Entrevista a Paul Mason
Entrevista a Paul Mason
«Si realmente se aplicaran las reglas de la competencia, el precio de lo que venden Google, Amazon o Facebook colapsaría. Si los reguladores defendieran a la ciudadanía, Uber y Airbnb prácticamente desaparecerían»
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 144, invierno 2018-2019, pp. 107-122.
Paul Mason es un reconocido periodista y ensayista británico. Ha trabajado para medios como BBC y Channel 4, de cuyo noticiario ha sido el editor de la sección de economía, y es columnista de The Guardian. Entre sus publicaciones cabe destacar los libros Meltdown: The End of the Age of Greed (Verso, 2009), Why It’s Kicking Off Everywhere: The New Global Revolutions (Verso, 2012), convertido también en película documental, y muy especialmente el libro Postcapitalismo: Hacia un nuevo futuro (Paidós, 2016, originalmente publicado en inglés en 2015).
José Bellver (J.B.): El número de nuestra revista para el que te estamos realizando esta entrevista lleva por título «Capitalismo Digital», pretendiendo enfatizar con ello la notoriedad que adquiere el ámbito de lo digital en las dinámicas del propio sistema económico hoy en día. ¿Cómo dirías tú que está cambiando hoy el capitalismo respecto a etapas anteriores? ¿Qué es lo que caracteriza eso que tú llamas «infocapitalismo»?
Paul Mason (P.M.): El capitalismo en el que vivimos tiene dos distorsiones que se conceptualizan como dos cuestiones separadas. La primera es fácil, tiene el valor de 20 billones de dólares de expansión cuantitativa para mantener en funcionamiento a la economía mundial. Esto es algo totalmente inusual en la historia del capitalismo de bancos centrales. Tenemos un problema de sobreendeudamiento, con una deuda que lleva creciendo desde 2008, y esto ha hecho que apalanquemos aún más la economía. La insostenibilidad de una economía basada en la deuda, imprimiendo dinero de manera perpetua desde el banco central, es evidente, pero luego está además la disfunción de lo que yo llamo infocapitalismo. Explorémoslo antes de comprender su relación con el problema financiero del “mundo real”.
El capitalismo de la información creó, en un periodo de quince años, un capitalismo cuya topografía sería irreconocible para el lector de un manual de economía convencional. De entrada, por la existencia de monopolios a gran escala: ello no supone tanto suprimir la innovación, pero sí suprime la elección, la formación de precios... Ya sabes: 0,99 euros por pista de audio en iTunes, independientemente de la demanda o la calidad de la oferta, es solo uno de los ejemplos del tipo de enormes monopolios que conocemos. Estos monopolios se han incrustado tan firmemente en la conciencia popular que ninguno de nosotros puede imaginar el mundo sin ellos. Pero los mono- polios de estas dimensiones no deberían de existir en un capitalismo de libre competencia, con regulación de la competencia... ¿Por qué existe solo un Facebook? ¿Por qué no hay diez “facebooks”? ¿Por qué la Comisión Europea no lo hace cumplir? Ese es un primer asunto.
El siguiente problema es que se supone que deberíamos estar viendo –y la literatura académica así lo señala– cómo la automatización reduce la cantidad de trabajos, y en lugar de eso, estamos creando millones de trabajos que no deberían de existir, lo que Graeber llama trabajos de mierda. Eso también contradice la sabiduría de los manuales de economía: cuando inventas una nueva innovación, lo que se supone que sucede es que reemplazas los trabajos con máquinas, y eso no está sucediendo.
Lo tercero es que estamos viendo el surgimiento de modelos de negocios que buscan rentas a gran escala. Las llamadas “compañías unicornio” que fueron realmente populares hace tres años, en las que se está invirtiendo dinero offshore sin mejores destinos. Estas no son compañías tecnológicas, sino compañías diseñadas para crear oportunidades de búsqueda de rentas por esa renta económica que se deduce del valor creado por el trabajador y el empresa- rio, y se posiciona entre el empresario y el cliente demandando dinero. Airbnb, Uber, TaskRabbit, WeWork, etc., son todas corporaciones que buscan rentas, todas ellas con pérdidas, todas sustentadas por el dinero que acumulado offshore, desde el sistema de impuestos offshore.
Por último, actualmente estamos viendo el mayor aumento de las asimetrías de información y poder en la historia de la humanidad, diría yo. Ni siquiera los gobernantes de Mesopotamia tenían poder y secretos en la escala de Zuckerberg, Serguéi y Larry y Jeff Bezos, y por supuesto Jack Ma y los otros empresarios chinos.1
Nuevamente, el típico libro de texto de economía dice que no debería haber asimetrías de información porque el mercado libre suavizará estas asimetrías. Si enumeras esas cuatro asimetrías, esas cuatro vastas distorsiones, estás viendo un tipo de capitalismo que se supone que no existe en los manuales. Yo diría que este tipo de capitalismo se puede dar porque tenemos una parálisis regulatoria (los reguladores no están haciendo que se cumplan las leyes de la competencia) porque están aburridos, y porque hay compañías que no pueden fallar porque el valor de 20 billones de dólares también contribuye a suprimir la competencia...
Yo soy anticapitalista y, por lo tanto, por mucho que esté entusiasmado por lo que ha logrado el capitalismo, creo que podemos hacerlo mucho mejor que eso, podemos ir más allá. Cuando observo esta forma de capitalismo, en realidad me doy cuenta de que, si se aplicaran las reglas normales, el sistema colapsaría. Me refiero a si todos pagáramos nuestra deuda, permitiéramos que las empresas fracasaran, permitiéramos que las empresas incumplieran pagos y reestructuraran sus deudas (no estamos haciendo eso), etc. Pero al mismo tiempo, se supone que está la competencia. Esta debería suprimir el precio, esto implicaría el colapso del precio de gran parte de lo que Google, Amazon y Facebook venden realmente. Uber y Airbnb podrían ser regulados casi hasta su desaparición si los verdaderos reguladores defendieran a los consumidores y a la ciudadanía. Y la asimetría de la información podría ser fácilmente atacada con nuevas leyes de información como el GDPR,2 pero como sabes, la primera vez que ingresas en tu cuenta de Facebook después de la aprobación del GDPR, renuncias con un clic a esos derechos. Esto no puede seguir así, y si persiste, creará una forma de feudalismo digital en el que se está extrayendo el excedente mediante una interacción en red en la que el banco central crea un suministro de dinero disponible que le pasamos a Facebook, Amazon y Google, y por lo tanto a los financiadores saudíes y japoneses. No me extraña que el Softbank, efectivamente en alianza de capital japonés y saudí, esté ligado a sociedades estancadas: Arabia Saudí no tiene población, no quiere pagar impuestos; Japón tiene una deuda del 250% del PIB y no quiere tener que devolverla ahora. Así que lo que hacen es movilizar capital hacia negocios que destruyen otros negocios, pero no agregan ningún valor al mundo, o sea que son rentistas. La palabra rentismo proviene del ataque burgués de la remanencia de la aristocracia. Esto viene de David Ricardo como un ataque al buscador de rentas. Hemos visto el ascenso del solicitante de renta, y el solicitante de renta está atacando al empresario. No puede persistir, por lo tanto, es una distorsión y lo que he tratado de explicar en este breve período es que las distorsiones gemelas se relacionan entre sí: el exceso de dinero barato alimenta al tecnocapitalismo insostenible.
J.B: Entonces, ¿estás de acuerdo con la visión de Evgeny Morozov de que vivimos en una suerte de “neofeudalismo big-tech”? Porque alguien que se acerque de primeras a tu idea de la tendencia al postcapitalismo puede pensar a priori que esto es un poco utópico. Pero en realidad tú en el libro sí que tienes en cuenta ese poder de las grandes empresas tecnológicas, que están “patinando al borde del caos”, al tiempo que se pro- duce una democratización del acceso a la información... Todo esto está plagado de contradicciones, ¿no?
P.M.: Así es. Pero bueno, vamos por partes. En primer lugar, en lo que a Morozov se refiere. Es interesante, porque yo no sé muy bien qué piensa Morozov ya que en una conferencia en Barcelona hace unos meses dijo que se había alejado de la tesis del feudalismo digital... porque creo que Morozov, cuando está en su versión más pesimista, cree que este infocapitalismo que acabo de describir puede funcionar. Y puede funcionar siempre que Facebook pueda comprar cualquier otra compañía con acciones (ni siquiera comprar con efectivo), siempre que los reguladores no actúen, siempre que no haya resistencia social. Pero, creo que no es así. Más bien se derrumbará, y me complace mucho pedirle prestado a Morozov su proyección del feudalismo digital porque para mí es la versión moderna del socialismo o barbarie de Rosa Luxembourg. Para mí, el postcapitalismo es metafóricamente el equivalente al socialismo. Es el futuro que podemos crear.
Respecto a lo de que me describan como un tecno-utópico, me alegra que me vean así, porque creo que la tecnología hace posible el socialismo utópico. El socialismo utópico consistía en una vida en pequeñas comunidades, con menos tiempo de trabajo, más tiempo para practicar la alta cultura, etc. Siempre se han encontrado con dos problemas. El primero fue la escasez. El principal problema de Fourier en sus plantaciones y en sus falansterios cuando se instalaron es que no tenían suficiente para comer. El siguiente problema con el que se encontraron fue la propia mentalidad de las personas que intentaban constituir estas comunas. Eran personas que habían estado “encadenadas” doce horas al día en las fábricas o en condiciones de dura y auténtica pobreza. La misma que la que se vivía en la Francia del siglo XIX, lo que llevó a Etienne Cabet, otro socialista utópico a movilizar a gente para mudarse a Texas... Todos eran pobres, por lo que sus mentes no podían hacer frente a la libertad. Esto es lo más extraño: sus mentes volvieron al pensamiento jerárquico, por lo que la tesis de la llamada tragedia de los comunes, que yo considero una sandez, en este caso sí que fue trágica porque había escasez y porque sus cerebros no eran libres.
Ahora nos estamos moviendo a posiciones donde hay mucha menos escasez. Hay islas de abundancia. Incluso aquí mismo. Estamos sentados en un hotel con una hermosa orquídea frente a mí. Si cojo esta flor de orquídea y salgo por la puerta, el guardia de seguridad del hotel no me va a perseguir por la calle y arrestarme, porque tenemos una situación de abundancia. No les importa el coste de esto... Y tenemos mentalidades diferentes, tenemos un nuevo tipo de individuos. Sabes, me sorprendió el otro día cuando leí que Bertolt Brecht escribió una tesis sobre la teatralidad: El Pequeño organon para el teatro. Y en él, se pregunta qué representan los diferentes teatros, y se le ocurre una hermosa frase, dice: “Shakespeare representa la fascinación de un nuevo tipo de persona con una nueva libertad”. Creo que estamos rodeados de un nuevo tipo de persona, fascinada y divagando en la nueva libertad. ¿Porque qué es Tinder o Grindr, qué es Snapchat, qué es Instagram, sino la proyección del ser que se enorgullece de ser...
Mira, ayer descubrí que aquí en Madrid existen unos 800 proyectos que claramente entran en la categoría de postcapitalismo, ya sean panaderías anarquistas, jardines comunitarios, bancos de tiempo o laboratorios de hackers, etc. El Prado-Medialab puede ser también un buen ejemplo, o la conferencia que tuvimos en el Reina Sofía: usar el espacio cultural para extraer nuevos futuros también es un buen ejemplo. Existe una economía postcapitalista que existe incipientemente en la mayoría de las grandes ciudades, y las smart cities como Barcelona, como Ámsterdam, como Berlín, han entendido que esta nueva economía tiene una nueva dinámica y lo que se debe hacer es crear el espacio para ello en la jungla para que puede existir.
Así que creo que, a diferencia de Morozov –o al menos al contrario de lo que Morozov solía creer–, hay una alternativa al feudalismo digital, y a ese algo ciertamente quiero llamarlo postcapitalismo, pero no me importa cómo decida llamarlo la gente. Llámese economía cooperativa, economía social, economía solidaria... Lo que sí tengo claro es que el Estado tiene un papel que jugar en su creación. Aquí es donde yo opongo resistencia a los anarquistas. Los anarquistas vienen a decir: “a la mierda el capitalismo, construyamos sobre sus ruinas”. Yo quiero evitar que las ruinas se conviertan en ruinas, y creo que podemos tener una transición relativamente suave, pero necesitará de una lucha social.
J.B: Tú hablas de que estamos viviendo una tercera revolución industrial, aun- que señalas que está en parte truncada; en el Foro económico mundial en Davos hablaban ya de cuarta revolución industrial… En todo caso un elemento que aparece en todos los casos es la amenaza que la automatización puede suponer en términos de pérdida de empleos. Y tú en tu libro, de hecho, hablas de cómo lo que liga a muchos trabajadores al capital es hoy más el consumo y la deuda que el trabajo. ¿Cómo está cambiando la relación capital/trabajo?
P.M.: Tratemos primero lo de la terminología. No me gusta hablar de revoluciones industriales, prefiero hablar de largas ondas de desarrollo, ciclos largos, que son un patrón que desde la izquierda podemos compartir con el liberalismo schumpeteriano como una metodología para entender lo que sucede dentro del capitalismo. Pero en mi libro Postcapitalismo, y también en Meltdown en 2008, insinué lo siguiente: creo que lo que sucedió con el dinero fiduciario después de la década de 1970 retrasó el inicio de la tercera revolución industrial en el sentido de que, si pudieras evitar el colapso del capitalismo, en realidad estarías suprimiendo la innovación. Tanto es así que creo que habrá también una cuarta revolución industrial, pero las dos se unirán. La tercera fue la revolución de la red, pero aún no hemos cosechado todos los beneficios de esa tecnología de red. Quienes sí lo hecho han sido Facebook y Google. La cuarta revolución industrial será la revolución de la inteligencia artificial y el uso asociado del big data en la genómica, en la producción de alimentos, etc. Dicho de otro modo, será la concreción de la innovación digital en todo lo que es real: desde los alimentos hasta el transporte, el gobierno de las ciudades, el sistema urbano... Mi argumento fundamental es que la tecnología de la información no crea valor, destruye el valor comercial. Bien, pero al mismo tiempo crea utilidad, es la primera tecnología que puede hacer eso. En otras palabras, puede aumentar la productividad, mientras que no aumenta el coste de producción. Y no reemplaza los bienes de bajo coste con los de alto coste.
En paralelo a todo esto está el surgimiento del neoliberalismo financiarizado. Yo de hecho creo que el neoliberalismo siempre iba a estar financiarizado, pero no por diseño; no es que estuviera ahí Margaret Thatcher sentada diciendo: “Primero destruyo los sindicatos, luego creo la globalización, luego se vuelve altamente financiarizada...” Lo que hicieron es que suprimieron tanto el poder de negociación salarial que en los años noventa la única forma de mantener el crecimiento era pasar por la vía del crédito. Al mismo tiempo, los partidarios de la tesis de la financiarización como Costas Lapavitsas –quien tiene razón– señalarían que el momento clave fue cuando las corporaciones recurrieron directamente a los mercados financieros para financiar el crecimiento, dejando a los bancos, que tradicionalmente lo habían hecho, extrañando a su cliente clave. Fue entonces cuando los bancos se volvieron hacia el consumidor y financiarizaron la vida del consumidor. Recordemos que, en la década de 1990, uno podía encontrar todas las mañanas debajo de su puerta cinco cartas ofreciéndole una nueva tarjeta de crédito... ¡eso sí que era financiarización en acción! Ahora, todas nuestras vidas están financiarizadas y los flujos de excedentes corren desde cada trabajador o trabajadora en su lugar de trabajo, donde se lleva a cabo el clásico proceso marxista de creación de valor a través de la explotación, en mayor medida aún con el sistema crediticio. Si pensamos que la ganancia operativa promedio de una empresa británica sería del 10% al 12%, esto hay que compararlo con el tipo de interés promedio de una tarjeta de crédito, que es del 18%. El tipo de interés promedio de mi hipoteca a lo largo de la vida es enorme, luego está la membresía del gimnasio, el seguro, etc.
Casi podemos visualizar a una pequeña persona ahí sentada con un flujo de ganancias proveniente de ella, casi como un ectoplasma. Aunque la gran corriente de ectoplasma proviene del sistema financiero, no de la persona empleada. Además, en la medida en que están valorizando el capital que pertenece a Facebook, Google, Amazon, etc., lo están haciendo desde su teléfono móvil. Por lo tanto, la última y menos perversa de las situaciones es aquella en la que las personas pueden pagar un crédito y pueden tener un contrato de teléfono móvil. Lo que hacemos es emplearlas en trabajos que no necesitan existir. Una vez más: nadie diseñó esto. La contribución que un marxista creativo como yo puede hacer a la economía dominante es seguir insistiéndole a la gente que las leyes de la economía funcionan a sus espaldas, independientemente de sus intenciones.
Aunque, por supuesto, es el credo neoliberal el que nos trata de convencer de que todos somos agentes racionales, que perseguimos de manera racional nuestros propios beneficios. Creo que fue Walras, el fundador de la economía neoclásica, quien dijo que decir que hay leyes de la economía que operan más allá de la fuerza de voluntad de los humanos es reducir a los humanos a las etapas más animales. Por lo tanto, tenía una creencia casi religiosa en la agencia racional, y está incorporado a la economía neoclásica que no puede haber leyes que no podamos ver. Pero ¿cuál es la respuesta, por qué estamos produciendo tantos trabajos de mierda? ¿Por qué estamos creando enormes asimetrías de poder e información cuando no tenemos la intención de hacerlo? Tiene que haber leyes aquí, y el objetivo de la economía política es describirlas y permitir creativamente que la política y las regulaciones las aborden.
J.B: En relación, precisamente, con la economía política, o la crítica a la economía política, en tu libro haces referencia a la importancia de los escritos de Marx, en sus Grundrisse, acerca de la generación de conocimiento social, aquello que denominaba general intellect, al tener el capitalismo que desarrollar las capacidades intelectuales del trabajador y cómo eso anticipaba de alguna manera el infocapitalismo que vivimos hoy. Sin embargo, cabría preguntarse hasta qué punto ese acceso a una cuantía mayor de información está hoy sirviendo para una liberación de las clases trabajadoras o si no está en cambio dando lugar a una mayor alienación...
P.M.: A lo que ha dado lugar es a lo que yo llamaría el control algorítmico. Ahora todos tenemos un dispositivo en nuestros bolsillos que permite a las corporaciones capitalistas saber más sobre nosotros de lo que podemos saber nosotros mismos. Les permite anticipar nuestro comportamiento y, por lo tanto, necesariamente, nos controlan. Ese es el resultado distópico de la adopción masiva de estructuras de poder unilaterales.
En cuanto a Marx y los Grundrisse. Gramsci dijo que la revolución rusa de 1917 fue una revolución contra el capital, contra Das Kapital. En ese sentido, los Grundrisse son una revolución contra Das Kapital, porque contiene una historia de liberación humana en la que es la tecnología la que destruye el capitalismo, es tan simple como eso. La tecnología, dice Marx, una vez que el conocimiento necesario para ejecutar la mayoría de las máquinas es compartido, no puede existir con la propiedad privada. En otras palabras, hay una metodología tecno-marxista muy clara (no tecno-utópica) en los Grundrisse, y es por eso por lo que un montón de marxistas izquierdistas modernos pasan toda su vida atacando los Grundrisse, las llamadas “nuevas lecturas de Marx”. Se gastan cátedras enteras, doctorados sobre por qué El Capital tiene razón y los Grundrisse están equivocados. Yo estoy en el otro bando.
Es una narrativa muy clara. Cuando creamos conocimiento social, cuando creamos el intelecto general (general intellect), la propiedad privada no puede contenerlo. Esto es lo que quiero decir con la idea de democracia digital: cuando descubrimos un defecto en un programa de ordenador y lo rectificamos, todo el mundo se beneficia de ello a la mañana siguiente. Cuando la compañía aeroespacial Pratt & Whitney registran en tiempo real el funcionamiento de cada turborreactor, el funcionamiento de cada jet que fabrican en el mundo y, por lo tanto, puede anticipar que nuestro modelo 1056 sufrirá un fallo técnico, eso implica que todos esos motores pueden repararse para evitar ese fallo, y eso supone una gran mejoría en la utilidad, que podemos aprovechar para ayudar a liberar a la humanidad de la miseria, la pobreza y todo lo demás. El punto es que tenemos que entenderlo como un potencial y tomar control de ello. Por el momento solo estamos cosechando los beneficios accidentalmente.
Es como si estuviéramos en Ámsterdam en 1618 y dijéramos “¡hey, chicos! tenemos una bolsa de valores, tenemos un mercado de divisas, tenemos un banco central, tenemos un periódico, tenemos una república y tenemos una empresa enorme... ¿Qué es esto? ¿Es solo feudalismo solo que mejorado?”. Pues claro que no. Podemos ver en los rostros de las pinturas de Rembrandt que se dan cuenta de esto. Es como si dijeran: “¡Ostrás, este es un sistema completamente nuevo! Hay posibilidades completamente nuevas. Trabajemos en ciencia, como dice Spinoza, hagamos algunos microscopios y descubramos ... ¡el mundo!” Y estamos sentados allí frente a esta cosa nueva y sorprendente, y la estamos tratando como una excrecencia de lo antiguo. La tesis del postcapitalismo está ahí para permitirnos replantear lo que tenemos como algo nuevo.
J.B: Pero hay algo que mencionaste en la conferencia que diste en el Museo Reina Sofía –aunque pasaras muy rápido sobre ello– que podría cuestionar toda esta visión del progreso tecnológico, que es la cuestión de los límites ecológicos. De hecho es algo sobre lo que ya tenía planteado preguntarte porque para mi sorpresa vi hace poco que has escrito una novela titulada Rare Earths, un tipo de minerales esenciales para el desarrollo de las TIC, al igual que otros tantos que se clasifican en la UE como “minerales críticos” y, sin embargo, no sé hasta qué punto contemplas las limitaciones que puede suponer para las dinámicas basadas en estos avances tecnológicos cualquier tipo de shock de oferta en este campo por cuestiones geopolíticas (ej. un corte de suministro de las tierras raras chinas) o por problemas de agotamiento ante demandas exponenciales (con este u otros minerales).
P.M.: Lo contemplo, sí. Los choques geopolíticos de suministro van a suceder, no podremos detenerlos. Solo podemos decir que en el período actual donde, debido a que el neoliberalismo fracasó, la narrativa del neoliberalismo está fallando en apuntalar una democracia conservadora. Existe el peligro de que la globalización salga disparada. Eso es un peligro real y la izquierda debe estar del lado de un mayor control del orden multilateral, no creo que debamos apoyar la ruptura nacionalista de la globalización...
En el libro hablé de tres ceros: “cero trabajo”, “cero precio” y “cero carbono”. Ese es el objetivo final. Si se dieran, estaríamos claramente en una economía postcapitalista. Probablemente estaríamos en lo que Marx llamó el comienzo de la historia humana. Pero debería haber agregado un cero que fuera “cero extracción”, porque me di cuenta, en los años entre la escritura del libro y ahora, del verdadero potencial de la economía circular. Ellen MacArthur, con quien me reuní y discutí, en muchos sentidos es solo una especie de capitalista liberal de izquierdas, pero comprendió profundamente que la economía circular es una posibilidad real.
Mira, fui con un amigo –un colega que es un consultor ambiental– a los acantilados de las Gales con un biólogo marino y un diseñador. El biólogo marino, tirando de las algas que no se despegaban de la roca le dice al diseñador: “diseña esto”. El diseñador dice “vale, no podemos, pero podríamos tratar de diseñar una característica fundamental de esas algas, que es la permanencia, porque se autoreproducen”. Así que he observado a un biólogo marino, un consultor ambiental y un diseñador de muebles trabajando juntos. ¿Cuál fue el resultado? Pues muebles que están diseñados para poder reciclarse o durar para siempre, buscando así una auténtica circularidad.
Así que volviendo sobre lo de las tierras raras. Yo he estado cerca –tampoco puedes acercarte mucho– de la mina en Baotou, China, de la que proviene la mayor parte de ese mineral. Es una cicatriz horrible en la superficie de la Tierra que se puede ver desde el espacio. Pero en realidad, sospecho que podemos tener suficientes minerales de tierras raras ya para hacer funcionar lo que necesitamos. Lo que entonces deberíamos hacer es algo como lo que se ha hecho de una manera muy deficiente en un lugar como Filipinas. Allí, los chicos de los barrios marginales se dedican a rescatar cobre de las computadoras desechadas. Esto pronto sucederá también con las tierras raras.
Creo que el desafío consiste en diseñar nuevas tecnologías que no necesiten mucha más extracción. Tenemos que salvar la biosfera de la Tierra. El problema es que las personas progresistas entienden esto y, sin embargo, me reúno una y otra vez con personas que pueden imaginar una transición hacia una economía con bajo consumo de carbono y baja extracción, pero no pueden imaginar cómo será esa economía. Eso es lo que pretende la tesis del poscapitalismo. Es decir, una lógica del compartir, un nivel alto del peer to peer, un elevado uso de bienes comunes... El otro día veíamos los cerca de 800 proyectos que hacen de Madrid un centro interesante para los inicios de una economía poscapitalista. Pero también señalaría que, por ejemplo, en este hotel en el que estamos sentados, su personal interactúa con Wikipedia (que es un producto gratuito), su personal interactúa con los estándares globales cuando están instalando una computadora o el sistema wifi. El wifi es un estándar global y aunque el router para el wifi cuesta dinero, el wifi estándar, que es solo un conjunto de números, es gratuito.
Para mí, los estándares globales son un verdadero gran emblema de lo que Marx llamó conocimiento social. Así que estamos rodeados de ejemplos de postcapitalismo. Todo lo que tenemos que hacer es convencer a los reguladores y los políticos de que una transición es posible. Y luego puedo decirle a quienes trabajan en este hotel: “¿Por qué no funcionáis como una cooperativa?”. Lo mismo con la seguridad: he observado que aquí todas las personas que tienen una función de poca cualificación llevan una chaqueta que pertenece a una empresa de seguridad. Tal vez sea una buena empresa con excelentes prácticas de empleo, pero muchas de estas empresas son lo opuesto. Permitamos que cualquier fuerza de trabajo que quiera dirigir sus negocios como una cooperativa, todo lo que necesitamos es una legislación de un párrafo. Esto es de lo que quiero convencer a los partidos de izquierda de que comiencen a adoptar: la cuestión de las formas alternativas de propiedad. En el Partido Laborista británico, hemos publicado un libro verde sobre esto. Realmente espero poder persuadir a mis colegas laboristas para llevar esto a cabo si alguna vez llegamos al poder. Las nuevas formas de propiedad son realmente muy importantes.
J.B: Y con respecto a los otros “ceros” que mencionabas, especialmente el de “cero trabajo”... en tu libro, hablas sobre uno de los problemas que surge junto con el cambio climático, que es el del envejecimiento de la población. Esto supone que más personas requerirán cuidados. Un tipo de trabajos que, remunerados o no, han realizado tradicionalmente las mujeres debido a la dimensión patriarcal de nuestras sociedades. En una sociedad de post-capitalismo emancipadora habrá que aumentar y repartir estos trabajos. Esto anticipa una situación de más trabajo, no menos, al margen de si es a cambio de una remuneración o no...
P.M.: Bueno, ahí está la cuestión… En realidad, lo de “cero trabajo” es solo un diseño metafórico, siempre habrá algo de trabajo remunerado, habrá un sector asalariado de mano de obra y mercado, pero se verá abrumado por un sector voluntario de igual a igual y un sector estatal. En el otro extremo de la transición hay serios problemas. Digamos que las transiciones duran cien años; puede haber serios problemas para manejar esa transición. Aprendí una cosa al releer al economista soviético Yevgueni Preobrazhenski, a quien dispararon en 1938, y que tuvo una relación extraña con Stalin, al que acabó rindiéndose. Pero en el momento en que se resistía a Stalin y al estalinismo, sus escritos insistían en que cuando estás en una transición más allá del mercado, la transición en sí misma tiene leyes que operan a tus espaldas, por lo tanto, no puedes controlarlo todo. Lo que debemos hacer es, de manera prudencial, avanzar hacia la meta y, a medida que lo hagas, llegará la gran crisis… Y mira, yo no dudo en hablar de un período de cien años, porque no estaré aquí, solo quiero que la gente sepa que, en algún momento, el mercado será demasiado pequeño como para sostener al Estado. Y en ese punto, la transición tendrá que ser realmente rápida, hará falta grandes dosis de voluntarismo, la interacción entre iguales, trabajo no remunerado…
J.B: Entonces sí que seguiría habiendo trabajos…
P.M.: Bueno la verdad es que no lo sé, porque no sé cómo serán los seres humanos, pero tal vez algunos seres humanos realmente valoren pasar ocho horas al día con una persona con Alzheimer, o tal vez logremos una cura para el Alzheimer... Quizás incluso se cure la fragilidad en todas las edades de modo que una persona mayor, hasta su muerte, pudiera estar tan en forma y activa como tú, tal vez... Pero seguirán necesitando compañía, y seguirán necesitando lugares para ir a comer, pero tal vez se sienten en una cafetería y trabajen en sus portátiles, como hace hoy la gente joven.
Supongamos, en cualquier caso, que necesiten cuidados, entonces tendríamos que tomar una decisión social, una serie de decisiones individuales. ¿Queremos, como en Japón, crear formas automatizadas de cuidados para las personas mayores? Ya sabes, en Japón ahora tienen robots para eso, y a mí no me gustan los robots, creo que los robots son como una macro aplicada a un ser humano; pero en todo caso es una opción. O en cambio podríamos decir que todo el mundo tiene que hacer un día de trabajo de cuidados a la semana. Así que, en lugar de las obligaciones del mercado que tienes ahora –te levantas, fumas un cigarrillo, tomas un café y trabajas durante ocho horas solo para poder vivir al final del día– tal vez tengamos obligaciones sociales y derechos, más que sistemas económicos que nos fuerzan a hacer las cosas. Sería algo que las sociedades tendrían que decidir.
J.B: Tú vienes de una tradición marxista y hay mucha gente de esa tradición que ahora está hablando sobre las posibilidades que la tecnología le brinda al cálculo económico, a la planificación económica... ¿Qué opinas acerca de aquello que algunos autores llaman “cibercomunismo”?
P.M.: La verdad es que me disgusta y de hecho creo que es una chorrada. En el libro los ataco, ya que tomo sus ideas en serio, pero no se les está tomando en serio. Porque, por supuesto, fue Hayek quien admitió que, si hubiera un ordenador lo suficientemente bueno, el plan (estatal) podría funcionar. El problema es que Hayek y Oskar Lange, con quienes estaba debatiendo, vivían ambos en sociedades jerárquicas en las que la gente vivía en la misma ciudad, trabajaba en el mismo lugar de trabajo, había una economía de consumo muy limitada. Planear una economía en términos de sistemas de transporte, sistemas de ingeniería y sistemas de vivienda es realmente fácil. Pero planear una economía donde hay 300 tipos de calzado deportivo no es tan fácil. Y los “ciber-comunistas” hablan de una economía planificada para la Unión Europea... Ellos, al igual que yo, querrían que el dinero empezara a reflejar la teoría del valor-trabajo, por lo que querrían sellar o volver a sellar dinero con fichas de trabajo, al igual que Robert Owen, el socialista utópico en el siglo XIX que emitió dinero con una equivalencia en horas de trabajo. Eso es posible; pero lo que no es posible es, como ellos mismos admiten, aquello que decía Trotsky de planificar hasta el último botón de tu chaleco. Tienes que poder planificar la demanda, anticipar cuántos botones vamos a necesitar, etc. Tal vez se podría, pero vivimos en un mundo de propiedad intelectual de alta diversidad y, por lo tanto, la mejor manera de lograr una sociedad sin trabajo y sin clases es crear un proceso granular desde abajo, pero esto es algo necesariamente caótico y debería ser más una cuestión de gestión que de planificación política.
Porque la lección al respecto del siglo XX es que la planificación es difícil de hacer incluso cuando tienes una policía secreta y un gulag… Lo que yo defiendo es que pueda haber alguna forma de planificación que comience desde el modelado y el control democrático. Y podemos decidir hacer un modelo de Madrid sin coches privados, viendo a ver cuál sería su impacto social durante veinte años, después modelar qué sucedería con un 1% del número de coches que existe ahora, y así sucesivamente con una super-computadora, y a partir de ahí tomar una decisión democrática. Le podrás dices a la gente: “mira va a ser caótico, pero es probable que podamos deshacernos de la mayoría de los coches privados en Madrid en los próximos diez años. ¿Quieres hacerlo o no? Eso sí, si no lo hacemos, tus hijos crecerán como un 10% más estúpidos porque los plomos y la gasolina matarán sus células cerebrales, pero está bien, depende de ti...”.
