Conclusiones de las Jornadas Arte, Educación y Ciudadanía
Las Jornadas fueron inauguradas por Álvaro Marchesi (OEI), Javier López-Roberts (CBA) y Charo Díaz Yubero (FUHEM), en representación de las entidades organizadoras. En sus palabras, los tres insistieron en la necesidad de impulsar la educación para la ciudadanía con el fin de que los valores democráticos y solidarios tengan un peso fuerte en la sociedad, y del importante papel que puede jugar la educación artística en esta tarea. Las actividades de carácter artístico logran que los alumnos participen desde una mayor implicación, aprendan a trabajar en equipo y profundicen en el conocimiento del otro, sean más tolerantes y solidarios, asuman responsabilidades y cooperen. Así mismo, la actividad artística anima a reforzar valores, habilidades y actitudes fundamentales como son la autoestima, la motivación, la creatividad, la concentración, la capacidad de comunicarnos o el respeto.
Sesión del 5 de mayo de 2009: Educación Artística para una formación integral
El primer día de las Jornadas se centró en la Educación Artística para una formación integral. Tras la inauguración, tomó la palabra Leticia Sánchez de Andrés, de la Universidad Autónoma de Madrid, quien ofreció la ponencia titulada: “La formación integral del ciudadano a través de la Educación Artística. Vigencia de las propuestas históricas didáctico-musicales en España”. En su intervención, Sánchez de Andrés destacó que la educación artística permite superar barreras culturales, intergeneracionales y estimula la auto-estima de los alumnos. Centrándose más específicamente en la educación musical, la ponente destacó que muchos alumnos brillantes en música tienen problemas en otras asignaturas, hecho que enlazó con las teorías psicopedagógicas que explican que el arte permite estimular, de forma simultánea, la emoción y la cognición, un desarrollo que no es igual con el resto de materias del currículo. Por ello, insistió en que: “las políticas educativas que privilegian las materias instrumentales en detrimento de la enseñanza artística están desaprovechando el potencial que ésta aporta”. Sánchez de Andrés explicó que, en España, los pedagogos de la Institución Libre de Enseñanza descubrieron el potencial de la educación artística y ofreció distintos ejemplos de las actividades musicales promovidas por ellos, destacando que aún hoy son prácticas poco conocidas entre los docentes y pueden contribuir al trabajo multidisciplinar, la adquisición de otras competencias básicas, el fomento del ocio cultural y la apertura del centro a su entorno con una oferta cultural al alcance de todos los vecinos. Disponer de un Cancionero Escolar, la interpretación y expresión de instrumentos musicales, la relación entre música y danza, las audiciones musicales, los conciertos pedagógicos y los coros escolares son algunas de las propuestas explicadas a los asistentes.
En el coloquio que siguió a continuación, participaron la misma Leticia Sánchez de Andrés, junto a María Acaso y Tamara Alía. Ésta última dio a conocer entre el público la experiencia de la creación de óperas en los centros escolares. Esta experiencia, que nació en el ‘Metropolitan Opera’ de Nueva York, se ha extendido a muchos otros centros y ha demostrado ser una herramienta excelente para que los niños y niñas aprendan a cantar, a no perder los nervios y a trabajar en equipo. Por último, María Acaso, profesora de Didáctica de la Expresión Plástica en la Universidad Complutense de Madrid, planteó la incongruencia que supone tener como disciplinas separadas la educación musical y plástica, cuando los alumnos tienen un importante bagage de conocimiento audiovisual. También destacó la necesidad de romper los compartimentos estancos que separan materias y aquellos que ponen barreras entre el alumno y el docente.
Para demostrar que la teoría y la práctica son perfectamente compatibles, la sesión acabó con la actuación de la Orquesta de alumnos de 2º de ESO del IES Cardenal Herrera Oria, de Madrid, quienes interpretaron tres piezas musicales. Antes de su actuación, Teresa Castaño, la profesora de Música de todos ellos, explicó el trabajo desarrollado y lo que, según ella, ha de ser la práctica de la educación musical en Secundaria: “Reivindico la práctica musical, el hacer música en el marco de un proyecto común, el concierto, como forma de hacer nacer en los alumnos actitudes y valores perdurables”. Así mismo, explicó cómo este “hacer música entre todos” genera un enorme entusiasmo entre los alumnos, favorece un sentido de colectividad; fomenta la responsabilidad y el compromiso personal, promoviendo actitudes de respeto y colaboración. Teresa Castaño insistió en que al producirse el aprendizaje en el marco de un proyecto común, como es la preparación de obras musicales para su interpretación en un concierto público, los logros van mucho más allá de la práctica musical promoviendo la autorregulación del comportamiento y disminuyendo las actitudes disruptivas y violentas. “La consecución de esta meta común se convierte en un elemento motivador de primer orden, que hace posible que los alumnos adopten un papel activo, de liderazgo de su propio aprendizaje. Por último, es importante señalar que una actividad docente de este tipo proporciona oportunidades de éxito, reconocimiento y autoestima para todos los alumnos, generando un bienestar que disminuye los riesgos de exclusión”, señaló Teresa Castaño.
Sesión del 6 de mayo de 2009: Educación Artística e inclusión
La segunda sesión de las Jornadas se celebró bajo el título “Educación Artística e inclusión”. La ponencia marco fue ofrecida por Marleny Colmenares y Luisa García, quienes explicaron la experiencia del Instituto Municipal de Educación de Barcelona. Tras explicar la evolución de la ciudad en los últimos años con la llegada masiva de población inmigrante y describir la evolución de los planes municipales al respecto, Marleny Colmenares expuso las actuaciones que se llevan a cabo en el marco de una actuación más amplia, guiada por los siguientes principios: 1) la ciudad de Barcelona se presenta como una “Ciudad educadora, una ciudad donde crecer”, es decir, contexto y agente de la educación; 2) la proximidad, ya que el barrio es el elemento clave; 3) la igualdad de oportunidades; 4) la equidad; 5) la educación como elemento de progreso y justicia; y 6), la educación como compromiso colectivo. Los objetivos pasan por, una vez lograda la escolarización obligatoria de toda la población inmigrante de menores de 16 años, alcanzar nuevas metas en cuanto al éxito escolar y la continuidad de los alumnos en la educación
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