unidireccional por las mujeres con su mayor presencia en el espacio público incorporándose al mercado de trabajo.
Se debe trabajar la diversificación profesional: orientar a mujeres y a varones profesionalmente en función de sus capacidades y de sus deseos y no en función de los mandatos de género.
De-construir los mandatos de género supone cuestionar que la identidad de las mujeres se construya en base al "ser para los otros", fomentar el cuidado de los demás sin que se descuiden a sí mismas o a sí mismos.