Seguridad global en tiempos de extremismo religioso

Tras el 11 de septiembre de 2001 gran parte de la atención, tanto popular como académica, se ha centrado en grupos armados como Al Qaeda o el ugandés Ejército de Resistencia del Señor. Aunque el fundamentalismo religioso de estos actores no estatales constituye una seria amenaza para la seguridad nacional, regional e internacional, no hay que obviar las posibles consecuencias del fundamentalismo religioso patrocinado por el Estado. Cuando los extremistas religiosos acaparan el poder estatal, la amenaza para la seguridad internacional es mucho mayor que aquella que plantean actores no estatales. Para demostrarlo el autor ilustra su tesis con dos ejemplos: los EEUU de George W. Bush y el Irán de Mahmoud Ahmadinejad.