Jornadas feministas en Granada, tres décadas después

Durante los días 5, 6 y 7 de diciembre de 2009 se celebraron en Granada las «Jornadas Feministas Estatales. Granada 30 años después: aquí y ahora». La convocatoria reunió a alrededor de 3.500 mujeres de todo el Estado español. Con el planteamiento explícito de introducir el debate sobre la diversidad y las identidades, la Coordinadora articuló los contenidos en torno a cuatro ejes temáticos –«Identidades como ficciones. Devenires y luchas feministas»; «Cuerpos y sexualidades»; «Crisis, globalización y acción feminista»; «Nuevas representaciones, nuevos contextos»– que han permitido poner sobre la mesa una multiplicidad de experiencias y prácticas con una finalidad clara: reflexionar sobre el sujeto político del feminismo.

El debate feminista no ha sido ajeno al devenir histórico; treinta años después de las primeras jornadas estatales en plena transición a la democracia, y nueve desde las últimas celebradas en Córdoba, los contenidos, las reivindicaciones han ido cambiando y madurando, cediendo unas protagonismo a otras.

Al movimiento feminista no le falta vigor ni rigor para enfrentarse con voluntad transformadora a los retos que plantea el actual contexto de crisis económica, social y ecológica de la globalización neoliberal, que azota con extrema virulencia a las mujeres de todo el mundo. Pero habrá de persistir en la voluntad de articular la lucha feminista en torno a la práctica política concreta.

La apuesta por un feminismo crítico, no excluyente, se enfrenta en la actualidad al reto fundamental de canalizar la multiplicidad de debates que lo enriquecen, para establecer categorías analíticas claras que permitan poner en marcha una práctica política que no pierda el horizonte transformador. Para ello, habrá de articularse en un contexto de relativa fragmentación (que no es ajena al momento sociopolítico que vivimos), de diversidad de discursos y prácticas, de convivencia de multiplicidad de feminismos. Tampoco deberá bajar la guardia ante el proceso de institucionalización del feminismo, otro de sus retos fundamentales, para que las reivindicaciones logren introducir cambios estructurales y no sean absorbidas y acaben, en último término, por reforzar el sistema que pretenden combatir.

Las ponencias que se presentaron abarcaron una variedad de temas, fundamentales para el feminismo: desde los devenires identitarios, las des-identidades y el transgénero, a la sexualidad, tema central que aún no ha perdido protagonismo desde la década de los setenta; pasando por la prostitución, tema históricamente polémico para el feminismo y que en estas jornadas se ha definido explícitamente como una cuestión de derechos para las trabajadoras del sexo; la violencia sexista y los debates de trasfondo más estructural, en torno a la crisis, el trabajo y los cuidados, entre los que destacan las aportaciones de la economía crítica y del ecofeminismo.

No hay duda de que el movimiento feminista está vivo; así lo demuestra no solo la elevada asistencia –resulta difícil pensar en otro movimiento social que, en el actual momento histórico, reúna a un número tan elevado de personas– sino también el alto nivel de debate teórico que se escuchó en las jornadas. Unas jornadas que no terminaron el 7 de diciembre ya que la necesidad de continuar discutiendo y matizando permanece y han sido numerosos los encuentros a menor escala que se han ido produciendo en el último mes y medio.

Las ponencias presentadas pueden consultarse en la página web de la Coordinadora.