¡Paremos el Glifosato!

 

 

La iniciativa STOP GLYPHOSATE se puso en marcha con el objetivo de solicitar a la Comisión Europea una propuesta normativa que revise enteramente el capítulo de las autorizaciones en materia de productos fitosanitarios, así como los procedimientos que establecen y autorizan determinados niveles de empleo “seguro” de los mismos. En particular, se trataría de vetar de una vez por todas el glifosato de los campos de la UE. Para llamar la atención de la Comisión, la petición debe reunir al menos un millón de firmas, llegando a cumplir estos mínimos establecidos por la ley en al menos siete estados miembros.

Desde FUHEM Ecosocial queremos añadir sólo algunos elementos, que esperemos ayuden a clarificar el debate y a entender la naturaleza de la problemática. En 2015, la IARCInternational Agency for Research on Cancer (y en concreto, el Grupo Expertos sobre Cáncer de la OMS) clasificó el glifosato como sustancia clase 2A (es decir, está demostrado que es cancerígena para los animales, y entonces se considera que probablemente lo sea también para las personas): https://www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/2016/glyphosate_IARC2016.php

En 2016 se publicaron dos informes de la agencia ambiental de EEUU (EPA) y la autoridad de seguridad alimentaria de la UE (EFSA) que cuestionaban la contundencia del informe de la IARC. Muchos investigadores y expertos en el tema han expresado sus dudas acerca de la rigurosidad, transparencia y autoría real de estas dos últimas investigaciones, y más de una vez han denunciado sospechas de intromisión y presión por parte de la multinacional Monsanto (propietaria, junto a Bayer, de muchas de las patentes en materia de productos fitosanitarios).

Más allá de todas estas consideraciones y polémicas más o menos técnicas, desde FUHEM Ecosocial consideramos que, frente a una problemática de esta naturaleza, debe primar el principio de precaución, consagrado en el artículo 191 del Tratado de Lisboa de la UE, y que debemos defender de las posibles amenazas que supondrían los tratados TTIP y CETA. Según este principio, hasta que no se llegue a demostrar que una sustancia no es del todo inofensiva para las personas no se debería permitir su consumo, contrariamente a lo que pasa por ejemplo en EEUU, donde rige una lógica completamente opuesta.

Es en ese sentido, y para que siempre prime la seguridad de las personas frente a los intereses económicos y estratégicos de grandes multinacionales, en el que hay que leer nuestro apoyo a la iniciática ciudadana europea “Paremos el Glifosato”, que te invitamos a apoyar con tu firma accediendo al formulario a través de este enlace: