INFORME ECOSOCIAL

CALIDAD DE VIDA EN ESPAÑA

Balance, Tendencias y Desafíos

CAPÍTULO 2

Caracterización del modo de vida en España

INFORME ECOSOCIAL Capítulo 2: Caracterización del modo de vida en España

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Un «modo de vida» hace referencia a la forma en que se organiza la producción y el consumo en una sociedad. El modo de vida de una formación social es aquel que comparten todos los miembros de esa sociedad, determinando aspectos tan fundamentales como el modelo de alimentación, movilidad o residencia, y asentándose sobre una determinada base energética y material, así como sobre principios de organización y reparto del trabajo. El modo de vida de la civilización industrial actual viene definido a partir de tres grandes ámbitos: la alimentación, la movilidad y la vivienda. Estos tres ámbitos absorben en España la mayor parte del gasto de las familias y son responsables del mayor número de impactos sociales y ecológicos. Por otro lado, los requerimientos de materiales, energía y tiempos que exige este modo de vida son excesivos (y con gran impacto en el entorno y la vida de las personas) para los escasos logros que provee.

IDEA CLAVE

Alimentación, principal gasto de los hogares españoles

El gasto alimentario ha ido aumentando en los últimos años en los hogares españoles, con consecuencias especialmente relevantes en las familias más pobres, que cada vez pueden permitirse una dieta menos variada y de menor calidad.

La evolución del consumo alimentario en España ha seguido una evolución más o menos estable, si bien se observa cómo se incrementa el consumo de refrescos y bebidas alcohólicas, así como de otros productos alimentarios, entre los que se encuentran los productos ultraprocesados, apuntando una tendencia hacia el deterioro de la calidad de la dieta.

Los cambios más significativos se manifiestan en la elección de los establecimientos comerciales (con predominio de las grandes superficies, con compras menos frecuentes, pero más grandes y de productos de menor calidad, sobre todo entre las personas con menos recursos) y en las prácticas alimentarias en el hogar, donde se observa que se dedica menos tiempo a cocinar y se consumen cada vez más productos precocinados.

Cantidad total consumida en alimentos y bebidas en los hogares españoles

Fuente: Elaboración propia a partir de INE-EPF. Base 2006.

IDEAS CLAVE

El coche privado domina los desplazamientos

Cuando se trata de recorrer cierta distancia, el coche privado encabeza los desplazamientos entre los españoles. Entre 1990 y 2019 el parque de vehículos se ha duplicado en nuestro país.

Compra y mantenimiento de vehículos , principales gastos

La mayor parte del gasto en transporte en España se destina al combustible y al mantenimiento del vehículo privado, así como a la adquisición de nuevos vehículos. Estos gastos se sitúan muy por delante del gasto en servicios de transporte público.

Aunque uno de cada dos desplazamientos diarios se hacen a pie, la movilidad en el modo de vida actual viene marcada por el predominio del coche privado. Si atendemos a las distancias recorridas por cada medio de transporte entre localidades, el grueso del transporte interior de personas (y de mercancías) en España se realiza, por carretera. De hecho, actualmente, sólo el transporte en automóvil cubre más de tres cuartas partes del total (76,8%). Y si sumamos el total de kilómetros recorridos por cada viajero en 2019 en España, el 85,5 % se realizaron por carretera –automóvil, motocicleta y autobús.

Distribución de los recorridos realizados por persona en los diferentes medios dentro de España (2019)

Fuente: Observatorio del Transporte y la Logística en España (OTLE). Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana

El gasto en transporte supone la partida de mayor gasto, especialmente en combustibles y lubricantes, la compra de vehículos y el gasto en servicios de transporte. El transporte también ha impulsado un enorme gasto público, que se aceleró con el estallido de la burbuja inmobiliaria y los estímulos económicos orientados a las promoción de infraestructuras innecesarias.

IDEAS CLAVE

España, país de propietarios

Aunque la mayoría de los españoles sigue optando por la propiedad, el mercado del alquiler viene mostrando en la última década un aumento inusual en España, fundamentalmente debido a las dificultades que encuentra la población joven para acceder a una vivienda propia.

La población más joven paga más por el alquiler

Los gastos destinados al alquiler de la vivienda representan ya de media en torno al 40% del gasto total de los arrendatarios, llegándose a duplicar este porcentaje para el caso de los inquilinos más jóvenes.

La población española vive predominantemente en apartamentos (uno de cada tres), normalmente en régimen de propiedad (tres cuartas partes), aunque el mercado del alquiler ha mostrado en la última década un aumento inusual, especialmente por parte de la población joven que no se puede permitir adquirir una vivienda.

La sobrecarga de gasto debido a la vivienda, cuando es en propiedad, no llega al 9 %, pero en el alquiler casi el 40 % de los arrendatarios la sufren, con una quinta parte de los inquilinos teniendo que pagar más del 60 % de sus ingresos disponibles. Además, la partida de gasto público en vivienda es escasa, situándose en torno al 1 % la de alquiler social y similar la de vivienda y servicios comunitarios.

Distribución de viviendas por tipos

Fuente: Elaboración propia a partir de INE-ECH, 2013-2019.

IDEAS CLAVE

Un país con escasos recursos energéticos no renovables

España es un país con escasos recursos energéticos no renovables propios. Pese a ello, la mayor parte del consumo energético español va a parar al transporte por carretera y a la industria química y siderúrgica.

La energía eólica reina en un país de sol

La generación de energía renovable en España está experimentando un aumento considerable en los últimos años. Pese a ello, y paradójicamente, esta generación está dominada por la eólica en un país cuyo potencial solar está a la cabeza de Europa.