En mi opinión, es importante darse cuenta de que la transición, aunque lleve más de cien años, es un proceso objetivo, no un triunfo nietzcheano cuasi-heroico de la voluntad. Este fue también el error que cometió la planificación soviética. Querían lograr cinco años en cuatro.
J.B: En todo caso para poder elaborar esos modelos informáticos necesitaríamos aquello de la “socialización de los datos”, ¿no?
P.M.: Claro, y ahí es donde tiene que darse la batalla contra Amazon, Google y Apple; ellos tienen los datos y nosotros tenemos que sacárselos. Pero al igual que en Barcelona, se puede empezar diciendo que vamos a convertirnos en una smart city y que los datos producidos por esa smart city serán un bien público. Eso es lo que Francesca Bria y Ada Colau han hecho. Así que yo digo que hagamos esto a gran escala.
En realidad creo que, en la sociedades democráticas, vamos a terminar teniendo que enfrentarnos a un problema de derechos democráticos que es el de la identidad digital. Una identidad digital única en lugar de un carné de identidad va a ser algo realmente importante, y quién la controla, quién revoca el acceso a ella será un asunto fundamental. La Inteligencia Artificial (IA), que se avecina, planteará la cuestión de forma muy precisa: quién controla los datos y quién puede acceder a qué. Tal como yo lo veo, una opción sería algún tipo de sistema de permiso revocable por el cual mis datos se encuentran en una propiedad pública, no necesariamente del Estado, sino gestionado por una ONG pública que posea los datos básicos la gente y nos permita en tiempo real retirar o dar permiso para que corporaciones o el Estado accedan a ella. Creo que a los super-anarquistas no les gustaría tener una identificación digital, pero no puedes ser anónimo en la sociedad civil, como sí puedes serlo en Reddit y Twitter. Y esto debería ser más exigible. Yo prefiero que pueda rastrearse una cuenta de Twitter hasta una sola persona, y luego, si quieres discutir de forma anónima, que lo puedas hacer; pero lo que estamos viendo ahora son enormes abusos por parte de personas anónimas. A medida que la sociedad civil se mueve en la red, cualquiera puede acusarte de un delito y esto puede tomarse en serio por parte de millones de personas. En el sistema feudal, incluso los reyes tenían leyes que impedían las falsas acusaciones contra las personas. En cambio, ahora tenemos a nuestro alrededor un sistema de falsas acusaciones y en el que se desea destruir la salud mental de las personas, suprimir los movimientos de liberación de las mujeres... Así que creo que el anonimato tiene un recorrido muy limitado. Para que nos entendamos: en el sistema de salud no quiero ser anónimo. Si de repente dice: “mierda, a este tío le está pasando algo malo”, quiero que lo siguiente sea “Ah vale, el paciente es éste, con este expediente, pues vamos a salvarlo”.
J.B: Si me permites, me gustaría hacerte un par de preguntas más, estas más relacionadas con los debates actuales. La primera tiene que ver con la renta básica. Porque creo que puede ser interesante aquello de desligar trabajo y los ingresos; puede incrementar las posibilidades de elección de vida a las personas, empezando por el tipo de trabajos por los que se opta o promover un mejor equilibrio entre trabajo y vida. Sin embargo, existen algunos problemas con esta propuesta, como los planteados por ejemplo por el economista Anthony Atkinson en relación con el altísimo aumento de los impuestos que esto puede implicar para financiarlo. Por otro lado, desde el punto de vista de las necesidades humanas, Ian Gough critica el hecho de que está muy centrada en el dinero, mientras que en su lugar podría pensarse en una provisión de bienes públicos colectivos. ¿Qué opinas al respecto?
P.M.: Recordemos que la renta básica sí que te ayuda a sortear toda esa enorme burocracia que afecta a las vidas de las personas más pobres. Incluso para obtener beneficios de asistencia social, tienes que pasar por cantidad de requisitos y entrevistas... Podríamos simplemente erradicar eso, así que también hay un aspecto de eficiencia. Podríamos tomar todos los beneficios de esas prestaciones y otorgarlos incondicionalmente a todo el mundo sin condiciones, ahorraríamos una gran cantidad de costes de administración. Sin embargo, en una sociedad de alto bienestar, sí es cierto que se logran mejores resultados a través de la provisión de servicios básicos universales, y creo que eso es lo que han mostrado los ensayos de renta básica. En EEUU, donde no hay un estado de bienestar, podría ser más fácil darles a todos 6.000 dólares, pero en los países escandinavos podría ser más fácil tratar de calcular la rapidez con la que podríamos reducir los costes de impuestos y servicios públicos a cero. Serían cuatro ámbitos esenciales: atención médica gratuita (incluida la salud mental, odontología, fisioterapia); educación gratuita (universidad y, por supuesto, todo el periodo de escolarización); transporte gratuito y vivienda, con un alquiler asequible y garantizada. Eso es la socialdemocracia moderna, pero también es el postcapitalismo, porque entonces podrías sobrevivir… ¡Qué narices, yo sobreviviría felizmente: dedicaría el resto de mi vida a escribir novelas!
J.B: Pero está también la cuestión de que la participación en actividades productivas y reproductivas es también algo importante para las personas, ¿no?
P.M.: Sí, pero no necesariamente es importante que lo hagan dependiendo por completo de un salario. Si te fijas por ejemplo en el mundo del teatro, está lleno de gente mal pagada. Lo que es importante para ellos es tener suficiente para sobrevivir, para que puedan acceder a este increíble mundo del teatro que les da la vida. Conozco a muchas personas que trabajan en el teatro porque de hecho he trabajado en un teatro. Lo que esa gente hace cuando no está actuando es ir a tomar un café en el teatro o ir a otro teatro, o ir a una galería de arte. Viven con muy poco dinero, y sí, siempre se quejan, como todos nos quejamos; pero yo diría que esa creencia de que necesitamos un trabajo asalariado para mantener nuestra autoimagen es históricamente contingente.
De hecho, en su nivel bajo, cuando ves el personal de limpieza contratado por la vía de un mensaje de texto, o que echan con un sms, a quienes pueden avisar con sólo una hora de anticipación, que nunca ven a un gerente (este sólo tiene que apuntar en una casilla si el servicio ha sido realizado o no, lo cual sabe por un mensaje que recibe)... esto no parece el tipo de trabajo en el que te puedas sentir identificado. Cuando yo trabajaba en la BBC, cuando cogía el teléfono decía “Paul Mason, BBC”. Pues bien, estos limpiadores no creo que cuando cojan el teléfono digan “Juanita, de Hecta- Cleaners”… No tienen sentimiento de identificación alguno con su trabajo, su trabajo es solo un tipo de tortura; su vida, al margen de esto, es con lo que se identifican.
J.B: Para terminar, me gustaría preguntarte sobre algo que está más vinculado con las últimas noticias sobre el Brexit. Te escuché decir que una parte del argumentario a favor era en términos de lucha contra las élites, pero el último acuerdo firmado ahora lo apoyan muchos foros de esa propia élite. Al mismo tiempo, me gustaría saber tu opinión sobre esta situación de gran retroceso o involución marcado por el aumento de las posiciones proteccionistas y nacionalistas en la actualidad.
P.M.: Bueno, el auge del neoliberalismo nacional es una respuesta lógica al fracaso del neoliberalismo globalista. Las elites quieren seguir desregulando los mercados y el sistema financiero, por lo que dicen que “si no puede sobrevivir como un sistema global, protejámoslo al menos en Gran Bretaña”. Ese fue el impulso. Y la élite conservadora de la derecha británica creyeron que al separarse de la Unión Europea podrán establecer acuerdos comerciales de inmediato y convertirse en una especie de Singapur de Europa. Sin embargo, esto fue una ilusión. Además, era imposible saber esto de antemano porque nadie lo había intentado antes.
Europa es un superpoder regulador. Si estás cerca, debes reflejar sus reglas, por lo que, en este sentido, la versión de derechas del Brexit siempre fue una ilusión. Sin embargo, fue una revuelta de los trabajadores contra la élite, está absolutamente claro. Al margen de lo que dijeran los conservadores, lo que dice la gente es algo así como “hemos sido ignorados durante años, tenemos una capa de gobierno sobre otra gobernándonos, una de las cuales es una UE que nunca vemos, apenas sabemos quién nos representa, pues eliminemos una capa de gobierno”. Era casi una cosa anárquica. Sí, ciertamente estaba revestido de xenofobia y racismo en algunas de estas comunidades, pero ¿quién tiene la culpa de eso?
Como la elite liberal nunca fue a esos lugares para decir que lo de Europa era algo bueno, otros fueron a esas comunidades para decir que Europa era algo malo. El neoliberalismo siempre avivó el nacionalismo y la xenofobia, diciendo cosas como: “vivimos en una economía global, es genial, somos cosmopolitas, pero aún somos el país más grande del mundo y nuestra herencia imperial es gloriosa”. Es lo que dijo la derecha británica, y ahora estamos pagando el precio de esta disonancia cognitiva, de esta mentira.
Por lo tanto, el Brexit ha demostrado lo difícil que es salir de Europa, y la lección para la izquierda española es que tiene que tratar de hacer lo que pueda dentro de Europa. La eurozona es diferente. Si pudiera destruir la zona euro con una varita mágica, lo haría, porque es una máquina para enriquecer al capital alemán y empobrecer a la periferia de Europa.
En términos prácticos, ¿qué se puede hacer? La derecha podría ganar, numéricamente, las elecciones europeas de 2019. En la práctica, para detenerlos, el centro- izquierda, la izquierda y los verdes deben unirse. Debería haber sólo un candidato y en el Parlamento deberían actuar como un bloque e intentar tomar la Comisión y decir: “Los progresistas de Europa hemos ganado”. No harán eso, pero yo les sigo aconsejando que lo hagan. En todo caso este puede ser el momento de la verdad para Europa, porque puede convertirse en un proceso de desintegración.
Para nosotros, la izquierda, nuestro llamado urgente en este momento debería ser el de reformar el Tratado de Lisboa, reescribirlo. Y aunque sea duro decir esto, si Europa del Este no quiere, habrá que reescribirlo como una reducción de las cuatro libertades. Esto es más barreras para el movimiento del trabajo, más condiciones para el movimiento de capital... y vale, tenemos libre comercio, pero no vamos a aceptar los TRIPS (siglas en inglés del Acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual de la OMC) relacionados con el Comercio, no vamos a aceptar algunas reglas de la OMC. Realmente tenemos que reconfigurar Europa para defender al pueblo de Europa. ¿Por qué? Porque quiero que Europa se convierta en un lugar donde la gente acepte a los refugiados en lugar de dispararles al tiempo que se genere una buena economía vibrante que a todo el mundo le guste. Así que la reforma de Lisboa es crítica.
¿Quién lo va a bloquear? Por supuesto, la élite alemana; por supuesto, la elite austriaca y holandesa, los países del Este... Y aquí es donde mi opinión es polémica. Europa del Este tiene élites y personas que no están interesadas en la justicia social pues que sigan adelante como un Estado colchón de Vladimir Putin mientras que Europa Occidental (España, Portugal, etc.), que tiene democracias sólidas, culturas democráticas fuertes y fuertes impulsos en favor del bienestar (tenían estados de bienestar) continúen con la construcción de una nueva Europa. Si tenemos que tener una Europa de dos velocidades, tengámosla. No podemos hacer todo. Necesitamos salvar la democracia como prioridad número uno. Ese es mi punto de vista, y nosotros, en Gran Bretaña, hemos estado lidiando con esto durante dos años. Mi consejo para todos es evitar un escenario tipo Brexit, porque distrae de todos los demás problemas.
Le pregunto a mi amigo que es analista de la City: “¿qué piensas de Gran Bretaña?”. Él dice: “No pienso en Gran Bretaña. Pienso en Japón, donde se ha triplicado la producción de robots inteligentes en el momento en que ha estado discutiendo Brexit”. Es lógico…
J.B.: Bueno, no quiero robarte más tiempo. Muchas gracias por tus respuestas.
P.M.: Ha sido un placer.
José Bellver es miembro de FUHEM Ecosocial y del equipo de redacción de Papeles.
1 Nota del traductor (NdT): Mark Zuckerberg es confundador de Facebook y su actual director ejecutivo. Serguéi Brin y Larry Page, fundadores de Google y actualmente presidente y director ejecutivo, respectivamente, de Alphabet Inc., la multinacional tecnológica estadounidense cuya principal subsidiaria es Google. Jeff Bezos es fundador y director ejecutivo de Amazon, y Jack Ma fundador y presidente ejecutivo de Alibaba Group, la mayor empresa china de comercio electrónico.
2 NdT: GDPR son las siglas en inglés del Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea.
Acceso al texto completo Entrevista a Paul Mason. (PDF)
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Entrevista a Alfredo Embid, por Salvador López Arnal, 2009.
Entrevista a Miquel Porta Serra, por Salvador López Arnal, 2009.
Entrevista a Rafael Feito, por Salvador López Arnal, 2009.
Entrevista a Ignacio Perrotini Hernández, por Salvador López Arnal, 2009.
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Entrevista a Ramón Fernández Durán, por Nuria del Viso, 2008.
Entrevista a Antonio Elizalde, por Nuria del Viso, 2008.
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Entrevista a Saskia Sassen, por Nieves Zúñiga, 2007.
Día de los Derechos Humanos
Recopilación de artículos sobre los Derechos Humanos en la revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 143, otoño 2018.
El complejo origen de la doctrina de los derechos humanos, pp. 15-22.
Fernando Oliván
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 142, verano 2018.
Una breve nota a propósito de los 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pp.5-10.
Santiago Álvarez Cantalapiedra.
Conmemoramos este año el 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948 en París. Dicha Declaración fue presentada como un ideal común para todos los pueblos y naciones. Nadie discute su importancia en la defensa de la dignidad humana y su utilidad para distinguir la civilización de la barbarie. Sin embargo, hay al menos dos aspectos que merecen ser comentados. El primero tiene que ver con el respeto y cumplimiento efectivo de los derechos proclamados; el segundo, con los sesgos y las limitaciones que imprimió el momento histórico en que fueron formulados, lo que exige lecturas y traducciones más pluralistas setenta años después.
ESPECIAL: DERECHOS HUMANOS: 70 AÑOS DE DECLARACIÓN
La multiplicación de derechos y la visión generacional, pp. 33-41.
María Eugenia Rodríguez Palop
El presente artículo parte de una perspectiva histórica de los derechos humanos, entendiendo a partir de ella la posible aparición de nuevos derechos como respuesta al surgimiento de nuevas necesidades. Esta visión generacional de los derechos ha sido objeto de fuerte oposición con el fin de limitar el proceso de ampliación y diversificación de los derechos a partir del argumento de la selección necesaria de las exigencias posibles. Esta argumentación se discute aquí en defensa de la idea de que en un marco democrático, las nuevas demandas deberían ser discutidas, a fin de determinar si tras ellas se esconden auténticas necesidades humanas o sólo meras reivindicaciones arbitrarias. Una discusión que, lejos de facilitar la banalización de los derechos ya consolidados, ayudaría a su mejor comprensión y favorecería la progresiva articulación del marco moral y político más adecuado para garantizarlos.
Luces y sombras del régimen internacional de los Derechos Humanos: setenta años de luchas por expandir sus significados, pp. 43-53.
Itziar Ruiz-Giménez Arrieta
Este artículo plantea seis grandes desafíos que afronta la doctrina de los Derechos Humanos (DDHH) para ser realmente un instrumento de justicia y no, como ha sido durante mucho tiempo, un “instrumento de civilización” promovido por las elites capitalistas, occidentales, (neo)liberales. Los cuatro primeros surgen de una genealógica crítica que busca decolonizar el relato hegemónico sobre su origen occidental y visibilice la lucha de las mujeres, los y las trabajadoras, las sociedades no occidentales, no blancas no cristianas, las personas LGBTI +, con diversidad funcional, mayores y menores para que se les incluya como parte de la humanidad con derecho a tener derechos, así como para ampliar el catálogo o generaciones de DDHH y extender a quienes están obligados a cumplirlos (actores estatales empresas, particulares, grupos armados, etc.). Los otros dos, se refieren a las controversias sobre la eficacia de los tribunales penales o las intervenciones humanitarias o al impacto de la securitización, así como la doctrina del mal menor sobre los DDHH.
Justicia penal internacional: del pasado al futuro, pp. 55-60.
Daniele Archibugi y Alice Pease
La Corte Penal Internacional (CPI), que en julio de 2018 celebra su vigésimo aniversario, culmina la aspiración de la comunidad de estados de dotarse de una institución permanente con capacidad para investigar los delitos cometidos al menos en todos los países miembros, después de las experiencias parciales de los tribunales ad hoc creados para juzgar los crímenes de la exYugoslavia, Ruanda y otros países. Sin embargo, el balance de estos veinte años de la CPI presenta claroscuros debido a que los gobiernos ejercen demasiado control sobre la institución. Los autores presentan sus propuestas para revitalizar la acción de la CPI reforzando el papel activo que la sociedad civil puede adoptar en estos procesos.
Ciencia, ética y el derecho humano a la ciencia, pp. 61-70.
José Mª Carrascosa Baeza
El derecho a la ciencia, incluido en la Declaración Universal de Derechos Humanos, está siendo objeto de estudio en estos momentos para clarificar su contenido normativo y su relación con otros derechos, y es de esperar que en
unos meses se presente un Comentario General de Naciones Unidas sobre el mismo. En este artículo se repasan tres aspectos que ejemplifican algunos de sus contenidos: a) la participación en la creación científica, mediante la ciencia ciudadana; b) el acceso a la información científica; y c) la cuestión de la propiedad del conocimiento y las tensiones que genera respecto al beneficio del avance científico. En todos los casos se expone la oportunidad que supone pasar de la regulación basada en la ética de la ciencia, a otra apoyada en los derechos humanos.
Desigualdad, derechos y garantías, pp. 71-82.
Luis Carlos Nieto García
La conocida como «ley de seguridad ciudadana» fue aprobada en un contexto de creciente protesta social ante el empobrecimiento de las clases populares paralelo al aumento de la desigualdad en la sociedad española y el desmantelamiento de servicios públicos como consecuencia de la gestión de la crisis. El objetivo de esta capacidad sancionadora ha ido virando de la ciudadanía contestataria –a partir de la identificación de la protesta social con violencia– a aquellas personas que intentan entrar en Europa huyendo del hambre o de la guerra como resultado de una creciente obsesión colectiva por la inseguridad frente a los “otros”, criminalizando de paso aquellas conductas relacionadas con la solidaridad con las personas migrantes. Esto ha desplazado el debate hacia el derecho a la libertad y al derecho a la vida, así como los derechos de la infancia, ámbitos especialmente sensibles en épocas de involución en las garantías.
Principios Marco sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente, pp. 83-89.
John Knox
A principios de 2018 el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó los Principios marco sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente a instancias del Relator Especial en la materia, John Knox. La aprobación de estos Principios no genera nuevas obligaciones para los estados, sino que se trata de la recopilación de las normas jurídicas ya existentes en los ámbitos nacional, regional e internacional sobre derechos humanos y medio ambiente. Los Principios vienen a suplir el vacío existente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en esta materia, elaborada antes del surgimiento del movimiento ambientalista moderno, y constituye un logro al visibilizar la interdependencia entre los derechos humanos y la naturaleza.
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 139, otoño de 2017.
Por qué los pueblos del mundo necesitan a la ONU: Multilateralismo, derecho internacional, derechos humanos y sostenibilidad ecológica, pp. 107-117.
Richard Falk
La decisión de Trump de retirar a EEUU del Acuerdo de París asesta un duro golpe a las capacidades y la legitimidad de la ONU, justamente en un momento histórico en el que la utilidad de esta organización global es crucial. Este es solo un ejemplo de una larga lista de acciones de los estados que minan el multilateralismo de Naciones Unidas. Actualmente, la Organización vuelve a ser objeto de duros ataques, sobre todo de su miembro más poderoso, EEUU. Solo mediante la movilización de la gente puede evitarse que esta Organización sea neutralizada.
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 137, primavera 2017.
Violencia sexual en conflictos armados, pp. 57-70.
María Villellas , Ana Villellas , Pamela Urrutia y Josep M. Royo
La violencia sexual en los conflictos armados ha sido un fenómeno invisibilizado e ignorado a lo largo de la historia. No fue hasta la década de los noventa del siglo XX, con los conflictos en la región de los Balcanes y el genocidio en Ruanda, que adquirió notoriedad y atención, a pesar de haber sido documentado en un gran número de conflictos armados a lo largo de la historia. Recientemente, la comunidad internacional ha mostrado una preocupación mayor por este tipo de violencia, presente en un importante número de conflictos armados activos, y ha empezado a poner en marcha algunas iniciativas para dar respuesta a esta grave violación de los derechos humanos. El presente artículo presenta una panorámica general del fenómeno, abordando sus causas, los problemas de cuantificación de esta violencia, la cuestión de las víctimas y los perpetradores y el reconocimiento de esta problemática en el derecho internacional.
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 135, otoño 2016.
Las empresas transnacionales en la arquitectura de la impunidad: poder, corrupción y derechos humanos, pp. 39-52.
Pedro Ramiro y Erika González
Estafa, soborno, blanqueo de capitales, evasión de impuestos, posición abusiva de mercado, apropiación indebida, manipulación contable, fraude. Y también paraísos fiscales, ingeniería financiera, doble contabilidad, lobbies, diplomacia económica, pago de comisiones, puertas giratorias. El modus operandi de las empresas transnacionales se compone de aquellas prácticas ilegales que se definen como delitos económicos y, al mismo tiempo, de todas esas otras que, sin contravenir la legalidad vigente, pueden ser incluidas dentro de una categoría, la corrupción, que no hace referencia tanto a una serie de excepciones como a la propia regla. Y es que, como se muestra al analizar la evolución histórica de las grandes corporaciones españolas, la corrupción no puede ser caracterizada como una mera consecuencia de las “malas prácticas” de ciertos políticos y empresarios: es una concepción de la economía política, una forma de gobierno, que hunde sus raíces en la propia base del capitalismo global.
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 132, invierno 2015-2016.
Desplazamientos forzados: causas, responsabilidades y respuestas, pp. 5-10.
Santiago Álvarez Cantalapiedra
Se estima que en la actualidad hay en el planeta 232 millones de migrantes internacionales y 740 millones de migrantes internos. Vivimos en una época de movilidad humana sin precedentes de naturaleza marcadamente urbana y que se desarrolla principalmente en los países del Sur Global, ya que la migración tanto interna como internacional se dirige principalmente a las ciudades y los flujos entre los países en desarrollo del hemisferio sur es mayor que los que se orientan hacia las economías avanzadas del norte.
Refugiados: preguntas y respuestas ante una crisis que no es coyuntural, pp. 27-30.
Javier de Lucas
La llamada “crisis de refugiados” asociada recientemente a la guerra civil en Siria no puede ser considerada un fenómeno coyuntural, sino que obedece a ciertos motivos estructurales que configuran las relaciones internacionales de muchos de los actores que compiten en el mercado global. El artículo presenta algunas propuestas que van dirigidas a exponer posibles soluciones de base para hacer accesible y garantizar el ejercicio, la demanda y el reconocimiento del derecho de asilo.
La migración ambiental: entre el abandono, el refugio y la protección internacional , pp. 31-49.
Susana Borrás
La República de Kiribati, país insular ubicado en el océano Pacífico, al noreste de Australia (Oceanía), se compone de 33 islas y 102.000 habitantes, que viven en su mayoría en la capital, Tarawa Sur. La población de este país se dedica principalmente a la pesca. Kiribati es uno de los países insulares del mundo más vulnerables frente a las inundaciones marítimas, como se ha señalado en los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU. De hecho, ninguna parte de su isla principal se eleva por encima de los dos metros sobre el nivel del mar, por lo que si la temperatura del planeta aumentara 2 °C el territorio de este país estaría condenado a desaparecer sumergido bajo las aguas y su población obligada a emigrar. ¿Qué estatus jurídico puede proteger a las víctimas migrantes de las alteraciones humanas del clima?
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 128, invierno 2014-2015.
Derechos humanos y buen vivir. Sobre la necesidad de concebir los derechos desde una visión relacional, pp. 49-60-
María Eugenia Rodríguez Palop
La filosofía del buen vivir ha de vincularse a la convivencialidad, el cuidado y las ontologías relacionales así como a una idea de la justicia y de los derechos que no puede ser ajena a nuestras diferentes concepciones de la vida buena. El buen vivir exige una deliberación moral narrativa en la que los bienes comunes y relacionales, la solidaridad y las responsabilidades compartidas ( y graduadas) ocupen un lugar central, por lo que no se armoniza fácilmente con la conceptualización proto-liberal de los derechos humanos que hemos heredado de la Modernidad. De hecho, sólo una visión relacional de los derechos es compatible con la defensa del bien común y las exigencias del buen vivir.
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 124, invierno 2013-2014.
La crisis y el desmantelamiento del Estado de derecho: de derechos a privilegios, pp-37-51.
Lluis Lloredo Alix
La crisis que se vive en Europa desde 2008 no es sólo económica, sino sobre todo ideológica: con el pretexto de la crisis se están socavando numerosos principios del Estado social de derecho, con el fin de alumbrar un nuevo “sentido común” según el cual las personas pasamos a ser concebidas como recursos, no como ciudadanos, y según el cual los derechos ya no son algo intangible, sino que se presentan como meras concesiones que pueden suprimirse si se interpreta que las circunstancias así lo requieren. En este artículo se intentan criticar algunas de las trampas ideológicas que, desde la política, los medios de comunicación y la academia, de forma más o menos consciente, están contribuyendo a este proceso.
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 118, verano 2012.
Los derechos humanos ante las crisis capitalistas, pp. 141-155.
Guillermo García
El conjunto de los derechos humanos posee una dimensión y un carácter históricos, por lo que reflejan el grado de conciencia y de consenso logrados en un momento determinado, dando respuesta a una problemática y unas circunstancias históricas concretas, en torno al ideal de justicia social. La principal cuestión que se plantea aquí y ahora es: ¿pueden los derechos humanos hacer frente al capitalismo y sus crisis?
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 106, verano 2009.
Un reto para el siglo XXI:´comprender y luchar contra la pobreza y la desigualdad urbana, pp. 73-84.
Diana Mitlin y David Satterthwaite
Este artículo se centra en la cuestión de la pobreza y la desigualdad en ciudades y centros urbanos del Sur. Dos “frases de actualidad” son que en términos demográficos el mundo se está volviendo cada vez más urbano y que la pobreza se está urbanizando. Este texto reflexiona sobre lo que encierran de verdad estas generalizaciones. Los especialistas en temas de desarrollo han destacado la importancia del crecimiento económico como fuente de oportunidades para el desarrollo; la experiencia urbana demuestra la necesidad de intervención tanto a nivel estatal como local para representar a los residentes de bajos ingresos, luchar contra las desigualdades políticas y garantizar la aparición de opciones de desarrollo inclusivas. Este texto se centra en la naturaleza de la pobreza y subraya la importancia de luchar contra la pobreza urbana mediante intervenciones múltiples y entrelazadas.
Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 102, verano 2008.
Retórica de los derechos e ignorancia de los deberes, pp. 155-166.
José Manuel Naredo
Desde que hace 60 años la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), se ha avanzado mucho en la cada vez más extensa y aceptada declaración de derechos, pero poco en la práctica generalizada de los mismos. Se amplía así la brecha entre los enunciados formales de derechos que se pretenden universales y la falta de vigencia de los mismos que denota la situación de penuria, marginación y sometimiento de buena parte de los individuos. En este texto se reflexiona sobre la aguda esquizofrenia social que se ha extendido por el mundo al proliferar, a la vez, el enunciado ceremonial de derechos y el mantenimiento real de instituciones, ideas y comportamientos que atentan impunemente contra ellos. Al texto le acompaña un resumen y los puntos más relevantes de los últimos informes de las Relatorías del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre los derechos a la alimentación, al agua y a la vivienda.
ODS: una revisión crítica
ODS: una revisión crítica
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): una revisión crítica
Artículo publicado en la sección PANORAMA del número 140 de la revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, escrito por Carlos Gómez Gil, Doctor en Sociología y profesor de la Universidad de Alicante.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por las Naciones Unidas en 2015 contienen la agenda global más ambiciosa aprobada por la comunidad internacional para movilizar la acción colectiva en torno a objetivos comunes. Si bien se proponen luchar contra la pobreza extrema, integran y equilibran tres dimensiones esenciales del desarrollo sostenible como son la económica, la social y la ambiental, proporcionando una valiosa hoja de ruta para articular la formulación de políticas mundiales.
Sin embargo, la arquitectura compleja bajo la que se han diseñado, sus limitaciones técnicas y las fundadas críticas de la comunidad internacional proyectan importantes limitaciones para que esta novedosa agenda pueda alcanzar los objetivos previstos de construir un planeta mejor para las generaciones venideras.
La nueva hoja de ruta del desarrollo internacional, aprobada solemnemente en la 70º Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015, tras la firma de 193 jefes de Estado y de Gobierno mundiales, se ha denominado Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS). Desde entonces, se ha convertido en el punto de referencia fundamental para el desarrollo global hasta el año 2030. Es cierto que con anterioridad, la comunidad mundial había adoptado agendas de desarrollo que planteaban también objetivos ambiciosos de carácter global, como acabar con el hambre, reducir la pobreza, alcanzar la educación básica universal o conseguir el 0,7% de ayuda al desarrollo para los países más pobres, como pretendían los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que fueron aprobados quince años antes, en la 55º Asamblea General de las Naciones Unidas con un enorme júbilo. Sin embargo, el incumplimiento de los ODM, junto a una visión reduccionista de los mismos y la necesidad de ampliar notablemente las tradicionales visiones del desarrollo, han llevado a construir la agenda de acción más amplia, compleja y sofisticada jamás diseñada.
Los ODS plantean respuestas sistémicas a una visión global e interrelacionada del desarrollo sostenible que afronta cuestiones tan importantes como la desigualdad y la pobreza extrema, los patrones de consumo no sostenibles y la degradación ambiental, el reforzamiento de las capacidades institucionales, así como procesos de solidaridad global novedosos que los ODM descuidaron. Y todo ello se hace desde perspectivas metodológicas renovadas, no exentas de retórica hueca y ambigüedad deliberada, que requieren cambios de gran alcance a nivel mundial, mediante una acción internacional concertada que no parece formar parte de las prioridades actuales. Todo ello, además, mientras la comunidad internacional se ha ido dotando desde hace décadas de importantes acuerdos recogidos en diferentes cumbres y conferencias de las Naciones Unidas en las que se han identificado los ejes fundamentales para el desarrollo sostenible, pero que han sido sistemáticamente incumplidos por la mayor parte de los países firmantes.
Cuando se lee el acuerdo en el que se sustenta la novedosa Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que en sus primeros puntos señala «Nosotros, los Jefes de Estado y de Gobierno […] en nombre de los pueblos a los que servimos», añadiendo, «Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales»,1 caemos en la cuenta de que entre sus signatarios están presidentes como Donald Trump, Vladimir Putin, Bashar Al-Asad, Kim-Jong-Un, Rodrigo Duterte o Salmán Bin Abdulaziz, por poner algunos ejemplos, por lo que tenemos que reconocer la imposibilidad de alcanzar buena parte de los ODS en numerosos países del mundo.
Una revista trimestral publicada desde 1985 con una mirada interdisciplinar, la revista aborda temas relacionados con la sostenibilidad, la cohesión social y la democracia, considerando la paz como eje transversal de análisis.
Lecciones aprendidas en los ODM de utilidad para los ODS
Si las Naciones Unidas aprobaron en 2015 una nueva Agenda del Desarrollo contenida en los ODS se debe, sin duda, a que no se cumplieron los anteriores ODM que concluían ese mismo año. Mala pedagogía hizo esta organización para confiar en la vigencia de esos mismos ODM cuando en el año 2012 se reconoció públicamente que no se llevarían a cabo al dar inicio al proceso llamado «Post-2015», en el que se preparaba la nueva batería de acuerdos internacionales que los sustituirían. De manera que la Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es la sucesora de los compromisos y acuerdos recogidos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio que abarcaban desde el año 2000 hasta 2015, sin que se haya procedido a realizar una evaluación exhaustiva y minuciosa del cumplimiento político y técnico de estos acuerdos, careciendo por tanto de evidencias científicas precisas que nos permitan reorientar adecuadamente las políticas mundiales de desarrollo.
