Raíces socioecológicas de una pandemia prevista

Aunque la pandemia de la COVID-19 ha cogido por sorpresa a la mayoría, hace décadas que se conocen las relaciones directas e indirectas entre los cambios en los usos del suelo, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la aparición de enfermerdades infecciosas provenientes de zoonosis. Explicamos algunos de los mecanismos y procesos ecológicos que subyacen al surgimiento de esta amenaza y su relación con los extractivismos, como la ganadería industrial, y la globalización. Invitamos asimismo a la reflexión sobre algunos de los impactos socioecológicos de la desregulación ambiental que se está generando desde el estallido de la pandemia.


Los retos de la agenda indígena ante el nuevo milenio

El primer Decenio Internacional para Pueblos Indígenas de Naciones Unidas (1994-2004) ha dejado numerosas situaciones sin resolver. Por ello, se ha insistido en la proclamación de un segundo decenio, lo que otorgará más tiempo para avanzar en el lento proceso de integración de estos pueblos en la comunidad internacional. Mientras se discuten las posibles agendas y objetivos que debería tener el nuevo decenio, es importante reflexionar sobre algunas cuestiones pendientes y sobre las dificultades presentadas durante el anterior periodo.


Los dobles fracasos de la globalización

El autor analiza la implosión de la empresa Enron y la crisis de Argentina, fenómenos que cuestionan la legitimidad de la Administración Bush y su hegemonía a nivel global.


Comunicación social y pensamiento único desde la pedagogía crítica

Ante la implantación del pensamiento único, el autor repasa algunas aportaciones de Paulo Freire como fuente de respuestas aplicables en la educación.


Reflexiones sobre el humanitarismo

El autor clarifica algunas cuestiones de la ayuda humanitaria y recupera la utilización precisa de ciertos conceptos


Los nuevos mercenarios del siglo XXI

En los últimos 20 años se ha producido un extraordinario desarrollo de las empresas privadas militares y de seguridad. Cada vez con más frecuencia los Estados las subcontratan para que desempeñen servicios militares y de seguridad que antes eran monopolio del Estado. Algunos consideran que estas empresas son nuevas formas del “mercenarismo” que existía antaño y que ahora se ha transformado y potenciado con el neoliberalismo. Otros, sin embargo, estiman que dichas empresas constituyen nuevas formas que conviven junto a las tradicionales, que están en vías de extinción. Y otros piensan que las empresas privadas de seguridad son una consecuencia del sistema capitalista.


El problema con Israel

El conflicto en Oriente Medio está inmerso en una espiral de violencia que no ve la salida. A pesar de los intentos locales e internacionales por resolver el conflicto y de que los dos bandos invoquen la paz, ésta no termina de llegar. La duración del conflicto y el fracaso de las iniciativas de paz hacen dudar de que exista una auténtica voluntad de terminar con la guerra y despierta muchos interrogantes tanto a israelíes como a palestinos y a la comunidad internacional en su conjunto. ¿Realmente se busca la paz? ¿Paz para quién y a qué precio?


La ASEAN y los avatares de un regionalismo asiático

La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, por sus siglas en inglés) celebra su cuadragésimo aniversario. Creada el 7 de agosto de 1967, la ASEAN ha madurado como una organización regional que ha contribuido, con éxito, al mantenimiento de la paz y la estabilidad en la región. Pero, habiéndose ampliado de cinco a diez miembros, la ASEAN debe pasar de ser un club social a una organización institucionalizada, y transformarse en una potencia internacional preparada para afrontar los desafíos de las economías emergentes de China e India y cuestiones como las amenazas al medio ambiente y el tema energético, prioridades en la agenda asiática. Para ello, lo primero que necesita es tener su propia Carta.


Democracia y gobernabilidad en América Latina

El autor, director de FLACSO-Chile, sintetiza los principales hallazgos del “Informe Regional sobre Gobernabilidad en América Latina 2004”, realizado por FLACSO-Chile sobre la debilidad democrática en América Latina y los desafíos que se le plantean a la región.


