Lectura Recomendada: Economía Política Feminista
Astrid Agenjo Calderón, Economía Política Feminista. Sostenibilidad de la vida y economía mundial, FUHEM/Catarata, Madrid, 2021, 333 págs.
Reseña elaborada por Oriol Navarro e Irene Gómez Olano para la sección de LECTURAS del número 156 de la revista Papeles de Relaciones Ecosociales y Cambio Global.
La economista extremeña Astrid Agenjo (Garbayuela, 1985) nos presenta su propuesta de economía política feminista en su libro homónimo, donde realiza una labor teórica de caracterización de la disciplina a la par que no pierde vinculación con problemas políticos del presente. Según expone en el prólogo Lina Gálvez, directora de la tesis doctoral de la que procede esta obra, la investigación para escribir Economía política feminista ha sido una de fuego lento, acorde al tipo de vida que ecológicamente necesitamos y lejos de la velocidad y los ritmos actuales.
La reescritura de la tesis doctoral para transformarla en este valioso libro se vio marcada por la irrupción de la COVID-19, síntoma del capitalismo depredador de la naturaleza y de nuestras sociedades que ha explicitado la nefasta gestión de la salud y la vida por parte del sistema. Mediante la disección de los mecanismos del sistema económico global, la profesora de la Universidad de León articula una crítica contundente cuya idea fuerza es el conflicto entre capital y vida; conflicto que se ha hecho todavía más patente con la actual pandemia.
La vinculación de esta obra con la tesis doctoral de Agenjo se ve claramente reflejada en su longitud, su registro, el análisis sistemático (con detenimiento en la cuestión conceptual) y la ingente cantidad de referencias que contiene, resultando en treinta densas páginas de bibliografía.
Eso no supone un sacrificio para una bien conseguida claridad de exposición que a veces se ve acompañada por útiles e ilustrativos esquemas, aunque quizás ocasionalmente el ritmo se resiente un poco.
En cierta manera, el libro podría entenderse como un accesible manual o compendio de economía feminista, ya que recoge las críticas y propuestas de una gran cantidad de autoras que han desarrollado esta disciplina y también otras propias de la heterodoxia económica (economía institucional, economía ecológica, economía marxista, economía poskeynesiana…), que engloba el pensamiento periférico crítico con la ciencia y práctica económica ortodoxa.
Por ello, la obra encaja muy bien en la colección de Economía Inclusiva donde se inserta como volumen 2, habiéndola precedido Fundamentos para una economía ecológica y social de Clive L. Spash, otro texto de gran interés.
Agenjo titula el libro con el nombre de una subcorriente, la Economía Política Feminista (EPF), cuyo punto de partida es una economía feminista de ruptura, ya que introduce quiebres epistemológicos y metodológicos de fondo ante una teoría económica ortodoxa cuyo desarrollo e incluso posiciones de partida son androcéntricas. La EPF, expone Agenjo, se fundamenta en tres pilares:
- El postestructuralismo, en forma de epistemologías feministas postmodernas y postcoloniales, que trabajan centralmente con las categorías de género e interseccionalidad.
- Las corrientes de la economía heterodoxa enfocadas en las condiciones de vida.
- El pensamiento militante y académico de los feminismos marxista, radical y ecofeminista que se caracterizan por criticar al sistema en su conjunto.
En este contexto, la EPF tendría la ventaja sobre otros enfoques de género sobre la economía de ser abiertamente antineoliberal. Al haber situado la economía convencional al varón blanco y heterosexual como único objeto de estudio posible, elevándolo a la categoría de sujeto universal, el trabajo de la EPF pasa por reconstruir el sujeto político a través de las experiencias que tradicionalmente han quedado relegadas a la periferia de la ciencia.
El objetivo general del libro, según señala la autora, es el de ofrecer una herramienta teórica para el análisis de nuestro presente a la par que ir al origen de la explotación y la opresión que pretenden evitarse.
Para ello, en la primera de las dos partes en que se estructura la obra se introducen, aclaran y estudian los conceptos y corrientes de pensamiento que se tratarán con detenimiento después. Se trata de la parte más teórica, donde se analizan las problemáticas que subyacen a la teoría económica neoclásica, que entre otras cosas es incapaz de explicar, prever y gestionar las crisis del capitalismo. En la segunda, se analizan las dimensiones prácticas de lo expuesto en la primera parte desde la perspectiva de la economía mundial, estudiando cómo todo ello afecta a aspectos concretos como el medio ambiente y el quizá inminente colapso ecosocial, los cambios tecnológicos, la globalización económica y política, la financiarización, la economía del cuidado global o las migraciones.
En la primera parte, la más analítica, se estudian las problemáticas que se derivan del patriarcado y el racismo como condiciones necesarias para que se dé el capitalismo. Se trata de opresiones que generan trabajo a bajo o nulo coste, pero imprescindible para la vida, siendo esta una de las formas en las que el capital parasita lo social. La insaciable búsqueda de beneficios que desprecia los costes humanos y ecosistémicos provoca una tensión entre la lógica del capital y la lógica de la vida, causando el conflicto capital-vida. La respuesta teórica de la EPF es trascender la dicotomía androcéntrica de lo económico y lo no económico poniendo como foco y centralidad el bienestar y el cuidado y sostenibilidad de la vida, haciendo visible el trabajo (doméstico) que la permite y valorando las dimensiones inmateriales, afectivas y relacionales.
