Innovaciones políticas y culturales de los centros sociales autogestionados

El presente texto supone una invitación a acercarnos a la realidad de los centros sociales autogestionados, dinámicos espacios de intervención política y de creación cultural impulsados originariamente por esa realidad heterogénea conocida como movimiento okupa. La idea es trazar una pequeña historia de un proceso que tiene más de 20 años de andadura, valorando cuales han sido sus principales prácticas, para centrarnos posteriormente en algunos de sus rasgos más innovadores y cuáles son las temáticas que en la actualidad están generando una mayor movilización en torno a dichos espacios.
Estos espacios proliferaron como lugares de referencia en los que era posible acceder a locales de reunión, de ensayo, conciertos, teatro, desarrollar actividades culturales, experimentar con los medios de comunicación alternativos, editar revistas y fanzines, entre otros. Los centros sociales han generado la posibilidad de que la juventud pudiera disponer de locales e infraestructuras para realizar actividades y dar salida a sus inquietudes, demostrando como con escasos recursos era posible generar atractivas ofertas socioculturales.
Otra de las principales virtudes que los autores destacan de estos centros sociales, es la de haberse constituido en un puente comunicativo entre los distintos movimientos sociales que recorren las actuales metrópolis. Una suerte de dinamos con capacidad de provocar sinergias inesperadas entre distintos colectivos, temáticas o iniciativas. Cocteleras de las que a veces surgen alianzas insospechadas y desde donde se dinamizan diferentes redes sociales, en escalas que van desde la dimensión de barrio a las protestas y encuentros del movimiento global.
Además los centros sociales han sido durante mucho tiempo uno de los espacios de referencia para la difusión del pensamiento crítico, mediante jornadas, seminarios o charlas. Actividades que tienen que ver con la posibilidad de acceder a pensamientos y reflexiones, o creaciones culturales de distinto tipo que la sociedad dominante ha invisibilizado, fomentando una actitud ante la producción cultural que oscila entre la innovación y la contracultura.