A pesar de todo ello, los Objetivos de Desarrollo del Milenio han significado el mayor avance para combatir la pobreza en el mundo en sus múltiples dimensiones, aportando algunas lecciones de interés para la construcción de la nueva agenda del desarrollo inter- nacional. De hecho, los ODM impulsaron avances importantes de manera particular en materia de salud, así como en educación, al tiempo que facilitaron la introducción de planes de trabajo claros, precisos y limitados en el tiempo, fáciles de comunicar y mensurables. También es destacable la capacidad de los ODM para introducir metodologías de medición y desagregación de datos con la finalidad de conocer de manera más precisa los avances generados. Los ODM permitieron focalizar el trabajo de gobiernos, donantes, agencias internacionales y organizaciones en áreas prioritarias de necesidad, posibilitan- do una mejora en la disponibilidad de datos e indicadores del desarrollo, así como en la mejora de los sistemas estadísticos nacionales, junto a un reforzamiento de la cultura de la rendición de cuentas. Bien es cierto que entre sus numerosas limitaciones, los ODM solo eran de aplicación a los países empobrecidos, teniendo una limitada visión del des- arrollo, ajenos a una comprensión multidimensional del mismo. Pero por encima de todo, la carencia de datos precisos en materia de desarrollo en un buen número de países pobres, la ausencia de métricas precisas junto a las dificultades en la estandarización y verificación de los datos disponibles2 se convirtieron en importantes limitaciones para su correcta aplicación.
La novedosa arquitectura de los ODS
A la luz de todo ello, si los ODM eran el telescopio que permitieron a los países ricos ver el mundo en desarrollo y proyectar su avance, los ODS son el espejo a través del cual todas las naciones se ven reflejadas en sus propias políticas y en su desempeño.3 De esta forma, los Objetivos de Desarrollo Sostenible tienen una arquitectura novedosa, distinta a los ODM, de los que han aprovechado no pocos de sus logros, pero tratando de superar algunas de sus debilidades. Es cierto que en ambos casos el cuerpo central de la agenda de intervención se estructura en torno a grandes objetivos que se definen en metas precisas y verificables mediante indicadores, pero si en los ODM la agenda se estructuraba en torno a ocho grandes objetivos, desarrollados por medio de 18 metas que se medían a través de 48 indicadores, los ODS multiplican extraordinariamente esta estructura, al articularse por medio de 17 objetivos genéricos, que se materializan en otras 169 metas medibles a través de 230 indicadores verificables. Es así que los ODS se estructuran por medio de la agenda de desarrollo más amplia y extensa diseñada nunca, si bien desde diferentes instituciones científicas y organismos de desarrollo se ha criticado que numerosos objetivos son pura retórica, al tiempo que buena parte de las 169 metas serían idealistas y visionarias, junto a problemas muy serios en la viabilidad de los indicadores aprobados.4
A pesar de todo, hay que reconocer que los ODS incorporan elementos novedosos en su diseño, entre los que podemos destacar la integración de las tres dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la social y la ambiental, priorizando la lucha contra la pobreza y el hambre, pero con un fuerte anclaje en la defensa de los derechos humanos, la igual- dad de género y el empoderamiento de las mujeres, abordando la reducción de las desigualdades dentro de cada país y entre los diferentes estados como elemento prevalente, junto a la eliminación de patrones de consumo insostenibles. Además, incorporan una visión del crecimiento económico incluyente y sostenible, respetuoso con la salud del planeta y de la población. Un elemento innovador es su carácter universal, de aplicación en todo el mundo y para todos los países, con una visión holística e interrelacionada en la que cada objetivo se superpone y se refuerza mutuamente, con una actuación multinivel simultánea en los espacios locales, regionales, nacionales y globales, apostando por construir una solidaridad global reforzada e integrando los grandes acuerdos recogidos en las cumbres mundiales de los últimos años.5
El diseño de los ODS avanzó sobre una nueva categorización de principios que marcan su comprensión, entre los que sobresalen dos por su significado. El primero de ellos se refiere a las llamadas Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas, que operarían sobre elementos comunes a nivel global (como la atmósfera, las emisiones de CO2 y su disminución, la conservación de la biodiversidad, entre otros), pero sobre los que cada país asume responsabilidades diferenciadas e interviene de manera distinta. El segundo haría referencia a las Responsabilidades Internacionales y Obligaciones Extraterritoriales, que se refieren a aquellas responsabilidades que deben entenderse de manera global, exigiendo compromisos de toda la comunidad internacional, como acabar con el hambre, respetar los derechos humanos, promover la igualdad entre mujeres y hombres, entre otros.6 Al mismo tiempo hay que añadir una sistematización diferenciada multinivel, a partir de cuatro elementos esenciales: objetivos y metas de validez universal, objetivos y metas con un componente nacional, objetivos y metas para países desarrollados, junto a objetivos y metas específicas para países en desarrollo. De hecho, aunque se insiste una y otra vez en la novedad del componente universal de los ODS, hay que señalar que de sus 169 Metas, 27 de ellas son únicamente de aplicación para los países en desarrollo, lo que representa un 16% del total, lo que también pone en duda la dimensión universal de la totalidad de la Agenda 2030.
En los ODS se ha criticado que numerosos objetivos son pura retórica, que buena parte de las 169 metas serían idealistas y visionarias, junto a problemas muy serios en la viabilidad de los indicadores aprobados.
Aunque los ODS son mucho más ambiciosos de lo que eran los Objetivos del Milenio, algo que se refleja con claridad en el notable aumento de objetivos, y particularmente en sus metas e indicadores, un buen número de ellos son una repetición de viejas promesas incumplidas que van posponiéndose desde hace lustros, recuperándose una y otra vez. Así, podemos encontrar la Meta 17.2 para destinar entre el 0,15-0,20% de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) a los Países Menos Adelantados (PMA), acordada en 2001; también en la Meta 17.2 está la vieja promesa de dedicar el 0,7% del PIB para AOD en los países empobrecidos, fijada en 1970; la Meta 16.8 de reforma del FMI, acordada en el seno del G-20 en 2010 para dar más voz a los países emergentes; la Meta 13.a para movilizar 100.000 millones de dólares destinados a frenar el cambio climático acordado en la Cumbre del Clima de Copenhague de 2009; la Meta 4.1 para alcanzar la escolarización universal, fijada por las Naciones Unidas en 1990 para que fuera alcanzada en el año 2000, luego nuevamente recuperada en los ODM para alcanzarse en 2015 y ahora recogida una vez más en los ODS para cumplirse en 2030; o la Meta 6.1 para lograr el acceso universal al agua, establecida en 1977 para cumplirse en 1990, luego aplazada para 2015 y ahora fijada nuevamente para el año 2030, entre otras. Se entenderá, por tanto, que no parece correcto afirmar que los ODS sean la Agenda del Desarrollo más novedosa jamás construida, en la medida en que buena parte de sus objetivos y metas sustantivas provienen de acuerdos, cumbres y conferencias internacionales fijadas hace años e incumplidos de forma sistemática.
El problema de los datos e indicadores
Desde hace años, diversas agencias multilaterales vienen llamando la atención sobre el problema de la falta de datos básicos en materia de desarrollo para un buen número de países pobres, hasta el punto de poder identificar cuatro grandes problemas a la hora de implementar agendas de desarrollo como los ODS: la disponibilidad de datos, la calidad de esos datos, las lagunas en datos muy relevantes, así como las diferencias de datos existentes entre las fuentes nacionales e internacionales.7
No parece correcto afirmar que los ODS sean la Agenda del Desarrollo más novedosa jamás construida en la medida en que buena parte de sus objetivos y metas sustantivas provienen de acuerdos, cumbres y conferencias internacionales fijadas hace años e imcumplidos de forma sistemática.
Diferentes informes del PNUD han venido señalando los problemas derivados de la existencia de series estadísticas incompletas sobre indicadores sociales en unos 60 países en desarrollo, lo que se ha venido subsanando mediante estimaciones ponderadas.8 Esto es algo que se trasladó al sistema de obtención y cálculo de indicadores base de los ODM en el período 2000-2015, en la medida en que muchos de los datos que se han manejado han sido calculados a través de simples estimaciones subjetivas que son posteriormente ajustadas para permitir la comparación entre países, mientras que en otros casos no se ha podido acceder a indicadores básicos para numerosos países pobres, algo que es poco conocido. Así, en el Informe de 2015 de los Objetivos de Desarrollo del Milenio se señala, «Todavía existen grandes vacíos de datos en áreas de desarrollo. La falta de datos oportunos y la falta de disponibilidad de datos desglosados en dimensiones importantes represen- tan algunos de los desafíos principales», añadiendo que «Durante el período de 10 años entre 2002 y 2011, no menos de 57 países (37%) contaban con tan solo una o ninguna estimación de la tasa de pobreza».9
Con estas limitaciones técnicas se diseñaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible, arrastrando esas deficiencias en la disponibilidad de datos e indicadores adecuados para su correcta monitorización, poniendo en peligro la validez, efectividad y alcance en su logro. Tanto es así que en el Informe del Grupo Interinstitucional de Expertos en el que se aprobaron los Indicadores se reconoce expresamente que faltarían datos para la Meta 17.18, así como para la verificación de los indicadores 4.1.1, 4.2.1, 4.5.1, 4.6.1, 4.7.1 y 4.c.1.10 Por si fuera poco, en el primer informe de evaluación sobre el avance de los ODS realizado por SSDN (Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible), creada por las Naciones Unidas para avanzar en la medición técnica de los ODS en todos los países del mundo, se admite este serio problema de falta de disponibilidad de datos para un buen número de naciones, en su mayoría, las más pobres y la práctica totalidad de las subsaharianas, de manera que en esta primera evaluación se deja fuera de medición a un total de 44 países.11
Críticas de la comunidad internacional
Ciertamente, los ODS plantean una agenda tan extensa como ambiciosa, pero repleta de retórica, cinismo político e incoherencia técnica,12 que se plasma en numerosos objetivos de imposible cumplimiento a la luz de los acuerdos y decisiones adoptados por los gobernantes en muchos países. Recordemos que el Objetivo 16 compromete a todos los estados a «promover sociedades pacíficas», cuando los países occidentales signatarios de los acuerdos son los principales vendedores de armas del mundo, o el Objetivo 13 que obliga a «adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático»”, mientras hay países que niegan incluso que este fenómeno exista.
A todo ello hay que añadir el vocabulario extraordinariamente débil, vago e impreciso con el que se han redactado deliberadamente objetivos y metas, facilitando así su incumplimiento. Un simple repaso a los términos que modelan los ODS permite darnos cuenta de ello, al encontrar en su articulado un buen número de palabras difusas como fomentar, apoyar, asegurar, fortalecer, adecuar, mejorar, reconocer, valorar, implementar, proteger, ampliar, modernizar, mantener, potenciar, promover, aplicar, redoblar, alentar, racionalizar, minimizar, movilizar, ayudar, o aprovechar, entre otras. Esto llevó a que en algunos de los objetivos y metas finales cayeran palabras más contundentes de la primera redacción para ser sustituidas por otras más suaves en el acuerdo finalmente aprobado.
Sin embargo, la comunidad internacional ha venido formulando otras muchas críticas sobre los ODS que podemos resumir en los siguientes argumentos. Dos meses antes de su aprobación, los países occidentales se opusieron a un acuerdo fundamental para reducir el fraude y la evasión fiscal en la Cumbre de Financiación para el Desarrollo de Addis Abeba, manteniendo así la pérdida de ingresos necesarios para los países en desarrollo destinados a impulsar los ODS en unos 100.000 millones de dólares al año y bloqueando la propuesta de los países en desarrollo en torno al G77 para crear un organismo mundial independiente contra el fraude y la evasión fiscal. Al mismo tiempo, los ODS apoyan y santifican los sectores dinámicos de la economía a través de un libre comercio y de un sector privado a los que no se ponen limitación alguna, sin siquiera exigir el cumplimiento básico de las convenciones y acuerdos de Naciones Unidas como la Declaración Universal de los Derechos Humanos. También parece contradictorio el hecho de que numerosos países suscriban los ODS y afirmen trabajar para su cumplimiento, cuando se niegan a firmar importantes tratados internacionales que están contenidos en la Agenda 2030 o declinan su posterior ratificación. No son menores las críticas de quienes advierten sobre las contradicciones llamativas en las que caen no pocos objetivos, especialmente algunos de importancia simbólica, como sucede con el Objetivo 1 que habla de «erradicar la pobreza en todas sus formas en el mundo», mientras que su Meta 1.2 recoge por el contrario «…reducir a menos de la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en pobreza…», de manera que, ¿en qué quedamos? ¿En que los ODS van a erradicar la pobreza en todas sus formas de aquí al 2030 o que la van a reducir al menos a la mitad? También se critica, con razón, la visión etnocentrista que los ODS proyectan al colocar no pocos avances «bajo el liderazgo de los países desarrollados», como si fueran un modelo a seguir e imitar para los países pobres, algo que se recoge en algunas metas sensibles, como por ejemplo la 12.1 que habla de «aplicar modelos de producción y consumo bajo el liderazgo de los países desarrollados», cuando buena parte de nuestras pautas de producción y consumo son un modelo de insostenibilidad.
Otro de los puntos que más críticas ha cosechado tiene que ver con el apoyo que los ODS y las Naciones Unidas hacen a las alianzas público-privadas, contenidas en su Meta 16.16, a las que no plantean exigencias de transparencia, rendición de cuentas, respeto a estándares básicos sociales, medioambientales o de respeto a derechos humanos básicos13 y sin tener en cuenta su trayectoria legal, lo que va en contra de la propia Carta Internacional de los Derechos Humanos14 de las Naciones Unidas, facilitando además la fragmentación de la gobernanza global y el debilitamiento de la democracia representativa. Otro nivel de críticas radica en el hecho de considerar que los ODS incluyen, entre sus 17 objetivos y sus 169 metas, elementos concretos y específicos junto a otros mucho más ambiguos, puramente idealistas y visionarios, tan imprecisos como genéricos en términos de lo que realmente se espera conseguir. También se considera que los estados han recibido muy pocas indicaciones de cómo avanzar en su implementación o en la coordinación de agendas, hasta el punto que comienzan a aparecer grandes disparidades en la aplicación de los ODS entre unos países y otros, con el agravante de que su voluntariedad y de que los gobiernos de cada país sean responsables de marcar el ritmo de su aplicación, como recoge la Meta 17.15, al señalar «respetar el espacio político y el liderazgo de cada país», permite que cada país pueda hacer lo que quiera sin limitación alguna.
Como bien señala William Easterly, «los ODS mantienen la tradición de acuerdos utópicos promovidos por la ONU, pero sin responsabilidades precisas, lo que facilita su incumplimiento».15 Si a ello añadimos las disfuncionalidades con las que fueron diseñados y que no son acuerdos jurídicamente vinculantes, se comprenderá el escepticismo que generan en amplios sectores.
Avances en la implementación de los ODS
Desde que las Naciones Unidas aprobaron la Agenda 2030, diferentes países, organismos científicos e instituciones internacionales han puesto en marcha estudios de distinta naturaleza con la finalidad de monitorear el progreso hacia los ODS, mapear los recursos disponibles y revisar las estrategias aplicadas.
Los ODS mantienen la tradición de acuerdos utópicos promovidos por la ONU, pero sin responsabilidades precisas. lo que facilita su incumplimiento
Mención aparte merece España, por la pasividad, el abandono y la manifiesta indolencia que una vez más está demostrando con los ODS, como ya hizo con los ODM. Desde la aprobación de la Agenda 2030, no ha puesto en marcha iniciativa alguna, a diferencia de la mayor parte de los gobiernos del mundo. Ni siquiera en las páginas web institucionales de la cooperación española hay documento oficial alguno sobre los ODS ni tampoco ha aprobado estrategia, órgano o programa relacionados con los mismos. Más aún, en un alarde de incuria, en la plataforma de conocimiento sobre los ODS creada por Naciones Unidas, donde todos los países ponen a disposición de la comunidad internacional sus informes y estudios, en la carpeta de «Documentos e Informes», los materiales que tiene colgados el Gobierno español son del año 2010, 2008 y algunos otros incluso del año 2000.16 Es difícil encontrar tanta desidia en otro ejecutivo.
Por el contrario, desde la aprobación de los ODS en septiembre de 2015, otros muchos países e instituciones han venido realizando interesantes estudios en los que han explorado las capacidades y desafíos de cada país, analizando las estrategias institucionales necesarias, junto a mapeos de análisis y proyección de resultados. Algunos de ellos se están haciendo con la suficiente honestidad intelectual como para reconocer las insuficiencias y limitaciones de los ODS, pero al mismo tiempo explorando las capacidades que aportan a las estrategias de desarrollo específicas, así como los cambios políticos, sociales e institucionales necesarios para avanzar hacia sociedades más sostenibles.
De todos ellos, destacaremos tres por su relevancia. El primero de ellos es el informe realizado por el Parlamento británico, UK implementation of the Sustanaible Development Goals,17 elaborado durante el período de sesiones 2016-2017. Es un trabajo interesante con una estructura original al realizar un recorrido por diferentes áreas de los ODS basándose en la comparecencia de 95 especialistas ingleses de distintos campos ante el Parlamento británico. El informe da una particular importancia a la Ayuda Oficial al Desarrollo para alcanzar los ODS, explorando los espacios de ventaja comparativa que permitan el logro del mayor impacto para el Departamento para el Desarrollo Internacional (DFID), con recomendaciones especificas, como la original propuesta de que Reino Unido se centre en los llamados “cuellos de botella”, aquellos objetivos más abandonados por la comunidad internacional y que por esta razón necesitan de un apoyo suplementario.
En segundo lugar está el informe elaborado por el Stockolm Environment Institute (SEI), con el título Sustanaible Development Goals for Sweden: Building blocks for environmental policy for 2030,18 crítico con los ODS por su idealismo, ambigüedad y falta de indicaciones para llevarlos a cabo. El estudio realiza una minuciosa revisión de cada uno de los ODS para seleccionar los objetivos más importantes para Suecia, pudiendo planificar las mejores políticas que permitan alcanzarlos, en el que es el país mejor posicionado a nivel mundial por su mayor grado de cumplimiento.19 El SEI destaca que el logro de los ODS es un proceso altamente político por la naturaleza de las decisiones a adoptar, proponiendo una revisión por pares de las políticas suecas relacionadas con ellos, junto a una profunda reorganización de las pautas de consumo y producción en el país.
Para que se produzcan avances significativos los ODS necesitan de decisiones claras y compromisos políticos precisos que transformen la retórica vacía y las palabras huecas y sin valar en medidas efectivas de transformación.
En tercer lugar, merece destacarse un singular estudio científico llevado a cabo por dos prestigiosos organismos con sede en Francia, el International Council for Science (ICSU) y el International Social Science Council (CISS), Review of targets for the Sustanaible Development Goals. The science perspective,20 en el que se hace una revisión académica independiente de los ODS por 40 investigadores de 21 países distintos. En el amplio análisis llevado a cabo se determina que de las 169 metas, 49 de ellas están bien diseñadas (un
29%), mientras que otras 91 exigen un desarrollo especifico (el 54% de las mismas) y 29 más son imprecisas y necesitan mucho mayor trabajo de precisión (el 17% del total). El informe hace un recorrido pormenorizado por elementos clave, como la coherencia, la aplicabilidad, la mensurabilidad, el papel de la ciencia, los contextos locales o sus interrelaciones, proponiendo recomendaciones de utilidad, junto a una métrica operativa de los compromisos establecidos en los ODS. Estamos así ante una hoja de ruta científica para navegar por el complejo mundo de la formulación de políticas públicas válidas para implementar los ODS.
Algunas consideraciones sobre la aplicación y evolución de los ODS
Desde un punto de vista técnico, podemos identificar cinco elementos críticos en la aplicación de los ODS, a la luz de los estudios e investigaciones que hasta la fecha se han realizado, que pasarían por la mejora del conocimiento e información técnica para funcionarios, sociedad civil y organizaciones especializadas, el trabajo decidido para obtener compromisos precisos de los Gobiernos, generar conocimiento científico en torno a los ODS y a su aplicación, solucionar los problemas de la falta de datos y la clarificación de las metas y objetivos para su correcta implementación, junto a una delimitación precisa de responsabilidades y compromisos económicos, políticos y técnicos en torno a los mismos.
Pero si de verdad se quiere avanzar en la aplicación de la Agenda 2030 y en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se deben tomar medidas ambiciosas y urgentes, porque restan únicamente trece años para realizar cambios muy profundos en todos los órdenes que se traduzcan en priorizar objetivos e inversiones, mapear recursos e identificar las brechas presupuestarias, desarrollando mecanismos que permitan compartir datos e información.21 A la vista de los reiterados incumplimientos en acuerdos y compromi- sos anteriores, la comunidad internacional deberá evitar crear más frustraciones en la agen- da mundial del desarrollo, aprendiendo de las mejores prácticas y explorando las ventajas comparativas de cada país. Pero para que se produzcan avances significativos, los ODS necesitan decisiones claras y compromisos políticos precisos, que transformen la retórica vacía y las palabras huecas y sin valor en medidas efectivas de transformación para mejorar el castigado planeta y las condiciones de vida de sus habitantes.
1 «Transformar nuestro mundo», resolución aprobada por la Asamblea General el 25 de septiembre de 2015, Naciones Unidas, A/RES/70/1, 3/40.
2 S. Sarvajayakesavalu, «Addressing challenges of developing countries in implementing five priorities for sustainable development goals», Ecosystem Health and Sustainability, 1(7):24, 2015.
3 C. Kroll, Sustanaible Development Goals: Are the rich countries ready?, Sustanaible Governance Indicators – Bertelsman Stiftung, Gütersloh, Alemania, 2015.
4 Sobre los problemas y disfunciones de los ODS, puede consultarse: Overseas Development Institute, Projecting progress. Reaching the SDGs by 2030, Londres, 2015; N. Weitz, Å. Persson, M. Nilsson y S. Tenggren, Sustanaible Development Goals for Sweden: insights on Setting a National Agenda, Stockolm Enviromental Institute Working Paper, núm. 2015-10; así como Copenhaguen Consensus Center, Post-2015 Consensus, entre otros.
5 Como la Declaración de Río de Medio Ambiente y Desarrollo, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible, la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Social, el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, junto a la Cuarta Conferencia Internacional sobre los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países en Desarrollo Sin Litoral y la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Reducción del Riesgo de Desastres.
6 Para mayor información sobre estos elementos, véase «Objetivos para los ricos. Indispensables para una agenda universal post 2015», Global Policy Watch.
7 Sarvajayakesalu, op. cit., pág. 3.
8 «Informe de Desarrollo Humano», PNUD, 2003.
9 «Objetivos de Desarrollo del Milenio. Informe de 2015», PNUD, 2016, pp. 11.
10 Naciones Unidas, Consejo Económico y Social. Comisión de Estadística, Informe del Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, E/CN.3/2016/2/Rev. 1, 29 de febrero de 2016.
11 Beterlsman Stiftung / Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible, Índice y panel de los ODS. Informe global, julio de 2016.
12 A este respecto puede verse W. Easterly, «The Trouble with the Sustanaible Development Goals», Current History, vol. 114, núm. 775, noviembre 2015, pp. 322-324.
13 Ver, entre otros, a B. Adams y G. Luchsinger, «La lucha por la nueva agenda de desarrollo», Global Policy Watch, núm. 5, abril de 2015, disponible en: https://www.globalpolicywatch.org/esp/?p=42
14 La Carta Internacional de Derechos Humanos comprende la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y sus dos protocolos facultativos.
15 W. Easterly, Op. cit., p. 324.
16 https://sustainabledevelopment.un.org/memberstates/spain (Consultado el 19 de junio de 2017).
17 Cámara de los Comunes, Comité de Desarrollo Internacional, UK implementation of the Sustanaible Development Goals, Primer Informe de Sesiones 2016-2017, informe junto a actas formales asociadas al informe, Londres, 2016.
18 P. Lucas et al., Sustanaible Development Goals in the Netherlands. Building blocks for enviromental policy for 2030 PBL Netherlands Environmental Assesment Agency, La Haya, 2016.
19 Ver el ya citado Índice y panel de ODS, realizado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN y BertelsmannStiftung, donde se otorga a este país la máxima puntación en el cumplimiento de los ODS a nivel mundial, con 84,5 puntos.
20 ICSU-ISSC, Review of the Sustainable Development Goals: The Science Perspective, International Council for Science (ICSU), París, 2015.
21 Veáse A-S. Stevance y D. McCollum, «A scientific method for the SDGs», Project Syndicate, 6 de junio de 2017.
Disponible en formato pdf: Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): una revisión crítica.
8M Día Internacional de la Mujer
Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, FUHEM Ecosocial dedica, desde el año 2010, la edición del mes de marzo de su Boletín ECOS, a abordar algunas cuestiones relacionadas con los debates feministas y con cuestiones de interés para el área, desde una perspectiva de género.
ECOS 10: Debates feministas (marzo 2010) trata de visibilizar los debates feministas en torno a los cuidados, al movimiento feminista en el contexto español e internacional y el Ecofeminismo, como propuesta para repensar el presente y construir el futuro.
ECOS 14: Feminismos (marzo 2011) da un espacio a los feminismos más allá de las fronteras occidentales, con aportaciones desde el feminismo negro, desde el Islam, y desde las prácticas de las mujeres indígenas.
ECOS 22: El desigual impacto de la crisis sobre las mujeres (marzo 2013) quiere reflejar el desigual impacto que la crisis económica y los recortes tienen sobre las mujeres, mostrando el papel de las familias para amortiguar las consecuencias de las regresiones sociales de las crisis, o cómo afectan las políticas de austeridad a los derechos de las mujeres y a la igualdad, cómo se organizan las mujeres ara sostener la vida, así como las pautas ecofeminstas para repensar el mundo.
En ECOS 26: Nuevos retos del debate feminista ante la Gran Involución (marzo 2014) el tema central son los retos a los que se tiene que enfrentar el feminismo ante la gran Involución que sufren los derechos de las mujeres, desde la perspectiva del relato neoliberal, la crisis de la democracia, la degradación del empleo femenino, la violencia de género, y la necesidad de redefinir nuestra vida en común.
ECOS 30: Construcción de la desigualdad de género en la educación (marzo 2015) aborda cómo el sesgo de género que impregna las estructuras y las relaciones de poder en la escuela. Recoge también la experiencia de los centros educativos de FUHEM para visibilizar estas desigualdades y sensibilizar a toda la comunidad educativa.
ECOS 34: Género y salud (marzo 2016) muestra las relaciones entre género y salud e introduce en el debate la necesidad de incluir la perspectiva de género en los estudios y prácticas, no el fin de mejorar el estado de salud de personas y colectivos, ya que algunas enfermedades no se manifiestan de la misma forma en hombres y mujeres.
ECOS 38: Políticas de género y calidad de vida en la ciudad (marzo 2017) intenta impulsar las políticas institucionales con perspectiva de género, mostrando algunas experiencias surgidas con los nuevos municipalismos.
Por último, ECOS 42: Mujeres rurales (marzo 2018) destaca el papel que tienen las mujeres rurales en el trabajo del campo y cuidado de la tierra, garantizando la seguridad alimentaria de las comunidades, construyendo resiliencia frente a los impactos producidos por el cambio climático. Pero, sin embargo, las mujeres rurales se ven relegadas frente a los hombres en aspectos tan cruciales como son: la posesión de la tierra, el acceso a insumos, a financiación y a tecnología.
Durante estos años hemos contado con la colaboración de mujeres especialistas en los ámbitos abordados, y así hemos disfrutado de los textos de: Emma Siliprandi, Ana Sabaté, Lidia Senra, Fátima Cruz, Gemma Ubasart, Alicia Rius, Christel Keller, Marta Domínguez Pérez, Mª Pilar Sánchez, Teresa Ruiz Cantero, Lucero Herrera, Mª Isabel Casado Mora, Vanesa Puig, Carmen Rodríguez Martínez, Gemma Martín Seoane, Nieves Salobral, Olga Abasolo, Ana del Pozo, Justa Montero, Lucía Vicent, Carmen Castro, Astrid Asenjo, Yayo Herrero, Violet Eudine, Ziba Mir Hosseini, Mª teresa Munguía, Marta Pascual y Lucy Ferguson.
En la sección Entrevista hemos podido dialogar con: el colectivo Ganaderas en Red, Ada Colau, Mª Eugenia Rodríguez Palop, Carme Valls Llobet, Marina Subirats, Fefa Vila, Begoña Pernas, Silvia Federici, Justa montero, Karen Marón, Mari Luz Esteban, Isabel Otxoa y Silvia L. Gil.
Nuestro agradecimiento a todas ellas por sus inestimables contribuciones tanto en los debates feministas, como en la visibilización de las situaciones de discriminación, pérdida de derechos y desigualdad que sufren las mujeres; así como en las aportaciones constructivas sobre la necesidad de buscar otra forma de afrontar la crisis de los cuidados, respetando los límites de la naturaleza y resituando la vida en el centro.
La sección En RED ha incluido diferentes experiencias para superar la desigualdad de género en la educación, ha recogido recopilaciones de organizaciones feministas y de redes articuladas de mujeres de todo el mundo.
Desde el Centro de Documentación de FUHEM Ecosocial hemos ofrecido una gran selección de recursos: libros, informes, guías, revistas, artículos, atlas, bases de datos, organizaciones, recursos didácticos, webs, redes sociales, recursos audiovisuales, infografías, congresos, jornadas y seminarios; centros de documentación, librerías, tesauros, exposiciones y espacios de encuentro de mujeres; incluyendo una recopilación de recursos aparecidos en las diferentes publicaciones de FUHEM Ecosocial sobre el tema tratado en cada número.
A continuación ofrecemos el acceso a los Dossieres elaborados a partir de la recopilación de los artículos y selecciones de recursos de los Boletíines ECOS dedicados al 8 de Marzo y el acceso a las Entrevista de cada número.
DOSSIERES:
Mujeres y mundo rural: nuevos y viejos desafíos, Emma Siliprandi, Ana Sabaté Martínez, Lídia Senra Rodríguez, Fátima Cruzmarzo, Susana Fernández Herrero, marzo 2018.
Políticas de género y calidad de vida en la ciudad, Gemma Ubasart, Alicia Rius, Christel Keller, Marta Domínguez, Susana Fernández Herrero, marzo 2017.
Género y salud, Maria Pilar Sánchez López, Teresa Ruiz Cantero, Lucero Herrera Cairo, Maria Isabel Casado Mora, Vanesa Puig Barrachina, Marisol Ruiz, Mireia Juliá, Emmanuel Calderón, Kayla Smith, Andrés Peralta, Joan Benach, Susana Fernández Herrero, marzo 2016.
Construcción de la desigualdad de género en la educación, Carmen Rodríguez, Gema Martín, Nieves Salobral, Olga Abasolo y Ana del Pozo, Susana Fernández Herrero, marzo 2015.
Nuevos retos del debate feminista ante la Gran Involución, Justa Montero, Olga Abasolo, Lucía Vicent, Ana del Pozo, Carlos Martínez, Susana Fernández Herrero, marzo 2014.
El desigual impacto de la crisis en las mujeres, Lucía Vicent, Carmen Castro, Astrid Agenjo, Yayo Herrero, Susana Fernández Herrero, marzo 2013.
Feminismos, Violet Eudine Barriteau, Ziba Mir-Hosseini, María Teresa Munguía, Germán Méndez, marzo 2011.
Debates feministas, Justa Montero, Olga Abasolo, Marta Pascual, Yayo Herrero, Lucy Ferguson, enero 2010.
ENTREVISTAS:
Entrevista a Ganaderas en Red, por Monica Di Donato, Boletín ECOS núm. 42, 2018.
Entrevista a Mª Eugenia Rodríguez Palop, por Nuria del Viso, Boletín ECOS núm. 38, 2017.
Entrevista a Ada Colau, por Nuria del Viso, Boletín ECOS núm. 38, 2017.
Entrevista a Carme Valls Llobet, por Nuria del Viso, Boletín ECOS núm. 34, 2016.
Entrevista a Fefa Vila y Begoña Pernas, por FUHEM Ecosocial, Boletín ECOS núm. 30, 2015.
Entrevista a Marina Subirats, por Nuria del Viso, Boletín ECOS núm. 30, 2015.
Entrevista a Silvia Federici, por Tesa Echeverria y Andrew Sernatinguer, Boletín ECOS núm. 26, 2014.