La justicia global: una perspectiva democrática

La justicia global atañe a la política mundial y a actuaciones, relaciones, prácticas e instituciones de todo el mundo. Pero, ¿son justas? Esta pregunta presupone que conocemos el significado de justicia. Sin embargo, aunque el concepto abstracto de justicia es universal, no lo son su contenido ni su dirección. Existe un gran número de modelos básicos de justicia. En el actual concepto dominante, lo mejor para la justicia son los mercados libres. Pero hay buenas razones para destacar la viabilidad de ideas alternativas de justicia global. El autor sostiene que el reconocimiento de la naturaleza relativista de las luchas entre modelos y predilecciones en relación con la justicia da lugar a una búsqueda de sistemas democráticos de gobernanza mundial.


La urgencia de un nuevo pacifismo

El devenir del mundo observado desde la distinción de tres etapas clave es el objeto de un texto cuyo marco de reflexión es la evolución de los movimientos pacifistas. La Guerra Fría, su fin y los atentados del 11-S son acontecimientos que han marcado un nuevo orden internacional al que responder por parte de los movimientos contestatarios. A pesar de lo que en ocasiones pueda transmitirse, estos cambios no han modificado realmente los patrones de las relaciones Norte-Sur, cuyas principales víctimas –las del Sur–, son las que más directamente tienen que afrontar sus consecuencias. El autor analiza en este texto el papel de actores como EEUU, y arroja luz, a partir de la formulación de unas preguntas, sobre el escenario en el que vivimos.


El microcrédito: ¿instrumento de cohesión social o de exclusión institucional?

El microcrédito parece haber adquirido nombre y fama internacional en los últimos años como herramienta clave de desarrollo y reducción de pobreza.
La evidencia empírica, en cambio, no es tan rotunda y las prácticas microcrediticias son tan dispares como lo son sus efectos en la pobreza, la desigualdad o la injusticia económica y social. Para saber si el microcrédito es un instrumento favorable o desfavorable en términos de cohesión social, es necesario conocer qué tipo de herramienta tenemos entre manos, cual es su rol y qué resuelve cuando se utiliza en una intervención de desarrollo. Es necesario entender cómo funciona. Sólo si se exploran sus mecanismos, se conoce su funcionamiento, se descubre su entramado y se analiza su engranaje es posible entender cómo este instrumento de desarrollo puede promover la cohesión social o, por el contrario, cómo puede reproducir procesos de exclusión institucional y situaciones de exclusión social.


Partidos políticos mundiales

Hoy en día, muchas decisiones políticas son tomadas por las instituciones internacionales, al margen de la participación democrática y del control popular. Los partidos políticos, relegados a las esferas nacionales, no han sabido establecer redes internacionales, y su influencia, a nivel mundial, apenas es palpable. ¿Cómo están reaccionando estas formaciones a los nuevos retos que plantean la globalización y los nuevos regímenes de gobierno global? ¿Han sabido adaptarse al nuevo contexto internacional? Y, lo más importante, ¿existe una necesidad de partidos políticos mundiales, o el desarrollo de los mismos conduciría a un deterioro aún mayor de la democracia?


Consumo y ciudadanía: de la responsabilidad individual al debate público

En el último tiempo se apela al discurso del “consumo responsable” como modo de aminorar los abusos económicos del sistema capitalista. El objeto de este artículo es polemizar en torno al contenido de dicho discurso y al sentido de algunas prácticas que se proponen bajo la premisa de la responsabilidad individual en el marco del consumo mercantil. La lectura propuesta se realiza principalmente desde un enfoque de economía política, y debe entenderse sólo como punto de partida para un debate que debe ser enriquecido con el aporte de otras disciplinas.

