De cómo una revolución fue ahogada en el Mediterráneo

La actual crisis de refugiados procedentes de Siria ha abierto los ojos a una
realidad que lleva viviéndose varios años ya, pero que, hasta ahora, había
afectado solo de refilón a los países europeos y, en concreto, a los limítrofes
con ese país. Esta crisis es resultado de la falta de acción internacional incluida
la europea a la hora de frenar los abusos y crímenes del régimen de Bashar al-
Asad. Desde el ascenso de Daesh, en 2013 y 2014, sus atrocidades han copado
las portadas de los periódicos e incluso se ha presentado a Asad como el único
capaz de frenarlo. Es preciso, pues, recordar la evolución del conflicto e insistir
en que la mayor amenaza para la población siria no es Daesh, sino Asad, sus
aliados y los barriles explosivos.