Más allá de la sosteniblablá

Más allá de la sostenibilidad es el primer capítulo del Informe de la Situación del Mundo del año 2013, que analiza si es posible lograr la sostenibilidad.
El autor expone cómo el concepto de sosteniblidad, se está utilizando tanto en la actualidad, que ya se presta incluso para referirse al comportamiento empresarial denominado con frecuencia lavado de
imagen. Frases como diseño sostenible, coches sostenibles, incluso ropa
interior sostenible contaminan los medios de comunicación.
El hecho de que el término sostenible haya pasado a ser utilizado de forma tan común, indica que un concepto ambiental clave ha adquirido un carácter generalizado en la cultura popular. Pero ésto que podría considerarse como un éxito, puede tener un precio muy alto: el fenómeno sosteniblablá, es decir, que el uso excesivo de los términos sostenible y sostenibilidad haya hecho que pierdan significado e impacto. Más grave aún, que su utilización frecuente e inadecuada, según el autor, nos arrulle en la creencia fantasiosa de que todos nosotros —y todo lo que hacemos, lo que compramos, lo que utilizamos— duraremos eternamente, en un mundo sin fin.

Robert Engleman presenta los contenidos del resto del informe de la Situación del Mundo, cuyo objetivo es ampliar y profundizar el debate sobre el uso incorrecto y abusivo del adjetivo sostenible, que
en los últimos años ha transformado su significado original por algo así
como «un poco mejor para el medio ambiente que la alternativa». Hacer
las cosas un poco «mejor» ambientalmente no detendrá el deterioro de
las relaciones ecológicas de las que dependen nuestra alimentación y
nuestra salud. Mejorar nuestra actuación no estabilizará el clima. No
ralentizará el agotamiento de los acuíferos ni la subida del nivel del mar.
Tampoco devolverá uno de los rasgos naturales de la Tierra más visibles
desde el espacio, los hielos árticos, a su extensión preindustrial.

Para modificar estas tendencias son necesarios cambios mayores, pero sobre todo, que hagamos un balance, sensato y medible científicamente, de hacia dónde nos estamos encaminando. Necesitamos aprender desesperadamente a reorientar nuestro rumbo hacia la seguridad para nosotros mismos, para nuestros descendientes y para el resto de las otras especies.