La feminización de la migración transnacional y su potencial emancipatorio

Hoy en día la migración es un asunto candente en la agenda política tanto de los países llamados “emisores” como de los “receptores”. Los migrantes alivian las presiones sociales y económicas en sus países de origen, disminuyendo los niveles de desempleo y atenuando la presión sobre los servicios públicos, a la par que contribuyen en ocasiones sustancialmente a los ingresos nacionales, por vía de las remesas que envían de vuelta a casa. Aunque la migración no es nada nuevo en la historia de la humanidad, en el último par de décadas ha ganado terreno la apreciación de que la migración es un proceso que implica múltiples desplazamientos geográficos y que, por consiguiente, es un proceso que extiende relaciones sociales y económicas a través del espacio o de campos sociales transnacionales.