El petróleo domina el consumo energético

La fuente de energía final más consumida en España sigue siendo de origen fósil. Esto, en un país no productor de petróleo, supone que nuestra dependencia energética de terceros países sea de en torno al 75%.

España es un país con escasos recursos energéticos no renovables propios y, por lo general, de baja calidad (carbón con muchos residuos, petróleo de baja calidad, etc.). Por otra parte, en cuanto a la generación con recursos propios, España viene experimentando un aumento del porcentaje de energía renovable dentro de la generación eléctrica con recursos locales (50 % en 2021), aunque esta esté dominada por el viento en un país claramente solar (España posee 6 de las 10 regiones europeas con mayor potencial de aprovechamiento solar).

A pesar del creciente peso de las renovables, la fuente de energía final más usada sigue siendo la de los derivados del petróleo (más de tres cuartos de la energía final consumida por los usuarios), por lo que gran parte de los recursos para producir energía tienen que ser importados (sobre todo productos del petróleo y uranio). Esto acarrea una dependencia energética de más del 75 %.

Consumo de energía final en España por fuente de energía y usuario final

Fuente: Elaboración propia a partir de IDAE.

Gran parte de este consumo energético se asocia al transporte (44 % del uso de energía final), sobre todo al transporte por carretera, y a la industria (cerca del 24 %), especialmente a la actividad de las industrias químicas y de la siderurgia.

IDEA CLAVE

España es un país materialmente dependiente

España es materialmente dependiente del exterior: la extracción domestica de materiales no es suficiente en nuestro país para cubrir los requerimientos del metabolismo socioeconómico. Además, sólo el 10% de los materiales que entran a la economía vuelve finalmente a la misma.

Tras una etapa de incremento, atribuible parcialmente a la obra pública, pero, sobre todo, a la construcción, el nivel de extracción material ha sufrido el desplome tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en 2007. Desde el año 2019 se observa una caída en la extracción material de más del 35 % con respecto a inicios de los años 90, y de más de un 60 % por debajo del nivel alcanzado en 2006, en el punto álgido de la burbuja inmobiliaria.

Evolución de los componentes de la extracción doméstica y la entrada de materiales en España

Fuente: Elaboración propia a partir de UNEP – Global Material Flows Database
https://www.resourcepanel.org/global-material-flows-database

A lo largo de la etapa de expansión, tres de cada cuatro toneladas de materiales extraídos en España procedían de sustancias minerales, produciéndose un desplome posterior que deja esta categoría por debajo del 50 %, al tiempo que se observa un aumento claro de los productos de origen animal y vegetal (especialmente las cosechas y los pastos), que han terminado acaparando cerca del 50 % de la extracción doméstica de materiales.

La extracción material local no es capaz de cubrir los requerimientos, de manera que la economía española depende de materiales del exterior. El saldo importador neto de materiales se encuentra entre 100 y 130 millones de toneladas, si sólo se tiene en cuenta los propios materiales comerciados. Pero si tenemos en cuenta además las materias primas necesarias en todo el proceso, el saldo importador neto total se situaría entre 291 y 342 millones de toneladas. Toda esta dinámica tiene como resultado la transferencia de importantes impactos hacia otros países, a través de los mecanismos de intercambio desigual o el traslado de pasivos ambientales a otros territorios.

IDEAS CLAVE

Trabajamos cada vez más años

El trabajo remunerado en España muestra un marcado carácter estacional con prevalencia de horas no pagadas que descansa sobre una creciente duración media de la vida laboral, explicada en buena medida por el aumento de la edad media de jubilación.

El trabajo no remunerado recae mayoritariamente en las mujeres

Los trabajos no remunerados ligados al hogar, los cuidados y las compras lo realizan en España mayoritariamente las mujeres. Este hecho se amplió durante la crisis económica de 2008 y se agudizó después durante la pandemia de COVID-19.

Para poder sostener nuestro modo de vida en cualquiera de sus dimensiones, además de recursos naturales, en términos materiales y energéticos, necesitaremos, entre otras cosas, el aporte de trabajo. Trabajo que, lejos de la noción productivista actual, se traduce en tiempo dedicado a todo tipo de actividades.

Para poder mantener este modo de vida, además de recursos naturales, en términos materiales y energéticos, necesitamos el aporte de trabajo. Trabajo que no se reduce al empleo, sino que se traduce en tiempo dedicado a todo tipo de actividades.

El trabajo remunerado en España presenta dos rasgos principales: un carácter muy estacional y una estrecha ligazón a la coyuntura de la crisis económica. Si comparamos la evolución seguida por la economía española –una de claro crecimiento del PIB (antes de 2007), otra marcada por la crisis (2007-2014) y una última de cierta recuperación (tras 2014)–, comprobamos que las horas totales requeridas por el mercado disminuyen por motivo de desaceleración y recesión, pero no se contraen con carácter general.

Número total de horas efectivas trabajadas por el conjunto de las personas ocupadas

Fuente: Elaboración propia a partir de INE-EPA

En España, la duración media de la vida laboral se viene incrementando hasta los 35,2 años (2018), especialmente por el incremento de la vida laboral en las mujeres, así como por el aumento de la edad media de jubilación.

El trabajo no remunerado lo realizan principalmente mujeres (20 % frente al 10 %), especialmente en lo que tiene que ver con los trabajos rutinarios del hogar, los cuidados y las compras. Un fenómeno de doble jornada que se ha reforzado durante la crisis y la pandemia.

Cabe destacar también que la proporción relativa de las horas no pagadas es bastante más elevada entre las mujeres, mientras que ocurre lo contrario si nos referimos a aquellas que sí se remuneran.

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