Para analizar las posibilidades e implicaciones que se pueden derivar de actuaciones y planteamientos políticos en el ámbito del consumo, el autor señala algunos de los factores más relevantes de los que depende aquella práctica social, destacando tres de ellos: la capacidad adquisitiva, que tendrá en cuenta distintos elementos económicos: el ingreso, la riqueza, el ahorro, el endeudamiento, el sistema impositivo, la política monetaria, las políticas públicas de continuidad de rentas (jubilaciones, prestaciones y subsidios por desempleo, etc.). Las dimensiones espaciales y temporales: la espacial que dependerá de la disponibilidad de infraestructuras y escenarios para el consumo y temporales del consumo y el uso del tiempo: al igual que el espacio, el tiempo es otra variable fundamental en los procesos de consumo, ya que vinculado al tiempo surge el problema de las “frustraciones del consumo”, provocado por la escasez de tiempo para realizar actos de producción o consumo que permitan acceder a un determinado nivel de vida deseado.
El último de los factores destacados sería la información: debido a que los productos sufren procesos de elaboración complejos y a que se incrementa la presencia de mercancías que se producen en lugares lejanos en condiciones desconocidas, la obtención de información con la que orientar las decisiones de consumo se hace cada vez más costosa para los consumidores en términos de esfuerzo y tiempo.
El autor también aborda la necesidad de vincular el consumo con la ciudadanía y de enlazar nuestra condición de consumidores con otros niveles de responsabilidad política y social.


Notas para el balance de un curso de contestación en las universidades públicas españolas

El movimiento estudiantil se ha manifestado en torno al proceso de Bolonia mostrando su preocupación en torno a varios aspectos, tales como la formación que reciben, las prácticas que deben hacer, sus evaluaciones y la justicia social. Piensan que la educación debe contribuir a la mejora de las condiciones de vida de las personas por las posibilidades que ofrece y los conocimientos que genera. Les preocupan las desigualdades que puede provocar una universidad no accesible y la proliferación de masters exclusivos a precios inalcanzables para el conjunto de la ciudadanía. Ven indicios que les hacen pensar en la escasez de recursos en aquellos ámbitos del saber en los que nadie parece dispuesto a invertir porque se consideran no rentables. Ante las múltiples inquietudes que tienen, lo que correspondería serían respuestas, explicaciones y debates sobre modelos posibles
Pero dentro de la comunidad universitaria, el personal docente e investigador y el personal de administración y servicios también han llevado a cabo sus denuncias en dos campos distintos: el primero en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación. Consideran que se está produciendo un progresivo secuestro de los espacios de pensamiento crítico y de las capacidades reflexivas y creadoras de estudiantes y profesorado. Hablan de la adecuación de la producción y el uso del conocimiento a las leyes del mercado, transformando el pensamiento en meras habilidades, y convirtiendo la formación intelectual en simple mercancía.
El segundo ámbito de denuncia se centra en el gobierno y la gestión de la Universidad pública. Ven en el proceso actual la profundización de la falta de transparencia en la planificación y gestión del día a día de la universidad, a menudo inmersa en prácticas irrespetuosas con la legalidad vigente que obstaculiza la participación. Destacan, también, que la universidad como institución pública abre las puertas a su utilización para lucros privados, con la creación de un entramado de fundaciones y entidades participadas, masters privados, etcétera.


Modelo agroalimentario, riesgos ambientales y salud

El texto comienza explicando como la alimentación es fundamental para el desarrollo adecuado de una persona y que la nutrición, la salud, la degustación y la cultura son los motivos que empujan a los seres humanos a ingerir alimentos. La autora se pregunta si tenemos los conocimientos necesarios para alimentarnos adecuadamente, sobre todo teniendo en cuenta el actual modelo agro-alimentario y agro-industrial. Cuestiona la concentración de la cadena agroalimentaria -desde la producción y venta de semillas hasta la venta del alimento final a la población consumidora– en manos de un puñado de empresas transnacionales, cuyo objetivo primordial es procurar a las empresas el máximo beneficio económico posible, y, la reducción al mínimo de los costes de producción. El texto enumera algunos problemas de salud, que se dan hoy día y que están relacionados con una alimentación inapropiada. Identifica también una serie de tendencias en la relación entre producción y consumo de alimentos y el medio ambiente, para acabar con preguntas sobre cómo encajan los transgénicos en este modelo y sobre cuál es el modelo alimentario nos conviene.


