La importancia de la evaluación de la práctica educativa

El pasado 27 de septiembre se realizó la primera puesta en común de «Evaluación de la práctica educativa. Orientaciones y estrategias», un libro que recoge el modelo de evaluación de FUHEM y que realiza un recorrido por los principales hitos de evaluación de la práctica en los últimos años, con especial atención a la forma particular en la evaluación del contexto y procesos de centro, de los procesos de aula y de seguimiento al alumnado vulnerable.

El acto se enmarcó dentro del taller «Evaluación de Centros Educativos», organizado por la Asociación Española de Fundaciones en el Impact Hub de Madrid y contó con la participación de Elena Martín Ortega, catedrática de Psicología de la Educación en la Universidad Autónoma de Madrid y experta en evaluación de la práctica educativa; Álvaro Marchesi Ullastres, profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid y Víctor M. Rodríguez, director del Área Educativa de la Fundación.

El libro

Uno de los compromisos que ha asumido FUHEM ha sido el de poner a disposición de la comunidad y los centros educativos materiales y recursos que puedan servir de ayuda en su labor. La publicación de «Evaluación de la práctica educativa. Orientaciones y estrategias» responde a este deseo de facilitar el trabajo docente. Porque evaluar es dotarse de procedimientos que permitan comprobar en qué medida se están consiguiendo los objetivos propuestos, con el fin de reorientar la actividad a su logro. Desde esta perspectiva, toda acción intencional necesita una evaluación continua para tener éxito.

En sus páginas describimos el modelo de evaluación de FUHEM y realizamos un recorrido por los principales hitos de evaluación de la práctica en los últimos años, con especial atención a la forma particular en la evaluación del contexto y procesos de centro, de los procesos de aula y de seguimiento al alumnado vulnerable.

El libro comienza con una reflexión general sobre la importancia de la evaluación de la práctica y sus principales finalidades y metas, a cargo de Elena Martín Ortega, donde recuerda que la evaluación cumple una doble función de control y de rendición de cuentas. La educación es un derecho. Ello conlleva que los responsables de garantizar que se cumple tengan a su vez la obligación de comprobarlo en todos los casos. A su vez, las instituciones deben dar cuenta a la sociedad periódicamente de los procesos que llevan a cabo y de los resultados obtenidos, lo que profundiza en las prácticas democráticas de las instituciones educativas.

A continuación, a lo largo de los dos primeros capítulos se define el modelo de evaluación que ha configurado FUHEM, junto a una breve descripción de alguno de los principales hitos en los procesos de evaluación llevados a cabo en los centros de la Fundación.

Los capítulos 3, 4 y 5 describen con mayor profundidad tres de estas propuestas de evaluación: la del contexto y procesos generales de centro, la de procesos de aula y una herramienta diseñada para el seguimiento del alumnado más vulnerable.

A lo largo de los capítulos, se puede ir observando cómo mucho de los trabajos de evaluación llevados a cabo han contado con la colaboración de distintos profesionales, constituidos en equipos evaluadores, que han aportado una mirada externa a los centros. No obstante, la publicación «Evaluación de la práctica educativa» pretende que estos procesos de evaluación se vayan haciendo más internos paulatinamente, más asumidos en su totalidad por los equipos directivos y los propios profesionales de la educación.

El libro termina con la publicación de 27 anexos que recogen la mayor parte de los instrumentos utilizados en FUHEM en distintos procesos de evaluación de la práctica en nuestros centros y que estarán disponibles en formato editable para su descarga para que, si se considera oportuna su utilización, puedan modificarse en función de cada contexto. Ofrecemos 3 de ellos a modo de ejemplo: