Kit de supervivencia para docentes. Paraedukol 50mg.

Este año, en el Colegio Lourdes, nos hemos propuesto empezar el curso de una manera un poco diferente, haciendo un guiño y reconociendo la labor de todos los profesores y profesoras que dedican su vida a la enseñanza en nuestras aulas.

Entre los calores de finales de agosto, la coordinación de Infantil y la de Primaria planificábamos la jornada de acogida de todo el profesorado. Tras un rato de desvaríos a alguien se le ocurrió una disparatada idea: preparar un “Kit de supervivencia para docentes”. Una manera original de sacarnos de la monotonía de las reuniones iniciales con un toque de ánimo y reconocimiento a todos nuestros compañeros y compañeras.

Empezamos a pensar qué cosas debería de tener un kit de estas características y, os podemos asegurar que fueron muchas las ideas que surgieron, pero debido al mal del docente: “la falta de tiempo”, tuvimos que seleccionar lo que más práctico y rápido nos parecía.

De esta manera surgió el Paraedukol 50 mg. Kit de supervivencia para docentes. Su contenido es:

– Una bolsa de infusión para calmarnos cuando estemos nerviosos. Y es que la mezcla de tila y naranjo es perfecta para esos días en los que el trabajo se acumula y sentimos que no llegamos.
– Un dulce para alegrar los días amargos. Porque, aunque contemos con la profesión más bonita del mundo, no todo es un camino de rosas.
– Una tirita para cuando algo nos duela. Y es que, sí, nuestra profesión a veces duele. A veces por los alumnos y alumnas, a veces por sus familias y a veces por los compañeros y compañeras.
– Una cita para recordar que el mejor camino se hace en compañía. Porque somos un gran equipo que remamos en el mismo barco y no podemos olvidarnos de ello.

Como advertencia se añadía: “No olvide combinar su práctica docente con un poco de paciencia, amor y sonrisas”. También fundamentales para combatir cualquier mal.

Así que con esta sorpresa nos encaminamos a la primera reunión del claustro de Infantil y Primaria. Después de las clásicas informaciones de bienvenida y buena gestión del centro, procedimos a darles su Kit de supervivencia.

Podéis imaginaros que había caras de todo tipo, pero sobre todo sonrisas, sorpresa y un gran aplauso final. La mejor manera de iniciar el curso: con ánimo y alegría. 🙂