Maese Kaos: éxito musical y pedagógico

Al llegar al Auditorio Nacional de Música se notaba que no había un concierto habitual. El público mayoritario era muy joven, alumnos de Primaria y de Bachillerato, y el nerviosismo y la emoción que seguramente se vivía entre bastidores estaba también presente en el patio de butacas y en las tribunas, donde los compañeros de quienes iban a actuar, sus profesores y familiares esperaban en un agitado murmullo.

Por fin llegaba el estreno y la representación única de este concierto didáctico, que se enmarca en el proyecto pedagógico “Todos creamos” del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). La experiencia ha llenado de música, danza y preparativos el Colegio Montserrat y el IES Isabel la Católica, con varios meses de ensayo y la implicación de muchas manos, para crear también algunas piezas de la escenografía, el vestuario e incluso algunos instrumentos musicales.

Una vez se apagó la luz y se hizo el silencio, tomaron la batuta Fernando Palacios (coordinador artístico), y Rubén Fernández (director musical), y “Maese Kaos, el coleccionista” nos sumergió en un espectáculo en el que la música, la danza contemporánea y las imágenes proyectadas, transportaban al público a un espectáculo en el que el orden y el caos buscaban el equilibrio.

Así nos describe el espectáculo Pedro Izuzquiza, profesor de Música del Colegio Montserrat: “Todo comienza con un gran corazón que late, y a partir de este latido se despiertan los cuatro elementos. Maese Kaos, el coleccionista, quiere completar su colección raptando las almas de los elementos, sembrando el desorden y el caos; los elementos se rebelarán en una dura batalla en la que se incorpora la orquesta hasta que se restablezca el equilibrio, y se finaliza cantando el Gran Himno de los Elementos, inspirado en la obra de Los Planetas de Gustav Holst”. En el blog de Pedro Izuzquiza, llamado Montsemusical, se ha ido dando buena cuenta de los avances del proyecto, que ahora puede verse en perspectiva.

Al margen de pequeño fragmentos interpretados por los alumnos, la mayor parte de la interpretación musical corrió a cargo de la orquesta Iuventas que protagonizó algunas de las escenas más bellas del espectáculo, danzando al tiempo que hacían sonar los instrumentos, en perfecta sincronización con los alumnos, que se desenvolvían con soltura por el escenario. 

Era evidente que el espectáculo era fruto de muchas horas de trabajo, dos a la semana desde el pasado mes de noviembre, y que para lograr tanto equilibrio y tanta coordinación, ha sido fundamental la implicación de los alumnos y de sus profesores, muy bien dirigidos en lo musical por Fernando Palacios y en la parte de danza por tres coreógrafos, alumnos del Conservatorio Superior de Danza “María de Ávila”, que han llevado a cabo su proyecto de fin de carrera elaborando este proyecto: Juan Manuel Ramírez, Cristina Henríquez y Deborah Alcedo. Además, se ha contado con la colaboración de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) y el CRIF “ Las Acacias”.

El proyecto, concebido como un trabajo interdisciplinar en el que se relaciona la música con otras disciplinas artísticas, ha dado espacio al uso de instrumentos didácticos de percusión (instrumental Orff), junto con otros elaborados a partir de material reciclado en un taller con los alumnos y alumnas de 4º de Primaria, desarrollado en Montserrat. Además, numerosos trabajos realizados en el área de plástica se fueron proyectando a ambos lados del escenario, en grandes pantallas: imágenes, fragmentos de películas y diseños elaborados por alumnos y alumnas de los dos centros, fueron el complemento gráfico a la música y las coreografías de Maese Kaos.  

El colofón llegó con el gran Himno Final, el Himno de los Elementos, que cantaron no solo los alumnos que estaban en el escenario (un grupo de 4º de Primaria y otro de 1º de Bachillerato), sino también sus compañeros, que habían visto el concierto desde su butaca: todos los alumnos de segundo ciclo de Primaria del Colegio Montserrat, tercero y cuarto, y de todo primero de Bachillerato, en el caso del IES Isabel la Católica, se pusieron en pie y nos hicieron entender por qué también ellos iban vestidos con las camisetas de Maese Kaos. El Auditorio se llenó de magia gracias a sus voces, surgidas desde todos los espacios. Todos ellos, dentro y fuera del escenario, niños y jóvenes, vibraron durante el espectáculo y lograron emocionar a sus profesores y sus familias, que les premiaron con una gran ovación y muchos, muchos abrazos en cuanto que acabó un espectáculo con el que todos los espectadores tuvimos la certeza de haber asistido a una experiencia única y, en muchos casos, determinante.

Fotografías del artículo: cortesía de Javier Rubio.