Las mujeres, despojadas de su tierra mientras se instalan los inversores

Los efectos de las transacciones de tierra en África inciden con especial dureza sobre las mujeres, que se ven obligadas a soportar presiones de carácter social, económico y ecológico. La usurpación de las tierras de labor, que pasan a la producción industrial de cosechas dirigidas a la exportación, altera profundamente los medios tradicionales de los que depende la vida de sus familias y confina a las mujeres a los trabajos peor remunerados. Estas dificultades son exacerbadas por la frecuente pérdida de acceso a los bosques como fuente adicional de recursos.
La autora ilustra el fenómeno con distintos casos de su extensa experiencia profesional en África subsahariana, donde la creciente competencia por la tierra tiene un impacto inmediato en las opciones de uso de la tierra por parte de las mujeres, siendo las primeras en ser apartadas, lo que influye negativamente y de forma inmediata sobre su sustento, sus ingresos y, consecuentemente, sobre la disponibilidad de alimentos y otros gastos necesarios para la subsistencia.


De los conflictos ambientales a la democracia de la tierra

Según la autora, estudiar la evolución de los conflictos ambientales significa prestar especial atención a las interrelaciones de los múltiples factores económicos, políticos, sociales y climáticos que existen en este tipo de conflictividad.
La manifestación de los conflictos ambientales es sintomática de los efectos que el modelo de crecimiento económico neoliberal produce en términos ambientales y sociales. En la práctica, un conflicto ambiental conduce a que la sociedad civil, excluida de los procesos de decisión, se oponga a las políticas impuestas desde arriba, que se basan en la explotación de los recursos y del territorio. A través de la movilización popular, las comunidades implicadas se hacen portadoras de un modelo de democracia participativa desde abajo en defensa de su territorio y del medio ambiente.

El artículo repasa algunas características de los conflictos ambientales de "nueva generación" y la aparición de nuevos actores y modelos. Incluye un mapa y un cuadro de los principales conflictos ambientales en América Latina.


El futuro del cambio climático

El artículo repasa las diferentes negociaciones multilaterales que se han producido en la última década para afrontar el cambio climático, para poner de manifiesto cómo se debilitó el camino del multilateralismo para la consecución de soluciones amplias y duraderas para este problema global. A la hora de la verdad parece imperar la sensación de que el cambio climático, sus causas, sus consecuencias, sus responsables y las soluciones reales no aparecen. Paradójicamente, las sociedades que, con sus modos de organización social y de vida, han desencadenado el desequilibro climático, son las que menos sufren y sufrirán sus impactos.
El autor destaca cuatro variables de las que depende todo el entramado de la política internacional de cambio climático: reducción de emisiones, créditos de carbono, cuantía y características de la transferencia de recursos, y menor tendencia de emisiones de los países emergentes.
Las cuatro, además, están interrelacionadas, aunque con diferentes responsabilidades ya que las tres primeras se encuentran en manos de los países enriquecidos, mientras que la otra corresponde a los países emergentes.
Si no existe en el futuro una limitación al uso de los créditos de carbono, las reducciones de emisiones de los enriquecidos carecerán de valor real para afrontar el cambio climático. Por ende, los países emergentes (Brasil, Sudáfrica, India, China), no se verán en la obligación o necesidad de conseguir que su tendencia creciente de emisiones se reduzca y, además, reclamarán unas condiciones más estrictas de la transferencia de recursos ante el inminente empeoramiento de los efectos reales del cambio climático en sus territorios.

El texto culmina con los resultados de Cochabamba y su Acuerdo de los Pueblos, en el que se sintetizaban una serie de exigencias a los países enriquecidos.


