Aprendiendo juntos

Colegio Lourdes: “Aprendiendo juntos”

Durante el curso 2014/15, en el Colegio Lourdes, la mayoría de nuestras acciones y objetivos se relacionan con la realización de un proyecto integral a largo plazo de implantación del aprendizaje cooperativo en nuestro centro. Por tanto, el objetivo general anual y gran parte de los objetivos específicos de nuestras etapas se relacionarán con este concepto.

Por primera vez en este centro se quiere plantear un proyecto que abarque a todas las etapas educativas y que, de una forma sistemática y progresiva, vaya generando una serie de cambios metodológicos consensuados por toda la comunidad educativa relacionado con los Principios del Proyecto Educativo de FUHEM. Contamos con el asesoramiento del colegio Ártica que ha diseñado un plan de formación, seguimiento y evaluación del trabajo realizado en el aula y un proyecto riguroso y compartido de implantación.

El aprendizaje cooperativo no es algo nuevo para nosotros, de hecho, fue un objetivo general anual hace cinco años y es algo que se lleva a cabo en el centro de una forma u otra en algunas etapas, incluso podríamos decir que ya resulta una de las señas de identidad de la cultura del colegio en la actualidad. En nuestra opinión, el cambio cualitativo es lograr una implantación sistemática y organizada de una forma longitudinal donde la mayoría de los profesores/as inicie un trabajo que genere el cambio. Se trata de crear unas rutinas cooperativas en alumnos/as, profesores/as y familias que produzcan la asunción del aprendizaje o, por lo menos, parte de él, como algo que es mejor hacer entre todos aunque luego revierta en el aprendizaje individual posteriormente.

El trabajo cooperativo ha sido considerado desde siempre una clave educativa para la renovación pedagógica. Ahora parece importante volver sobre él en un momento en el que no sólo se acentúa el individualismo y la competición, sino que se ven como naturales dentro de nuestra práctica educativa y su reflejo en la sociedad. Vivimos, por tanto, en una inercia que parece necesaria contestar y ofrecer alternativas en clave de acción, desde la visión de una educación renovadora, y que sirva al conjunto de la sociedad y no a intereses particulares.

Existe otra circunstancia que hace de ésta una situación oportuna para desarrollar en la escuela el trabajo y aprendizaje cooperativo. Vivimos en una realidad cada vez más plural y el aprendizaje y el trabajo cooperativo es una herramienta útil para enfrentar los retos educativos y sociales actuales, para interactuar a partir de las diferencias hacia situaciones cada vez mejores, dando respuesta así, junto a otras actuaciones, a dicha pluralidad. Lo contrario sería construir guetos, separar, favorecer los enfrentamientos. Aprender a cooperar lleva consigo, por tanto, la consecución de actitudes fundamentales sobre las que debemos reflexionar. Significa trabajar el sentido de la ayuda, la empatía, la necesidad del “otro” en el logro del objetivo y, por tanto, compartir esfuerzos, alegrías, tristezas, compromisos y establecer nuevas formas de relaciones tan necesitadas en nuestra realidad.

La sociedad necesita que sus futuros ciudadanos y ciudadanas aprendan cooperativamente frente al individualismo que está impregnando las relaciones sociales y escolares, frente a un aprender que se desee convertirse en una competición, que marque metas reservadas a unas pocas personas “excelentes”. El individualismo en el aula provoca situaciones anacrónicas como que el alumnado considere un obstáculo “tener que esperar a que el colectivo desarrolle un trabajo en el que todas las personas aprendan y lleguen a una meta común”.

Se ha realizado un diagnóstico del centro en lo que se refiere a las condiciones y expectativas en el proyecto y, a partir de él, se ha diseñado un plan de formación con cuatro ámbitos fundamentales:

– La cultura de la cooperación. (¿Por qué cooperamos?).
– La estructura cooperativa. (Formación de grupos y establecimiento de normas).
– El diseño de situaciones cooperativas. (La tríada cooperativa, la sesión o jornada cooperativa y la atención a la diversidad).
– La implantación de la estructura cooperativa (Gestión de aula y secuenciación de estructuras).

A partir de enero se llevará a cabo la implantación de dichas estructuras y en mayo se evaluará la misma. La mayoría de los proyectos de centro y de aula, las fiestas, los talleres, etc. se revestirán del concepto de “aprender juntos”. Esperamos que esto signifique el inicio de un camino difícil y trabajoso pero a la vez apasionante y necesario.