Entrevista A Justa Montero, por Olga Abasolo, Boletín ECOS núm. 22, 2013.
Entrevista a Karen Marón, por Santiago Álvarez Cantalapiedra, Boletín ECOS núm. 14, 2011.
Entrevista a Silvia L. Gil, por Salvador López Arnal. Boletín ECOS núm. 10, 2010.
DIÁLOGO: Mari Luz Esteban e Isabel Otxoa El debate feminista en torno al concepto de cuidados, por Olga Abasolo, Boletín ECOS núm. 10, 2010.
Dossier: Derechos humanos, setenta años defendiendo la vida digna
Derechos humanos, setenta años defendiendo la vida digna.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la ONU el 10 de diciembre de 1948, cumple setenta años. El documento es una referencia esencial para defender el derecho a una vida digna y valores fundamentales como la igualdad, la libertad, la dignidad de todos los seres humanos, el derecho al trabajo, la educación, etc., siendo irrelevantes las distinciones de raza, color, religión, sexo, lenguaje y opinión política.
En ese sentido, este Dossier recoge una recopilación de cuatro artículos aparecidos en distintos números de nuestra revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global que abordan el tema de los derechos humanos desde la perspectiva ecosocial.
Para ello, contamos con las aportaciones de especialistas como Itziar Ruiz-Giménez, María Eugenia R. Palop, Richard Falk y Susana Borrás, y como es costumbre, ofrecemos una selección de recursos de la mano de Susana Fernández Herrero del Centro de Documentación Virtual de FUHEM Ecosocial.
Puedes descargar a continuación el Dossier completo en formato pdf: Derechos humanos, setenta años defendiendo la vida digna o bien los artículos por separado:
Luces y sombras del régimen internacional de los derechos humanos
Itziar Ruiz-Giménez Arrieta
En el 70 Aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, este artículo plantea seis grandes desafíos que afronta la doctrina de los derechos humanos para ser realmente un “instrumento de justicia” y no, como ha sido durante mucho tiempo, un instrumento de “civilización” promovido por las elites capitalistas, occidentales, (neo)liberales.
Derechos humanos y buen vivir. Sobre la necesidad de concebir los derechos desde una visión relacional
María Eugenia R. Palop
El buen vivir exige una deliberación moral narrativa en la que los bienes comunes y relacionales, la solidaridad y las responsabilidades compartidas (y graduadas) ocupen un lugar central, por lo que no se armoniza fácilmente con la conceptualización proto-liberal de los derechos humanos que hemos heredado de la Modernidad.
Por qué los pueblos del mundo necesitan a la ONU
Richard Falk
Actualmente, la ONU vuelve a ser objeto de duros ataques, sobre todo de su miembro más poderoso, EEUU, precisamente cuando los pueblos del mundo necesitan una organización más fuerte para hacer frente a los desafíos de nuestra época. Solo mediante la movilización de la gente puede evitarse la neutralización de esta organización.
La migración ambiental: entre el abandono, el refugio y la protección internacional
Susana Borrás
¿Qué estatus jurídico puede proteger a las víctimas migrantes de las alteraciones humanas del clima? El artículo reflexiona sobre la necesidad de conseguir la voluntad política de cooperar y de establecer un marco de protección adecuado y suficiente para prevenir y/o responder a las crisis humanitarias generadas por la degradación del medio ambiente.
SELECCIÓN DE RECURSOS
Susana Fernandez Herrero
Desde el Centro de Documentación de FUHEM Ecosocial elaboramos una recopilación de recursos de diferentes formatos para facilitar el acceso a más información en torno a la temática abordada en cada número. En este Dossier recogemos una recopilación de artículos sobre Derechos Humanos publicados en nuestra revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global que analizan la situación actual y su evolución a lo largo de los últimos 10 años.
Destacamos también la colección de Cuadernos Deusto de Derechos Humanos publicaciones editadas por el Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe de la Universidad de Deusto, sobre materias relevantes y actuales en el ámbito de los derechos humanos, con un enfoque divulgativo. Ofrecemos una selección donde se abordan diferentes temáticas relacionadas con el derecho a la libre determinación, a la situación de los defensores de los derechos humanos, las causas de los desplazamientos forzados, las políticas del miedo, la impunidad y la Justicia transicional.
La siguiente recomendación en un Centro de Documentación sobre Racismo y Xenofobia de SOS Racismo – Mugak, a través del que ofrecen la Revista de prensa del Observatorio de la Diversidad en los Medios, con información sobre inmigración y minorías publicada en los principales diarios del estado español y con acceso a la base de datos donde catalogan esa información. Recogen, analizan y catalogan sistemáticamente la representación que los medios de comunicación hacen de las minorías étnicas en su aspecto más amplio y diverso. Cuentan con una base de datos con más de doscientas mil noticias y artículos que la prensa escrita ha publicado en los últimos años.
Por último, ofrecemos una recopilación de Organizaciones e Institutos que desarrollan su actividad entorno a la defensa de los derechos humanos, en la que destacamos algún elemento característico, publicación o recurso de interés de cada una de ellas: Asociación pro Derechos Humanos España - APDHE, Amnistía Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos - CIDH, El Instituto Universitario de Derechos Humanos, Democracia, Cultura de Paz y No Violencia – DEMOSPAZ; Human Rights Watch, la Federación Internacional de Derechos Humanos – FIDH, el Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas, el Instituto Universitarios de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia, El Instituto de Derechos humanos de Cataluña y la Red Internacional para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Dossieres Anteriores:
Crisis Ecosocial, Conflictos y Construcción de Paz, Santiago Álvarez Cantalapiedra, Nuria del Viso, Jesús Núñez, Carmen Magallón, Susana Fernández Herrero, diciembre 2018.
Gentrificación, privilegios e injusticia alimentaria, Joshua Sbicca, Sara González, Guadalupe Ramos, Ricard Espelt, Susana Fernández Herrero, julio 2018.
Mujeres y mundo rural: nuevos y viejos desafíos, Emma Siliprandi, Ana Sabaté Martínez, Lídia Senra Rodríguez, Fátima Cruzmarzo, Susana Fernández Herrero, marzo 2018.
Contaminación del aire y movilidad en la ciudad, Miguel Ángel Ceballos Ayuso, Alfredo Sánchez Vicente, Alfonso Sanz Alduán,
Elena Isabel Boldó, Pilar Vega Pindado, Susana Fernández Herrero, febrero 2018.
Democracia local: avances, oportunidades y limitaciones, Tomás Rodríguez Villasante, Andrés Boix Palop, Joan Subirats, María Gómez Garrido, Susana Fernández Herrero, noviembre 2017.
Agroecología: un paso más hacia la calidad de vida, Gloria I. Guzmán, David Gallar, Ángel Calle, Daniel López, Humberto Ríos, Susana Fernández Herrero, junio 2017.
Políticas de género y calidad de vida en la ciudad, Gemma Ubasart, Alicia Rius, Christel Keller, Marta Domínguez, Susana Fernández Herrero, marzo 2017.
Calidad de vida, una noción poliédrica, Santiago Álvarez Cantalapiedra, Maria Ángeles Durán, Carolina del Olmo, Mauricio León Guzmán, Susana Fernández Herrero, enero 2017.
Conflictos y alternativas en la ciudad, Luis del Romero Renau, Jacobo Abellán, Alberto Magnaghi, José Bellver, Susana Fernández Herrero, octubre 2016.
Impacto de los modelos alimentarios, Carlos A. González, Nicole Grunewald, Alessandro Galli, Katsunori Iha, Martin Halle, Michel Gressot, Ferran García, Luis González Reyes, Susana Fernández Herrero, junio 2016.
Género y salud, Maria Pilar Sánchez López, Teresa Ruiz Cantero, Lucero Herrera Cairo, Maria Isabel Casado Mora, Vanesa Puig Barrachina, Marisol Ruiz, Mireia Juliá, Emmanuel Calderón, Kayla Smith, Andrés Peralta, Joan Benach, Susana Fernández Herrero, marzo 2016.
Temas clave en el debate del cambio climático, Ferran Puig Vilar, Larry Lohman, L. Urkidi, R. Lago, I. Basurko et al., y David Held y Angus Fane Hervey, Susana Fernández Herrero, enero 2016.
Fracking: hacia las nuevas fronteras del extractivismo fósil, Pedro Prieto, Elisa Moreu, Samuel Martín-Sosa y Elvira Cámara, Susana Fernández Herrero, septiembre 2016.
Desinformación y pseudoinformación, Braulio Gómez Fortes; Rodrigo Fernández Miranda; Beatriz Gimeno; José Bellver, Paul Serrano y Pau Salarich, Susana Fernández Herrero, junio 2015.
Construcción de la desigualdad de género en la educación, Carmen Rodríguez, Gema Martín, Nieves Salobral, Olga Abasolo y Ana del Pozo, Susana Fernández Herrero, marzo 2015.
Estados de excepción y control social, Santiago Alba Rico, Alex Segura, Jean-Pierre Garnier, Tica Font, Lucía Vicent Valverde, Susana Fernández Herrero, enero 2015.
Proyecto europeo: deseos, desvíos y derivas, Antonio Moreno Juste, Éric Toussaint, Antonio Sanabria, Martín Xavier Casals, Andrew Gavin Marshall, Lucía Vicent Valverde, Susana Fernández Herrero, octubre 2014.
La juventud, un estado precario de completa incertidumbre, Luis Enrique Alonso, Jon Bernat, Yassodára Santos, y Alejandro Martínez junto a Francisco Verdes-Montenegro, Lucía Vicent Valverde, Susana Fernández Herrero, junio 2014.
Nuevos retos del debate feminista ante la Gran Involución, Justa Montero, Olga Abasolo, Lucía Vicent, Ana del Pozo, Carlos Martínez, Susana Fernández Herrero, marzo 2014.
La huella del consumismo tecnológico, José Bellver, Juan José Castillo, Daniel López y Fernando Cembranos, Lucía Vicent, Susana Fernández Herrero, diciembre 2013.
Migrantes: entre la crisis y la exclusión, Colectivo Ioé, Producciones Translocales, Michael Renner y Lorenzo Chacón, Carlos Martínez, Lucía Vicent, Susana Fernández Herrero, septiembre 2013.
Desobediencia civil, la estrategia necesaria, Alejandro Martínez Rodríguez, Sabino Ormazabal Elola, Mar Rodríguez Gimena y Jaime Sánchez Barajas, Montserrat Cervera Rodon, Lucía Vicent Valverde, Susana Fernández Herrero, junio 2013.
El desigual impacto de la crisis en las mujeres, Lucía Vicent, Carmen Castro, Astrid Agenjo, Yayo Herrero, Susana Fernández Herrero, marzo 2013.
Respuestas ante la crisis de civilización, Luis González Reyes, Juan del Río, David Rivas y Cecile Andrews, Lucía Vicent, José Bellver,
Susana Fernández Herrero, diciembre 2012.
La educación a debate, Santiago Álvarez Cantalapiedra, Víctor M. Rodríguez, Teresa Maldonado, Jesús Joven, Miguel Recio, Manuel de la Cruz, Susana Fernández Herrero, octubre 2012.
Postextractivismo: alternativas a un modelo agotado, IPPM, Luis Vittor, Hoinathy Remadji, Alberto Acosta, Ernest García, Jesús García-Luengo, Susana Fernández Herrero, julio 2012.
África, la última frontera, Óscar Mateos, Jesús García-Luengos, Mercedes Jiménez, Pedro sanz, José García Botía, Susana Fernández Herrero, junio 2012.
Viviendo en entornos tóxicos, Miguel Jara; Rafael Gadea; Paco Puche; Vicent Boix, Susana Fernández Herrero, abril 2012.
Acaparamiento de tierras, el nuevo expolio, Ben White; Jennifer C. Franco; Javier Sánchez; Nidhi Tandon, Susana Fernández Herrero, enero 2012.
La conflictividad que viene, Josep Lobera; Pedro Arrojo; Marta Rivera; Ernest García, junio 2011.
Feminismos, Violet Eudine Barriteau, Ziba Mir-Hosseini, María Teresa Munguía, Germán Méndez, marzo 2011.
Periodismo con otra mirada, José Manuel Sánchez, José Naranjo, Alejandro Barranquero, Greg Simons, enero 2011.
El papel de la biodiversidad, Theo Oberhuber, Pedro Lomas, Gustavo Duch, María González Reyes, octubre 2010.
Enfoques sobre bienestar humano y buen vivir, Joaquím Sempere, Alberto Acosta, Saamah Abdallah, Mario Ortí, abril 2010.
Debates feministas, Justa Montero, Olga Abasolo, Marta Pascual, Yayo Herrero, Lucy Ferguson, enero 2010.
Cumbre de Copenhague, ¿viaje a ninguna parte?, Carlos Taibo, Jordi Roca, Cristina García Fernández y Antonio Ruiz de Elvira, 2009.
Reflexiones sobre la diversidad(es), Javier de Lucas, Ricard Zapata-Barrero, Máriam Martínez, José Ignacio Pichardo, Soledad Arnau, Rafaél Feito, Susana Fernández Herrero, agosto 2009.
Movimientos sociales hoy: de lo local a lo global, Jaime Pastor, Juan López de Uralde, Jordi Mir, Jaume Botey, Jose
Luis Fernández, Aifrefdo Ramos, Susana Fernández Herrero, junio 2009.
Cambio climático: un reto social inminente, Manuel de Castro, Climent Ramis, Pablo Cotarelo, Jorge Riechmann, Susana Fernández Herrero, noviembre 2008.
Agro(bio)combustibles: ¿por qué no nos salvarán?, Oscar Carpintero, Monica Di Donato, Francoise Houtart, Tom Kucharz, Pedro Lomas, Guillermo Pequero, Daniela Russi y Sergio Sastre, octubre 2008.
Seguridad alimentaria: el derecho de los pueblos a la vida, Enrique de Loma-Ossorio, Esther Vivas, Helen Groome, Danielle Nierenberg, Brian Halweil y Vandana Shiva, octubre 2008.
El Día de la Mujer en los colegios de FUHEM
El próximo viernes 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. En FUHEM nos parece una fecha importante, por eso forma parte de nuestras celebraciones conjuntas, con actividades en todos nuestros colegios.
Actividades promovidas por el Grupo de Género
Desde el Grupo de Género de FUHEM, formado por personas de toda la comunidad educativa (profesorado, PAS, familias, alumnado, personal de la sede central y colaboradoras externas), se han planteado algunas propuestas para trabajar sobre el 8M en los centros a lo largo de toda esta semana.
- Se ha realizado una recopilación de los materiales relacionados con la “Convivencia entre géneros” publicados en el blog de recursos Tiempo de Actuar tiempodeactuar.es, con el fin de facilitar actividades, ideadas para las distintas etapas, que sirvan para el debate y la reflexión en torno a la situación de la mujer.
- Está previsto que el 7 de marzo se cante la canción “La puerta violeta” de Rozalén con el conjunto del alumnado, y grabarlo en los distintos centros para realizar un vídeo conjunto.
- Para las etapas de Educación Infantil y Primaria se propone diseñar una biblioteca especial para el 8M, con libros escritos por mujeres y/o con personajes femeninos como los que aparecen en recopilaciones que ya hemos compartido, tanto en lo que respecta a literatura infantil y juvenil no sexista o a materiales sobre género y coeducación.
- Además, aprovechando la publicación del libro '71 propuestas para educar con perspectiva de género’, los colegios Montserrat y Lourdes han organizado dos coloquios ‘Al salir del cole’ para debatir sobre la desigualdad que sufre la mujer en diferentes contextos y algunas de las propuestas que, desde el ámbito educativo, se pueden dar para ayudar a corregir esa situación.
Este mismo argumento es el que ha servido para grabar 8 videos con 8 propuestas específicas, que estamos publicando estos días en nuestros canales de redes sociales, con el fin de sensibilizar y mostrar diversos aspectos vinculados a una educación con perspectiva de género, reflexionando sobre los materiales y el lenguaje que usamos a diario, la corresponsabilidad en los cuidados, los estereotipos, el respeto a la diversidad afectivo-sexual y la violencia contra las mujeres. Os dejamos uno de ellos, a mano. El resto se pueden ver en nuestro canal de YouTube.
Otras actividades en los centros
Los tres colegios de FUHEM, Hipatia, Lourdes y Montserrat, irán desarrollando diversas actividades a lo largo de esta semana. Seguramente, nuestros canales Facebook y Twitter sean la forma más inmediata de seguir las novedades que se produzcan. Por el momento, el Colegio Lourdes ha publicado información sobre detalles relacionados con la huelga en su centro, e Hipatia ha hecho público la creación de un grupo de género en el colegio que anima a sumar participantes.
La huelga del 8 de marzo de 2019
Desde el movimiento feminista se ha convocado de nuevo una huelga general de mujeres para este 8 de marzo de 2019, y se propone para cuatro ámbitos: laboral, educación, consumo y cuidados. Desde el Grupo de Género de FUHEM muestran su apoyo hacia esta iniciativa, y nos animan a participar: a las mujeres sumándonos y a los hombres participando de las tareas de cuidados y de suplencia para visibilizar una alternativa al modelo actual.
La actividad reivindicativa del 8 de marzo concluirá con la manifestación de la tarde que tendrá lugar en Madrid desde Atocha a Plaza de España. Desde el Grupo de Género y el Comité de Empresa de FUHEM nos animan a participar en ella y hacerlo juntas. Si os apetece participar en el bloque de FUHEM, el plan es encontrarnos a las 18 horas en la plaza del Caixa Forum y desde ahí, comenzar a andar.
Conferencia de Maite del Moral sobre María Zambrano
El jueves 28 de febrero, a las 19 horas, en Espacio Abierto FUHEM (Av. de Portugal, 79, posterior. 28011 Madrid), tendrá lugar una charla-coloquio titulada “María Zambrano, una filósofa comprometida entre Las sin sombrero”.
La ponencia correrá a cargo de Maite del Moral. Licenciada en Filología Clásica y Psicóloga Clínica, forma parte del Patronato de FUHEM y ha estado ligada a la Fundación durante toda su trayectoria profesional desde sus comienzos como profesora de Santa Cristina. Profesionalmente, Maite del Moral se dedica a la psicoterapia y a tareas de formación. Ha dirigido varios seminarios sobre la relación entre el pensamiento de María Zambrano y la psicología. Recientemente ha publicado un libro sobre este tema, La luz de la oscuridad.
María Zambrano es una destacada figura femenina de esa generación de mujeres, “Las sin sombrero”, precursoras de un pensamiento feminista comprometido con la realidad de su país. Su filosofía, “La razón poética”, ha buscado sumergirse en lo más profundo y esencial de la realidad humana. Fue una figura destacada del exilio español y sus escritos sobre la memoria histórica, referidos a la necesidad de encontrar una “memoria que rescata”, siguen siendo fundamentales a la hora de reflexionar con cierta profundidad sobre nuestro reciente pasado.
Una actividad de Re-Creo FUHEM
Esta actividad está organizada por Re-Creo, un grupo de personas que han estado ligadas a FUHEM en algún momento de su vida, como alumnado, profesorado, familiares, seguidores o conocedores de nuestro proyecto, y están creando una red de personas afines. La idea es “re-crear” todo el potencial humano y creativo y el vínculo afectivo existente.
Re-Creo es un grupo autogestionado y autónomo a FUHEM que organiza reuniones periódicas (en torno al 15 de cada mes, a las 18.30 horas en Espacio Abierto FUHEM), con el fin de ir dando forma a esa red, y organizar actividades puntuales de diverso tipo (solidario, cultural, lúdico, reflexivo, voluntario, festivo, innovador…).
Esta conferencia es una excelente oportunidad para conocerles y estarán encantados de que vengas. Ya lo sabes: jueves, 28 de febrero de 2019, a las 19 horas en Espacio Abierto FUHEM (Avda. de Portugal, nº 79 (posterior), 28011 Madrid).
Si quieres confirmar tu asistencia o ponerte en contacto con Re-Creo, puedes hacerlo a través de este correo: re-creo@re-creo.fuhem.es
Presentación de ‘Ciudades en movimiento’, del Foro de Transiciones, en Madrid
El libro "Ciudades en movimiento. Avances y contradicciones en las políticas municipalistas desde la óptica de las transiciones ecosociales" es la última publicación del Foro de Transiciones. Editado por FUHEM, sus páginas, que analizan más de doscientas políticas municipalistas de siete ciudades del territorio español (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Coruña, Málaga y Vitoria), ofrecen un balance riguroso de su impacto desde la óptica de las transiciones ecosociales.
En el acto público, que tendrá lugar en la librería Traficantes de Sueños (c/ Duque de Alba, 13. Madrid), intervendrán, en representación del Foro de Transiciones, Yayo Herrero, antropóloga, educadora social y vocal del Patronato de FUHEM, y José Luis Fernandez Casadevante «Kois», sociólogo y activista del movimiento vecinal madrileño.
Elementos para el debate
A partir de un contexto de crisis civilizatoria en el que resulta inverosímil pensar que todo va a continuar igual, las políticas públicas locales son determinantes a la hora de acelerar, acompañar, consolidar o bloquear las imprescindibles dinámicas de cambio. Atravesamos un cambio de ciclo histórico cuyos acontecimientos van a determinar nuestra historia futura. Los municipios emergen como actores privilegiados para la innovación y la experimentación: solucionar problemas y problematizar soluciones, avanzar por el incierto camino de la transición hacia sociedades más inclusivas, equitativas y que puedan ser sostenibles ambientalmente.
El libro sistematiza las transformaciones que están sucediendo en las agendas políticas, los procedimientos, las alianzas, los conflictos y los relatos mostrando los avances en cuestiones sociales y de participación ciudadana y las debilidades en temáticas ecológicas clave. En definitiva, pone valor en los cambios positivos y alerta de la postergada agenda ecosocial a fin de que decisores políticos, personal técnico y ciudadanía sean conscientes de la necesidad de las transformaciones que quedan pendientes bien para protagonizarlas o bien para reivindicarlas.
El libro está a la venta en varias librerías y en nuestra librería on-line, también se puede descargar en la página web del Foro de Transiciones.
¿Qué es el Foro de Transiciones?
El Foro de Transiciones, un “think tank” de corte ecológico y de composición transdisciplinar, es una iniciativa impulsada por las Fundaciones CONAMA y FUHEM desde finales de 2013 con el objetivo de elaborar, debatir y divulgar, desde la pluralidad, contenidos en torno al cambio de época, la amenaza real de colapso de los recursos, ecosistemas y ciclos naturales que sustentan la vida en el planeta y las propuestas para transitar hacia un estadio en el que los límites de biocapacidad del planeta puedan convivir con niveles de bienestar suficientes en una sociedad más justa y democrática.
Capitalismo digital
De las diez mayores empresas del mundo en términos de cotización bursátil en 2018, siete estaban ligadas a las nuevas tecnologías del mundo digital; las otras tres eran empresas del ámbito financiero. Tanto la financiarización como las tecnologías de la información y la comunicación llevan ya unas décadas determinando, junto al neoliberalismo y la globalización, el capitalismo mundial. La última crisis económica global ha puesto en cuestionamiento, sin embargo, el globalismo y el orden social neoliberal.
Cabe preguntarse ahora hasta qué punto los nuevos desarrollos tecnológicos permitirán la emergencia de un orden social capaz de acompañarse de un modelo económico que garantice la sostenibilidad, la cohesión social y la democracia, como apuntan las visiones más optimistas o si, por el contrario, predominarán los insoslayables costes sociales y ecológicos del poder tecnológico y financiero.
Según palabras de Santiago Álvarez Cantalapiedra en la INTRODUCCIÓN del número “el capitalismo digital no se reduce a un sector de bienes de consumo tecnológico pensados básicamente para captar nuestra atención y entretenernos, ni al conjunto de empresas –las llamadas ”tecnológicas”– encargadas de producirlos. Es más bien una nueva forma de operar que incrusta las tecnologías de la información en todos los procesos y productos. Internet no ha transformado solo el modelo productivo; también las reglas del juego.”
El ESPECIAL del número incluye siete artículos, el primero de los cuales de Santiago Alba Rico habla de la falsa neutralidad de los artefactos, los formatos y las funciones, y la falsa ilusión que pone en paralelo progreso tecnológico y progreso humano y social.
Antonio Serrano indaga sobre los efectos socioeconómicos y territoriales de la robótica y la inteligencia artificial. Por su parte, Margarita Padilla sostiene que los algoritmos no son neutros y que reproducen las desigualdades sociales.
El cuarto artículo, de Albert Recio, examina las narrativas asociadas a la denominada revolución digital y sus efectos, tanto positivos como negativos, sobre la esfera laboral. José Bellver, muestra cómo a pesar de la imagen verde que rodea a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, sin embargo éstas requieren un gran consumo de energía y materiales, y genera muchos residuos, generándose una cierta tensión discursiva entre la imagen verde y los costes ecológicos reales de las tecnologías digitales.
Javier de Rivera realiza un breve análisis histórico y sistémico del capitalismo digital, mientras que Jean-Pierre Garnier habla sobre el concepto de Smart City, como una convergencia e interacción entre: la finanaciarización, la flexibilización, la transnacionalización y la tecnologización.
En la sección de ENTREVISTAS, conversamos también sobre estas y otras cuestiones con Paul Mason, y con Federico Aguilera Klink acerca de la situación de la universidad.
Por otra parte, en este número estrenamos una nueva sección titulada RECORDANDO A PACO FERNÁNDEZ BUEY, en la que recopilamos algunas aportaciones inéditas y otros textos esenciales de este pensador de referencia ecosocial.
En PERISCOPIO, Olmo Nieto explica la importancia de la cartografía generada por las comunidades que se asientan en la reserva amazónica para interpretar la cosmovisión de sus pobladores. El número se completa con la habitual sección de LIBROS.
A continuacón, ofrecemos el Sumario del número completo, así como el acceso al texto completo de la INTRODUCCIÓN y al artículo destacado, que en este caso es la Entrevista realizada por José Bellver a Paul Mason.
INTRODUCCIÓN
Capitalismo en la era digital, Santiago Álvarez Cantalapiedra.
ESPECIAL: CAPITALISMO DIGITAL
Transformación antropológica y paradigma tecnológico, Santiago Alba Rico.
Disrupción tecnológica global. ¿Transición a una nueva formación social?, Antonio Serrano Rodríguez.
Inteligencia artificial, conocimiento y poder, Margarita Padilla.
Digitalización y trabajo: notas para un debate, Albert Recio.
Costes y restricciones ecológicas al capitalismo digital, José Bellver.
Guía para entender y combatir el capitalismo digital, Javier de Rivera.
La “smart city” o la “cité radieuse” en la era digital, Jean-Pierre Garnier.
ENTREVISTA
Entrevista a Paul Mason:
«Si realmente se aplicaran las reglas de la competencia y las leyes de defensa de los consumidores, el sistema colapsaría», Jose Bellver.
Entrevista a Federico Aguilera Klink:
«La universidad actual enseña a obedecer y anula la curiosidad, contribuyendo a invalidar psicológicamente a las personas que al final ni comprenden dónde viven ni se comprenden a sí mismas», Salvador López Arnal.
PERISCOPIO
Los mapas falados. Expresión y representación de la selva amazónica, Olmo Nieto.
RECORDANDO A PACO FERNÁNDEZ BUEY
Artículos, notas, traducciones y cartas de Francisco Fernández Buey publicados en la revista Mientras Tanto, Salvador López Arnal.
Una carta de Francisco Fernández Buey sobre Cuba, Salvador López Arnal.
LIBROS
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Universidad del Barrio - Curso de Economía 2018/19
El próximo lunes 25 de febrero tendrá lugar en el Teatro del Barrio nueva sesión del Curso de Economía coordinado por FUHEM Ecosocial, Economistas sin Fronteras y el Salmón Contracorriente.
El capital se internacionaliza, la propiedad de los medios de producción se diluye y la precariedad laboral inunda la ciudad. El capitalismo de plataforma está cambiando el modo en que concebimos el trabajo y los sistemas de reparto global transforman las relaciones comerciales afectando al comercio local.
El trabajo doméstico lucha por ser reconocido como tal. La propiedad capitalista aparece difuminada y ante esta realidad, el sindicalismo debe reformularse para recuperar un espacio en constante mutación.
Contaremos con la intervención de:
Patricia Nieto – Profesora de la Universidad Carlos III de Madrid.
Víctor Garrido, Secretaría de Acción sindical Internacional de Industria de CCOO.
Ruben Ranz – Secretaría de Política Sindical de UGT.
Modera: Natalia Arias
RECUERDA:
FECHA: Lunes 25 de febrero de 2019.
HORA: 19:00 a 21:00.
LUGAR: Teatro del Barrio.
Calle de Zurita, 20, 28012 Madrid
AGENDA Ecosocial
El próximo 19 de febrero debatiremos en el Espacio Abierto FUHEM sobre el concepto de seguridad y sobre la necesidad de crear nuevas narrativas que vayan más allá de la visión tradicional, de carácter militarista, que contribuyan a reflexionar sobre las políticas de paz y seguridad humana.
La primera intervención correrá a cargo de Ana Barrero, presidenta de la Asociación Española de Investigación para la Paz – AIPAZ , y abordará la gestión militarizada de la seguridad y alternativas de seguridad para la paz.
Pere Ortega, Presidente del Centro Delás de Estudios por la Paz, nos hablará sobre el negocio que se esconde detrás de la guerra y recorrerá los engranajes que se mueven alrededor de la economía militar, lo cual favorece la resolución de los conflictos mediante el uso de la fuerza, cuando los estados disponen de otros muchos medios para afrontarlos, transformarlos y resolverlos. También nos contará otros aspectos relacionados con la industria militar, el comercio de armas y las causas de las guerras, que aborda en su libro Economía (de guerra), publicado por Icaria editorial.
Eduardo Melero, investigador del mismo centro, participa en una obra colectiva titulada Políticas de seguridad para la Paz: otra seguridad es posible y necesaria, coordinado por Jordi Calvo Rufanges, y recien editado por Icaria, donde se cuestiona el armamentismo, el militarismo, la militarización de las sociedades, de las economías y de las relaciones internacionales; para después proponer políticas y medidas de carácter político alternativo, de seguridad no tradicional, basada en la cultura de paz.
Después abriremos un debate entre el público.
Presenta el acto Susana Fernández Herrero del equipo de FUHEM Ecosocial.
RECUERDA:
FECHA: martes 19 de febrero.
HORA: 18.30 h.
LUGAR: Espacio Abierto FUHEM.
Avda de Portugal, 79 posterior.
Madrid 28011
FUHEM recibe el Premio Rochdale UCETAM
El Consejo Rector de UCETAM, reunido el pasado día 17 de enero de 2019, decidió conceder los II Premios Rochdale UCETAM a la Trayectoria Cooperativa, a los centros de FUHEM y al Colegio Trabenco. Según expresa la motivación del premio, “se reconoce la labor pedagógica y empresarial a lo largo de más de cuarenta años, así como su trabajo en favor del cooperativismo y de la economía social en nuestra región”.
Los premios se entregaron en la tradicional Cena del Maestro organizada por UCETAM con el fin de subrayar la dedicación de los profesionales a la docencia, que se celebró el pasado 8 de febrero de 2019. Por parte de FUHEM, recogió el premio Víctor Manuel Rodríguez Muñoz, director del Área Educativa de FUHEM quien agradeció el premio en nombre de FUHEM y en el de todos los trabajadores de los colegios.
Un repaso a la historia educativa de FUHEM
En la motivación del premio, UCETAM ofreció un resumen de nuestro recorrido histórico en el ámbito de la educación:
“La actividad educativa de FUHEM nace en 1948 con una Escuela de Capacitación Profesional. En las décadas de los cincuenta y sesenta, surgen los colegios, bajo la fórmula de patronatos y secciones filiales de instituto. Con una finalidad social y sin ánimo de lucro, FUHEM pretendía colaborar en la escolarización de la población, llevando la enseñanza a los barrios periféricos de Madrid habitados por familias con escasos recursos económicos.
En los años 70, con la Ley General de Educación, el Estado afronta las necesidades de escolarización y los “Centros del Hogar del Empleado” optan por situarse a la cabeza de los cambios educativos, emprendiendo una profunda renovación pedagógica de carácter progresista, caracterizada por una metodología activa, abierta, pluralista y crítica con la realidad política y social. Igualmente, FUHEM opta por una gestión democrática y participativa de sus centros escolares.