Aceras, plazas y parques: la potencialidad de la ecología urbana y las prácticas barriales

El texto realiza una aproximación a la noción de barrio desde tres ámbitos: el territorio, las prácticas y los imaginarios. Considera el barrio como un cruce de caminos donde poder analizar aspectos referidos al decrecimiento, la democracia participativa, la economía social y las posibilidades de rehabilitación ecológica que facilitan algunas de las iniciativas agrupadas bajo el concepto de ecobarrio.
Para los autores, la vida urbana es indisociable de la existencia de barrios, fragmentos de ciudad en los que se entrecruzan el territorio, las prácticas y los imaginarios sociales. Constituyen espacios de una gran complejidad, donde se materializan muchas de las apelaciones a la esfera local realizadas por discursos que provienen de la ecología, la economía solidaria o la democracia participativa. En definitiva, el artículo trata de reivindicar la apuesta por los barrios como espacios privilegiados desde los que impulsar dinámicas de transformación social


¿Qué es la economía solidaria?

La pobreza, la exclusión, la marginación, el paro, las crecientes injusticias y desigualdades sociales que genera el sistema económico predominante, la situación de discriminación de la mujer, los límites e insuficiencias de la muy extendida economía informal, la crisis de las formas cooperativas tradicionales y el deterioro del medio ambiente, muestran como el “sistema” capitalista que parece haberse implantado como el modo único de organización económica eficiente ha fracasado, según el autor, en su intento de establecer una economía justa y humana. Por ello, la economía de solidaridad postula un nuevo tipo de desarrollo, alternativo, integral, a escala humana, sostenible y con un marcado énfasis en lo local.

El artículo destaca la economía solidaria o economía de solidaridad como una una búsqueda teórica y práctica de formas alternativas de hacer economía, basadas en la solidaridad y el trabajo. El principio o fundamento de la economía de solidaridad es que la introducción de niveles crecientes y cualitativamente superiores de solidaridad en las actividades, organizaciones e instituciones económicas, tanto a nivel de las empresas como en los mercados y en las políticas públicas, incrementa la eficiencia micro y macroeconómica, además de generar un conjunto de beneficios sociales y culturales que favorecen a toda la sociedad.


La democracia cosmopolita: caminos y agentes

El texto sostiene que la necesidad y la posibilidad de transformar la gobernanza global se ha convertido en una cuestión política esencial, pero se plantea la siguiente cuestión: ¿quiénes son los agentes que podrían promover una democracia cosmopolita?
El número cada vez mayor de iniciativas y propuestas para extender la democracia, indica que el deseo de transformar la política mundial para que sea más transparente, más sujeta a rendición de cuentas y más representativa es ampliamente compartido.
A través de sus 30 páginas, los autores muestran cómo ha ido evolucionando el concepto de democracia más allá de las fronteras de los Estados. A partir de la definición de democracia como un intento de generar gobernanza democrática en diversos niveles, incluso el global, Archibugi y Held analizan quienes serían los agentes que podrían promover esta democracia, y examinan con detenimiento cuáles serían los procesos sociales, económicos y políticos necesarios.
El artículo ofrece dos tablas: una de ellas muestra los tipos de democracia, la tesis y el autor que la sustenta, así como su relación con la democracia cosmopolita. La segunda tabla refleja los caminos y agentes de la democracia cosmopolita.


La primavera árabe: el día después

El detonante de la primavera árabe fue la inmolación de Mohammad Buazizi
el 17 de diciembre de 2010. A partir de ese momento, todo un pueblo se puso en marcha sin temor, sin líderes, sin control de ningún partido político. Una vez derribado el muro del miedo, la dictadura se desplomó. El 14 de enero de 2011, Ben Ali huye. El 25 de febrero le toca el turno a Mubarak, apodado injustamente, «faraón de Egipto». Varios meses después, Gadafi es ejecutado. En Yemen, Ali Saleh resiste a la tempestad, pero se ve obligado a renunciar y viaja
a EE UU (¿extraño?) para un exilio médico. Bachar el Asad reprime a discreción, pero está con el agua al cuello. En Bahréin, la monarquía suní minoritaria debe su salvación únicamente al apoyo de las otras petromonarquías y a la complacencia de EE UU, que disponen de una gran base naval en el país.
El brusco surgimiento del hecho revolucionario fue la respuesta de las sociedades civiles árabes a decenios de derivas autoritarias ha sido el desgaste de la lógica autoritaria, o mejor dicho su deriva predadora y dinástica, amplificado por los “vientos de la globalización”, las redes sociales y las cadenas de televisión por satélite.

El estatus internacional de Oriente Medio y los modos de articulación árabe en el sistema internacional se han visto desbaratados. Las grandes potencias, que hasta hace tan poco tiempo eran las que imponían su criterio, son sacadas de los espacios de contestación, pierden sus intermediarios regionales y ven cómo su influencia sobre la región se atenúa.
La primavera árabe altera el juego internacional. Las sociedades árabes, al rebelarse, hacen que se muevan las líneas. El antiguo orden, dominado por EE UU, se tambalea: se establecerá un orden nuevo cuyos contornos resulta difícil atisbar en esta fase. La fluidez será el sello distintivo del periodo que se inaugura: no habrá ya alianzas definitivas, sino intereses nacionales que defender. La política exterior de los países árabes no será ya obra de “lacayos” bajo influencia: deberá reflejar el sentimiento popular y servir al interés público.
Según el autor, algunos de los grandes logros de la primavera árabe son: que cuatro países árabes se han librado ya de sus déspotas: Túnez, Egipto, Libia y Yemen; que Siria, el régimen de Bachar el Asad resiste, pero a costa de una represión incalificable, las consecuencias sobre Argelia y, que todos los regímenes monárquicos, en diversos grados, están expuestos a los mismos problemas sociales agudos: desempleo rampante, escasa apertura del sistema político, desigualdades sociales y regionales, desigualdad entre los sexos.
Las revoluciones democráticas árabes, por su carácter masivo y espontáneo y por su lógica amotinadora, integran las reivindicaciones obreras, superándolas para englobar reivindicaciones más generales: quiere decirse, por tanto, que son a la vez revoluciones democráticas y revoluciones sociales.
Khader destaca también el papel de las cadenas de televisión por satélite árabes, pues no solo han permitido romper el monopolio de la información que ejercían los regímenes autoritarios, sino que también han contribuido a informar de los acontecimientos en tiempo real y a difundir las imágenes en todo el mundo.
Otro hecho destacado en el artículo es el cambio que la primavera árabe ha producido en el concepto que tenían los árabes sobre sí mismos, en la imagen al uso que tenía Occidente del mundo árabe, e incluso ha cambiado también el concepto de la gente corriente, produciéndose una mayor empatía hacia unos pueblos que se levantan contra la dictadura y corean consignas modernas (libertad, dignidad, democracia).


¿Existió alguna vez un modelo social europeo? Evolución y perspectivas de los Estados de bienestar en Europa

El presente artículo aborda la idea del «modelo social europeo» –expresión en boga en determinados círculos desde los años noventa– como construcción ideológica, en buena medida útil como opuesto al American way of life.
Sin embargo, ya antes de la crisis, existían indicios que ponían en cuestión la existencia real de dicho modelo. Si bien es cierto que cabe hablar de cierta idiosincrasia social europea, también lo es que existe una notable diversidad en el seno de Europa. Un análisis detenido del contexto de la crisis pone de manifiesto que no ha habido convergencia real y que el signo de las políticas auspiciadas por la UE choca precisamente con los Estados de bienestar.

El autor se refiere a un concepto clave, el Estado de bienestar, como un conjunto institucional que se compone de diversas entidades sociales, organizativas y normativas, orientado hacia el logro de tres objetivos: el pleno empleo, la seguridad económica (entendida como garantía de cierto nivel de condiciones de vida) y la reducción de las desigualdades. Para alcanzar tales metas, el Estado de bienestar dispone de cuatro conjuntos de instrumentos: las políticas laborales y la regulación del mercado de trabajo; las prestaciones monetarias; los servicios públicos; y las políticas fiscales como mecanismo redistributivo y como forma de financiar los demás instrumentos.

El resto del artículo queda dividido de la siguiente manera: en el siguiente apartado repasa los argumentos defendidos por quienes sostienen que tiene sentido hablar de un «modelo social europeo» haciendo hincapié en aquellos aspectos que resultan diferenciadores de EEUU. Después elabora un argumento alrededor de distintas clasificaciones que nos permiten constatar la existencia de diferentes entramados de protección social dentro del continente europeo, cada uno con unas características específicas diferentes. A continuación, ofrece algunos aspectos de reflexión en torno a esta cuestión y al papel de la Unión Europea antes y después del estallido de la crisis mundial, para terminar con unas breves conclusiones.


Hacia el desarrollo sostenible: consumo sostenible y comedores escolares

El consumo sostenible suscita cada vez más interés tanto en el ámbito académico como en el político, en el marco de un amplio reconocimiento de la importancia de propiciar el desarrollo sostenible. Sin embargo, ha sido más escasa la reflexión en torno a las motivaciones de las prácticas de consumo, así como en torno a su influencia desde el ámbito de la política. Los debates en torno al consumo sostenible adolecen además de las limitaciones que impone el marco conceptual del desarrollo sostenible, demasiado centrado en el uso de los recursos naturales y que excluye otros ámbitos relevantes como los relacionados con los estilos de vida. Este artículo abordará el estudio de los comedores escolares para desentrañar las prácticas de consumo sostenible y contribuir a alimentar el debate así como aportar al diseño de las políticas.

Los comedores escolares juegan un papel crucial en la vida de muchos niños y niñas. A menudo representan un descanso en su jornada escolar además de proporcionar una ingestión de alimentos clave. Los comedores escolares influyen en las prácticas de consumo de tres formas distintas: aportan a mediodía una dieta equilibrada nutricionalmente; proporcionan formación: educan a futuros consumidores sobre alimentación y salud; constituyen un punto de partida para enseñar al alumnado cuestiones que afectan a la sociedad en su conjunto.


Las implicaciones de la desigualdad en la sostenibilidad, la cohesión social y la democracia

El texto habla sobre el incremento de la desigualdad que se ha producido desde el año 2007 marcado por el inicio de esta crisis civilizatoria, y cómo se ha producido un aumento de una brecha social, no sólo entre naciones sino también entre clases sociales dentro de cada país.

La mundialización, el capitalismo globalizado, y las políticas de ajuste llevadas a cabo en Europa, han tenido como consecuencia una crisis del euro y de la deuda soberana, lo cual ha tenido un efecto en la distribución primaria de la renta y una redistribución regresiva del ingreso disponible, reforzando estas tendencias de fondo de la desigualdad.

Las clases medias de los países emergentes y de los países desarrollados han tenido una diferente evolución, con una trayectoria ascendente de la primera, que representará una presión adicional sobre la maltrecha salud de un planeta ya muy deteriorado por los estilos de vida occidentales; mientras que el estancamiento de las clases medias y bajas de los países desarrollados conlleva una reestructuración del aparato productivo y una urgencia por reactivar el crecimiento económico con reivindicaciones centradas en la defensa del empleo o del nivel de ingreso. Esto tiene graves consecuencias en la sostenibilidad ya que las políticas de protección medioambiental queden relegadas en la agenda.

La desigualdad también tiene sus efectos en la cohesión social y en la democracia, debido a que la concentración de la riqueza y el poder en pocas manos produce un estancamiento en las mayorías, y una marcada brecha social, escenario en el que la que la práctica democrática se convierte en una auténtica plutocracia, y en el que aparecen opciones populistas como consecuencia del vaciamiento y la deslegitimación de la democracia.

El autor constata que para esquivar estos procesos de deterioro deberían ponerse acento en la redistribución y en la transición económica con parámetros más sostenibles, y sin embargo, y por el contrario, las políticas económicas adoptadas por Europa profundizan esta desigualdad en lugar de combatirla y crean la figura del trabajador pobre, el que a pesar de tener unos ingresos más o menos regulares no consigue cubrir las necesidades de su familia.

