La deriva oligárquica del constitucionalismo occidental y su viejo topo
El desconcierto que en los países de la eurozona se ha manifestado ante el proceso de “reformas exprés” que, con el pretexto de la crisis financiera y fiscal, se ha producido recientemente en muchas de las Constituciones formales que se aprobaron en esa región desde el fin de la segunda guerra mundial hasta finales de los años setenta –como fue el caso de las, muy diferentes, portuguesa y española– está sin duda justificado. Porque, en efecto, no parece exagerado considerar que se ha producido una desconstitucionalización de los avances que en el plano social y democrático se reconocía en ellas. Con todo, sería un error pensar que el punto de inflexión que ese cambio significa surge de la nada, ya que esto supondría no tener en cuenta la ya vieja trayectoria recorrida por determinada corriente del liberalismo que, tras una fase relativamente discreta, fue ganando peso en el desarrollo de una legislación transnacional que en decenios anteriores estaba ya devaluando aquellos textos “sagrados”.