Hacia una ecología de la alimentación. La comida no es solo comida.

La autora reflexiona sobre cómo se refleja en la comida nuestra manera de vivir y convivir en y con la naturaleza, revisando y analizando los principales estudios encontrados en la literatura científica que intentan evaluar el impacto ambiental de determinados alimentos y dietas. El texto analiza como el sistema alimentario repercute no solo en nuestra salud, sino que también afecta a la salud del planeta. Un ejemplo de ello se constata en que el 18% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero se deben al ciclo de vida del sector ganadero. Es decir, que la introducción en la dieta de alimentos cada vez más transformados, procesados, refinados, etc. arrastra huellas de deterioro ecológico que alteran de manera perjudicial el equilibrio de los ecosistemas. A través de los análisis de ciclo de vida de los alimentos se pueden conocer los requerimientos energéticos, el impacto ambiental relacionado con el comercio y las pautas de consumo alimentario en términos territoriales a través de la Huella ecológica. A través de estos indicadores el texto concluye que existe una contraposición entre la pirámide alimentaria (basada en lo que se debería consumir diariamente para obtener los nutrientes necesarios) y la pirámide ambiental (construida sobre los impactos ambientales relacionados la alimentación), es decir, que los alimentos para los cuales se aconseja un mayor consumo, en general, son aquellos que presentan niveles más bajos de impactos ambientales. Por tanto, el bienestar humano y el de los ecosistemas tienen una misma senda común.