Los colegios de FUHEM, repartidos en distintos barrios de la ciudad de Madrid, fueron seña de identidad de muchas generaciones que se educaron en las aulas de Begoña, Covadonga, Fátima, Guadalupe, Lourdes, Loyola, Montserrat y Santa Cristina. El paso de los años fue haciendo imposible mantener el funcionamiento de centros que no cumplían unas condiciones adecuadas y se fue produciendo el cierre gradual de muchos de ellos. Actualmente, siguen abiertos Lourdes y Montserrat, al que se ha sumado el más nuevo de todos, la Ciudad Educativa Municipal Hipatia, en Rivas Vaciamadrid".
El otro premiado: Colegio Trabenco (Cooperativa Esenco)
Esenco fue constituida por un grupo de trabajadores para atender las deficiencias de infraestructura educativa en la zona de Entrevías-Pozo del Tío Raimundo, de Madrid, y nació al amparo de la Cooperativa de Viviendas Trabenco.
El colegio comenzó su andadura en 1971, en locales dispersos de la cooperativa de viviendas, en Entrevías. Los trabajadores y trabajadoras del colegio constituyeron Esenco en 1978. En 1983, el Colegio Trabenco absorbió la población infantil que pertenecía a un colegio público de El Pozo que iba a ser desintegrado y firmó un acuerdo para ocupar el edificio escolar: el Colegio Trabenco se ubicó definitivamente en El Pozo del Tío Raimundo.
En 1998, gracias al esfuerzo conjunto de las familias del Colegio Trabenco y de los cooperativistas de Esenco, lograron ampliar las instalaciones y modernizar el equipamiento.
¿Qué son las economías colaborativas?
¿Qué son las economías colaborativas?
Artículo publicado en la revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global, núm. 141, primavera 2018, pp. 49-62.
Las economías colaborativas cada vez tienen una penetración mayor en nuestras sociedades. Su crecimiento, sin embargo no está exento de conflicto, y están generando un gran malestar en la mayoría de ciudades.
Sus impulsores defienden que las economías colaborativas generan procesos de transformación social con efectos muy positivos desde el punto de vista económico, medioambiental y social. Pero sus críticos sostienen todo lo contrario.
En este artículo se analiza el concepto de economía colaborativa en el marco del debate abierto sobre lo que son y sobre los efectos que tienen. Se parte de la idea de que el conflicto en torno a las economías colaborativas se basa en el hecho de que gran parte de las actividades que se consideran como de economía colaborativa no cumplen con los principios de las mismas, y por el contrario son formas de economía tradicional que emergen sobre un nuevo medio, el digital.
En 2010 se publicaba el libro What’s mine is yours: how collaborative consumption is changing the way we live.1 Desde su publicación, los conceptos de consumo colaborativo y economía colaborativa se han comenzado a usar en referencia a toda una serie de prácticas y actividades articuladas a través de plataformas digitales que facilitan el intercambio de bienes y el consumo de servicios entre particulares (P2P). El libro introduce la idea de que están emergiendo toda una serie de novedosos procesos de producción, intercambio y consumo que tendrán efectos muy positivos sobre nuestras sociedades y solucionarán algunos de los problemas económicos de las sociedades contemporáneas.
Pero la realidad parece ser otra. En los últimos años las actividades y plataformas del campo de las economías colaborativas están creciendo a una velocidad enorme, generando importantes beneficios y dando lugar a espectaculares rondas de inversión y financiación. Pero su desarrollo no está exento de conflicto, y cada vez es mayor el malestar que están generando entre la población. En ese sentido, los casos de Airbnb y Uber son paradigmáticos, ya que cada vez son mayores las movilizaciones a lo largo del globo contra ambas plataformas.
Desde el punto de vista conceptual y analítico, también crecen las críticas contra las economías colaborativas. Cada vez son más los autores que critican este concepto y a estas plataformas, señalando que se observa una importante diferencia entre los discursos en torno a estas economías y la realidad y los efectos que están generando. Si bien sigue siendo un campo nuevo desde el punto de vista de la investigación, en los últimos años están creciendo las investigaciones empíricas que señalan los efectos negativos de este tipo de economías.
Las economías colaborativas no se pueden entender como un todo homogéneo. Las actividades que se articulan bajo el concepto de economía colaborativa son muy heterogéneas entre sí, en algunos casos incluso contrarias y antagónicas
En general, se observa que el debate en torno a las economías colaborativas está muy polarizado. Para algunos ciudadanos estas economías tienen efectos positivos al facilitarles formas de consumo e incluso permitirles obtener ingresos extra. Para otros, estas economías tienen efectos muy negativos sobre la ciudad, los ciudadanos y los trabajadores. Lo mismo sucede con los cargos públicos. Algunos buscan fomentar y facilitar estas actividades, mientras que otros buscan prohibirlas o reducirlas a su mínima expresión. Para los trabajadores de determinados sectores, estas plataformas representan un riesgo para su puesto de trabajo, mientras que para otros son una oportunidad de acceso al mercado laboral. Respecto al sector empresarial, para algunos actores empresariales estas plataformas suponen un riesgo y mayor competitividad, mientras que para otros brindan nuevas oportunidades de negocio. Incluso a nivel judicial, crecen las sentencias contra este tipo de actividad, pero también se dan casos en que las políticas que limitan la actividad de estas plataformas son derogadas por los tribunales. Esta polarización también se da en el campo académico. Algunas investigaciones señalan los efectos positivos de estas plataformas, mientras que otras señalan lo opuesto. Aun así, no parece descabellado señalar que en todos los ámbitos son precisamente las posturas críticas con las economías colaborativas las que parecen estar ganando peso.
En el marco de este debate tan polarizado, apenas se encuentran posturas intermedias, y por el contrario las posiciones son muy rígidas y estables: los efectos son muy positivos o muy negativos. Lo que sí que está claro, es que los efectos de las economías colaborativas son cada vez mayores, y cuanto mayor es su desarrollo y su peso en el conjunto del mercado, mayor es la polarización y la intensidad del conflicto.
Por lo tanto, nos tenemos que preguntar: ¿A qué se debe esta polarización? ¿Cómo una misma actividad puede tener efectos tan opuestos? Y ¿cómo se pueden interpretar las economías colaborativas de formas tan diversas? Para responder a estas preguntas, se parte de una idea previa. Las economías colaborativas no se pueden entender como un todo homogéneo. Las actividades que se articulan bajo el concepto de economía colaborativa son muy heterogéneas entre sí, en algunos casos incluso contrarias y antagónicas. Esta heterogeneidad es aún mayor cuando se analizan los efectos que estas actividades generan. Además, la heterogeneidad no se da solo entre las distintas plataformas, sino en las propias plataformas. El principal problema es que gran parte de la actividad denominada como de economía colaborativa no cumple con los principios de las economías colaborativas, pero sí que buscan legitimar su actividad bajo estos principios.
Para responder a las preguntas planteadas, este artículo se propone indagar en el concepto y los debates en torno a las economías colaborativas y sus efectos. En primer lugar se señalan los principales efectos y transformaciones positivas que supuestamente estas economías están generando. En segundo lugar, se repasan algunas de las definiciones del concepto, para después analizar el debate en torno a los actores que participan en las economías colaborativas. En cuarto lugar, se analizarán las definiciones críticas de este concepto y las formas alternativas que están empleando algunos autores para definirlo. Por último, se explica el criterio fundamental que da origen al surgimiento de las economías colaborativas, para después analizar en qué casos se cumple y en qué casos se incumple en plataformas como Airbnb, Uber o Blablacar.
Los –supuestos– impactos positivos de las economías colaborativas
La fuerte irrupción de las economías colaborativas se debe en parte a los supuestos beneficios que estas generan en nuestra sociedad. Los impactos positivos de las economías colaborativas se repiten hasta la saciedad por todo tipo de medios, sin que exista una base empírica que sustente dichas afirmaciones. A continuación se van a señalar algunos de los impactos positivos que por lo general se señalan.
El factor principal sería que las economías colaborativas permiten a los particulares obtener ingresos extra.2 Esto se debe a que los avances tecnológicos reducen los costes de transacción,3 lo que facilita que sean los particulares los que ofrezcan servicios y se elimine a los intermediarios.4 Las posibilidades de obtener ingresos extra a través de las economías colaborativas generan nuevas oportunidades para las personas en peor situación económia,5 y ahora pueden recuperar parte de la capacidad adquisitiva perdida en el contexto de la crisis.6 Por lo tanto, las economías colaborativas estarían generando un mayor reparto de los beneficios.7
Al margen de la fuerte polarización del debate sobre los efectos de laseconomías colaborativas, la presencia de dichos efectos es cada vez másnotoria y cuanto mayor es su desarrollo y su peso en el conjunto delmercado, mayor es la polarización y la intensidad del conflicto.
Otra característica que se suele señalar es que estas economías generan procesos económicos muy eficientes,8 debido a que hacen un uso más eficaz de los recursos.9 Al mismo tiempo, generan nuevos servicios, amplían la oferta10 y reducen el precio de los servicios.11 En general, se plantea que estas economías contribuyen de manera positiva al empleo, a la competitividad, al crecimiento e impulsan la innovación.12
También es frecuente que se señalen los efectos positivos que tienen desde la perspectiva del medio ambiente,13 reduciendo la huella ecológica del consumo. También se suele señalar que tienen importantes efectos sociales, al generar vínculos entre desconocidos.14
Si estos se presentan como los supuestos benéficos de las economías colaborativas, no existe una base empírica que los respalde. Por el contrario, cada vez son más las investigaciones que ponen en entredicho muchos de estos beneficios, y en algunos casos hasta señalan que sus efectos son precisamente contrarios a los supuestos beneficios que generan.
Problemas para definir qué son las economías colaborativas
En el libro pionero y principal referente del consumo colaborativo, Botsman y Rogers15 plantean que los mercados de trueque, los bancos de tiempo, los LETS, las monedas entre iguales, los intercambios de herramientas, los proyectos para compartir tierra y hacer huertos, el intercambio de ropa o juguetes, los espacios de co-working, CouchSurfing, el crowdfunding, los alquileres entre particulares y toda una lista de plataformas y proyectos que podría ser infinita; son todo ejemplos de consumo colaborativo. Si bien pueden variar respecto a la escala, la madurez o la finalidad, y aunque algunos sean menos conocidos que otros, para los autores todos tienen en común el pertenecer a este nuevo modelo económico que está creciendo de manera significativa.
Como se observa en la definición de Botsman y Rogers, el concepto de economía colaborativa enmarca multitud de procesos y actividades no solo diversas entre sí, sino incluso contradictorias, lo que significa que este concepto pierde su potencial como categoría analítica. Este ha sido uno de los principales problemas del concepto. Denominar a todas estas actividades y procesos, heterogéneos entre sí, como «economía colaborativa» hace que se ignoren y pierdan las diferencias que existen entre sí.16
Aunque son frecuentes los intentos de definir y delimitar el concepto,17 en la mayoría de casos se trata de definiciones abstractas y genéricas que lo hacen sin demasiado éxito. Ante esta situación, algunos autores han optado por elaborar subcategorías en las que clasificar a las distintas actividades y plataformas según las similitudes y diferencias que tengan.
La primera tipología la introdujeron Botsman y Rogers.18 En su obra los autores desarrollan tres categorías que permiten clasificar las iniciativas de las economías colaborativas. En primer lugar estarían los sistemas de producto-servicio. Estos se caracterizan por ser economías del uso (en comparación a las economías de propiedad). Este modelo permite que una persona se beneficie de un producto sin tener que comprarlo y volverse propietario del mismo, aun- que tenga que pagar por ello. Es la forma por la que las personas transforman bienes de consumo en servicios. En segundo lugar, los sistemas de redistribución. Las economías colaborativas tienen una gran capacidad para redistribuir bienes desde personas que ya no los necesitan hacia otras que sí los deseen. Por último, los estilos de vida colaborativos. Los intercambios de las economías colaborativas no tienen por qué centrarse exclusivamente en el intercambio de bienes y productos tangibles (coches, taladros, etc) que puedan ser compartidos, cambiados o truequeados. En este modelo las personas también pueden compartir e intercambiar activos menos tangibles como son el tiempo, el espacio, las habilidades o el dinero.
Algunas concepciones de las economías colaborativas permiten legitimar ylegalizar como economía colaborativa toda una serie de actividades yactores que en muchos casos no cumplen con los principios de la misma
Sharing España, la organización que aglutina a las principales empresas de economía colaborativa en nuestro país (y que funciona como el principal lobby del sector), diferencia entre economía colaborativa, economía bajo demanda y economía de acceso.19 En primer lugar, la economía colaborativa estaría formada por los modelos de producción, consumo o financiación generada en relaciones entre iguales o de particular a profesional a través de plataformas digitales (pudiendo existir o no una contraprestación entre los usuarios). En segundo lugar, la economía bajo demanda responde a los modelos de consumo y provisión de servicios en que es un profesional quien realiza la intermediación hacia el consumidor (y el profesional es remunerado por ello). Por último, la economía de acceso, que serían los modelos de consumo en que una empresa, con fines comerciales, pone a disposición de un conjunto de usuarios unos bienes para su uso temporal.
Otra forma de definir el concepto de economía colaborativa es señalando los elementos que estas plataformas tienen en común. Para Schor y Attwood-Charles20 estos son: i. el rol central de las tecnologías de la información para estructurar las transacciones vía una plataforma o aplicación; ii. dependen de las calificaciones generadas por los usuarios y de los sistemas de reputación digital para reducir los riesgos y ampliar la confianza; iii. deben tener una estructura P2P, de particular a particular (más que B2P, de empresa a particular); iv. además, en las plataformas con ánimo de lucro de proveedores de trabajo, es común que se considere a los proveedores como trabajadores independientes, y es su responsabilidad contar con las herramientas materiales para realizar el servicio.
De la misma forma, Schor21 crea tres subtipos. Define el consumo colaborativo como aquellas plataformas que aumentan el uso de un recurso durable; la economía bajo demanda o “gig labor” para plataformas de prestación de trabajo y servicios; por último, emplea el concepto más amplio de economía de plataforma para referirse a empresas con ánimo de lucro que utilizan plataformas y aplicaciones, usan sistemas de reputación y evaluación externalizados, y aplican tecnología digital para organizar el intercambio.
Como se puede observar, no existe una única definición ni sentido sobre el concepto, las plataformas y las actividades que forman parte de las denominadas economías colaborativas.
¿Quién participa de las economías colaborativas?
Otra forma de entender y delimitar el concepto de economía colaborativa es a través de las personas que participan en ellas. La Comisión Europea22 identifica tres categorías de agentes:
i) prestadores de servicios que comparten activos, recursos, tiempo y/o competencias. Pueden ser particulares que ofrecen servicios de manera puntual o prestadores de servicios que actúen a título profesional;
ii) usuarios de dichos servicios; y
iii) intermediarios que a través de una plataforma conectan a los prestadores con los usuarios y facilitan las transacciones entre ellos, lo que denomina «plataformas colaborativas».
Por su lado, Sharing España23 distingue cuatro tipos: i. P2P: Relaciones e intercambios que ocurren de particular a particular, es decir, entre iguales. A estos usuarios se les aplica el régimen jurídico civil, y no tienen obligación de cumplir con la normativa de protección de consumidores y usuarios; ii. P2B: Relaciones e intercambios entre particulares y profesionales. Debe excluir la profesionalización del proveedor, pero no su ánimo de lucro; iii. B2C: Relaciones e intercambios entre profesionales y consumidor; iv. B2B: Relaciones e intercambios que ocurren de profesional a profesional.
En ambos casos, se trata de concepciones de las economías colaborativas muy permisivas. El objetivo de estas definiciones es poder legitimar y legalizar como economía colaborativa toda una serie de actividades y actores que en muchos casos no cumplen con los principios de la economía colaborativa (como se verá más adelante).
Por el contrario, para algunos autores solo los actores particulares y las relaciones P2P forman parte de las economías colaborativas. Es decir, los casos de P2B, B2C y B2B no serían formas de economía colaborativa. Michael Bauwens24 fue de los pioneros en teorizar sobre relaciones P2P. Para Bauwens, las relaciones P2P estarían generando un nuevo modo de producción, un nuevo modelo de gobierno y un nuevo modelo de propiedad, que tendrá el efecto de modernizar la economía política contemporánea. Si bien esta nueva economía tiene un enorme potencial transformador, una característica principal es que se articula sobre redes de iguales (P2P). En la misma línea, para Benkler25 el surgimiento de una nueva economía también se basa en la producción entre iguales, ya sean estas del ámbito del procomún o del ámbito corporativo. Otros autores consideran que las economías colaborativas se articulan a través de plataformas que ponen en contacto a consumidores, basadas en el P2P, y que no forman parte de aquellas actividades y plataformas en que las empresas alquilen a los consumidores.26 De hecho, algunos autores van más allá, y consideran que siempre que las transacciones estén mercantilizadas, no se está ante casos de economía colaborativa.27
Otra forma de nombrar a las economías colaborativas
El concepto y las plataformas de economía colaborativa también están siendo criticados por algunos autores. Analizar sus críticas también es una forma de comprender y entender el fenómeno de las economías colaborativas y los efectos que están generando en nuestras sociedades.
La mayoría de las críticas hacen referencia al propio concepto de «colaborativas».28 Sus críticos señalan que este concepto confunde, ya que el tipo de actividades a las que se hace referencia con el concepto de economía colaborativa poco tiene que ver con relaciones de colaboración. El concepto de economías colaborativas da a entender formas de colaboración, de reciprocidad, de mutualidad, de altruismo, de cooperación, de apoyo o de cuidados entre los participantes. De hecho, los discursos y la retórica en torno a las economías cola-orativas se construyen bajo los valores y principios del compartir,29 pero estos discursos poco tienen que ver con la realidad que se observa en estas plataformas.30 Por lo tanto, el eufemismo de “colaborativas” se estaría empleando como una estrategia de marketing31 que permita ampliar el mercado a costa de invisibilizar algunos de sus efectos. Para empezar, porque para algunos autores por definición lo colaborativo no puede incluir un intercambio monetario, y que el compartir es diametralmente opuestos a la mercantilización del intercambio.32
Esta situación está generado que algunos autores redefinan el concepto de economía colaborativa. Se critica que se utilice el concepto de “compartir” (del inglés “sharing”) cuando en realidad se trata de alquilar o de vender.33 En ese sentido, Kalamar34 introduce el concepto de “sharewashing” para criticar que por lo general el término de “colaborativa” se emplea como una estrategia de marketing de lavado de cara de las empresas y sus productos. Para Kalamar, el termino de “sharing” se estaría utilizando como eufemismo para encubrir prácticas empresariales que pueden vulnerar derechos fundamentales.
También es frecuente que las economías colaborativas sean criticadas desde la perspectiva de las condiciones y las relaciones laborales que generan.35 Se plantea que generan formas de trabajo sin derechos y que elimina capacidad de negociación colectiva.36 La situación laboral en estas economías ha llevado a Scholz37 a introducir el concepto de crowd fleecing (desplomar a la multitud) para referirse a una nueva forma de explotación laboral y de concentración de riqueza. Desde esta perspectiva, las economías colaborativas serían una forma de externalizar el trabajo sobre una fuerza laboral desprotegida y precarizada. Por ello, Walker38 sugiere que el concepto de “crowdsourcing economy” sería más apropiado para estas prácticas.
En esta batalla discursiva y conceptual, uno de los usos cada vez más extendido para este tipo de actividades y plataformas es el de «capitalismo de plataforma».39 Este concepto hace referencia a cómo las plataformas de economía colaborativa son un mecanismo para extender la lógica neoliberal hacia nuevos ámbitos,40 y representan formas de capitalismo reimaginado.41 Este uso se debe a que para autores como Schor,42 las economías colaborativas se ven como la extrema maximización del libre mercado, lo que genera la presión y la competitividad sobre los proveedores.43 Esta situación ha llevado al economista Robert Reich a denominar la economía colaborativa como una economía de “compartir las sobras” (“share the scraps” economy).44 De esta manera, las economías colaborativas estarían exarcebando tendencias económicas y políticas neoliberales que favorecen a las empresas y minan el poder de los trabajadores.45 Serían una forma de transferir los medios de producción al trabajador, pero sin que estos controlen las relaciones de producción.46 Además, las empresas estarían consiguiendo otro objetivo: transferir el riesgo de la empresa hacia al trabajador.47
En la batalla discursiva y conceptual sobre la economía colaborativa seestá extendiendo cada vez más el uso del concepto de «capitalismo deplataforma» en referencia a cómo las plataformas de economíacolaborativa son un mecanismo para extender la lógica neoliberal hacianuevos ámbitos y representan formas de capitalismo reimaginado
En contraposición al capitalismo de plataforma, ha comenzado a surgir un movimiento denominado «cooperativismo de plataforma» (platform cooperativism).48 Este concepto hace referencia a las plataformas que utilizan la misma tecnología y ofrecen los “mismos” servicios que las empresas del «capitalismo de plataforma», pero generando otro tipo de relaciones sociales y productivas. Por lo general, se trata de plataformas que adquieren la forma de cooperativas, por lo que los prestadores de los servicios son cooperativistas de la misma y participan en la toma de decisiones. Se trata de plataformas que ponen en el centro los derechos de sus trabajadores y la justicia social, y el objetivo es generar un movimiento de plataformas cooperativas que rompan con los efectos negativos del capitalismo de plataforma.
El principio fundamental de las economías colaborativas
Un principio necesario que debe cumplir toda actividad del campo de la economía colaborativa es que el recurso que se utilice para ofrecer el servicio esté temporalmente en desuso. Es decir, que sea un “bien ocioso” que tenga carácter de valor de uso temporalmente infrautilizado.49 Las personas adquieren recursos para su uso y consumo (una vivienda, un vehículo, etc). Siempre existen momentos en que esos bienes no se utilizan, y por lo tanto desde la perspectiva de las economías colaborativas se convierten en bienes ociosos. Los nuevos avances tecnológicos permiten introducir estos bienes –temporalmente en desuso- en el mercado de las economías colaborativas para que otra persona consuma el valor de uso del bien y el propietario obtenga un beneficio por ello. Este es el principio básico de las economías colaborativas. Cuando se habla de los efectos positivos de las economías colaborativas, desde el punto de vista económico, medioambiental y social, en todos los casos dichos efectos derivan del hecho de que el recurso que se consuma sea un bien temporalmente en desuso.
En cambio, lo que se observa en la mayoría de plataformas del campo de las economías colaborativas, es que los recursos que se introducen en el mercado no cumplen la función de bienes ociosos. Por el contrario, se trata de bienes de inversión que se han adquirido con el objetivo de que el bien produzca valor. En ningún momento se adquiere el bien con el objetivo de consumir su valor de uso. Además, los sujetos que realizan esta actividad no son particulares, sino actores profesionales.
El crecimiento de las plataformas de economía colaborativa ha generado nuevas posibilidades de negocio para el mundo empresarial, lo que ha impulsado que actores profesionales comiencen a operar sobre estas plataformas aunque su actividad no responda a los principios de las economías colaborativas. Estos actores profesionales, si bien no cumplen con los principios de las economías colaborativas, buscan legitimar su actividad bajo los principios de las economías colaborativas (lo que además les permite, en algunos casos, no tener que cumplir con las obligaciones legales del sector en el que operan). Cuando al inicio de este artículo nos referíamos a la heterogeneidad de actores y actividades que se observan en estas plataformas, nos referíamos a esto mismo: la actividad que practica un particular no tiene nada que ver con la actividad que practica un profesional; y los efectos –económicos, medioambientales y sociales– de ambas prácticas son completamente opuestos entre sí. De hecho, gran parte de los conflictos que están generando las actividades del campo de las economías colaborativas se basan en esta disyuntiva, en el hecho de considerar a actividades heterogéneas entre sí como si fueran homogéneas. Por lo tanto, cuando hablamos de economías colaborativas, tenemos que diferenciar entre los particulares que sí que cumplen con los principios de las economías colaborativas, y los actores profesionales que no cumplen con dichos principios. En un contexto en que se empieza a regular la actividad de las economías colaborativas, toda administración deberé en primer lugar diferenciar entre ambos modelos para aplicarles regulaciones distintas.50
Tomemos el ejemplo de Airbnb, la plataforma de hospedaje entre “particulares”. Si una persona se va de vacaciones una semana y su vivienda se queda vacía, desde la perspectiva de las economías colaborativas esa vivienda será un bien infrautilizado durante esos siete días: está vacía y otra persona puede hacer uso de la vivienda. Los efectos positivos de introducir la vivienda en Airbnb están claros: el inquilino obtiene unos ingresos extra para pagar sus vacaciones, la vivienda no se queda vacía durante esos días, el huésped consume un hospedaje a menor precio, etc.
Por el contrario, también se dan casos de personas que tienen una segunda vivienda, que no es su primera residencia, y que tienen alquilada en el mercado de alquiler residencial de larga duración. Ante las mayores rentas que produce un piso turístico frente a un piso residencial en alquiler,51 el propietario de la vivienda decide no renovar el contrato de alquiler a los inquilinos para introducir el piso en Airbnb. En este caso, la vivienda en Airbnb no cumple funciones de bien ocioso y temporalmente en desuso. Es decir, no cumple con los principios de las economías colaborativas y por lo tanto no genera los efectos positivos de las economías colaborativas. Este tipo de hospedaje, si bien se anuncia en plataformas como Airbnb, no responde a formas de economía colaborativa, sino a formas de economía tradicional que se desarrollan sobre un nuevo medio. Se trata de usuarios profesionales (empresas, grandes propietarios, etc), con una amplia presencia en estas plataformas y que corrompen los principios del hospedaje P2P. Además, esta actividad no solo no genera los efectos positivos que sí que genera el hospedaje entre particulares, sino que genera toda una serie de efectos negativos: sustitución de vivienda residencial por vivienda para turistas, subida de los precios de los alquileres, genera expulsiones en los barrios, aumenta la turistización, transforma la economía local en economía del turismo, genera problemas de convivencia entre la población local y los turistas, etc.
Por lo tanto, al analizar las actividades, plataformas, los participantes y los efectos de las economías colaborativas es primordial distinguir entre los casos en que sí que responden a formas de economía colaborativa frente a los casos en que se trata de formas de economía tradicional que se desarrollan sobre un nuevo medio –digital–.52 Por ejemplo, si tomamos el caso de la plataforma de hospedaje Airbnb, se observa que en ciudades como Madrid o Barcelona menos de un 30% de los anuncios en la plataforma responden al modelo de economía colaborativa.53 El resto, se trata de formas de economía tradicional sobre un nuevo medio (de ahí los conflictos que está generando en ambas ciudades).
En contraposición al capitalismo de plataforma, ha comenzado a surgir un movimiento denominado cooperativismo de plataforma,plataformas que utilizando la misma tecnología y ofreciendo los “mismos”servicios generan otro tipo de relaciones sociales y productivas
Lo mismo sucede con otro tipo de plataformas del campo de las economías colaborativas. Uber, la empresa de transporte compartido, es otra de las grandes empresas del campo de la economía colaborativa. Si una persona va a realizar un trayecto en coche de su vivienda hacia su centro de trabajo y tiene sitios disponibles en su vehículo, la persona puede poner un anuncio en la plataforma para compartir el trayecto. Aunque se tenga que desviar un poco de su itinerario, la recompensa económica le motivará a ello. En ese caso, el particular que opera a través de Uber estaría cumpliendo con los principios de economía colaborativa (bajo esta lógica operan algunos de sus conductores en EEUU). Por el contrario, en España la ley no permite a particulares ofrecer trayectos en Uber, y el servicio de Uber en España se sostiene sobre conductores profesionales. Es decir, sobre conductores que se dedican de manera profesional al transporte de pasajeros, al igual que los taxis. Este modelo no cumple con los principios de la economía colaborativa, y al igual que con Airbnb, los efectos entre ambos tipos son muy distintos.
Una de las plataformas que más se acerca al modelo de economía colaborativa en nuestro país es Blablacar, la plataforma para compartir viajes entre ciudades. Si una persona va a realizar un viaje entre dos ciudades y tiene sitios disponibles en su vehículo puede anunciarlos en la plataforma, compartir el viaje con un desconocido y recibir un ingreso por ello. El coste para el conductor es mínimo, ya que iba a realizar el viaje de todas formas con asientos libres (con “asientos ociosos”). Esta actividad sí que cumple con los principios de la economía colaborativa, y es la mayoritaria en la plataforma. Aun así, en Blablacar también se observan casos de actores profesionales. Aunque son los minoritarios en la plataforma, se dan casos de personas que se dedican a la actividad de transportar a viajeros de una ciudad a otra de manera regular, realizando varios viajes en el mismo día. Estos usuarios no cumplen los principios de las economías colaborativas, y al igual que en el resto de casos, su efecto es muy distinto al de los usuarios particulares.
Conclusión
Este artículo se ha acercado a las economías colaborativas desde los debates en torno al concepto, las plataformas y las actividades que se agrupan bajo dicho concepto. Como se ha podido observar, el debate se divide entre los que consideran que están teniendo múltiples impactos positivos, frente a los que consideran que todo lo contrario. Para aclarar las posiciones y argumentos en dicho debate, en este artículo se ha abordado el debate desde distintas perspectiva. Por último, se ha señalado el principio fundamental que deben cumplir todas las actividades de economía colaborativa, para luego analizar en qué casos se está ante nuevas actividades económicas, y en qué casos se trata de formas de economía tradicional que emergen sobre un nuevo medio digital. Esta diferencia es fundamental a la hora de abordar el debate de las economías colaborativas y de determinar sus efectos económicos, medioambientales y sociales.
Aunque no era el propósito de este artículo, cabe señalar al menos tres procesos que son fundamentales para entender el fenómeno de las economías colaborativas y sus efectos, y que no se han podido tratar en este artículo. En primer lugar, cómo las economías colaborativas influyen y se sostienen sobre economías afectadas por la crisis económica. En segundo lugar, en su relación al mercado laboral y a la transformación del trabajo en nuestras sociedades. Por último, en relación a las oportunidades que generan para el desarrollo de modelos y formas de organización socioeconómicas alternativas a la economía neoliberal.
Javier Gil es doctorando en Sociología por la UNED
NOTAS:
1 R. Botsman y R. Rogers, What’s mine is yours: how collaborative consumption is changing the way we live, Collins Londres, 2010.
2 Comisión Europea, «Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones. Una Agenda Europea para la economía colaborativa», 356 final, 2016; J. Schor, «Does the sharing economy increase inequality within the eighty percent?: findings from a qualitative study of platform providers», Cambridge Journal of Regions, Economy and Society, vol. 10, núm. 2, 2017, pp. 263–279; G. Zervas, D. Proserpio, y J.W. Byers, «The rise of the sharing economy: Estimating the impact of Airbnb on the hotel industry», Journal of Marketing Research, octubre de 2017, vol. 54, núm. 5, pp. 687-705.
3 A. Sundararajan, The sharing economy: The end of employment and the rise of crowd-based capitalism, Mit Press, Londres,
2016; S. Rodríguez, Los modelos colaborativos y bajo demanda en plataformas digitales, Sharing España y Adigital, 2017; J. Rifkin, La sociedad de coste marginal cero: el internet de las cosas, el procomún colaborativo y el eclipse del capitalismo, Grupo Planeta, Barcelona, 2014).
4 S. Rodríguez, op.cit., 2017; J. Schor, «Debating the sharing economy», Great Transition Iniciative, 2014.
5 A. Sundararajan, op. cit., 2016; J. Schor, op. cit., 2017; G. Quattrone et al., «Who benefits from the sharing economy of Airbnb?», en Proceedings of the 25th International Conference on World Wide Web (International World Wide Web Conferences Steering Committee, 2016), 1385–1394; G. Zervas, P. Proserpio, y I. N. Byers, op.cit., 2017.
6 C. Gottlieb, «Residential Short-Term Rentals: Should Local Governments Regulate the’Industry’?», Planning & Environmental Law, vol. 65, núm. 2, 2013, pp. 4–9.
7 Comisión Europea, op.cit., 2016.
8 S. Rodríguez, op.cit., 2017; Comisión Europea, op.cit., 2016.
9 G. Quattrone et al., op.cit., 2016.
10 Comisión Europea, op.cit., 2016; Zervas, Proserpio y Byers, op.cit., 2017.
11 Comisión Europea, op.cit., 2016; J. Schor, op.cit., 2014.
12 S. Rodríguez, op.cit., 2017; Comisión Europea, op.cit., 2016.
13 J. Schor, op. cit., 2017; S. Rodríguez, op.cit., 2017; C.W. Lee, «The sharers’ gently-used clothes», Contexts, Vol. 14, núm. 1,
2015, pp. 17–18.
