En el día siguiente al del devastador terremoto en el país caribeño, el presidente Obama declaró que su gobierno ofrecería una “ayuda agresiva” al pueblo de Haití. La perplejidad ante una afirmación de esta índole no duró mucho. Apenas pasaron cuatro días cuando la administración norteamericana anunció el envío masivo de marines. Los medios de comunicación jalearon el liderazgo estadounidense al tiempo que se encargaban de bombardear a la opinión pública con imágenes de saqueos y vandalismo. Consumada y justificada la invasión, sólo faltaba un titular contudente: “Haití quiere un gobierno fuerte para liderar la recuperación” (EL PAÍS, 27/01/10)
Haití ha sufrido un terremoto devastador que ha arrasado física y psicológicamente a un país de por sí empobrecido y devastado. La población se despierta de esta experiencia despojada de su soberanía y del control sobre su país. Algunos han argumentado que «no queda soberanía bajo los escombros» tras la invasión apoyada en razones humanitarias.
El hecho de que no se detecten estas cuestiones en la información que transmiten los medios, pone una vez más de manifiesto la incapacidad de muchos periodistas y medios dominantes de informar con exactitud sobre los acontecimientos que en realidad están teniendo lugar.
El autor del artículo forma parte del Department of Eurasian Studies de la Universidad deUppsala (Suecia) y es investigador de Crismart Swedish National Defence College.
Acceso a: Haití: una colonización apoyada en razones humanitarias