Dichas políticas, concluye el autor, están consiguiendo que la desigualdad estructural se haga más profunda en los países del centro y de la periferia de Europa, al tiempo que incrementa la brecha de la desigualdad interna en cada nación, comprometiendo con ello la sostenibilidad, la cohesión social y la democracia en el viejo continente.


Sobre ciencia y religión

El punto de partida para un diálogo fructífero entre ciencia y religión en nuestros
días debería ser este: la ciencia es lo mejor que tenemos desde el punto de vista del conocimiento físico-biológico y lo más peligroso que los humanos hemos creado desde el punto de vista ético.
Contra lo que se suele pensar (y a veces decir), lo más peligroso no es la
mala ciencia, la falsa ciencia o la pseudociencia, sino precisamente la buena
ciencia, la mejor establecida desde el punto de vista cognoscitivo.
En este punto, el autor se manifiesta: 1) dando por supuesto que en el marco de nuestra cultura ha habido, efectivamente, un largo conflicto entre ciencia y religión, y que tal conflicto sigue dándose; 2) negando la pretensión religiosa o para-religiosa según la cual hay un conocimiento mejor que el que proporcionan las ciencias (tal como las conocemos desde el siglo XVI); 3) admitiendo la advertencia (que está en los textos fundacionales de varias religiones, y en particular de la judeo-cristiana, según la cual, desde el punto de vista moral, el conocimiento científico comporta un riesgo para los humanos: el de creernos que somos o podemos ser como dios); y concluyendo 4) que si se admite lo que se dice en 2 y lo que se dice en 3, entonces el conflicto no es inevitable sino que puede transformarse en un diálogo fructífero


La migración ambiental: entre el abandono, el refugio y la protección internacional

La República de Kiribati, país insular ubicado en el océano Pacífico, al noreste de Australia (Oceanía), se compone de 33 islas y 102.000 habitantes, que
viven en su mayoría en la capital, Tarawa Sur. La población de este país se dedica principalmente a la pesca. Kiribati es uno de los países insulares del mundo más vulnerables frente a las inundaciones marítimas, como se ha señalado en los informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU. De hecho, ninguna parte de su isla principal se eleva por encima de los dos metros sobre el nivel del mar, por lo que si la
temperatura del planeta aumentara 2 °C el territorio de este país estaría
condenado a desaparecer sumergido bajo las aguas y su población obligada
a emigrar. ¿Qué estatus jurídico puede proteger a las víctimas migrantes de
las alteraciones humanas del clima?


Los Estados y la sociedad civil en la reforma de la ONU

A partir del 11-S la ONU ha sido especialmente criticada. Varias de estas críticas tienen su fundamento en problemas reales, pero también es importante prestar atención a los intereses de quienes las formulan, en especial de su principal opositor, EEUU. A pesar de los problemas de ineficacia e incoherencia que presenta la organización internacional, hoy sigue siendo necesaria, tal y como reconocen la práctica totalidad de sus Estados miembros y la sociedad civil organizada, que reivindica su participación en el proceso de reforma de la organización.


Reconocimiento internacional de los derechos indígenas

El reconocimiento internacional en los últimos años de los derechos de los pueblos indígenas ha causado gran preocupación a los Estados, ya que ha reavivado temores asociados a la secesión, separación y segregación del territorio estatal. Ello ha planteado la cuestión de cómo reconocer la pluralidad de identidades sin romper o destruir los actuales Estados.


El rechazo de EEUU al Tribunal Penal Internacional

El autor, director ejecutivo de Human Rights Watch, examina las razones de EE UU al rechazar el Tribunal Penal Internacional y la reacción de la comunidad internacional.


EEUU frente al islamismo: desde el pragmatismo hasta el anti-islamismo

La autora repasa el análisis que se ha hecho del islamismo desde los años 80 y la interpretación del mismo en la política estadounidense antes y después del 11-S.