La insaciable búsqueda de beneficios que desprecia los costes humanos y ecosistémicos provoca una tensión entre la lógica del capital y la lógica de la vida, causando el conflicto capital-vida.
Además, en esta primera parte la autora caracteriza la situación presente como atravesada por la economización de lo humano. El neoliberalismo ha introducido lógicas de mercado en las relaciones humanas, cada vez más de forma reaccionaria. Así, el auge de fuerzas de ultraderecha es el resultado de la necesidad de imponer lo que antaño el sistema podía conseguir seduciendo a la población: de ahí que llegue a hablarse del carácter fascista del neoliberalismo. Como resultado de este giro reaccionario, se ha dado una desdemocratización global, donde los gobiernos son súbditos de la deuda bancaria y donde los medios de comunicación de masas ejercen como actor desinformante, lo cual estimula la generación de prejuicios en lugar del debate democrático. Esto, unido a que el fetichismo electoral equipara la democracia a las votaciones de poderes públicos, genera un escenario donde el capitalismo no solo es incompatible con la vida y su encaje en la ecosfera sino también con la democracia, pese a venderse como el sistema económico más democrático de todos.
Si sumamos esto a la crisis económica y sanitaria del último año, nos encontramos ante la imposibilidad de sostener que vivimos en un sistema justo. Y es particularmente injusto para las mujeres que, desde la crisis de 2008, son las mayores afectadas. Fueron ellas quienes absorbieron la mayor parte del coste de las medidas de ajuste económico impuestas a partir de 2008 y han sido ellas quienes, ocupando los puestos de trabajo más feminizados durante la pandemia, se han visto en mayor medida expuestas al contagio y la precarización de sus condiciones de trabajo.
En la segunda parte, tras sus aproximaciones a la economía mundial existente, Agenjo añade algunas reflexiones finales sobre los horizontes y estrategias posibles. La pandemia de la COVID-19 ha supuesto un momento de crisis sistémica, que abre la puerta a posibles cambios profundos del sistema. Estos cambios, expone la autora, han de partir de un enfoque sistémico de la sostenibilidad de la vida, para el que plantea un esquema multinivel. En el plano más general estarían las relaciones intersistémicas entre el sistema económico, el social y los ecosistemas, que permiten la vida. A nivel intermedio estarían las relaciones entre esferas de actividad (mercado, estado, hogares y relaciones comunitarias) y al nivel más concreto se hallan las relaciones de poder entre sujetos. Agenjo aboga por un feminismo del 99% que no solamente rompa con el sistema sino que también lo haga desde una perspectiva inclusiva con las diferentes subjetividades que lo forman.
Con estas bases explicitadas, la autora presenta diferentes propuestas: la economía del estado estacionario de Daly, la vía decrecentista e incluso una recampesinización feminista. Ahora bien, cuando la autora presenta estas propuestas de cambio social echamos en falta una valoración crítica de las posibilidades estratégicas de las mismas. Una propuesta de cambio radical del sistema no solamente debería contemplar el tipo de sociedad al que queremos llegar, sino también debería ser realista en cuanto a los pasos intermedios que tenemos dar para conseguirlo.
Como defiende el sociólogo estadounidense Erik Olin Wright en su obra Construyendo utopías reales, toda propuesta en este sentido debería superar tres peldaños: el de la deseabilidad, el de la viabilidad y el de la factibilidad. Al no valorar seriamente la factibilidad de ninguna de las propuestas, la autora nos las presenta desde una especie de neutralidad valorativa que trata como igualmente válidas opciones que tendrían tácticas de implementación radicalmente distintas. Por otra parte, cuando presenta las alternativas al feminismo del 99% equipara unas con otras como si no hubiera diferencias entre ellas. Así, en algunos momentos asimila el feminismo radical y el marxista, cuando en realidad no solo parten de posturas teóricas diferentes, sino que en la práctica apuestan por vías de la intervención sobre la realidad enfrentadas.
Pese a estos reparos críticos, el texto de Agenjo nos parece una brillante introducción a diversas corrientes del feminismo desde las que construir una economía política feminista que se proponga transformar radicalmente el presente. Consigue expresar de forma clara ideas complejas y realiza una panorámica muy completa. Tiene cierto aire de manual, con lo positivo que ello entraña: es un lugar perfecto al que ir a buscar referencias variadas tratadas con gran rigor. Sin duda es un gran trabajo del que beberán otras muchas propuestas que tengan por objetivo encararse con la profunda transformación económica, política y vivencial que necesitamos.
Oriol Navarro
Afiliado a la Universidad Autónoma de Madrid y ha recibido la «Ayuda para el fomento de la investigación en estudios de máster-UAM 2020».
Irene Gómez-Olano
Estudiante del Máster de Crítica y Argumentación Filosófica, Universidad Autónoma de Madrid