14 J. Schor, op. cit., 2017.
15 R. Botsman y R. Rogers, op.cit., 2010.
16 E.T. Walker, «Beyond the rhetoric of the ”sharing economy”», Contexts, vol. 14, núm. 1, 2015, pp. 15–17.
17 A. Sundararajan, op. cit., 2016; Comisión Europea, op.cit., 2016.
18 R. Botsman y R. Rogers, op.cit., 2010.
19 S. Rodríguez, op.cit., 2017.
20 J. Schor y W. Attwood-Charles, «The Sharing Economy: labor, inequality and sociability on for-profit platforms», Sociology
Compass, vol. 11, núm. 8, 2017.
21 J. Schor, op. cit., 2017.
22 Comisión Europea, op.cit., 2016.
23 S. Rodríguez, op.cit., 2017.
24 M. Bauwens, «The political economy of peer production», CTheory 1, 2005.
25 Y. Benkler, La riqueza de las redes. Cómo la producción social transforma los mercados y la libertad, Editorial Icaria, Barcelona, 2014.
26 K. Frenken et al., «Smarter regulation for the sharing economy», The Guardian, 20 de mayo de 2015.
27 R. Belk, «You are what you can access: Sharing and collaborative consumption online», Journal of Business Research, vol. 67, núm. 8, 2014, pp. 1595–1600; Tom Slee, What’s Yours Is Mine, OR Books, Nueva York-Londres, 2015; A. Kalamar,
«Sharewashing is the new greenwashing», OpEd News, 13 de mayo de 2013.
28 J. Schor, op.cit., 2017; A.J. Gordo, J. de Rivera y P. Cassidy, «La economía colaborativa y sus impactos sociales en la era del capitalismo digital», en R. Cotarelo y J. Gil (coord.), Ciberpolítica: Gobierno abierto, redes, deliberación, democracia, Instituto Nacional de Administración Pública, Madrid, 2016, pp. 189–208.
29 J. Schor y W. Attwood-Charles, op.cit., 2017.
30 Ibidem; J. Schor, op. cit., 2014; Kalamar, op.cit., 2013.
31 J. de Rivera, Sociología de las instituciones digitales y consumo colaborativo, Tesis doctoral inédita, 2017; Kalamar, op.cit.,
2013.
32 J. Schor y W. Attwood-Charles, op.cit., 2017.
33 J. Schor y W. Attwood-Charles, op.cit., 2017; J. Oskam y A. Boswijk, «Airbnb: the future of networked hospitality business- es», Journal of Tourism Futures, vol. 2, núm. 1, 2016, pp. 22–42; Kalamar, op.cit., 2013.
34 Kalamar, op.cit., 2013.
35 T. Scholz, Platform cooperativism. Challenging the corporate sharing economy, 2016; T. Slee, op.cit., 2015; S. Hill, Raw deal: how the “Uber economy” and runaway capitalism are screwing american workers, St. Martin’s Press, 2015.
36 T. Scholz, op.cit., 2016; T. Slee, op.cit., 2015; S. Hill, op.cit.,2015.
37 T. Scholz, íbidem.
38 E.T. Walker, op.cit., 2015.
39 S. Lobo, «SPON-Die mensch-maschine: auf dem weg in die dumpinghölle», Spiegel Online, núm. 3, 2014.
40 J. Gil, «Economías colaborativas y crisis del capitalismo: un análisis a través de la prosumición», en R. Cotarelo y J. Gil, op. cit., 2016, pp.167–188.
41 J. Schor y W. Attwood-Charles, op.cit., 2017.
42 J. Schor, op. cit., 2017.
43 S. Hill, Raw Deal: How the “Uber Economy” and Runaway Capitalism Are Screwing American Workers, St. Martin Press, Nueva York, 2017.
44 J. Schor, op. cit., 2017.
45 T. Scholz, op.cit., 2016; S. Hill, op.cit.,2015.
46 J. Schor y W. Attwood-Charles, op.cit., 2017.
47 J. Gil, «Desigualdades, límites y posibilidades para la transformación del capital en las economías colaborativas», Revista de Estudios para el Desarrollo Social de la Comunicación, núm. 15, 2017, pp. 32–67; E.T. Walker, op.cit., 2015.
48 T. Scholz y N. Schneider, Ours to hack and to own: the rise of platform cooperativism, a new vision for the future of work and a fairer internet, OR books, Londres, 2017; T. Scholz, op.cit., 2016.
49 J. Gil, «Las múltiples formas de trabajo en las economías colaborativas y su regulación: el caso de “Airbnb”», en Economía
Colaborativa y Derecho del Trabajo, Aranzadi, en prensa; J. Schor y W. Attwood-Charles, op.cit., 2017; S. Rodríguez, op.cit.,
2017; A. Sundararajan, op. cit., 2016; Oskam y Boswijk, op.cit., 2016; R. Botsman y R. Rogers, op.cit., 2010; Frenken et al.,
op.cit., 2015.
50 J. Gil, op.cit., en prensa; J. Gil, «¿Cómo regular el hospedaje entre particulares? Criterios de regulación utilizando el caso de Airbnb», en prensa.
51 D. Wachsmuth, «Airbnb and gentrification in New York», 2017.
52 J. Gil, «¿Cómo regular el hospedaje entre particulares? Criterios de regulación utilizando el caso de Airbnb», en prensa.
53 Ibidem.
Acceso al texto completo en formato pdf: Javier Gil, ¿Qué son las economías colaborativas?, Papeles de Relaciones Ecosocilaes y Cambio Global, núm. 141, primavera 2018, pp. 49-62.
UdB:Uberización social: precariedad y capitalismo de plataformas
UdB:Uberización social: precariedad y capitalismo de plataformas
Nueva sesión del Curso de Economía de la Universidad del Barrio organizada por FUHEM Ecosocial, Economistas sin Fronteras y el Salmón Contracorriente, en el Teatro del Barrio.
Esta tarde hablaremos de cómo afectan fenómenos como Uber, Deliveroo, Glovo o Airbnb en nuestra vida diaria y en la forma en la que nos relacionamos.
Chóferes, repartidores, cargadores de patinetes... las profesiones cambian y se precarizan al ritmo vertiginoso que marcan las aplicaciones telefónicas.
Esto tiene importantes consecuencias en nuestra vida diaria y en la forma en la que nos relacionamos:
¿Cuáles son estas consecuencias?
¿Quién dirige estas plataformas?
¿Existen alternativas?
FECHA: lunes 11 de febrero
HORA: 19 h.
LUGAR: Teatro del Barrio
C/ Zurita, 20, 28012 Madrid.
Contaremos con la presencia de:
- Javier Gil, sociólogo, investigando el fenómeno Airbnb en la UNED - Universidad Nacional de Educación a Distancia
- Paula Guisande, Secretaria de Política Social y Movimientos Sociales de CCOO Comisiones Obreras.
- Felipe Díez, Riders x Derechos.
Modera: Genoveva López.
AGENDA Ecosocial
FUHEM Ecosocial, junto a la Embajada de Canadá en Madrid y la Fundación Canadá, organiza en la Casa de América la conferencia titulada “Vida buena en el contexto de la crisis ecosocial. Una mirada desde el subártico canadiense”, a cargo de Jocelyn Joe-Strack.
Jocelyn Joe-Strack es científica, filósofa y empresaria. Está convencida de que la ciencia puede ayudar a cambiar las políticas dentro de los territorios subárticos y ha encontrado interesantes perspectivas que reconcilian el conocimiento ancestral con el saber actual.
Criada en el Yukón en el seno de la cultura indígena, Jocelyn es Miembro del Wolf Clan de las Comunidades Amerindias Champagne y Aishihik.
Realizó sus estudios en Hidrología y Aprovechamiento de la Tierra en Saskatchewan y los utiliza para reflexionar acerca de los desafíos medioambientales del Yukón y del Norte de la Columbia Británica.
Su pasión la lleva a encontrar soluciones concretas a favor del desarrollo social, económico y político de las comunidades autóctonas de esta región subártica.
Después de la conferencia disfrutaremos de un ameno debate con el público asistente.
No te lo pierdas.
RECUERDA
FECHA: 12 de febrero.
HORA: 19 horas.
LUGAR: Casa de América - Salón Cervantes
Plaza de la Cibeles, s/n
28014 Madrid
Entrada libre hasta completar aforo.
Los colegios de FUHEM celebran el Día de la Paz
Entre todas las efemérides, Días Mundiales o Internacionales que nos recuerdan infinidad de causas que merecen nuestra atención, FUHEM ha elegido algunos días concretos para que tengan un cierto peso en el calendario escolar, promoviendo la celebración conjunta de ellos en sus tres centros.
El primero de 2019 ha sido el 30 de enero para celebrar el ‘Día Escolar de la Paz y la No Violencia’ con actividades propias para las distintas etapas en cada uno de los centros de FUHEM: Hipatia, Lourdes y Montserrat. Buena parte de las imágenes de ese día y algunos videos con ensayos y canciones se pueden ver en el álbum que hemos creado para la ocasión.
Hipatia: murales y una canción multitudinaria
Los pasillos y los vestíbulos de Hipatia cambiaron de aspecto gracias a los símbolos de la paz realizados con esmero, las cadenas de manos enlazadas del alumnado, los rostros pintados de blanco o con la palabra “paz” en la mejilla o en la frente… A lo largo del día, el cambio en la decoración dejó su huella en lo que ocurría en los patios o en las aulas, en función de la actividad creada en cada etapa.
Así, por ejemplo, en primaria e infantil, se reunieron 900 niños y niñas que cantaron juntos la canción "Tú cuentas, ¿me cuentas?", un tema de Celtas Cortos enmarcado en un proyecto contra el acoso escolar, seguramente la violencia más habitual en el ámbito escolar.
Por su parte, los alumnos de 4º de ESO llenaron sus pasillos con los titulares de prensa con los que la comunidad educativa de Hipatia quisiera despertar una mañana. Por fin, buenas noticias que hablen de paz y reconciliación en lugar de los conflictos de todo tipo que suelen llenar los informativos. En primero de bachillerato se celebró el Día de la Paz con una tertulia literaria: la guerra, los refugiados, la lucha por preservar la identidad, el extrañamiento y la responsabilidad moral de los países ricos y democráticos fueron los temas analizados en la lectura de ‘La nieta del señor Linh’, de Philippe Claudel.
Lourdes: No hay paz sin Derechos Humanos
En el Colegio Lourdes, el protagonismo de la paz se ha prolongado a lo largo de toda una semana, con actividades que han marcado el calendario escolar desde el 28 de enero al 1 de febrero de 2019, sobre todo, en las etapas de ESO y Bachillerato.
Las actividades han vinculado algunos de los Derechos Humanos con el tema central de la paz. Así, los derechos de las mujeres se han relacionado con problemas como la mutilación genital femenina o los matrimonios forzosos de niñas; el derecho a la vida se ha confrontado con la situación que se vivió en campos de concentración como Auschwitz o Mauthausen; y se han abordado otros derechos sin cuyo ejercicio es difícil hablar de paz: el derecho a la vivienda, a la educación, a migrar, a la libertad sexual, a la información, a un medio ambiente sano, a la libertad de los pueblos, con atención especial al caso de Palestina y la instalación de un 'check point' en el patio… Y todo ello se hizo visitando exposiciones fuera del colegio o recibiendo en las aulas de Lourdes a representantes de organizaciones no gubernamentales que trabajan en las cuestiones abordadas: RAIS, Amnistía Internacional, Vacaciones en Paz, COGAM, Cáritas, Mundo Cooperante, Entreculturas y FUHEM. Aunque la mayor parte de las actividades estaban destinadas a ESO y Bachillerato, durante los recreos, algunas alumnas y alumnos de 2ºESO hicieron juegos relacionados con la semana “No hay paz sin derechos humanos”, en Primaria.
Las actividades de la semana se cerraron con un concierto solidario titulado “Música Refugio” cuya recaudación se destinó a la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio con la que el Colegio Lourdes viene colaborando desde hace años.
Montserrat: juegos, música y testimonios a favor del respeto
El Día Escolar de la Paz sirvió para mostrar una vez más el compromiso del Colegio Montserrat de educar para la tolerancia, la solidaridad, la concordia y el respeto por los Derechos Humanos. Esos valores se recordaron en las distintas etapas a través de actividades específicas. En Infantil y Primaria, las canciones y los juegos sirvieron para tomar conciencia en torno a estas cuestiones. Así, por ejemplo, jugando a verdad y mentira en torno a la migración y los migrantes, se combaten los prejuicios y se favorecen la convivencia y el conocimiento. En ESO y Bachillerato, el alumnado recibió la visita de un grupo de jóvenes subsaharianos que compartieron sus experiencias, costumbres y tradiciones.
Una tribuna sobre el tema en El Diario de la Educación
Además de todas las actividades que se han desarrollado en las instalaciones de nuestros colegios, la tribuna que hemos publicado en El Diario de la Educación reflexiona también sobre este día. Firmado por Carlos Díez, profesor del Colegio Lourdes, con el título “No hay paz sin derechos humanos”, el artículo reflexiona sobre qué es la paz y señala las debilidades de entenderla como ausencia de guerra o de conflicto bélico. La paz, en sentido amplio, se pone en relación con los Derechos Humanos, tal y como se ha trabajado en el Colegio Lourdes durante los tres últimos cursos.
En video el coloquio sobre transformación ecosocial y perspectiva de género en la educación
Los libros "Educar para la transformación ecosocial" y "71 propuestas para educar con perspectiva de género", editados por FUHEM Educación a principios de curso, sirvieron de marco para un coloquio abierto a la ciudadanía en el que quisimos compartir estas publicaciones que están en la base de nuestro quehacer educativo.
El coloquio contó con las intervenciones iniciales de:
- Yayo Herrero, miembro del patronato de FUHEM, antropóloga.
- Alicia de Blas, autora del libro "71 propuestas para educar con perspectiva de género". Docente de Secundaria y Bachillerato.
- Luis González, coordinador del proyecto educativo ecosocial en los centros educativos de FUHEM y coautor del libro "Educar para la transformación ecosocial".
El acto fue un éxito de público. Por primera vez, lo retransmitimos en directo a través de nuestro canal de Facebook, y ahora os lo podemos ofrecer completo, con las aportaciones iniciales de los ponentes y el interesante debate que se dio con los asistentes.
Nos alegra que dos de nuestros últimos libros susciten tanto interés y os agradecemos la acogida a estos trabajos que son fruto del esfuerzo colectivo de muchas personas que trabajan en los colegios de FUHEM: Hipatia, Lourdes y Montserrat; en la sede central de FUHEM y en el área Ecosocial.
Recuperando lo nuestro: privatizaciones vs servicios públicos
Llega una nueva sesión del Curso de Economía organizado por FUHEM Ecosocial, Economistas Sin Fronteras y El Salmón Contracorriente, que tendrá lugar el lunes 28 de enero en el Teatro del Barrio.
Esta tarde intentaremos contestar a una serie de preguntas relacionadas con la privatización de los servicios públicos, tales como:
¿Quién gestiona el sistema de basuras?
¿A quién pertenece el canal de Isabel II?
¿Quién dirige los hospitales de Madrid?
Muchos servicios públicos se están vendiendo a manos privadas, lo que provoca una segregación en el acceso a los servicios básicos.
Contaremos con personas expertas que nos contarán qué ha ocurrido en Madrid en los últimos años, resistencias que se están llevando a cabo y alternativas.
Bajo la moderación de Natalia Arias Pérez, Universidad del Barrio, charlaremos con:
Daniel Reyes, Plataforma por la Remunicipalización y Gestión Directa de los Servicios Públicos de Madrid.
Enrique Ortega, Red de Agua Pública de Madrid y Plataforma contra la privatización del Canal de Isabel II.
Apunta:
FECHA: Lunes, 28 de enero.
HORA: 19 h.
LUGAR: El Teatro del Barrio
C/ Zurita, 20. Madrid
28012 Madrid
30 de enero: Coloquio sobre transformación ecosocial y perspectiva de género en la educación
Dos de nuestros últimos libros publicados han ocupado ya las estanterías de varias librerías y las lecturas de muchas personas que se han acercado a ellos, sin embargo, más allá de su presentación en la Jornada Inaugural del Curso Escolar FUHEM 18/19, no hemos tenido ocasión de compartirlos con otros lectores y con personas interesadas en la transformación educativa y social.
Aunque cuadrar agendas no ha sido fácil, al fin, llega el día en que tendremos la oportunidad de compartir las principales tesis de los libros "Educar para la transformación ecosocial" y "71 propuestas para educar con perspectiva de género" con un público más amplio. La cita será el próximo miércoles 30 de enero, a las 19 horas, en ECOOO (c/ Escuadra, 11. Madrid).
El coloquio contará con las intervenciones iniciales de:
- Yayo Herrero, miembro del patronato de FUHEM, antropóloga.
- Alicia de Blas, autora del libro "71 propuestas para educar con perspectiva de género". Docente de Secundaria y Bachillerato.
- Luis González, coordinador del proyecto educativo ecosocial en los centros educativos de FUHEM y coautor del libro "Educar para la transformación ecosocial".
Confiamos que este acto sirva para mantener un interesante diálogo con el público y compartir nuestra experiencia educativa que tiene dos de sus pilares en la mirada ecosocial y en la perspectiva feminista.
Síguenos en redes sociales
Hemos creado un evento en Facebook para este acto, desde el que puedes invitar a tus amigos y compartir esta actividad.
Además, seguiremos la sesión a través de Twitter con el hastag #EducaciónEcosocial.
No lo olvidéis, el miércoles 30 de enero, a las 19 horas, te esperamos en ECOOO.
Nueva edición de las microformaciones on-line en educación ecosocial
El Área Educativa de FUHEM organiza cinco microcursos de realización 100% on-line con el fin de abordar ciertas cuestiones ecosociales y cómo trasladar estas propuestas a las aulas.
Todos los cursos se realizarán durante la primera quincena de marzo, del 4 al 17 de marzo de 2019. El plazo de matrícula acaba el 18 de febrero de 2019. Las plazas son limitadas a 20/25 personas por curso y se concederán por orden de inscripción. Están destinados a profesorado de cualquier etapa educativa, tanto de FUHEM como externos a la Fundación.
Los temas elegidos para esta edición son:
1. ¿Cómo educar desde una perspectiva ecosocial?
2. Publicidad y análisis crítico de los medios.
3. Feminismos y diversidad sexual y de género en las aulas.
4. Fomento de la alimentación sostenible y saludable.
5. Desigualdades socioeconómicas. Impulsar la justicia social desde el aula.
Características generales de todos los cursos
Personas destinatarias: profesorado de cualquier etapa educativa (también se admitirán inscripciones de personas externas a FUHEM).
Precio y forma de pago: Profesorado externo a FUHEM: 40 euros por curso. La forma de pago es por transferencia, todos los detalles necesarios para realizar la transferencia se indican en el formulario de inscripción. Si se hacen dos cursos el precio por curso será de 35 euros y, a partir de tres, de 30 euros.
En el caso de los docentes de FUHEM, el curso es gratuito, al ser una actividad subvencionada por el Área Educativa dentro de su plan de Formación docente de 2018/19.
Temporalización: los cursos se desarrollarán desde el 4 al 17 de marzo de 2019. El tiempo estimado de trabajo para cada participante es de unas 10 horas por curso. Cada persona se puede apuntar a los cursos que desee, aunque como todos se realizarán en el mismo período, se recomienda valorar el tiempo que llevará cada uno de ellos.
Estructura general y metodología de los cursos:
• Se trabajará en la plataforma Moodle.
• Se partirá de una exposición previa por parte del facilitador/a del curso: vídeo, textos, presentaciones.
• Habrá posibilidad de debate entre los participantes a través del Foro de Moodle.
• Se realizará una práctica de aplicación de los contenidos en el aula.
• La persona que facilite el curso realizará aportaciones a los trabajos de cada participante.
Coordinador: Luis González Reyes
Inscripciones: Os podéis inscribir hasta el lunes 18 de febrero de 2019. Plazas limitadas: 20/25 personas por curso. La inscripción se realiza en el formulario que encontrarás en este enlace o al final de esta noticia.
Información específica de los cinco cursos: formadores, objetivos y estructura.
¿Cómo educar desde una perspectiva ecosocial?
Formador: Luis González Reyes. Trabaja en FUHEM, donde es el responsable de incorporar la dimensión ecosocial en sus tres centros escolares. Dentro de este campo, coordina varios equipos que están creando materiales curriculares con perspectiva ecosocial, elaborando un currículo ecosocial para todas las etapas educativas y editando el blog de recursos educativos Tiempo de actuar.
Objetivos
Al final de la acción formativa, las personas participantes:
• Conocerán cuáles son los principales retos ecosociales.
• Tendrán más herramientas para trabajar en el aula los contenidos curriculares de la LOMCE desde una perspectiva ecosocial.
Estructura
• Exposición de cuáles son los principales desafíos ecosociales de nuestro tiempo.
• Exposición de claves para incorporar la mirada ecosocial en el trabajo educativo del profesorado. Esto se realizará mediante la lectura de un texto de referencia.
• Incorporación a la programación de aula o a alguna actividad concreta de las claves vistas.
• Devolución por parte del/a formador/a de comentarios al trabajo.
• Lectura y comentario en el foro del curso de la práctica elaborada por otra/o compañera/o.
Publicidad y alfabetización mediática crítica
Formador: Ángel Encinas Carazo. Profesor Honorífico (emérito) de Enseñanza Secundaria en Castilla y León. Especialista en Comunicación Audiovisual, Mediática y Digital. Editor del blogComunicación Audiovisual.
Objetivos
Al final de la acción formativa, las personas participantes:
• Valorarán la importancia de la publicidad en la socialización de la ciudadanía como hiperconsumidora sumisa.
• Será capaz de introducir la Alfabetización Mediática en las programaciones escolares.
• Adquirirá herramientas para trabajar con el alumnado el cuestionamiento de la publicidad y la sociedad de consumo.
Estructura
• Se partirá de una exposición en vídeo y una presentación. Las personas participantes tendrán a su disposición, además del vídeo, la presentación y el texto de la exposición.
• Colección comentada de materiales y direcciones para el desarrollo y profundización de los contenidos.
• Análisis y debate colectivo por parte de los asistentes de un anuncio de televisión actual.
• Desarrollo por parte de los asistentes de una pieza de contrapublicidad en Twitter.
• Puesta en común de los resultados y posibilidades educativas del trabajo crítico de la publicidad.
• En todo momento, habrá un foro abierto para la solución de dudas, discusión e intercambio de materiales por parte de las personas participantes, que será animado por el profesor del curso.
• El alumnado tendrá también a su disposición una selección comentada de materiales y direcciones para el desarrollo y profundización de los contenidos.
Feminismos y diversidad sexual y de género (DSG) en las aulas
Formadora: Mara Nieto González, Técnica en el Área de Educación de FUHEM. Graduada en Psicología, Máster en Psicología de la Educación y Máster de Formación del Profesorado en ESO y Bachillerato, ambos por la UAM. Con experiencia en formación a alumnado, profesorado y familias sobre educación con perspectiva de género, feminismos y diversidad sexual y de género (DSG). Ha desarrollado investigaciones sobre acoso escolar por DSG-fobia y sobre violencia de género en adolescentes, y ha puesto en marcha proyectos de formación al respecto en institutos.
Objetivos
Al final de la acción formativa, las personas participantes:
• Entenderán cómo se aprende el constructo de género y cómo se desarrolla en la infancia y adolescencia.
• Manejarán conceptos básicos relacionados con la perspectiva de género, los movimientos feministas y la diversidad sexual y de género.
• Comprenderán la relación existente entre el machismo y la discriminación por cuestiones vinculadas a la identidad de género y la orientación sexual.
• Conocerán las características principales del bullying por DSG-fobia y la violencia de género que tienen lugar en los centros educativos.
• Conocerán herramientas de aula para prevenir y actuar en situaciones de violencia.
• Desarrollarán estrategias para educar desde el feminismo y la diversidad sexual y de género en las aulas.
Estructura
• Exposición de los fundamentos teóricos que permiten entender la perspectiva de género y la complejidad y diversidad de la realidad sexogenérica.
• Exposición de claves para conocer el fenómeno del maltrato entre iguales por razones de género (violencia machista) o por DSG.
• Incorporación a la programación de aula o a alguna actividad concreta de los fundamentos y las claves vistas.
• Devolución por parte de la formadora de comentarios al trabajo.
• Participación en el foro abierto para la discusión y el intercambio de experiencias/materiales de las personas participantes, con recursos a partir de los cuáles reflexionar.
• El alumnado tendrá acceso a una selección de recursos para profundizar en los contenidos y conocer estrategias educativas concretas.
Del aula al plato. Fomento de la alimentación sostenible y saludable en educación formal
Formadora: Águeda Ferriz es especialista en consumo consciente y fomento de la alimentación sostenible y saludable en comunidades escolares, ha sido parte del equipo de Garúa de acompañamiento a la transición agroecológica de los comedores escolares de FUHEM, así como procesos similares en otros colegios y escuelas infantiles de la Comunidad de Madrid.
Objetivos
Al final de la acción formativa, las personas participantes:
• Tendrán más herramientas para trabajar el fomento de la alimentación sostenible y saludable en su aula.
Estructura
• Exposición de claves para incorporar el fomento de la alimentación saludable y sostenible en el trabajo educativo del profesorado, mediante la lectura de un texto de referencia.
• Incorporación a la programación de aula de las claves vistas a partir de la elección y adaptación de actividades contenidas en la Guía didáctica sobre alimentación sostenible. Alimentar otros modelos.
• Devolución por parte de la formadora de comentarios al trabajo.
• Lectura y comentario en el foro del curso de la práctica elaborada por otra/o compañera/o.
• Evaluación a través del foro.
Desigualdades socioeconómicas. Impulsar la justicia social desde el aula
Formadores
• Laura Graizer. Dedicada a la formación en el ámbito de la educación no formal y en la difusión del consumo sostenible. Socia de Altrapo Lab y miembro de la Comisión de Educación de REAS.
• Adrián Gallero Moreiras. Dedicado a la dinamización de la economía social y solidaria en los barrios de Madrid. Miembro de la Comisión de Educación de REAS y de la Comisión de Educación de Ecologistas en Acción. Graduado en Ciencias Políticas y Máster en Economía Social.
Objetivos
Al final de la acción formativa, las personas participantes:
• Conocerán cuáles son las principales causas estructurales de las desigualdades socioeconómicas.
• Adquirirán conciencia de las desigualdades estructurales existentes en la sociedad, relacionándolas con el actual sistema de consumo y producción mundial.
• Obtendrán conocimientos en relación a la economía social y solidaria como propuesta a través de la que abordar algunos de los principales retos de la sociedad actual.
• Tendrán más herramientas para trabajar en el aula las desigualdades sociales desde un punto de vista ecofeminista y solidario.
• Adquirirán ideas para contribuir desde la educación a la construcción de una sociedad cooperativa que sitúe a las personas y al medio ambiente en el centro y en la que la economía esté al servicio del bienestar humano.
• Generarán nuevas reflexiones sobre cómo construir desde el ámbito educativo respuestas colectivas basadas en la justicia social y la deslegitimación de las desigualdades estructurales.
Estructura
• Diagnóstico y análisis de las desigualdades estructurales. Claves para la transformación. A través de la lectura de un texto de referencia y del visionado de vídeos.
• Conocimiento de buenas prácticas globales de lucha contra las desigualdades en el ámbito educativo.
• Desarrollo por parte del profesorado de una actividad que contribuya a abordar en el aula las desigualdades sociales desde un enfoque multidisciplinar.
• Revisión colectiva en el foro del curso de las actividades elaboradas por las/os compañeras/os.
• Devolución por parte del/a formador/a de comentarios al trabajo.
• El alumnado tendrá también a su disposición una selección de materiales y direcciones para el desarrollo y profundización de los contenidos.
Recuerda, las inscripciones se pueden formalizar hasta el lunes, 18 de febrero de 2019, en este formulario. Una vez realizado el pago, no olvides mandar el justificante a formacion@fuhem.es
Las sesiones de “Educar para la transformación ecosocial” ya en video
Organizados por el área Educativa de FUHEM, la última edición de los “Al salir del cole” fueron singulares al repetir temática y la misma ponencia teórica. El objetivo era compartir cómo educar para la transformación ecosocial, a partir de una ponencia a cargo de Luis González Reyes, coordinador del proyecto educativo ecosocial en FUHEM.
Las citas de ‘Al salir del cole’ tuvieron lugar a lo largo de tres lunes consecutivos en cada uno de los colegios de FUHEM: Hipatia, Lourdes y Montserrat. En todas ellas, tras la ponencia inicial intervinieron docentes y representantes del alumnado de algunas etapas, con el fin de compartir experiencias que con esa mirada ecosocial, son hoy realidad en nuestras aulas. A continuación, podéis ver el video que hemos editado sobre esta serie de “Al salir del cole”. En su versión final, está estructurado por bloques en función de los perfiles de los ponentes. (YouTube ofrece un minutado con enlace directo a cada ponencia).
Protagonistas y resumen de sus intervenciones
La primera ponencia es la de Luis González Reyes que explica por qué y cómo educar para la transformación ecosocial. A continuación, se ofrecen las intervenciones del profesorado de Infantil y Primaria. Cecilia Varelán, profesora de Infantil en Hipatia, y Paula Manrique, profesora de Primaria en Lourdes, ofrecieron experiencias relacionadas con la alimentación, el huerto escolar y la naturaleza. Temas que también trató Patricia St Maur Mills, docente de Primaria en Montserrat, junto a otros como el día de los juguetes y el consumo responsable, y la actividad de las grandes inventoras de la historia.
Las experiencias de educación ecosocial en Secundaria corrieron a cargo de los docentes Alejandra Bajo, de Hipatia; Fernando Mazo, de Lourdes y Ekaitz Urkiza, de Montserrat. Sus experiencias, respectivamente, recogieron proyectos sobre el desayuno y el origen de los alimentos; la población y el análisis de las migraciones en diferentes periodos; y un proyecto sobre la energía que analizó cómo se podrían optimizar los recursos dentro del colegio.
Por último, el video recoge la visión del alumnado. Los de Hipatia explicaron la experiencia de “Ecolegas”, un grupo de alumnos que trabaja por la concienciación de las problemáticas mediambientales, entre las que han abordado la relación entre el coltán y los teléfonos móviles. Por su parte, las alumnas de Lourdes explicaron muchas experiencias, entre ellas, la restauración del patio con materiales reciclados, el menú del comedor… Por último, interviene el alumnado de Montserrat quienes, principalmente, nos hablaron de la Marcha Reto y de la entidad a la que se destinaron los fondos de su última edición, “La hora violeta”.
Este video se ha incorporado a la lista de YouTube que recoge las ediciones celebradas de “Al salir del Cole”, un ciclo de ‘Diálogos y experiencias educativas’ en el que debatimos a partir de la mirada experta y la visión de profesorado, familias y alumnado de FUHEM sobre alguno de los muchos temas que nos preocupan.
Entrevista a Javier de Lucas
Derechos humanos: setenta años defendiendo la vida digna, Boletín ECOS, núm. 45, diciembre 2018 - febrero 2019.
FUHEM Ecosocial
En FUHEM Ecosocial abordamos las relaciones del ser humano con su entorno social y natural a partir de tres áreas temáticas: la sostenibilidad, la cohesión social y la calidad de la democracia, considerando la paz y la justicia como ejes transversales del análisis.
Con motivo de la celebración del 70º Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos –y cuando estamos asistiendo a la vulneración sistemática de los derechos humanos en relación a la libre circulación de las personas, al derecho de asilo, a la libertad de expresión, con un aumento de la discriminación y persecución por sexo, etnia, orientación sexual o religión, y cuando no se garantiza un nivel de vida digno para las personas–, conversamos con Javier de Lucas, catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política en el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia, con el fin de revisar los derechos humanos en clave Ecosocial.
Susana Fernández (SF): La Declaración de 1948 fue fruto de un contexto geopolítico, económico, social e histórico concreto con una componente cultural marcada por el dominio de los valores occidentales, pero, sin embargo, se le dio carácter de universalidad. ¿Puede esta Declaración mantener esa universalidad en la actualidad?
Javier de Lucas (JL): Como no soy partidario de la tendencia actual al presentismo, que permite descalificar a Julio César, a Colón, a Newton y a quien haga falta, por no ajustarse al patrón de lo politically correct aquí y ahora, soy de los que insisto en valorar esta Declaración como un enorme logro, teniendo en cuenta el contexto mundial de 1948. Pensémoslo: un mundo traumatizado por dos guerras mundiales, dividido en bloques absolutamente antagónicos, con una gran parte del planeta aún en situación colonial, con una desigualdad brutal, comenzando por la situación de «subordiscriminación» (por utilizar un término que tomo de la crítica formulada desde el feminismo jurídico) en la que vivían la inmensa mayoría de las mujeres… Y aún así, se consiguió aprobar esta Declaración universal de derechos humanos. Propongo a la legión de exigentes críticos realistas que la minusvaloran hoy, que hagan el ejercicio de preguntarse si algo parecido se podría obtener en 2018… y lo dudo.
