Propaganda y guerra de información contra Siria: la última guerra por la paz.

El artículo nos habla sobre como la opinión pública global sufre el bombardeo de mensajes que inciden en la idea de que las guerras se libran por buenas causas, y en última instancia por la paz, algo que si se somete a un examen riguroso, exhaustivo y objetivo simplemente no tienen el menor sentido. Pero una sucesión de guerras recientes se han librado en nombre de preocupaciones “humanitarias”, las últimas la de Libia y la ofensiva para crear el pretexto para una guerra abierta contra el régimen de Asad en Siria.
Según el autor, la propaganda intenta explotar la percepción y la emoción para crear unas condiciones más favorables para iniciar las guerras con el fin de cumplir los objetivos de la política exterior, especialmente en relación con el cambio de régimen “patrocinado”. Un recurso habitual para cultivar la opinión pública consiste en presentar una opinión como noticia. Por ello resulta una cuestión decisiva comprender cómo se hace, a fin de reducir la eficacia de estas campañas. Como punto de partida, es necesario crear una idea de la propaganda y la guerra de la información como concepto y como práctica. De este modo se sentarán las bases para tamizar y analizar el contenido de los medios de comunicación sobre el conflicto sirio.
Simons sostiene a través del texto que la propaganda puede detectarse mediante la identificación de cuatro elementos simultáneos en los mensajes: la función persuasiva, el intento de llegar a una gran audiencia, la representación de la agenda de un grupo concreto y el uso de un razonamiento incorrecto y/o de apelaciones emocionales.