Eso no quiere decir que la Declaración sea un documento inmejorable, que no esté lastrada por déficits que menoscaban su loable propuesta, porque no olvidemos que la Declaración es sobre todo la proclamación de unos principios en los que creen sus promotores, de un programa de actuación que se comprometen a poner en práctica, etc. En otras palabras, es cierto que acá y allí asoman en la Declaración elementos que revelan un lastre cultural y aun ideológico. Por ejemplo, la insistencia en una libertad de movimiento entendida sobre todo como libertad para salir del propio país (donde es fácil advertir la crítica al cierre practicado por el bloque del Este en relación con la libertad deambulatoria de sus propios ciudadanos). Por no hablar de una concepción del ser humano que parece tener en no poca medida los rasgos del «individualismo posesivo» denunciado por MacPherson, y que supone en cierta medida anclar la concepción de los derechos únicamente en un modelo muy poco matizable de liberalismo de mercado, desde un presupuesto no escrito que implica en buena medida la cultura, la mirada que podríamos denominar occidental.
Dicho esto, me parece evidente que la clave está en cómo entendamos la noción de universalidad. Defiendo que esta Declaración tiene la ambición universal, en la medida en que es universalizable, porque universal es su apuesta básica y tremendamente ambiciosa por la igual libertad de todos los seres humanos. Y así es como yo entiendo ese adjetivo: igual libertad de todos los sujetos, de todos aquellos a quienes se reconoce como titulares iguales de todos los derechos, desde la inmensa diversidad de su condición concreta (hombres, mujeres, niños, ancianos, de esta o aquella identidad etnocultural, nacional, lingüística, religiosa, de esta o aquella opción sexual… todos y cada uno de los seres humanos que son únicos como individuos), al tiempo que enlazados por la condición común de sujetos de la humanidad, que permite entenderlos simultáneamente como seres sociales y, aún más, como pasajeros de una misma nave, habitantes de un mismo planeta que hay que tratar de legar en mejores condiciones a las generaciones futuras.
En ese sentido, diría que hoy debemos aspirar a una mayor universalidad que en 1948. Porque hoy somos mucho más conscientes de aquello que nos iguala y nos hace comunes. Hablo de la toma de conciencia hoy de nuestra condición de mutuo reconocimiento e interdependencia, no sólo con los demás seres humanos, sino con la vida misma, en todas sus manifestaciones. Lo que hace potencialmente más universal la Declaración es la lectura que hoy podemos hacer de la misma en clave de la vinculación entre derechos humanos, democracia y desarrollo sostenible, en una clave que no puede no ser ecológica, para superar el mayor riesgo al que nos enfrentamos, esto es, que se haga real el terrible diagnóstico del Antropoceno.
Pero no quiero dar pábulo a la crítica fácil de los supuestos “realistas” que presentan la Declaración como papel mojado, como vaga retórica ajena a la realidad de la mayor parte de los seres humanos. Este 70 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos debe ser abordado, a mi juicio, lejos de dos extremos: ni autocomplacencia, ni ocasión para la frustración o el cinismo, sino para la esperanza. Es el momento de reconocer la capacidad de quienes trabajaron para hacer posible la Declaración, como Eleanore Rooselvelt, John P. Humphrey o René Cassin, y mujeres como la india Hansa Metha, la pakistaní Begum Shaista Ikramullah o la dominicana Minerva Bernardino, a quienes ha querido rendir homenaje el Secretario General ONU. Todos ellos eran perfectamente conscientes de que la mayoría de esos derechos que querían proclamar, para la gran mayoría de los seres humanos, eran poco más que utopía en ese momento, en la mitad de un siglo XX que apenas salía de lo que quizá haya sido la página más sombría de la historia de la Humanidad. Entre las cenizas de la guerra y en un mundo enfrentado en dos bloques, podrían haber dicho que no se daban las condiciones, pero todos ellos tenían la convicción y la decidida voluntad política de proclamar como imprescindibles esos principios, esa encarnación histórica del ideal de justicia que son los derechos humanos, y dejar así claro que ningún régimen político, ningún orden jurídico podría aspirar a presentarse como legítimo sin reconocerlos, primero, y sin tratar de garantizarlos a continuación. Y tenían el compromiso, la voluntad, de trabajar por lo que siempre será una tarea inacabada. Porque nunca podremos declararnos satisfechos con el estado de los derechos, aunque eso no nos impida reconocer los progresos conseguidos en estos 70 años.
SF: Tanto en el preámbulo como en los primeros artículos, la Declaración habla de libertad, justicia, paz, dignidad, derecho a la vida, a la seguridad y a no sufrir tortura o tratos crueles, inhumanos y degradantes, mientras que hacia el final menciona el derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades proclamados en ella se hagan plenamente efectivos. ¿Crees que el actual orden social e internacional es el adecuado para garantizar y vigilar el cumplimiento de estos derechos?
JL: Las relaciones internacionales, hoy, no se caracterizan precisamente por la referencia a un “orden” desaparecido, ni tampoco por la propuesta de multilateralidad que daba potencialmente más protagonismo a potencias emergentes y a actuaciones regionales, sino más bien por el incremento de la fragmentación y la incertidumbre a una escala global. La multilateralidad, por cierto, no significa necesariamente ni fragmentación ni incertidumbre, pero es que estamos muy lejos del proyecto multilateral. La acción disruptiva de la administración Trump, empeñada en deshacer todos los pasos que dio la administración Obama en pos de esa multilateralidad como vía más adecuada de reforzar la legalidad y legitimidad del modelo onusiano, unida a la habilidad de la Rusia conducida por Putin para aprovechar en su interés todas las líneas de crisis y la ausencia de sinergias en el bloque occidental, dificulta enormemente ese proyecto de multilateralidad. Por no hablar de la creciente influencia de China y su capitalismo de Estado, particularmente depredador de las reservas de energía y muy poco preocupada por el modelo de un desarrollo sostenible. Si a ello sumamos que las relaciones internacionales están en buena medida mediadas por grandes empresas transnacionales, la conclusión es que el deseable modelo de multilateralidad y el reconocimiento del protagonismo de los agentes no estatales representantes de la sociedad civil y de los intereses y necesidades reales de los seres humanos de a pie, parece alejarse considerablemente. La garantía eficaz de los derechos exige concertación de todos los agentes, institucionales o no y a todos los niveles y requiere, por ejemplo, la voluntad política de poner en marcha las piezas básicas de una justicia universal que no tenga como objetivo únicamente a líderes de países menores, caídos en desgracia.
Sin embargo, estamos viviendo el incremento de dos elementos que reequilibran ese déficit, tanto en lo que se refiere a la garantía como, sobre todo, en la vigilancia de los derechos. Me refiero en primer lugar al papel de ONG, de organizaciones elementales de ciudadanos y aun de individuos particulares a los que las nuevas tecnologías y, en concreto, las redes sociales dan la posibilidad de vigilar y denunciar las violaciones de derechos, conseguir llamar la atención de la opinión pública sobre ello. De otra parte, se multiplican las instancias de control dentro de la arquitectura institucional y convencional del sistema de las Naciones Unidas y también de organizaciones internacionales de carácter regional, particularmente en el ámbito americano y en el europeo.
SF: La Declaración Universal de Derechos Humanos incluye el derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y creencia, la libertad de opinión y expresión, así como el derecho a no ser molestado a causas de estas opiniones. Sin embargo, vivimos una ola de involución que parece estar cercenando estos derechos y libertades, ¿qué opinión te merece esta represión y cómo está afectando al estado de salud de la democracia?
JL: Sabemos por experiencia hasta qué punto la calidad y diría incluso la pervivencia del sistema democrático están vinculadas a esas libertades. En realidad, la democracia existe como sistema de garantía de la igual libertad de los ciudadanos respecto al disfrute de esos que son bienes jurídicos de primera necesidad. El ideal de autonomía y emancipación de todos y cada uno de los seres humanos es imposible de conseguir si no se dan dos condiciones: la ausencia de interferencias del poder (del poder de cualquier tipo) para pensar libremente con la propia cabeza, por parafrasear el lema kantiano, para comunicarlo, para debatirlo con los otros. La libertad de expresión es condición sine qua non de ese requisito y al mismo tiempo garantía de la existencia de un foro público en el que todos puedan participar libremente. Pero no nos engañemos: ese ideal es inviable no sólo cuando la presión de los poderes públicos limita, coarta o ahoga esa libertad, sino también cuando no actúa de salvaguarda, de barrera y límite frente a la acción de interferencia y manipulación guiada por los intereses corporativos de los grandes agentes del mercado. En otras palabras, el peligro para estas libertades no reside sólo en el riesgo de Estados autoritarios, en la deriva reaccionaria de no pocos gobiernos, como vemos hoy en EEUU, en la UE, en América y en el todo el mundo, sino también en la manipulación del espacio público, por parte de los grupos que controlan la información y la «industria del entretenimiento» en régimen casi de oligopolios. La salud de las democracias depende de la posibilidad de una ciudadanía educada y activa y ese objetivo es imposible sin un alto standard de libertad de pensamiento y expresión.
SF: En tu artículo para el número 132 de nuestra revista PAPELES de relaciones ecosociales y cambio global, cuyo Especial está dedicado a las migraciones forzadas, abordabas las respuestas que se están dando ante la mal llamada “crisis de refugiados”. Respuestas que no garantizan la protección jurídica vinculante derivadas del Derecho Internacional, y que tampoco se están poniendo los medios materiales y personales para hacer efectivo los derechos de los refugiados. Un derecho de asilo recogido en la Declaración pero que vulneramos de forma sistemática mediante la securitización de las fronteras, levantando muros y colocando concertinas sobre las vallas ya existentes. ¿Qué medidas habría que adoptar para proteger a las personas que huyen de situaciones de guerra, conflicto, distintos tipos de violencias o persecución, o de las consecuencias de las catástrofes naturales y otros efectos producidos por el cambio climático?
JL: Me he sumado en distintas ocasiones a campañas impulsadas por el ACNUR y sobre todo por ONG especializadas, como CEAR, respecto a la necesidad básica del establecimiento de vías legales, seguras y accesibles para que las personas que tienen necesidad de la protección en la que consiste el derecho de asilo y la protección internacional subsidiaria puedan plantear su demanda sin riesgo para sus vidas.
Hay un error común acerca de los que llamamos refugiados, y es que la inmensa mayoría no llegan a serlo porque ni siquiera les dejamos plantear la demanda de asilo. No es ya que sean reconocidos como refugiados y obtengan la protección en que consiste el ser titulares del derecho de asilo, sino que puedan llegar a plantearlo, esto es, que puedan ser en efecto demandantes de refugio, asylum seekers, porque la realidad es que una parte importante de las personas a las que llamamos refugiados no lo son, porque encuentran todas las dificultades imaginables para conseguir plantear su petición. Me parece, a este respecto, que la definición de «refugiados» que ofreció el anterior Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, el jordano Zeid Ra’ad Al Hussein, sigue siendo absolutamente gráfica: «These are people with death at their back and a wall in their face». Los refugiados son personas que huyen de todo tipo de persecuciones que ponen en peligro su vida, sus derechos y frente a las cuales no les protegen las autoridades de su propio Estado o, peor aun, son esas autoridades las que les persiguen. Nosotros no nos ocupamos de evitar esas guerras, esos conflictos que les obligan a huir de sus países para evitar la muerte. Y encima, les ponemos muros, vallas, obstáculos cada vez más difíciles de salvar, para llegar a plantearnos su petición. Les obligamos a arriesgar sus vidas para llegar hasta nuestras fronteras y una vez que están allí, endurecemos los requisitos para concederles protección. O, lo que es peor, violando la primera necesidad de todo refugiado, que es lo que el derecho internacional de refugiados conoce como principio de non refoulement, les devolvemos a ese peligro del que huyen, como estamos haciendo ahora mismo con quienes quieren llegar a Europa desde Libia y a los que los guardacostas libios, formados y protegidos por Italia y la UE, devuelven al infierno de los campos que gestionan mafias de explotación y tráfico de personas y en los que viven hacinados, esclavizados, sometidos a las peores violaciones de derechos humanos.
Esto es así en los EEUU, en Australia y, desde luego, para nuestra vergüenza, también en el caso de los Estados miembros de la UE, en el caso del supuesto Sistema Europeo Común de Asilo (SECA) en el que basta pensar en el efecto perverso del sistema del reglamento de Dublín, que obliga a plantear el asilo al llegar a territorio de un país de la UE y luego vincula todo el sistema de asilo a ese país al que se llegó. Esto refleja la falta de solidaridad entre los propios Estados miembros, como se vio en el fracaso del tímido intento de la Comisión Europea para establecer cuotas obligatorias de reubicación de los refugiados llegados a Italia y Grecia en 2015 es elocuente.
La solución, en el caso de la respuesta europea ante la existencia de centenares de miles de personas que intentan obtener refugio en nuestros países (una gota, comparada con el número de los que lo plantean en los países mas próximos a los suyos: Pakistán, Jordania, Líbano, Siria, Turquía, Uganda, etc.) pasa por un verdadero sistema común, coordinado, con estándares homogéneos de protección y con cuotas obligatorias, solidarias, de reparto de esos refugiados.
Pero el desafío es aún mayor respecto a lo que se nos viene encima: los refugiados o desplazados (algunos se empeñan en llamarlos migrantes) climáticos, las millones de personas que cada vez de forma más significativa se verán obligados a huir de sus países, devastados por las consecuencias del cambio climático.
SF: El derecho humano a disfrutar de un medio ambiente saludable y no degradado no ha sido recogido como derecho hasta la tercera generación, y aunque en las sucesivas Cumbres y Conferencias de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente se han aprobado distintos documentos, estrategias y declaraciones, estas medidas resultan insuficientes. ¿Cómo podemos proteger la salud ambiental frente al negacionismo sobre el cambio climático de los países que más contribuyen al deterioro ambiental, y cómo defender los derechos de los más vulnerables, de aquellos que menos han contribuido al problema?
JL: Lo cierto es que el fracaso de las sucesivas cumbres en las que se ha tratado de afrontar la enorme amenaza del cambio climático, el riesgo para el desarrollo sostenible que cada vez está más presente, hace muy difícil responder a esa cuestión e incluso llegar a atisbar cómo frenar la degradación propia de lo que algunos llaman el Antropoceno. Me parece que necesitamos un enorme esfuerzo educativo y de comunicación y no sólo acciones políticas, sin duda urgentes. Lo que sucede es que, desde la cumbre sobre el clima y el cambio climático celebrada en Paris en junio de 2016, no hemos dejado los pasos de tortuga, en lugar de las verdaderas decisiones necesarias. Lo acabamos de comprobar en estos días de diciembre en la COP24 de 2018, la cumbre del clima en Katowice que debía servir para desarrollar el acuerdo de París en la década de los 20, cuando se aborda el momento decisivo de aplicación. Insisto: necesitamos un enorme esfuerzo educativo para entender que vivimos un desafío civilizatorio, y para comprender también que no sólo se trata de decisiones políticas globales (para las que no existe consenso ni voluntad política suficientes), sino también que desde nuestra vida cotidiana está a nuestro alcance adoptar decisiones relativamente sencillas que pueden ayudar a revertir ese horizonte cada vez más próximo. Ese esfuerzo está bien formulado en los objetivos de la Agenda 2030 pero no puedo extenderme ahora en glosar ese programa que debiera constituir la prioridad en la agenda de derechos humanos de cualquier gobierno.
SF: El artículo 25 de la Declaración habla del derecho a un nivel de vida adecuado que asegure la salud y la asistencia médica, el bienestar, la alimentación, el vestido, la vivienda y la protección a la maternidad y a la infancia. Derecho que vuelve a ser recogido en el artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. ¿Cómo podemos proteger jurídicamente un “nivel de vida digno” en un contexto de crisis ecosocial como el actual? ¿qué sugerirías?
JL: Vasta cuestión… Las posibles sugerencias chocan con una primera dificultad evidente: la ausencia de voluntad para tomar en serio los derechos económicos, sociales y culturales, que son la respuesta a la satisfacción de las necesidades primarias sin las que la noción de vida digna carece de sentido. Vivimos en un mundo dominado por la ideología neoliberal de mercado global: «Es el mercado, amigos, no los derechos», podemos escuchar en alguna grosera versión del certero dictamen de Adam Ferguson en su Ensayo sobre la historia de la sociedad civil (1767) en el que apuntó la línea de colisión entre la lógica del mercado y la lógica de lo público, la que estaría guiada por la democracia, por los derechos. Lo que son los derechos vinculados a las necesidades básicas se quieren convertir, se han convertido ya en buena medida en mercancías sujetas a la capacidad adquisitiva, no en bienes comunes que los Estados deben garantizar por encima de los intereses que guían los mercados.
En consecuencia, mi primera propuesta es trabajar en una cultura de los derechos que nos haga conscientes de cuáles son las prioridades a garantizar. Y ahí, sin duda, lo primero es la satisfacción de esas necesidades básicas, comenzando por la defensa de la vida, de lo que nos da vida, que es el primer imperativo: nuestro planeta. Afrontar también el reto de que ya no podemos seguir pensando en el trabajo como núcleo del vínculo social, en un mundo en el que la noción de trabajo estable, la misma categoría de jornada de trabajo y de trabajador, deja de tener sentido ante la transformación tecnológica.
Creo que el programa global de la Agenda 2030, con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que se complementa con 169 metas asociadas a ellos y que arrancan de la prioridad de prioridades, la defensa de la vida, es hoy una buena agenda de prioridades en eso que podemos llamar la inacabable lucha por los derechos.
Acceso a la entrevista (PDF): Revisar los Derechos Humanos en clave ecosocial.
Entrevistas anteriores:
Entrevista a Tica Font Gregori, por Susana Fernández Herrero, 2018.
Entrevista a Bernd Röttger, por Elisa Schwis, 2018.
Entrevista a Cecilia Díaz-Méndez, por Monica Di Donato, 2018.
Entrevista a Juliet Schor, por José Bellver, 2018.
Entevista a Guy Standing, por Lucía Vicent, 2018
Entrevista a Ganaderas en Red, por Monica Di Donato, 2018.
Entrevista a Stuart Wallis, por Allen White (traducido por Nuria del Viso), 2018.
Entrevista a Juan Bárcena, por Monica Di Donato, 2018.
Entrevista a Roberta Sonnino, por Monica Di Donato y José Luis López Casadevante, 2017.
Entrevista a Rafael Díaz Salazar, por Salvador López Arnal (2017).
Entrevista a Randall Wrey, por Lucía Vicent y José Bellver (2017).
Entrevista a José Luis Moreno Pestaña, por Monica Di Donato (2017).
Entrevista a Mª Eugenia Rodríguez Palop, por Nuria del Viso (2017).
Entrevista a Ada Colau, por Nuria del Viso (2017).
Entrevista a Joaquim Sempere, por Nuria del Viso (2017).
Entrevista a Albert Sanfeliu, por Clara Senent y Carlos Saavedra (2016).
Entrevista a Alfredo Caro-Maldonado, por Salvador López Arnal (2016).
Entrevista a Miguel Ángel Soto, por Monica Di Donato (2016).
Entrevista a Jesús Núñez Villaverde, por Nuria del Viso (2016).
Entrevista a Carme Valls Llobet, por Nuria del Viso (2016).
Entrevista a Miguel Candel, por Salvador López Arnal (2015).
Entrevista a Bill McKibben, por José Bellver (2015).
Entrevista a Yanis Varoufakis, por Nick Buxton (2015).
Entrevista a Mario Espinoza Pino, por Salvador López Arnal (2015).
Entrevista a Richard Heinberg, por Luis González Reyes (2015).
Entrevista a Renzo Llorente, por Salvador López Arnal (2015).
Entrevista a Eduardo Garzón, por Salvador López Arnal (2015).
Entrevista a Fefa Vila y Begoña Pernas, por FUHEM Ecosocial (2015).
Entrevista a Marina Subirats, por Nuria del Viso (2015).
Entrevista a Javier de Lucas, por Nuria del Viso (2014).
Entrevista a Cristina Carrasco, por Olga Abasolo y Lucía Vicent (2014).
Entrevista a Gérard Duménil y Dominique Lévy, por Bruno Tinel (2014).
Conversación con Manfred Max-Neef, por Santiago Álvarez Cantalapiedra (2014).
Entrevista a Michael Löwy, por Rafael Díaz Salazar (2014).
Entrevista a Antonio Elizalde Hevia, por José Luis Fernández Casadevante (2014).
Entrevista a Silvia Federici, por Tesa Echeverria y Andrew Sernatinguer (2014).
Entrevista a Marta Antonelli y Francesca Greco, por Monica Di Donato (2013).
Entrevista a Alberto Magnaghi, por José Luis Fernández Casadevante y Nerea Morán Alonso (2013).
Entrevista a Igor Sádaba, por Olga Abasolo (2013).
Entrevista a Giuseppe De Marzo, por Nuria del Viso (2013).
Entrevista a Rafaela Pimentel, por Lucía Vicent (2013).
Entrevista a Mar Nuñez, por Olga Abasolo (2013).
Entrevista a Daouda Thiam. Con testimonio de Sini Sarry, por Nuria del Viso (2013).
Entrevista a Rafael Poch-de-Feliu, por Salvador López Arnal (2013).
Entrevista a Endika Zulueta, por Equipo FUHEM Ecosocial (2013).
Entrevista a Sabino Ormazabal, por José Luis Fernández Casadevante (2013).
Entrevista a Susan George, por Nuria del Viso (2013).
Entrevista a Jorge Riechmann, por Salvador López Arnal (2012).
Entrevista a Antonio Turiel, por Santiago Álvarez Cantalapiedra (2012).
Entrevista a Raúl Zibechi, por José Luis Fernández Casadevante (2012).
Entrevista a Carlo Petrini, por Monica Di Donato (2012).
Entrevista a Rafael Feito, por Santiago Álvarez Cantalapiedra (2012).
Entrevista a Eduardo Gudynas, por Nuria del Viso (2012).
Entrevista a Mbuyi Kabunda, por Nuria del Viso (2012).
Entrevista a Rafael Poch-de-Feliu, por Salvador López Arnal (2012).
Entrevista a Carlos Martín Beristain, por Nuria del Viso (2012).
Entrevista a Chatherine W. de Wenden, por Antonio Izquierdo (2012).
Entrevista a Eduard Rodríguez Farré, por Salvador López Arnal (2012).
Entrevista a Saturnino "Jun" Borras, por Nuria del Viso (2011).
Entrevista a Harald Welzer, por Nuria del Viso (2011).
Entrevista a Loretta Napoleoni, por Nuria del Viso (2011).
Entrevista a Bonnie Campbell, por Nuria del Viso (2011).
Entrevista a Samuel Ruiz, por Cristina Ávila-Zesatti (2011).
Entrevista a Danielle Nierenberg, por Monica Di Donato (2011).
Entrevista a Antonio Ruiz de Elvira, por Monica Di Donato (2011).
Entrevista a Karen Marón, por Santiago Álvarez Cantalapiedra (2011).
Entrevista a Víctor M. Toledo, por Monica Di Donato (2010).
Entrevista a Narciso Barrera-Bassols, por Monica Di Donato (2010).
Entrevista a Juan Carlos Gimeno, por Monica Di Donato (2010).
Entrevista a Juan Gutiérrez, por Amador Fernández-Savater (2010).
Entrevista a Pepe Beunza, por José Luis Fernández Casadevante y Alfredo Ramos (2010).
Entrevista a Emilio Lledó, por Olga Abasolo (2010).
Entrevista a Juan Andrade, por Salvador López Arnal (2010).
Entrevista a Miguel Manzanera Salavert, por Salvador López Arnal (2010).
Entrevista a Eduard Rodríguez Farré, por Salvador López Arnal (2010).
Entrevista a Silvia L. Gil, por Salvador López Arnal (2010).
Entrevista a Miguel Ángel Rodríguez Arias, por Salvador López Arnal (2010).
Entrevista a Pablo de Greiff, por José Luis F. Casadevante y Alfredo Ramos (2010).
Entrevista a Serge Latouche, por Monica Di Donato (2009).
Entrevista a Alberto Acosta, por Matthieu Le Quang (2009).
Entrevista a Gerardo Pisarello, por Salvador López Arnal (2009).
Entrevista a José Luis Gordillo, por Salvador López Arnal (2009).
Entrevista a Francisco Fernández Buey, por Nuria del Viso (2009).
Entrevista a Paul Nicholson, por Nuria del Viso (2009).
Entrevista a Alfredo Embid, por Salvador López Arnal (2009).
Entrevista a Miquel Porta Serra, por Salvador López Arnal (2009).
Entrevista a Rafael Feito, por Salvador López Arnal (2009).
Entrevista a Ignacio Perrotini Hernández, por Salvador López Arnal (2009).
Entrevista a Joan Martínez Alier, por Monica Di Donato (2009).
Entrevista a Federico Aguilera Klink, por Salvador López Arnal ( 2008).
Entrevista a Sergio Ulgiati, por Monica Di Donato (2008).
Entrevista a Arcadi Oliveres, por Nuria del Viso (2008).
Entrevista a Ramón Fernández Durán, por Nuria del Viso (2008).
Entrevista a Antonio Elizalde, por Nuria del Viso (2008).
Entrevista a Jorge Riechmann, por Nuria del Viso (2008).
Entrevista a Rodolfo Stavenhagen, por Nieves Zúñiga (2008).
Entrevista a Saskia Sassen, por Nieves Zúñiga (2007).
El teatro protagoniza las IX Jornadas de Arte, Educación y Ciudadanía
El pasado mes de diciembre se celebraron las IX Jornadas de Arte, Educación y Ciudadanía, con el título de “Teatro y Escuela”. Entre los objetivos de esta cita, los organizadores, el Área Educativa de FUHEM y el Círculo de Bellas Artes, destacaban el de reflexionar sobre la enorme capacidad del teatro como fuente de aprendizaje global y como espacio privilegiado de aprendizaje en la escuela, donde contribuye a mejorar las capacidades expresivas, de análisis y de escucha; puede servir para aprender historia, lengua, literatura, matemáticas, física, plástica, nuevas tecnologías, música o educación física; y potencia la tolerancia y la capacidad crítica, en el marco de un trabajo colaborativo donde se promueve la responsabilidad de formar parte de un proyecto común y el desarrollo de competencias que refuerzan la autoestima y la confianza de los participantes.
El programa de estas IX Jornadas se estructuró en dos partes. Una primera, por la mañana, restringida al alumnado de Hipatia en el que, con el título ‘Madrid es burning’, tuvo tugar un taller de teatro, a cargo del colectivo Calatea, cuyo objetivo era la prevención de la violencia.
Por la tarde, se desarrolló una sesión abierta a profesionales de la educación, del teatro y a la ciudadanía en general. La sesión de tarde se dividió en una mesa redonda titulada: “¿Cuál debe ser el papel del teatro en la escuela? ¿Qué aporta la experiencia teatral?” Con el fin de responder a estas cuestiones intervinieron Moisés Mato (Teatro de la Escucha), Laura Szwarc (Akántaros), Inés Cytrinovski (Círculo de Bellas Artes), y Paula Cueto (integrante del colectivo Calatea). Todos ellos fueron desgranando su experiencia con el fin de compartir diversos proyectos en los que han participado y que estrechan los vínculos entre el teatro y la escuela. Entre sus conclusiones subrayaron que el teatro tiene que ver con la formación de la ciudadanía, como lugar de encuentro para el debate y para cuestionar el poder; y el potencial del teatro para hacer ver y sentir, ya que logra hacer visible lo invisible, ya que no es lo mismo hablar de los celos en general que vivirlos en la escuela a través de un montaje teatral.
La Jornada tuvo un cierre de gala con una muestra teatral a cargo de alumnado del Colegio Lourdes (FUHEM), participantes en la iniciativa llamada 'Piel con Piel', un proyecto de creación joven para acabar con la violencia machista y prevenir la trata de personas.
Si no pudiste venir a las IX Jornadas de Arte, Educación y Ciudadanía, dedicadas a “Teatro y Escuela”, o viniste y quieres recordarlo, te dejamos un video resumen de las mismas. De momento, bajamos el telón. Aunque nos veremos pronto en nuevas actividades.
Diploma de Especialización DESEEEA
Asignatura: ECOLOGÍA DEL HÁBITAT, MOVILIDAD Y EL CONSUMO
Ya se encuentra abierta la preinscripción (hasta el 22 de enero incluido) a la asignatura ECOLOGÍA DEL HÁBITAT, LA MOVILIDAD Y EL CONSUMO de DESEEEA 4, que impartirá ADRIÁN TORRES, JOSÉ MANUEL ROS, CARLES XAVIER Y ANNA ESCRIHUELA.
REQUISITOS DE ACCESO:
Para matricularse en el MÓDULO el alumnado deberá de estar en posesión o estar a menos de 30 ECTS de poseer, un título universitario oficial español, o bien otro expedido por una institución de educación superior del Espacio Europeo de Educación Superior, que otorgue acceso a enseñanzas oficiales de postgrado. Para otros casos, consultar en:
www.ecoeducacion.webs.upv.es.
Modalidad: online o presencial.
Créditos: 1,5 ECTS (15 horas lectivas).
Lugar: Centro de Formación Permanente. Edificio Nexus
(6G). Universitat Politècnica de València, Camino de Vera,
s/n Valencia, 46022.
Horario: Viernes 25 de 16-21h; sábado 26 de 9:30-14h; viernes
1 de 16-21h; sábado 2 de 10-12h.
Matrícula: www.cfp.upv.es, hasta el 22 de enero.
TASAS:
Normal 65,25 €. Reducida 59,25 €.
MATRÍCULA REDUCIDA PARA: Miembros UPV, Alumni UPV, desempleados, familia numerosa, diversidad funcional y miembros de asociaciones colaboradoras o de apoyo:
FUHEM ecosocial, Actio, Acció Ecologista - Agró, AMA, Soluciones al Cambio Climático, Ayuntamiento de Carrícola, AVEDAM, Bioagradables, Cacis Forn de la Calç, Cátedra Tierra Ciudadana, CCD: Centre de Cooperació al Desenvolupament UPV, Centro de Educación Ambiental de la Consellería de Agricultura Medio Ambiente Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat, Centre D ´Art i Natura Can de Farrera, CERAI, Coordinadora valenciana ONGD, Ecologistas en Acción, Ingenieros sin Fronteras, Jardín Botánico de Valencia (UV), Mas de Noguera, OkambuvaCoop, Plataforma Valenciana per un nou model energètic, SEAE, Samaruc digital, Seo Birdlife, Utópika.
PROGRAMA DETALLADO:
-Funcionamiento térmico de un edificio.
-Modos de transmisión de calor en una edificación.
-Propiedades térmicas fundamentales de los materiales utilizados.
-Principios básicos de la edificación sostenible desde el punto de vista térmico.
Bioclimatismo constructivo. edificios de mínimo consumo.
-Sistemas energéticos sostenibles: energías renovables y movilidad sostenible.
-Eficiencia en el uso de la energía y en el consumo.
-Ciclo de vida de los materiales y entropía.
-Comercio Justo.
-Consumo ecológico y responsable.
-Sistemas de cooperativas de productores-consumidores.
Cuadernos Deusto de Derechos Humanos
Cuadernos Deusto de Derechos Humanos
Colección de publicaciones editadas por el Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe de la Universidad de Deusto, sobre materias relevantes y actuales en el ámbito de los derechos humanos, con un enfoque divulgativo.
Se editan Cinco cuadernos por curso académico sobre materias relevantes y actuales en el ámbito de los derechos humanos, con un enfoque más divulgativo y en un formato más reducido pero abordados con rigor, de los cuales me gustaría destacar:
Xabier Ezeizabarrena
Cuadernos Deusto de Derechos Humanos núm. 90, 2017, 110 págs.
El denominado «derecho a decidir» en su acepción política más reciente viene capitalizando en los últimos tiempos buena parte del debate político internacional e interno en naciones diversas como Catalunya, Euskal Herria, Escocia, Québec o Flandes, entre otros lugares significativos. La lógica política y democrática de dicha reclamación de libertades políticas es evidente para muchas naciones sin Estado, de manera que la socialización política del concepto es, desde mi punto de vista, un hecho positivo que acerca a la sociedad un debate complejo tanto en el plano del Derecho Internacional como en el interno.
El objeto del presente estudio es el análisis e interpretación contemporánea de la institución jurídica de Derecho Internacional que da cobertura y efectividad jurídica previa al denominado, recientemente y en términos políticos, «derecho a decidir».
La situación de los defensores de los Derechos Humanos en Colombia.
Asier Tapia Gutiérrez, Miguel Hernández García
Cuadernos Deusto de Derechos Humanos 82, 2016, 118 págs.
En el texto se presenta un análisis acerca de la situación de los defensores de derechos humanos en Colombia. Tras indicar quiénes son los defensores y qué actividades realizan acorde al derecho internacional, se exponen los principales motivos que explican los distintos tipos de violaciones de derechos humanos a éstos, dificultando el libre ejercicio de su labor. Posteriormente se revisan las medidas tomadas al respecto por el Estado colombiano, centradas en una protección ineficaz y faltando la investigación y sanción de los responsables de tales violaciones para prevenir que se sigan cometiendo. Por último, se mencionan algunas recomendaciones que puedan incidir en la mejora de la situación en que desarrollan sus actividades en el país.
¿Migración o desplazamiento forzado? Las causas de los movimientos de población a debate.
Raquel Celis Sánchez, Xabier Aierdi Urraza
Cuadernos Deusto de Derechos Humanos 81, 2015, 92 págs.
La presente obra aborda la caracterización de los desplazamientos que se están produciendo en el contexto actual de capitalismo neoliberal y crisis ecológica. Se analizan las consecuencias de la violación de los derechos económicos, sociales y culturales en los movimientos de población, y las nuevas realidades vinculadas al despojo de los recursos y su traslación a nuevas categorías científicas; se examinan los conceptos presentes en los instrumentos de protección del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Finalmente se ofrecen conclusiones para la construcción de una categoría a medio camino entre la migración económica y el asilo: el desplazamiento forzado.
Fascismo social: Políticas del miedo y servidumbre voluntaria. ¿Qué hacer?
Demetrio Velasco
Cuadernos Deusto de Derechos Humanos 69, 2013
124 págs.
El capitalismo neoliberal que viene ejerciendo una hegemonía global desde hace ya varias décadas está conociendo una de sus crisis más graves cuyas devastadoras consecuencias sobre una inmensa mayoría de la población mundial están creciendo día a día. Una crisis que refleja el fracaso de una forma de globalización guiada por el espíritu de un capitalismo carente de toda legitimación política y moral y que, en mi opinión, no reconocerían como tal los clásicos comentadores del capitalismo de los orígenes, como M. Weber o R.H. Tawney. En efecto, la crisis del sistema financiero internacional, que ha estado en la génesis de la actual crisis, es una muestra de la corrupción sistémica que acaba mostrando «las desvergüenzas del capitalismo» y su desbocada irracionalidad.
Desplazados medioambientales: Una nueva realidad.
Oriol Solà Pardell
Cuadernos Deusto de Derechos Humanos, 66, 2012, 116 págs.
La presente investigación pretende ofrecer una visión integral del fenómeno de los desplazados medioambientales, consolidado recientemente por la conjunción de dos factores que la globalización ha puesto de relieve: cambio climático y migraciones. Este fenómeno cataliza hoy algunos de los principales problemas de la sociedad internacional: el calentamiento global, el subdesarrollo, la sobreexplotación de los recursos naturales, la presión demográfica, la pobreza y sus efectos en la seguridad de los países receptores de este flujo de emigrantes forzados. También queremos debatir sobre el concepto de desplazados medioambientales, llamados refugiados medioambientales en determinados casos, su categorización y exponer el debate jurídico y político existente acerca del reconocimiento jurídico internacional de su condición.
El deber de prevenir, juzgar y sancionar violaciones de Derechos Humanos: El caso chileno.
Liliana Galdámez Zelada
Cuadernos Deusto de Derechos Humanos, 62, 2011, 82 págs.
El deber de prevenir, juzgar y sancionar las violaciones graves a los derechos humanos ha tenido un desarrollo progresivo y ha incidido en algunos derechos y principios reconocidos en la Constitución. En la experiencia latinoamericana, el enjuiciamiento de estos hechos encuentra dos obstáculos comunes: la amnistía y la prescripción, cuya aplicación ha sido limitada en la medida que las transiciones a la democracia se van consolidando. Dicho esto, por otra parte subsisten problemas como la delimitación de su vigencia y obligatoriedad, y criterios pendulares en relación a la reparación y a la pena.
Impunidad, derechos humanos y justicia transicional.
Jordi Bonet Pérez, Rosa Ana Alija Fernández
Cuadernos Deusto de Derechos Humanos, 53, 2009, 170 págs.
Los procesos de transición política de un régimen dictatorial a uno democrático o la salida de un prolongado conflicto plantean algunos dilemas no sencillos de resolver, como la dialéctica entre la paz y la justicia. La presente obra analiza con detenimiento la lucha internacional contra la impunidad y el reconocimiento de los derechos a la verdad, a la justicia y a la reparación en el marco de la denominada justicia transicional.
MUGAK - Centro de documentación sobre racismo y xenofobia
Mugak - Centro de documentación sobre racismo y xenofobia
SOS Racismo Gipuzkoa trabaja desde 1993 con el objetivo de luchar contra toda discriminación y segregación derivada del color de la piel, o bien por razones de origen, o por razones culturales, que se produzca tanto de forma individual como colectiva o institucional. Reivindican la tolerancia, el respeto y la comprensión que se concretan en la igualdad de derechos y de trato para todo el mundo. Promocionan las prácticas que favorezcan la relación y el intercambio entre personas autóctonas, inmigrantes y minorías.
Para ello, cuentan con un Centro de Documentación sobre Racismo y Xenofobia SOS Racismo – Mugak, a través del que ofrecen la Revista de prensa del Observatorio de la Diversidad en los Medios, con información sobre inmigración y minorías publicada en los principales diarios del estado español y con acceso a la base de datos donde catalogan esa información.
Recogen, analizan y catalogan sistemáticamente la representación que los medios de comunicación hacen de las minorías étnicas en su aspecto más amplio y diverso. Cuentan con una base de datos con más de doscientas mil noticias y artículos que la prensa escrita ha publicado en los últimos años.
Además, tienen diversas miradas, análisis o contribuciones sobre el tratamiento de los medios de comunicación hacia las minorías y cuentan con varios recursos de gran interés, como son:
- Incluye recomendaciones sobre el tratamiento informativo de la inmigración.
- Manuel de estilo para medios de comunicación social.
- Guía práctica para periodistas.
- Una Revista de Prensa Diaria: boletín electrónico que recoge toda la información y opinión publicada en 23 diarios ubicados en el Estado español sobre inmigración, minorías etnoculturales, racismo y xenofobia. Esta información se envía gratuitamente todos los días por email a más de 1.300 suscriptoras/es.
- Base de datos de noticias de prensa: se clasifican y se archivan en una base de datos online que es actualizada diariamente herramienta que recoge la información publicada en prensa del Estado desde 2004 y que permite hacer consultas cronológicamente y búsquedas de información por descriptores. Este recurso pone al alcance de los agentes implicados en la intervención social y comunitaria, especialmente asociaciones de inmigración, Derechos Humanos y solidaridad y técnicos de la administración, de un archivo especializado y consultable online. Además, ofrece la posibilidad de ahondar en el análisis de la (re)presentación de minorías etnoculturales, pudiendo realizar estudios cuantitativos y cualitativos, posibilidad calificada de muy útil desde el ámbito universitario y de la investigación.
Si quieres recibir cómodamente y de forma gratuita en tu correo el boletín de noticias, suscríbete
También podrás encontrar para descarga a texto completo los Informes Anuales que la Federación de Asociaciones de SOS Racismo del estado español publica desde 1995, sobre la Situación del Racismo y la Xenofobia en España y en Europa, mostrando las diferentes tipologías y espacios donde se manifiesta: políticas de extranjería y asilo, ascenso de la ultraderecha, colectivos especialmente vulnerables (mujeres extranjeras, pueblo gitano, menores extranjeros no acompañados), convivencia y racismo social, discriminación en el acceso a los derechos laborales, sociales y políticos, abusos por parte de los cuerpos de seguridad etc.
Si quieres más información sobre la organización, puedes visitar su web, o a través de los datos de contacto:
MUGAK, Centro de documentación sobre racismo y xenofobia
Paseo Duque de Mandas 36-38
20012, Donostia
Teléfono: 943 321811
Las cenizas de Prometeo. Conversación con Joaquim Sempere y Santiago Álvarez
Esta tarde, a las 18.30 h. tendremos la ocasión de conversar en el Espacio Abierto FUHEM, con Joaquim Sempere en torno a su nuevo libro: Las cenizas de Prometeo. Transición energética y socialismo
Barcelona: Pasado y Presente, 2018, 214 págs.
El libro quiere trazar el itinerario que ha conducido a un metabolismo social que ha superado los límites de sostenibilidad de la biosfera y que amenaza con catástrofes considerables, si no adoptamos medidas de decrecimiento, de renuncia al despilfarro y contra la contaminación masiva inducida por la economía expansiva depredadora.
Los abusos sociales del gran capital se suman a la destrucción de la biosfera. Por eso la lucha contra esos abusos y por la justicia es hoy, una lucha por la vida, por la supervivencia nuestra como especie y por la civilización.
La nueva sociedad deberá basarse en los principios de libertad, igualdad, fraternidad, frugalidad, cooperación y empatía, frente a la vieja sociedad de la ambición de poder, la codicia y la furia, inevitablemente abocada a la destrucción tanto del medio natural, como de los otros seres humanos.
A fin de evitar situaciones de barbarie, de lucha de todos contra todos, será obligado, según el autor, atajar las desigualdades sociales y construir un orden postcapitalista nuevo – democrático y ecosocialista- que se organice en función de las necesidades de las personas y no en afán insolidario de unos pocos por acumular riquezas.
El texto de Sempere está escrito en Europa y desde un punto de vista europeo, pero trata de no olvidar que, en el resto del mundo unos cuantos millones de personas viven condiciones de privación y precariedad… Hará falta una solidaridad internacionalista para salir del atolladero.
Joaquim Sempere estará acompañado por Santiago Álvarez Cantalapiedra, director de FUHEM Ecosocial
RECUERDA
FECHA: martes, 22 de enero.
LUGAR: Espacio Abierto FUHEM.
Avda de Portugal, 79, posterior, Madrid 28011
HORA: 18.30 h.
Si no puedes venir, no te preocupes, síguelo en directo por streaming.
Selección de Organizaciones de Derechos Humanos
Asociación Pro Derechos Humanos de España - APDHE
Entidad laica, independiente, pluralista y sin ánimo de lucro integrada por ciudadanos y ciudadanas de toda clase y condición, pero con un objetivo compartido: la voluntad de divulgar y promover los derechos humanos, con independencia de las diferencias ideológicas.
La APDHEA es la primera entidad orientada a la defensa y promoción de los derechos humanos en la historia de España y nace el 14 de marzo de 1976, por lo que en los primeros años de la transición española, centraba su labor en difundir los textos internacionales promulgados en defensa de los derechos humanos que gran parte de la población española desconocía.
A lo largo de este periodo la apdhe impulsa, desde la perspectiva de los derechos humanos, todas las vías conducentes a la democracia, y así, apoya la amnistía política, el reconocimiento de sindicatos libres, la promulgación de una constitución democrática que solvente la indefinición jurídica y derogue las leyes represivas de la Dictadura todavía vigentes.
De manera ininterrumpida y hasta día de hoy, la asociación viene concediendo los premios de Derechos Humanos en sus tres categorías: nacional, internacional y periodismo.
PREMIO NACIONAL: Proactiva Open Arms
Proactiva Open Arms es una organización no gubernamental y sin ánimo de lucro cuya principal misión es rescatar del mar a los refugiados que llegan a Europa huyendo de conflictos bélicos, persecución o pobreza.
Nace de una empresa de socorrismo y salvamento marítimo con dilatada experiencia en las costas españolas. Se dedican a la vigilancia y salvamento de las embarcaciones de personas que necesitan auxilio en el Mar Egeo y Mediterráneo Central, así como a la denuncia de todas las injusticias que están pasando y que nadie cuenta.
PREMIO INTERNACIONAL: Patricia Linares, Francisco de Roux, Luz Marina Monzón, ex aequo.
Por su trayectoria en la protección de Derechos Humanos, en Colombia.
PREMIO PERIODISMO: Helena Maleno.
Por su desarrollo de investigaciones sobre externalización de fronteras, deportaciones y asilo para organizaciones como SOS Racismo, Intermón Oxfam o el Servicio Jesuita a Refugiados. Trabaja para Women’s LinkWorldWide en diferentes informes donde implementa la perspectiva de género al análisis migratorio.
Organización global e independiente formada por más de 7 millones de personas que actúan contra la injusticia defendiendo los derechos humanos en todo el mundo, cuyo objetivos son:
Trabajar por el derecho a la verdad, justicia y reparación de las víctimas de graves abusos, como los juicios injustos, las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias, las ejecuciones extrajudiciales o la violencia de género.
Defender a las personas migrantes, solicitantes de asilo, refugiadas, desplazadas o víctimas de trata. También a la población civil en los conflictos armados.
Defender a las víctimas de la violencia a manos de los Estados (policías, ejércitos, etc.) y de otros actores (empresas, grupos armados, etc.).
Hacer campaña contra la tortura y los malos tratos, por los derechos sexuales y reproductivos, por la abolición de la pena de muerte, y por un control efectivo sobre el comercio de armas.
Defender la dignidad de las personas pobres, denunciando los abusos que causan o agravan la pobreza, y luchamos para que sus responsables rindan cuentas ante la justicia, porque disfrutar de atención sanitaria, de una vivienda adecuada, de agua limpia, de un medio ambiente sano... es un derecho humano.
Proteger el derecho de todas las personas a expresarse libremente y a no sufrir discriminación.
Exigir que los presos de conciencia sean liberados y que las personas que denuncian abusos en cualquier país obtengan protección.
Amnistía Internacional cuenta con un blog donde puedes encontrar noticias de actualidad sobre la labor de la organización y sobre la situación de los derechos humanos en diferentes partes del mundo.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) creado en 1959 y encargado de la promoción y protección de los derechos humanos en el continente americano. Realiza su trabajo con base en tres pilares de trabajo: el Sistema de Petición Individual; el monitoreo de la situación de los derechos humanos en los Estados Miembros y la atención a líneas temáticas prioritarias.
En el contexto de la protección de los derechos de toda persona bajo la jurisdicción de los Estados americanos, sus objetivos son: dar atención a las poblaciones, comunidades y grupos históricamente sometidos a discriminación; el acceso a la justicia, y la incorporación de la perspectiva de género a todas sus actividades.
Su Informe Anual ofrece información accesible, completa y relevante a los usuarios y las usuarias del Sistema Interamericano de Derechos Humanos acerca del trabajo y los recursos de la Comisión, publican además Informes por país donde se analizan vulneraciones de derechos humanos en diferentes países de la OEA.
Destacamos a continuación algunos de los informes publicados:
Niños, niñas y adolescentes en el sistema penal adulto de EEUU (2018)
Políticas integrales de protección de personas defensoras (2017)
Pobreza y derechos humanos (2017)
Mujeres Indígenas (2017)
Instituto Universitario de Derechos Humanos, Democracia, Cultura de Paz y no Violencia - DEMOSPAZ
El Instituto Universitario de Derechos Humanos, Democracia, Cultura de Paz y no Violencia (DEMOSPAZ) creado mediante un convenio entre la Fundación Cultura de Paz y la Universidad Autónoma de Madrid, después de años de colaboración entre ambas entidades, nace con un rasgo innovador, su carácter mixto.
Se enclava en un espacio de convergencia cultural y cienti´fica, que tiene por objetivo de vincular a la comunidad académica con los derechos humanos, la democracia y la cultura de paz y no violencia, en una coyuntura histórica de cambios cruciales y de crisis sistémica, que requiere de un compromiso con los valores de paz, justicia, solidaridad e igualdad.
El Instituto tiene una proyección internacional y está vinculado a iniciativas impulsadas por Naciones Unidas en el ámbito de la democracia, la educación, la paz, y los derechos humanos. DEMOSPAZ promueve la creación de cátedras interuniversitarias y UNESCO, impulsa proyectos de investigación y facilita la movilidad estudiantil y del profesorado e investigadores/as a partir de los correspondientes convenios de colaboración con programas de las Naciones Unidas y otras instituciones nacionales e internacionales
Quiero destacar la Campaña “Por derecho” – que DEMOSPAZ ha realizado en torno al Setenta Aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, para la cual ha elaborado una colección de vídeos que abordan la importancia de la Declaración en el contexto actual.
Los vídeos abordan la cuestión de las personas refugiadas, el acceso a la vivienda, la libertad de expresión y la violencia contra las mujeres. También se hacen entrevistas a algunos de los directores/as y miembros de cátedras UNESCO sobre derechos humanos y cultura de paz.
Más información en:
DEMOSPAZ
C/ Einstein, 13 - primero.
Ciudad Universitaria de Cantoblanco. Pabellón C.
28049 Madrid.
914975271 / 914973701
Organización de derechos humanos no gubernamental y sin fines de lucro, conformada por aproximadamente 400 miembros situados en todo el mundo. Su personal está integrado por profesionistas en derechos humanos, incluidos expertos de los países en los que operan, abogados, periodistas y académicos de diversos orígenes y nacionalidades.
Fundada en 1978, Human Rights Watch es reconocida por la investigación precisa de los hechos, la presentación de informes imparciales, el uso efectivo de los medios de comunicación, y la defensa de objetivos, a menudo, en asociación con grupos locales de derechos humanos.
Cada año, Human Rights Watch publica más de 100 informes e información periódica sobre las condiciones de derechos humanos en 90 países, generando una amplia cobertura en los medios de comunicación locales e internacionales.
Gracias a la influencia que esto genera, Human Rights Watch se reúne con los gobiernos, las Naciones Unidas, grupos regionales como la Unión Africana y la Unión Europea, las instituciones financieras y las corporaciones para presionar por cambios en la política y las acciones que promueven los derechos humanos y la justicia en todo el mundo.
Destacamos el informe del año 2018 disponible en su web.
Federación Internacional de Derechos Humanos - FIDH
ONG internacional de defensa de los derechos humanos, que agrupa a 184 organizaciones nacionales de derechos humanos de 112 países. Desde 1922, la FIDH está comprometida con la defensa de todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, según se definen en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Para la FIDH, la transformación de la sociedad corresponde fundamentalmente a los actores locales, por lo que su actividad tiene por objeto reforzar la capacidad de acción y la influencia de estos actores.
Actúa a escala regional, nacional e internacional en apoyo de sus organizaciones miembros y organizaciones colaboradoras para poner remedio a las situaciones de violaciones de los derechos humanos y consolidar los procesos de democratización. Su acción se dirige a los Estados y a otros actores que ejercen poder, tales como grupos armados de oposición y empresas multinacionales.
Los principales beneficiarios son las organizaciones nacionales de defensa de los derechos humanos adscritas a la FIDH y, por su intermediación, las víctimas de violaciones de los derechos humanos. La FIDH ha ampliado su campo de acción, que se extiende a organizaciones locales colaboradoras, y establece asimismo alianzas con otros actores del cambio.
Cuenta con un Grupo de acción judicial: red mundial con 90 abogados, magistrados y académicos, procedentes de organizaciones miembros de FIDH, que acompaña a las víctimas en su búsqueda de justicia, verdad y reparación ante tribunales nacionales, regionales e internacionales.
Instituto de Derechos Humanos “Bartolomé de las Casas”
Instituto de la Universidad Carlos III de Madrid que cuenta con un grupo estable compuesto por profesores y profesoras de universidad e investigadores/as que desarrollan su actividad en el ámbito de la Filosofía del Derecho, del Derecho Constitucional, del Derecho Internacional, del Derecho Eclesiástico y del Derecho Procesal.
Entre sus objetivos están:
Difundir los valores inherentes a los derechos humanos.
Cear un marco de reflexión y diálogo en torno a los derechos humanos.
Desarrollar la investigación de los derechos humanos.
Promover la difusión de obras científicas sobre los derechos humanos.
Fomentar la enseñanza de los derechos humanos.
Destacamos el Seminario Mujeres con discapacidad y violencia de género: Acceso a la justicia" que tuvo lugar en el mes de junio de 2018, para el que se han realizado una serie de videos:
2018-06-14 LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS MUJERES CON DISCAPACIDAD: ANÁLISIS GLOBAL DE LA CUESTIÓN.
2018-06-14 PONENCIA: LA VIOLENCIA DE GÉNERO CONTRA LAS MUJERES CON DISCAPACIDAD.
2018-06-14 MESA REDONDA: PRINCIPALES OBSTÁCULOS AL ACCESO A LA JUSTICIA PARA LAS MUJERES CON DISCAPACIDAD.
2018-06-14 MESA REDONDA: EL ACCESO A LA JUSTICIA.
2018-06-15 PRESENTACIÓN: INFORME SOBRE LOS DERECHOS DE LAS MUJERES CON DISCAPACIDAD EN LA JURISPRUDENCIA DE LOS TRIBUNALES.
2018-06-15 MESA REDONDA: CÓMO CONSTRUIR UNA AGENDA POLÍTICA EN MATERIA DE VIOLENCIA DE GÉNERO CONTRA LAS MUJERES CON DISCAPACIDAD.
Instituto Universitario de Derechos Humanos
Universidad de Valencia
El Instituto reúne a investigadores de distintas ramas jurídicas y sociales en torno a unos fines básicos. Así, el avance en el conocimiento de los derechos humanos gracias a la investigación multidisciplinar, la formación y sensibilización en derechos humanos a través de su labor de docencia, y la promoción de la reflexión, el diálogo y el compromiso con los derechos humanos, en particular con los de los individuos y grupos más vulnerables o que se encuentran más amenazados.
Entre el 10 y el 11 de diciembre de 2018 organizaron un Congreso Internacional 70 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuyo principal objetivo fue examinar y hacer balance del reconocimiento y garantía efectiva de los derechos contemplados en la Declaración.
Durante el Congreso se analizó también su desarrollo convencional y jurisprudencial y asimismo se estudió cómo proyectar hacia el futuro las líneas de actualización y desarrollo de los derechos humanos que resultan más necesarias y urgentes.
Con estos objetivos, convocaron a medio centenar de ponentes españoles y de diferentes países, académicos, pero también expertos de agencias de la Organización de las Naciones Unidas y de Defensorías del Pueblo y organismos de protección de derechos, así como de ONGs de prestigio internacional, junto a otros profesionales especializados en este ámbito, desde diferentes campos como el periodismo, o la administración de justicia.
Como resultado se ha elaborado una publicación que recoge un resumen de las comunicaciones del Congreso.
Instituto de Derechos Humanos de Cataluña
Asociación nacida en 1983 en Barcelona gracias a un grupo de personas con un claro sentido reivindicativo y de lucha por el progreso de las libertades y de la democracia en el mundo, y con el objetivo de aunar esfuerzos individuales y colectivos de instituciones públicas y privadas a favor de la expansión de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales para todas las personas.
El IDHC tiene una abierta línea de investigación referida a los Derechos Humanos Emergentes, concepto que tomó fuerza toma fuerza a partir del primer Foro de las Culturas, con la aprobación del proyecto de Carta de Derechos Humanos Emergentes (2004) que se aprobó formalmente en Monterrey como Declaración Universal de Derechos Humanos Emergentes (2007), y por la que publica una serie de monografías colectivas con carácter anual relativa a un derecho humano emergente.
La idea es que los mandatarios políticos a escala local, regional, nacional e internacional tengan presente que tienen que hacer efectivos estos derechos humanos; también que la sociedad civil pueda introducir nuevos derechos a su discurso; y, finalmente, con carácter general, que sea útil a las personas que hacen investigación en derechos humanos.
El IDHC ha publicado sobre el derecho al agua, los derechos del colectivo LGTB, cambio climático y los derechos humanos en las repercusiones en derechos humanos que tienen las nuevas tecnologías. Otros temas de futuro pueden ser: derechos sexuales y reproductivos; interculturalidad y derechos humanos.
Red Internacional para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales
La Red-DESC es una iniciativa de colaboración entre grupos e individuos de las diferentes regiones del mundo que trabajan en favor de la justicia social y económica por medio de la defensa de los derechos humanos. Busca fortalecer el campo de todos los derechos humanos, concentrándose especialmente en los derechos económicos, sociales y culturales, y continuar desarrollando herramientas que faciliten su promoción, protección y cumplimiento.
A través de la Red-DESC, grupos e individuos pueden intercambiar información, desarrollar una voz colectiva, fortalecer sus actividades y desarrollar nuevos mecanismos y estrategias. Facilitando actividades conjuntas, mejorando la comunicación y generando solidaridad entre las diferentes regiones, la red busca formar un movimiento global que trabaje para que los derechos humanos y la justicia social sean una realidad para todos.
Destacamos al Grupo de Trabajo sobre Mujeres y DESC que promueve la igualdad sustantiva entre los derechos de las mujeres y los DESC. Mediante la colaboración con órganos de la ONU, la construcción de capacidades y el cabildeo a múltiples niveles, trabaja para asegurar que las experiencias y análisis de las mujeres están en el centro de las políticas y los desarrollos legales, a nivel nacional e internacional.
El Grupo de Trabajo sobre Mujeres y DESC está compuesto por más de 40 Miembros (ONG, movimientos sociales e individuos) que trabajan en varias regiones para promover los DESC de las mujeres. Este Grupo de Trabajo ha promovido una igualdad sustantiva en la intersección de los derechos de las mujeres y los DESC.
Biodanza: un enfoque metodológico biocéntrico y ecosocial que mejora la convivencia. Vínculos que tejen comunidad. (C.E.M Hipatia)
El objetivo general de este Proyecto, desarrollado en Hipatia, es que a través de la práctica de la biodanza, se fomenten actitudes críticas y de corresponsabilidad entre todos los sectores de la comunidad educativa.
La biodanza supone un apoyo pedagógico de gran valor ecosocial para las aulas de 3º y 4º de Educación Primaria, al aportar prácticas metodológicas que, con un enfoque integral y vivencial, contribuyen a desarrollar competencias personales y sociales.
La educación biocéntrica es una herramienta vivencial tan versátil y dinámica que puede utilizarse para apoyar contenidos curriculares que se estén tratando en el aula, además de fomentar la cohesión grupal. Los elementos y recursos que componen este método generan un laboratorio educativo en el que las personas del grupo interactúan bajo unas condiciones afectivas que ayudan a mejorar la calidad de la convivencia en el aula.
Los ámbitos implicados en el proceso de este proyecto han sido la intervención en aula, la formación al profesorado y los talleres con familias.
Para conocer en detalle la justificación, los objetivos, el desarrollo y la evaluación de este proyecto, puedes descargar el resumen del mismo: “Biodanza: un enfoque metodológico biocéntrico y ecosocial que mejora la convivencia. Vínculos que tejen comunidad” (archivo en pdf).
INDAGA. (Colegio Lourdes)
Este proyecto nace de la reflexión de un equipo de profesores y profesoras del departamento de Ciencias y Tecnología del Colegio Lourdes acerca de cómo se realiza el aprendizaje de contenidos de Ciencias por parte del alumnado del centro.
Cuestionando el modelo actual, excesivamente teórico, unas veces inaccesible en cuanto a dificultad e imposible de cubrir en el tiempo, con un perfil de ciudadanía más orientada a la productividad y a la competitividad que a la convivencia y a la colaboración para construir sociedades más justas, esta iniciativa pone en marcha algunas actividades de Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP), y con Metodología de Resolución de Problemas como Investigación (MRPI), como forma de Aprendizaje Inductivo en el campo de las Ciencias y la Tecnología.
Entre los objetivos que persigue este proyecto, destacan:
- Incorporar metodologías innovadoras al ámbito de las Ciencias y la Tecnología.
- Impulsar la participación y el protagonismo de alumnos y alumnas en su construcción de conocimiento.
- Elaborar y desarrollar actividades y proyectos basados en ABP y MRPI que puedan utilizarse en otras áreas y en otros momentos.
- Establecer conexiones interdisciplinares entre los contenidos del área de Tecnología con las de Física y Química, Biología y Geología y Matemáticas.
- Incorporar e impulsar contenidos de carácter ecosocial.
- Desarrollar la capacidad crítica, colaborativa y creativa de los alumnos/as.
- Posibilitar el intercambio de competencias metodológicas entre el profesorado.
- Abrir las experiencias a nuestro entorno social, colaborando con estructuras del barrio.
Para conocer en detalle la justificación, los objetivos, el desarrollo y la evaluación de este proyecto, puedes descargar el resumen del mismo: “INDAGA” (archivo en pdf).
De patio a jardín. El espacio como tercer maestro. (Colegio Lourdes)
Este proyecto desarrollado en el Colegio Lourdes reividica el espacio como tercer maestro, en línea con Peny Ristcher: “Hace falta pensar, organizar, articular y equipar el espacio exterior como se hace con el espacio interior”.
El trabajo responde a la demanda de lograr una transformación del patio para que este lugar potenciara un desarrollo evolutivo de la infancia. El proyecto contó con la implicación del equipo docente, la dirección y la gerencia del Centro, así como con la confianza y el apoyo de las familias.
Se trataba de repensar (o “de-construir”) los espacios educativos, los ambientes y las condiciones físicas y humanas del exterior del centro incorporando metodologías activas que fomentasen la autonomía, la cooperación y los aprendizajes significativos desde la perspectiva global del ser humano y que, además, favorecieran la resolución de conflictos.
La transformación del espacio se realizaría pensando en la diversidad y en la multiplicidad de usos de las estructuras; elementos versátiles que fomentasen la inclusión de todo el alumnado.
La mayor parte del material es reutilizado: los troncos del pino del patio talado el curso anterior, palés, palos, cestas, jardineras… Todo pensado para generar un ambiente cálido y natural, con un bajo impacto medioambiental al no introducir elementos de plástico, prefabricados o con costes elevados.
Fruto del diálogo y la participación de toda la comunidad educativa, el cambio metodológico realizado sobre los espacios de juego se ha transmitido y vivido como propio por toda la comunidad educativa, generando un sentimiento de pertenencia al centro mucho más fuerte y un mayor bienestar de toda la comunidad educativa de Infantil.
Para conocer en detalle la justificación, los objetivos, el desarrollo y la evaluación de este proyecto, puedes descargar el resumen del mismo: “De patio a jardín. El espacio como tercer maestro” (archivo en pdf).
Con tu quiero y con mi puedo… vamos junt@s, compañer@. (Colegio Lourdes)
Este proyecto, desarrollado en el Colegio Lourdes, retoma el trabajo del curso anterior para seguir mejorando la convivencia en el centro escolar. El planteamiento surge de la necesidad de crear y mantener estructuras de convivencia que permitan sistematizar de manera vertical diferentes actuaciones en el centro, generando un clima donde la resolución de conflictos se produzca de manera totalmente natural. De ahí la importancia de favorecer la ilusión y el empeño para crear un ambiente de confianza entre el centro educativo y su alumnado.
Para alcanzar un buen ambiente de convivencia, se parte de una labor de prevención que consiste en crear lazos afectivos, principalmente entre alumnado de los diferentes niveles educativos. Así, se logra que alumnos y alumnas que presentan dificultades de integración o problemas conductuales se involucren en el proyecto y se generen vínculos afectivos entre quienes propician el respeto, la protección y la ayuda entre ellos/as. Por otro lado, se considera fundamental la sistematización de la mediación escolar como una manera real y efectiva de solucionar los posibles conflictos que se puedan dar.
Entre los objetivos del proyecto, cabe destacar, entre otros:
• Consolidar los cauces de participación de profesorado y alumnado, fomentando también la participación de las familias, estimulando su actuación como voluntarios y colaboradores.
• Potenciar en el alumnado el aprecio por el trabajo compartido, propiciando una enseñanza creativa en la que la iniciativa del alumnado y el estímulo por parte del profesorado tengan un papel fundamental.
• Fomentar la realización de actividades que fortalezcan los vínculos emocionales ya creados entre alumnos/as de diferentes cursos y etapas educativas.
• Crear un equipo consolidado de alumnos/as y profesores/as mediadores/as.
Para conocer en detalle la justificación, los objetivos, el desarrollo y la evaluación de este proyecto, puedes descargar el resumen del mismo: “Con tu quiero y con mi puedo... Vamos junt@s, compañer@” (archivo en pdf).